La primera reacción que he tenido al leer este comentario, ha sido pensar
que “era de coña” y que se iría encaminando hacia algo jocoso.
Luego, me he ido preocupando y he terminado…asombrado, y me temo que, si va
en serio, “cualquier cosa que diga puede
ser tomada en mi contra”.
No obstante, veamos:
En primer lugar, la discriminación
positiva puesta en práctica en los países en los que se ha hecho (EEUU
fundamentalmente), no ha hecho sino incrementar las desigualdades y la
injusticia, menospreciando a las mujeres, (que siempre parecen necesitar una
ayuda extra, las pobrecitas), a los negros, gitanos, hispanos u otras minorías
y castigando a los más aptos, si son varones y blancos.
En EEUU se da el caso de que puede un negro aspirar a una plaza en una
empresa o universidad y lo que tiene que hacer, lo primero, es contar el número
de negros en proporción al de blancos: si le da el ratio, plaza segura. Fuera
puede quedarse Einstein, si es WASP.
Y estamos hablando de actividades intelectuales. Vayamos a las físicas.
Los negros tienen, como todo el mundo sabe, un desarrollo muscular,
genético, excepcional y no sólo en el volumen anaeróbico (corredores de 100
m.), sino en maratón, que es aeróbico, con musculatura larga y piernas delgadas
(africanos).
Cuando yo corría maratones, que se me pusiera al lado un negro en la
salida, era humillante, tal es su autoridad.
¡Fuera negros de las competiciones! No a esa discriminación. Los blancos
enclencles tenemos derechos!
Pero, sin embargo, no hay negros nadadores, ni ciclistas, así es que hay
que remediar eso: en los equipos debe haber negros y blancos (pero también
chinos, indios, etc.), dejando fuera a Contador, Induráin, Merck, Anquetil, et altri. Si no da el ratio. Si deja de
celebrarse el Tour, porque no le interesa a nadie, qué más da; lo importante es la igualdad.
Las mujeres ¡maldita sea! Tienen menor masa muscular, mayores pulsaciones
por minuto y una disposición de las caderas, que les impide conseguir las
velocidades o rendimientos de los varones.
El record del mundo de salto con pértiga es de Sergei Bubka, con 6,14
metros y de Yelena Isinbayeva, con 5,06 m. ¿Qué hacemos con la pobre Yelena?:
ponerle muelles en los pies, o lastrar (hándicap) al odioso Serguei como se hace
en el hipódromo con el jockey?. ¡Ya sé! Su pértiga debe ser más corta.
En 100 m. lisos, el record del mundo lo tienen Usain Bolt, con 9,58
segundos y Florence Griffith, con 10,49 s.
Si compiten, ¿qué hacemos con la chica de las uñas largas?. ¡Ya sé!: Bolt debe salir 5 segundos más tarde.
Hay que dejar fuera a Usain Bolt, Bikila, Jonhson o Carl Lewis.
Halterofilia: Femenina: 48 kg, 53 kg, 58 kg, 63 kg, 69 kg, 75
kg y más de 75 kg
Masculina: 56 kg, 62 kg, 69 kg, 77 kg, 85 kg, 94 kg, 105 kg y más de 105 kg.
Así es que ¿cómo pueden competir por pesos corporales?. ¡Ya sé! : a
los hombres de 100 kg. se le descontarán, por ejemplo, 50 kg. de su record.
¿Y qué decir del boxeo? Dios mío! Sería una carnicería: Cassius Clay,
¡Tyson!, contra…¿Quién?. ¡Ya sé¡: los varones boxearán de rodillas y con una
mano atada a la espalda.
El fútbol creo que ya es olímpico. No entiendo pero... en fín, ni me lo
imagino.
En himalayismo, hay muy pocas mujeres que estén en la carrera de los 14
ochomiles. Una vez, ví un reportaje sobre la Pasabán, en uno de los ochomiles
que le faltaban (creo que los ha conseguido todos): la expedición la formaban
unos 15 experimentados himalayistas (varones) y uno de ellos decía que “todos
tenemos muy claro a lo que venimos: a que Edurne suba”. Edurne subió, pero
después del cámara de TVE, así es que no se pudo filmar su cumbre.
