PÁGINAS

21 enero 2014

CAPILLA MUSEO DEL RAMIRO



Capilla-Museo del Ramiro de Maeztu, por Manolo Rincón
El Instituto Ramiro de Maeztu,  tuvo desde su fundación en 1.939, la orientación religiosa propia de aquella época, que se centraba en el Catolicismo y que ha ido evolucionando hasta nuestros días. En este pequeño trabajo, realizado en colaboración con el Departamento de Historia actual, del Instituto, voy a referirme a la Capilla católica que ha existido siempre en el Centro y su evolución en el tiempo hasta nuestros días.
En 1.939, debemos de pensar, que el aspecto religioso de la formación de los alumnos, se consideraba algo esencial para fomentar los valores humanos de los asistentes a los cursos de un Instituto, lo cual estaba acorde con la ideología del Régimen Franquista de aquellos momentos.
Por esta razón, el Ramiro contó desde el decreto de su fundación, con una Capilla propia, independiente de la Iglesia del Espíritu Santo, que pertenecía al CSIC y que solo se utilizaba para grandes solemnidades, como podían ser las primeras comuniones o confirmaciones.
Esta Capilla estaba situada, en un principio, en la segunda entreplanta del edificio de bachillerato.
Era una Capilla sencilla, que constaba de un altar central, unos bancos para los fieles, candelabros para las velas, y unas cortinas de color rojizo en el fondo.
Un pequeño sagrario y la imagen de la Virgen María y el Niño, completaban el conjunto.
Yo la conocí por vez primera en el año 1.957 y se utilizaba para celebrar la misa, de asistencia voluntaria, en la hora del recreo y rezar el rosario al término de las clases matinales, también de manera voluntaria.
Otra utilidad que tuvo, era en Pascua Florida, cuando se realizaban las confesiones anuales de los alumnos que así lo deseaban.
Al hacerse cargo de la Dirección Espiritual del Instituto el Padre Granda SJ, era éste el que decía misa y confesaba ciertos días de la semana en ella. Todo ello siempre tuvo un carácter voluntario y nunca se obligó a los alumnos a asistir ninguna de estas actividades.
Los sábados por la tarde se utilizaba para los retiros, a los que voluntariamente asistían algunos alumnos de los cursos del bachillerato superior.
En noviembre se realizaban ejercicios espirituales en ella, estos si de carácter obligatorio.
Después de la etapa del Padre Granda, D. Fidel García Cuellar (Opus Dei), se hizo cargo de la capilla.
En el trascurso de los años, el número de católicos practicantes ha ido rebajándose en nuestro País y esto se ha traducido al alumnado del Instituto, que ya se interesa poco por temas religiosos. Por esta razón la dirección del Instituto tomó la decisión de trasladar la Capilla existente, al Museo Religioso del Centro, unificando funciones, lo cual estaba justificado, por la razón antes expuesta.
Por otro motivo, otra razón para el traslado, fue que había aumentado el número de alumnos y profesores, lo que añadía mayor complejidad para atender convenientemente a la organización del Centro y así fue como en ese espacio, antes Capilla, se instaló la Jefatura de Estudios que aún permanece en dicho lugar.
El Museo Religioso está situado en el pasillo de la primera entreplanta, que termina en el anfiteatro. Es una sala, que cuenta con unas admirables pinturas murales (frescos), del Sr. Cobos, un catedrático de dibujo de la primera época del Ramiro y que posteriormente fue un pintor importante y crítico de arte. Parece ser que la idea original de crear dicho Museo, fue de D. Luis Ortiz Muñoz.
Existen dos paneles de pinturas, situados en los muros laterales del Museo. Estas pinturas, del Sr. Cobos, son de una gran calidad y valor artístico que deben de conservarse como patrimonio histórico del Instituto:


Panel con la Historia de la Iglesia

A la izquierda, siguiendo el orden en el que se ha realizado todo el conjunto del panel, en el centro del mismo está la figura de Jesús y a ambos lados los diferentes Papas del Siglo I al Siglo XX. Debajo y con la misma cronología aparecen referidas  todas las corrientes que han sido condenadas por la Iglesia, simbolizadas como ángeles caídos.  En su zona más destacada, se hace un recorrido por la Historia de la Iglesia. En lo que podemos considerar la predela del fresco, se representa por medio de mapas, la expansión del Cristianismo en el Mundo.


