PÁGINAS

21 enero 2017

DEL RAMIRO AL ANCHO MUNDO



AULA 64 nº 2. UNA CARRERA INTERNACIONAL – DEL RAMIRO AL ANCHO MUNDO”. Ponente: Tomás Duplá. 

...por Kurt Schleicher

    
Ayer 19 de enero de 2017 mantuvimos la segunda charla de Aula 64, esta vez en nuestro Instituto Ramiro de Maeztu, en una de las aulas de Talleres. Poder disponer de este aula para esta conferencia -y las que sigan- hay que agradecérselo al director del Ramiro, Jesús Almaraz, que ha tenido esta gentileza con los de la Promo 64. Ya que estamos de agradecimientos, no hay que olvidar las labores de coordinación de Vicente y las de organización de Manolo y Jose Manuel, éste preparando hasta cartelitos del “Aula 64”.

                                                                   Tomás y Vicente

                                                                  
                                                                   

                                         

    Tomás ha ocupado varios cargos de relevancia en la Unión Europea, en el Servicio de Acción Exterior, siendo su último cargo antes de jubilarse en 2013 el de Director de las Américas. La idea era que nos hablase de la evolución del Mercado Común Europeo y de sus vivencias, pero en mi opinión ha sido bastante más, por lo que yo titularía la conferencia “Tomás Duplá: una vida intensa”, pues la verdad es que la ha sido y para todos ha sido una agradable sorpresa saber de él, máxime cuando por un error de comunicación se le había dado por muerto. Pues de eso nada; vaya uno a saber si su nombre de Tomás tendrá que ver con el otro del Nuevo Testamento, quien para cerciorarse de que Jesús estaba vivo y resucitado tuvo que meter la mano en su costado. En nuestro caso no hubo necesidad de meter mano a Tomás, pues allí estaba contándonos su vida vivito y coleando, y llevándonos de sorpresa en sorpresa.

                                                        El ponente, Tomás Duplá, en Aula 64

    Desde la época del Ramiro en que estuvimos juntos hace más de medio siglo, época en la que él mismo se autocalifica de algo tímido y retraído (más de uno le recordamos con su gran cartera, que afirma que todavía guarda por algún rincón de su casa), hasta su jubilación en 2013, yo me permitiría decir que ha florecido y ha sido una persona que ha tenido gran relevancia en su quehacer en muchos rincones del mundo, especialmente en Oriente Medio y en América, sin olvidar un periodo también en Asia.

                                                   Tomás, abogado laboralista en los setenta

     Antes de todo eso, en su juventud ejerció de abogado laboralista, época de la que guarda una foto bien barbado, muy acorde con la época. Se distinguió por enfrentarse al “orden dictatorial” de aquellos tiempos, habiendo tenido muy cercano el crimen de Atocha que afectó a compañeros suyos. Fue detenido en múltiples ocasiones, pero él siempre estaba ahí cuando había que defender a los trabajadores de empresas y parece que no le arredraban los riesgos inherentes a estas actividades.

     Marchó a Estados Unidos, donde se doctoró en la Universidad de Wisconsin, si no recuerdo mal. Por cierto, de retraído nada, pues de aquella época guarda muy buenos recuerdos cuando tocaba su guitarra con varios grupos, haciendo “la noche americana”. Algún disco de su época rockera dice que todavía debe rondar por ahí.

     Cuando España se unió al Mercado Común Europeo, se fue a Bruselas. Allí su primer cometido fue en Oriente Medio, en particular en Palestina, en una época (la primera Intifada) que según comenta, le marcó su vida y está en estos momentos escribiendo un libro sobre aquellas experiencias. Allí tuvo un contacto muy directo nada menos que con Yasser Arafat, con el que departía cotidianamente, así como en reuniones con altos cargos israelíes en los procesos de paz; por ejemplo, Nethanyahu, Simon Peres, etc.

     Dado que existe obligatoriedad de rotación de actividades en la UE, esto le llevó a más lugares del mundo, como Egipto, Irak, etc., la mayoría de ellos conflictivos. Desde luego, no me extraña que se le hubiera dado erróneamente por muerto, en estas circunstancias…

     En su época de América, estuvo especialmente en Chile y Perú; nos enseñó una foto en la que departía con Michelle Bachelet, por ejemplo. Tras esta época americana, se jubiló en 2013.

     Quisiera mencionar que uno de sus mayores logros, en mi opinión, ha sido saber conjugar una vida llena de viajes con su familia; no creo que sea fácil encontrar un equilibrio cotidiano en este aspecto. Y ahora, a disfrutar de la familia, escribir y compartir sus experiencias con todos nosotros.

