Dos pueblecitos con
encanto… por Kurt
Schleicher
Parece que últimamente me ha dado por usar con profusión esta palabra: encanto, válida tanto para personas o
cosas. Hace unos días la utilicé para profesoras del Ramiro, así que veamos qué
es lo que realmente he querido decir entonces, y ahora con lo de los
pueblecitos. Se me ocurre que es una palabra interesante con muchos
significados y que además usamos también mucho en nuestra vida diaria, así que
he consultado el RAE a ver qué dice.
Pues ahí aparecen tres acepciones para encanto:
1: Encantamiento:
me ha dejado frío, pues dice lo manido de “acción y efecto de encantar”. A seguir buscando, ahora por
encantar… (ver abajo)
2: Persona
o cosa que suspende o embelesa. Pues
sigo sorprendiéndome: ¿qué significa una persona o cosa que suspende? ¿En los
exámenes también? ¡Madre mía! Según eso, el Brañas debía ser un encanto… ¿Y qué
es realmente embelesar? Pues igualmente, según el RAE: suspender, arrebatar, cautivar los sentidos. ¡Otra vez suspender!
Pues como no sea en el aire… Y lo de cautivar los sentidos, querrá decir
capturarlos, supongo, o sea, no dejar que anden sueltos por ahí. En fin, da una
idea, pero lo veo hasta cierto punto contradictorio y no lo acabo de ver claro.
3: Atractivo
físico. Bueno, esto debe de limitarse a las personas, pues una cosa con
atractivo físico no parece muy congruente. OK para las profesoras…
Volvamos al verbo encantar, a ver qué dice:
Aparecen 4 acepciones:
1: Someter
a poderes mágicos. Ya… Se debe referir a lo de los magos… parece peligroso.
2: Atraer
o ganar la voluntad de alguien por dones naturales, como la hermosura, la
gracia, la simpatía o el talento. Estupendo; ya sé lo que he dicho en
relación a las profesoras y concuerda… pero no me vale para lo de los pueblos.
3: Entretener
con razones aparentes o engañosas. Dice que es una germanía, así que lo
tendré que pensar con cuidado… pero será que no, excepto que mi propósito en
este artículo sea ése… ¡quién sabe!
4: Gustar
en gran medida, agradar mucho. Al fin: esto sí que parece concreto y claro.
Aplíquese a lo de los pueblos…
Bien; esto es lo que hay en el RAE.
Creo que es bueno saberlo, aunque sólo sea para tener conciencia de lo que
estamos diciendo con tanta frecuencia con lo de: “Estoy encantado de conocerle…”; entre otras cosas, significa que
nos está sometiendo a poderes mágicos… ¡ojo!.
Bueno, creo que ya vale de entretener con razones aparentes o engañosas
y que se podría interpretar como un ejercicio de “diversión” en su acepción de
maniobra militar…
Quiero contaros por qué me han encantado
dos pueblos localizados cerca de la macro-urbe de Benidorm, de la que tuve
que salir corriendo para descontaminarme de tanto rascacielos (y medusas, por
cierto) y que realmente me han sorprendido. Los pueblos son GUADALEST Y FINESTRAT. (Así dicho,
parece que estamos hablando de una pareja de cómicos valencianos…¡!!!)
Veamos primero Guadalest, a unos 15 kms de Benidorm en dirección a la sierra de
Aitana. Su población es muy pequeña: solamente 215 habitantes (2007), pero creo
que hoy en 2013 debe haber unos cuantos más, por el auge del turismo según se
va conociendo. Realmente, el nombre correcto es “Castell de Guadalest”, pues
eso es lo más representativo del pueblo: su castillo, dónde y cómo está
situado. Cuando lo ví (accedí desde la carretera que sale de Calpe), me llevé
la primera sorpresa: está encima de un enorme promontorio, bastante alto ya en
la sierra, consistente en varias columnas que salen de los laterales como
cuando hacemos castillos en la arena con los chorretones que dejamos se formen
desde nuestros puños. Pues igualito; me recordó inmediatamente a Meteora, en
Grecia, que ya sabéis se caracteriza por sus monasterios en la cúspide de
montañas-columnas inaccesibles, sólo que en más pequeño. El pueblo podría haberse llamado “Meteorita”…
Guadalest, primera vista
Guadalest
Guadalest
Torres de Guadalest y acceso al Castell y pueblo antiguo
Castell y Torre
Vista desde la entrada
Lo primero que le ocurre a uno al verlo es que cómo se puede uno subir al campanario o torre en una de las picotas; la cosa tiene su truco: detrás de la columna hay una antigua casa de 4 pisos (la casa de los Orduña, alcaides del pueblo desde 1669, después de un terremoto que dejó al castillo dañado en 1644). Desde el cuarto piso, salen una serie de puentes que enlazan con la torre y permiten el acceso.
Acceso a la Torre Campanario
Hablando de acceso, al castillo (y al pueblo antiguo, muy pequeño) se
accede atravesando un túnel horadado en la roca. Desde luego, la fortificación
era excelente…
Final de la calle
Atravesando la roca
Acceso al pueblo a través de la roca
Vista desde el portalón
Por cierto, en el pueblo está la casa
de un famoso miniaturista y un museo, en el que se pueden ver algunas
miniaturas sorprendentes, como por ejemplo:
- La
Estatua de la Libertad dentro del ojo de una aguja.