Detalles de los frescos donde se aprecia la minuciosidad del trabajo

En el muro de la derecha, se muestra la Vida de Nuestro Señor Jesucristo, mediante tres paneles, donde figuran Infancia, Pasión y Vida Pública.

Panel derecho



Detalles del mural derecho

El Museo contaba con el mobiliario adecuado para guardar las prendas de oficiar Misa y útiles para las ceremonias. También existía una gran mesa central con sillones, sillas y unas maquetas de las Catedrales de Santiago de Compostela  y  Toledo, así como del Monasterio del Escorial, todas ellas realizado en escayola de color blanco.


Fotografía de los años 40 del Museo Religioso. Panel derecho


Panel Izquierdo y mueble para guardar útiles de oficiar Misa (años 40)

Completaba el conjunto un bello diseño de los momentos de la Pasión del Señor, denominado habitualmente Reloj de la Pasión.
De este conjunto de piezas, se han perdido las tres maquetas y también el Reloj de la Pasión.
Tenía el recinto, una iluminación cenital y tres ventanas a la fachada exterior.


Vista del mobiliario y del panel izquierdo del Museo Religioso en los años 40. Se aprecia la iluminación cenital.

En el acondicionamiento, al que nos referimos, se retiró la mesa central y el resto de mobiliario, para permitir la instalación de bancos de madera para los fieles y para que pudiese ser capilla. Se colocó, en la cabecera, un Altar, con Sagrario, y  una bella Virgen con el Niño en los brazos. A izquierda y derecha del altar, se construyeron dos habitaciones, una de ellas dedicada a ser Sacristía.


Imagen de la Virgen que preside la Capilla

Para completar la adecuación a Capilla, se instalaron dos figuras talladas en madera de un barroco avanzado, a izquierda y derecha del Sagrario. Una representa a Santa Teresa y otra a San Juan Evangelista, que también se encontraban en el Museo Religioso anteriormente.


Altar actual




Santa Teresa y San Juan Evangelista (estatuas barrocas de gran valor artístico)

Desde el año 2009, se han expuesto en el recinto diferentes objetos religiosos, entre los que merece ser destacado el Sagrario de la antigua Capilla.


Sagrario de la antigua Capilla

En el año 2.013, esta Capilla pasa a denominarse Capilla-Museo, uniéndose las dos funciones que ha tenido el recinto  y preservándose para el futuro, de esta forma, tan valioso espacio, de paso que se evitan más pérdidas de objetos patrimoniales de valor.
La razón de esta nueva denominación es la siguiente:
Algunas personas influyentes hoy en el Instituto, opinaban que la Capilla debía de desaparecer, por su escasa utilidad actual y por la necesidad de espacio en el recinto del Instituto. Se pensó en que pasase a ser un aula. Esto sin duda habría sido fatal para los frescos del Sr. Cobos, que tarde o temprano hubiesen sido dañados de manera irreparable.
Para preservar este espacio, que podemos considerar histórico y del que ya han desaparecido  varias piezas importantes, como se ha señalado anteriormente, se presentó dentro del Consejo Escolar, en el cual se debatió este tema, el siguiente escrito:

“Capilla actual en el Instituto.

El lugar que en la actualidad ocupa la Capilla - Museo Religioso, responde a la fusión que se hizo en el curso 2009-2010 de las dos funciones, que este espacio ha tenido.

En el curso 1939-1940 fue Museo Religioso, fundado y concebido, para poder complementar la enseñanza de esa asignatura, entonces importante, que era la Religión, para después, quizá a partir de 1964, convertirse en la Capilla actual del Instituto, al utilizarse la antigua para otros menesteres.

Este espacio tiene unas singularidades, que es interesante destacar.

De planta rectangular, en sus dos muros laterales, está bellamente decorada con pinturas al fresco realizadas por el que fuera Catedrático de Dibujo en el Instituto, Sr. Cobos.

Los frescos que decoran el muro lateral de la zona del  Evangelio están concebidos a modo de retablo, que se despliega en horizontal a lo largo del lienzo de la pared. Las escenas están delimitadas por el empleo de elementos arquitectónicos en los que predominan pequeños arcos de medio punto y sobre ellos cierta referencia a los apuntados.