                                                        

      Hay más detalles de la evolución de la Unión Europea, sus experiencias y sus impresiones en la presentación que nos hizo y que se distribuirá aparte.

      El turno de ruegos y preguntas fue especialmente jugoso; la mayoría de las preguntas iban enfocadas a conocer su impresión respecto al futuro de la UE a partir de las circunstancias actuales y en particular tras el Brexit y Donald Trump. Se podría resumir que en su opinión estamos pasando una época muy difícil, pero que pese a todo ello, la UE no desaparecerá; hay tantas ligazones, acuerdos, dependencias, etc. que no lo ve posible. Eso no quita para que de una época conflictiva como es ésta, puedan surgir sorpresas, buenas o malas, que habrá que superar. Yo añadiría que debemos tratar de evitar “morir de un ataque de globalización”…

                                                 En el turno de "ruegos y preguntas"


     En fin, a nosotros ya nos pilla en este año que hacemos los 70 tacos, así que, "que nos quiten lo bailao…"


     Después de esta emotiva presentación de Tomás, nos dirigimos al restaurante del CSIC, en el antiguo internado Hispano-Marroquí al lado de la Residencia de Estudiantes, que acumula también tantos recuerdos ramirenses. La verdad es que es un placer compartir estos momentos entre antiguos compañeros en tan buena armonía. Desde luego, la iniciativa de nuestro querido Nicolás que hemos llamado AULA 64 va siendo incluso mejor de lo previsto, permitiendo una continuidad automática en nuestros encuentros. ¡Pues qué bien!



 

   KS, enero de 2017.

EL AÑO 2.017

...por Manolo Rincón


En este año casi todos los integrantes de la promoción 64, cumpliremos 70 años.
En aquel lejano 1.947 en que nacimos, aún estaban cercanas la Guerra Civil y la Mundial.
En España estábamos aislados y en plena autarquía. En Rusia mandaba Stalin y seguía con sus sangrientas purgas. USA preparaba el plan Marshall del que nada recibimos, aparecían los OVNI, los comunistas llegaban a Pequín y se estrenaba “Un tranvía llamado deseo”. Ese fue nuestro año.
Siete décadas después el mundo es muy diferente. Manda Trump en USA, utilizamos Internet en todos sitios, España carece de censura. No se puede establecer ningún paralelismo entre ambas fechas.
Y nosotros nos jubilamos en 2.017, creo que con los deberes cumplidos. 2.017 es de nuevo nuestro año.
No somos jubilados normales. En absoluto. Tenemos actividades, proyectos e ilusiones. Y eso es muy bueno a nuestra edad. El año ha comenzado con un encuentro muy agradable de Aula 64, la gran idea de Nicolás. Vamos conociéndonos más y sabiendo que hemos hecho en esos tiempos en los que no nos veíamos.

Deseo que en cierto modo este sea otra vez el gran año y que renovemos nuestros encuentros y actividades. Va a ser un año complicado, pero seguro que lo superaremos airosamente.




10 enero 2017

DOS INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS

En el siguiente enlace encontrareis un artículo de nuestro compañero Rafael García-Fojeda acerca de sus últimas intervenciones.
http://rafgarfoj.blogspot.com.es/

03 enero 2017

SE BUSCA

...por Vicente Ramos

Hemos encontrado la ficha adjunta y los compañeros (Beibi, Rafael García Manso) de la promoción de 1.959 de Gerardo Flórez intentan entrar en contacto con él. Si alguien dispone de alguna referencia actual de él por favor deje un mensaje al pié de esta comunicación. Muchas gracias.



01 enero 2017

CUENTO FIN DE AÑO PARA LA PROMOCIÓN 64

...por Manolo Rincón

Queridos amigos. Pasa un año más y sin embargo aún en mi mente transitan muchas estampas del pasado que en estas épocas afloran con fuerza. Había preparado este pequeño cuento para algunos compañeros, que me piden ahora que sea insertado en nuestro blog para que todos lo podáis leer. Es un escrito muy modesto y sin pretensiones, pero por supuesto Vicente tiene el permiso de publicación. Espero seáis benévolos con este humilde escritor. FELIZ 2.017 y que nos veamos con frecuencia. La próxima cita es el día 18 de enero en el Ramiro en Aula 64, la magnífica iniciativa de Kolia.