- La Maja
Desnuda de Goya pintada en el ala de una mosca.
- Un
elefante modelado en los ojos de un mosquito.
- El
Guernica de Picasso pintado en una semilla.
- Un
camello paseando por el ojo de una aguja.
- Los
fusilamientos de Goya pintados en un grano de arroz.
Y a los que les gusten los museos, que sepáis
que hay otros 7 en la localidad, lo que, en relación al pequeño tamaño del
pueblo, no deja de ser sorprendente. No pude verlos, pues llegué por la tarde,
pero en otra ocasión le tendré que dedicar todo un día. Podéis buscar
información en internet, para el que le interese.
Museo
Hacia la salida
En 1974, Guadalest fue declarado Conjunto
Histórico-Artístico. No me extraña nada.
Pueblo antiguo y Castell
Plaza
El otro lado...
Embalse de Guadalest
Toque romántico por lo de encanto
Vayamos
ahora con Finestrat. Está muy cerca
de Benidorm, a unos 10 kms., situado al pie de la montañaza (el Puig Campana) que domina Benidorm. La
población censada en 2012 era de 6900 habitantes, lo cual también me sorprende
por lo contrario que Guadalest, pues no parece muy grande. Probablemente
comprende también el polígono industrial que hay a unos kms del pueblo.
A medida que se va subiendo, la vista hacia
el mar es cada vez más espectacular, a la vez que se va bordeando la montaña
levemente por el Oeste . Al fin se divisa el pueblo, colgado de una ladera. Según
se entra a la parte alta, se da uno cuenta que los finestreños (¿se dirá así?)
deben de poseer unas buenas piernas para moverse por ahí; ir un momento a por
el periódico debe de servir como ejercicio mañanero.
Finestrat
Finestrat y Puig Campana
Terrazas en alto
Terrazas en alto
Iglesia
La razón fundamental de acercarnos al pueblo era realmente que se había anunciado que había un mercado medieval para los días 8 y 9 de Junio, coincidiendo el primero con nuestra intención de vuelta. La verdad es que era un mercadillo bastante pequeño, pero estuvo ambientado con representaciones teatrales con actores del pueblo (fablando en valenciá) de tono humorístico, que amenizaban el paseíllo. También tenían un herrero –italiano por cierto (¿no quedan herreros españoles?)- y pequeñas obras de arte realizadas con objetos cotidianos, como chapas, también sorprendentes; todo un artista.
Mercadillo medieval
Maravillas con chapas
El herrero italiano
Al rojo vivo
El Puig Campana es el monte ése que tiene una fractura,
portilla, “mella” o “tajo” en su
cúspide, resultando en una “U” tan perfecta que no parece que se deba a un
fenómeno natural. Se le llama “El
Portell”. En consecuencia, hay muchas leyendas, antiguas y modernas,
relativas a dicha muesca.
Puig Campana
Puig Campana y su Portell
Portell por un lado
Portell por el otro lado
Una
proviene de la época medieval, atribuyendo el tajo al héroe Roldán, quien al
intentar rematar con su espada Durandarte a un caudillo moro, se le escabulló,
dio en la cresta con tanta fuerza que se desgajó un trozo; éste bajó a su vez
rodando cuesta abajo y hoy es la isla de Benidorm, la que tiene forma de
triángulo equilátero. Una versión colateral de ésta es igual, pero sin moro, y
que el tajo se lo dio Roldán para retrasar la puesta de sol, debido a que una
bella joven de la que estaba enamorado se decía que moriría con el último rayo
de sol… muy romántico.
Leyendas más modernas de los años 50 del
siglo pasado, en plena efervescencia de platillos volantes, es que la “U” se
trataba en realidad de una antigua base de aterrizaje de platillos, aparcados a
modo de garaje dentro de la montaña. Es decir, que el Puig Campana debería ser
una especia de portaaviones estelar extraterrestre. Esto ha originado que en
todos estos años se originasen un sinfín de noticias de apariciones,
abducciones y eventos similares en el entorno de esta región. Hay hasta una más
celestial en que unos jóvenes de Valencia aseguran que unos ángeles les han
dado el libro de las 2000 páginas, pero no se sabe de qué va…
Es cierto que esta mella ya la conocía yo de
algún libro de J.J. Benítez leído en mis años juveniles, en que ya se
mencionaba dicha muesca y siempre me había llamado la atención. La verdad es
que no he visto nada parecido en ninguna otra montaña, y he visto muchas…
KS,
Junio 2013
Para la próxima no olvides las fuentes del Algar. Te gustarán. Yo estuve en esos 2 pueblecitos hace 15 días y certifico la información de Kurt.
ResponderEliminarManolo
No las olvidé; por supuesto estuve, pero no deja de ser más que un paseo encantador entre varias cascadas más bien pequeñas (salvo una) rodeado de flores, eso sí. Me impactó más el entorno de las fuentes y su valle en "U" que las propias fuentes.
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