El conjunto resultante tiene una gran belleza plástica y mucha calidad en el tratamiento de las imágenes y en la forma en la que el color se ha aplicado, para que al jugar con la luz se obtengan unos suaves y delicados volúmenes. Asombra la delicadeza del dibujo con el que el pintor perfila sus imágenes. Lo hace con precisión a la vez que con finura. Esto muestra la gran maestría del artista, Sr. Cobos,  que lo realizó.

Frente a este muro, las pinturas se disponen en una composición más unida y cohesionada lo que se comprende porque el tema que en él se expone es la Ciudad de Jerusalén.

Este fresco nos sitúa con total rigor y exactitud en Jerusalén. Un Jerusalén con una gran vida urbana, con sus calles, viviendas, lugares significativos, personajes...Así se nos introduce en su urbanismo el que tanta importancia alcanzó en aquellos momentos históricos.

Los temas que los frescos representan son esencialmente históricos. Con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.

Otro punto de vista a señalar es cuál fue la intención del pintor al realizarlos, desde luego responde al espíritu que impregnaba a la sociedad española en aquellos momentos, su reconocimiento a la Iglesia Católica.

Parece conveniente distinguir con la mayor claridad posible tres núcleos de interés en este magnífico trabajo:

             El evidente carácter histórico-didáctico que posee.
             Su significado teológico.
             El valor artístico.

Cada uno de ellos por sí mismo requiere un hondo análisis que deberá hacerse con rigor y detenimiento, pero que tan sólo contemplando los frescos se reconocen los tres en su conjunto.

Con toda probabilidad el Sr. Cobos contó con un profundo asesoramiento cultural acerca de los temas que va mostrándonos. Quién o quiénes fueron estas personas, hasta el momento lo desconocemos. Pero todo se hizo con extraordinario cuidado para evitar errores porque una vez realizado el trabajo resultaría imposible subsanar.

No existe en estas pinturas el menor atisbo de proselitismo confesional, una vez más repito que sólo la función histórica y didáctica es lo que el pintor pretendió legarnos.

Estamos ante un Archivo, en el cual se encuentran numerosas y diversas imágenes vinculadas al Antiguo y Nuevo Testamento, la Ciudad de Jerusalén, con iconografías que nos permiten reconocer y en otros conocer a quienes protagonizaron importantes momentos de la Historia de la Iglesia, complementadas con mapas de su expansión en diferentes épocas.

 Me pregunto, ¿éste es el legado que se quiere destruir o alterar?.

Cada una de las escenas con sus imágenes de estilo naturalista, los elementos con los que se acompañan, no son otra cosa, que partes de una totalidad, de un macrocosmos, de la historia de unos acontecimientos ocurridos en un tiempo real en los que se ponía en marcha un movimiento religioso-social que iba a cambiar mucho de lo que hasta entonces se tenía por válido.

Y esta Historia se encuentra en nuestro Ramiro, nos ha llegado sin esfuerzo alguno por nuestra parte y en virtud de qué necesidad se pretende cambiar y destruir?.

Son estas pinturas parte de un conjunto más amplio, que se extiende por todo el edificio, que se completa con las que su autor, el ya citado Sr. Cobos, realizó en diferentes estancias de nuestro Centro: Departamento de Matemáticas, Laboratorio de Biología y en el Teatro.

Por tanto se trata de un legado histórico-artístico muy importante que todavía enriquece más al abundante y diverso Patrimonio que nuestro Instituto posee.

La función que actualmente se le ha asignado a la Capilla-Museo Religioso preserva estos frescos y evita su deterioro y desaparición como ya ha ocurrido con el Reloj de la Pasión, además de las reproducciones de la Catedral de Santiago de Compostela y El Escorial, que yo recuerde. Ambas estaban realizadas en escayola.

Se trata no sólo de conservar lo recibido por su valor, significado, importancia y calidad, que, por supuesto, lo es.

No sólo es legar lo que nos ha llegado intacto porque responde al trabajo, esfuerzo y creatividad de quien lo realizó, que, asimismo, lo es.

No sólo es mostrar a nuestros alumnos que hay que conocer uno de los pilares de la cultura occidental que con tanta maestría y conocimiento histórico nos muestran las pinturas del Sr. Cobos, que, por supuesto lo es.

Es también que se sientan orgullosos por pertenecer a un Instituto que ha sabido conservar y cuidar, durante tanto tiempo sus, podemos llamarlos, tesoros artísticos. Para que aprendan a respetarlo y cuidarlo.