 Los fines de año siempre me producen un cierto sentimiento de nostalgia y tristeza pues significan el poner punto final a un tiempo que se nos ha marchado para siempre y en el cuál hay muchas cosas que ya nunca serán iguales en el futuro y probablemente añoraremos.
Mientras así pensaba, esperando ese tránsito de año, se adueñó de mí una especie de sopor y me sentí trasportado a otro lugar y otro tiempo. Al desaparecer la niebla me pareció ver un lugar que me resultaba vagamente conocido, que de momento no identifiqué.
Era noche cerrada y el sitio estaba oscuro; hacía frio mucho frio. Lentamente mis ojos se fueron acostumbrando a la tenue luz de una farola y pude distinguir el edificio de ladrillos tan familiar que tenía en frente.
Sonreí, me encontraba ante el Internado “generalísimo Franco”, en la Colina del Viento. Ese edificio que fue el germen del Ramiro, que tuvo usos variados y que finalmente resultó expoliado a nuestro Instituto.
Era noche cerrada y la intuición me confirmó que estaba en un 31 de diciembre de hace muchos años. Casi todas las ventanas del edificio se encontraban apagadas, pero fijándome bien vi varias con luz.
Unas estaban en el piso alto y sin saber cómo de un salto me elevé hasta allí. Pude mirar el interior a través del cristal. Y ante mi gran sorpresa vi a D. Antonio con todos sus hijos aún pequeños y su esposa Dª Pilar, en torno a una mesa con ricas viandas propias de un festejo importante. Enseguida me percaté que celebraban el fin de año, entre dulces y uvas y supe que D. Antonio lanzaba al Cielo una oración como bienvenida al nuevo año, pidiendo por nuestro Instituto y las personas que lo integramos. Recordé como imponía la disciplina y el rezo del Ángelus al medio día. Un hombre admirable pensé. Fue una emocionante visión increíble, que hizo que se me saltasen las lágrimas.
Caí un poco más abajo y vi por otra ventana al Sr. Ortiz, cuta función en el Internado nunca conocí. Era hermano de D. Luis, y estaba con su numerosa familia. Todos muy contentos bailaban y se lanzaban serpentinas mientras brindaban por el nuevo año entre gritos de felicidad. Se me antojaron sus habitaciones lujosas y bien amuebladas. Parecían personas muy alegres y despreocupadas. La familia debía ser muy larga. Cantaban canciones y brindaban con alegría.
Descendí al suelo y vi luz en las ventanas del sótano. Miré y vi al Sr. Muro, el que me vendía las pólizas e impresos. Recordé como me ayudaba a rellenar los formularios de las matrículas. Que buen hombre era. Estaba con sus dos hijos y su mujer y charlaban animadamente. Su mobiliario era modesto, pero su casa resultaba limpia y acogedora, pese a ser un sótano. En ese momento tomaban las 12 uvas y oían por radio unas campanadas. Un ambiente castellano y sencillo rodeaba a esta familia, que celebraban la fiesta de una manera mucho más austera que sus vecinos, pero con alegría y cordialidad.
Algo me trasportó repentinamente, a través de la oscuridad a otro lugar. Eran los sótanos del Instituto. Había luz en aquel pasillo y al mirar vi una vivienda pequeña y a Hurtado cantando con su familia. Nunca me lo había imaginado así. Siempre estaba malhumorado y gruñón. Su morada era humilde pero habían decorado su vivienda con galas para recibir el año.
Y repentinamente accedí a la cafetería de profesores y vislumbré a Petra con su delantal. Preparaba unos cafés a algunos profesores que vivían en el Internado. Distinguí al Padre Galindo entre ellos. Petra nunca sale de aquí pensé, pero hace una gran labor. Al salir me pareció ver a lo lejos a Ángel Quesada que me lanzaba una gran sonrisa.
Aún no terminaba de ver esta escena, cuando me sentí llevado a una calle un tanto oscura. Percibí lejano al Ramiro. Había unas ventanas encendidas y sin saber cómo pude ver por una de ellas al Padre Mindán  en una estancia ricamente amueblada, pero sin trazas de estar realzando ningún tipo de celebración, acompañado de una Sra. que intuí era su hermana. Recordé sus clases y me pareció que estaba haciendo gala de su mal genio enzarzado en una discusión, supongo no filosófica, en la cual terminaría teniendo la razón.
Repentinamente desperté. No sabría decir si aquello había sido un sueño o realmente había sucedido, pero me he apresurado a escribirlo antes de que se me pudiese olvidar.
Y así os lo trasmito amigos, éste 31 de diciembre.

Feliz 2.017 para todos
Manolo