De los 28 humanos que han alcanzado los 14 ochomiles, hay 2 mujeres. ¡Ya
se!: se prohíben expediciones de varones hasta que haya 26 mujeres que lo
consigan.
Yo hago montañismo, alpinismo y escalada y a mis jóvenes compañeras ni se
les ocurre pensar nada semejante a toda esta cantidad de despropósitos y con
mis compañeros varones, si podemos ayudar, descargarlas de peso, o echarles una
mano en un paso difícil, no es que lo hagamos, sino que no nos importa, ni nos
sentimos superiores y ellas simplemente lo agradecen, de la misma forma que yo
agradezco un tirón de la cuerda cuando me veo comprometido y el que me ayuda es
otro varón.
¿Un equipo masculino de natación sincronizada? Pero Juan Miguel, ¡por
Dios!, claro y también aro y bolos y cinta…
Llegados a este punto, todo es tan absurdo, que me niego a seguir con esta
maldita ocurrencia.
¡Feministas, por favor, dejadnos en paz!. Mejor que esto siga siendo solo
de varones, desde luego. El día en que las esposas comenzaran a intervenir,
sería el momento de irse.
(Y si de verdad fuera de coña?), voy a releerlo no vaya a ser…
Miguel-Angel Morcillo
No sabía que el himalayismo fuera un deporte de competición. Para ser sincero, ni siquiera sabía que es un deporte. Tal vez sea porque para mí el deporte debe ser, ante todo, algo al alcance de las personas corrientes. Cuando sólo está al alcance de los dioses se vuelve muy aburrido, salvo si eres un dios, claro está.
ResponderEliminarEn cuanto a feminismos... me temo que no has visto muchos partidos de volley playa donde participen jugadoras brasileras vestidas de jugadoras brasileras. Con mi más honesta sinceridad, pienso que ningún equipo de varones saludables (desde el punto de vista del impagable Monseñor Reig) sería capaz de ganarles, incluso sin handicap. Les sería muy difícil concentrarse.
En la línea de igualitarismos fuera de contexto, el basket se lleva la palma con la celebración del Campeonato mundial de jugadores menores de 1,80 metros.Fue hacia el año 1.970. USA 1ª y España 2ª. Pero fue tal fracaso que no se volvió a hablar de aquello ni se celebró tal campeonato de nuevo.
ResponderEliminarMe temo que las propuestas de Juan Miguel van en esa línea de fracaso previamente anunciado.
Cuando éramos juveniles, nuestro entrenador Paco Hernández, casado con una jugadora de basket del Medina (1ª división femenina nacional), nos organizaba partidos de entrenamiento (para ellas) con aquellas féminas ya desarrolladas como mujeres. Con nuestros escasos dieciseis años las ganábamos cada partido que celebrábamos y el único beneficio por nosotros obtenido en aquellos entrenamientos era el delicioso contacto con caderas, cinturas y traseros de mujeres ya hechas.
Una vez más surgen propuestas de enrasar por abajo, eliminando el normal desarrollo y la excelencia de los mejores. Es a éstos, los mejores, a quienes hay que potenciar para que los demás, en virtud del efecto simulación eleven el nivel general. Y esto es necesario en todos los órdenes de la vida, no sólo en lo deportivo.
Pero es sólo una opinión más...
Recuerdo que en Valencia nos constaste algo de esos entrenamientos contra féminas ya bien desarrolladas. Estabas empezando a explicarnos qué sucedía cuando, al terminar, os duchábais todos juntos, en el perfecto clima de camaradería y mutua comprensión que sólo un deporte tan espiritual como el basket es capaz de ocasionar, cuando llegaron los del paseo cultural por el románico valençiá y nos quedamos sin saberlo. ¿Por qué no acabas ahora de contárnoslo...?
EliminarAlfonso el Cotilla
Vicente ¡lo has pillado!
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