Cómo se puede justificar, ni entender, que todo lo anteriormente expuesto pueda ser sustituido por: pupitres, sillas, pizarras, ordenadores, cañones y por todos los diversos materiales electrónicos, imprescindibles sin duda, hoy en día para una enseñanza de calidad y de excelencia, pero en sus espacios "ad hoc". No quitando, apartando ni destruyendo, los lugares artísticos que vienen de las propias raíces de la institución.

La enseñanza siempre debe tener como objetivo construir a partir de unos firmes y seguros cimientos y con los bienes del ayer reafirmar el hoy.”

El resultado fue el expuesto. Se aceptó conservar el espacio, pasando a Capilla-Museo, con el fin de que en el futuro no se intente de nuevo que sea aula. De esta manera se preserva un conjunto histórico, patrimonio del Instituto, que consideramos de alto valor artístico-cultural.



Crucifijo procedente de la antigua Capilla

19 enero 2014

LISTA DE LA CLASE C

Hace ya algún tiempo nos llegó esta lista de la clase C que revela los apodos de algunos de nosotros.
Asi pues, Aparicio era APAPUCIO, los Idiazábal INDIO-ZABAL, Ibarra era el BATURRO, Noya el MONOLITO, Gil era el INDIO GILILLO o GILOTE, etc, etc.
Conviene no perderse la disposición de puertas, pizarra y ventanas y sobre todo la anotación PUERTA, QUERIDA PARA LAS SALIDAS Y ODIADA PARA LAS ENTRADAS.

En estos momentos ignoramos el año de tal lista y autoría de la misma. Si podeis ayudarnos a tal respecto os quedaríamos muy agradecidos. Los del Ramiro.



18 enero 2014

MUSEO RELIGIOSO


El Museo Religioso del Ramiro, por Paco Acosta

 

Pues sí, en el Ramiro hubo un Museo Religioso. No en el sentido voluminoso que ahora podríamos asociar a lo que se entiende por un museo, pero os aseguro que se llamaba así: Museo Religioso.

 

Nosotros no lo vimos en su aspecto original, pues durante nuestra estancia en el Ramiro, ya nos lo encontramos transformado… Pero empecemos esta historia por donde debe. Es decir, por el principio.

 

La idea partió ¡como no! de D. Luis Ortiz Muñoz, que por aquel entonces era también Director General de Enseñanza Media, y del catedrático de universidad Monseñor Galindo Romeo, que como inteligentemente habéis deducido era sacerdote. Un inciso para que este escrito parezca que tenga algo de erudición. Pascual Galindo Romeo, fue nombrado en 1941 rector de la residencia “Generalísimo Franco” (al tiempo que se nombraba a D. Antonio Magariños rector del Internado Hispano Marroquí). En una noticia aparecida en un periódico, unos pocos años después, se dice que también era Prelado doméstico de su santidad y capellán del Instituto. Esto no lo he podido contrastar, pero ya sabéis que los periodistas se permiten muchas licencias y exageraciones….

 

Volvamos a nuestro Museo Religioso, que, como todo proyecto que se pretenda llevar a cabo, tras “vender adecuada y convincentemente” la idea inicial, necesitaba recibir la correspondiente dotación económica. En el BOE, allá por 1945, concretamente el 1 de Enero, bajo la autoridad del Ministro de Educación Nacional Ibáñez Martín, se publica una orden “por la que se aprueba la ampliación de crédito destinado a la realización del Museo Religioso del Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu»”. Como veis el nombre no me lo he inventado. Aparece en el BOE. Y como comentaré más adelante no solo una vez….

 

Ahora, como en las novelas de intriga, daremos un salto en el tiempo, y nos encontramos con el Museo ya inaugurado….

 

En la Revista de Educación Nacional nº 55, de 1945, se publica un artículo, de autor desconocido, con el título Proyección escolar de la política museográfica: el primer museo religioso instalado en un centro de enseñanza oficial. Aquí tenemos una información que no conocíamos: se trata del primer museo religioso de un centro escolar oficial…¡fuimos pioneros!

 

Para que no se quejen los lectores del blog,  de que, cuando utilizan esos chismes, no adecuados para nuestra cansada vista, aunque más avanzados y de pantalla pequeña -smartphones y tabletas-, no pueden leer los textos “originales” (los escaneados directamente del original e incluidos como imágenes ilustrativas que acompañan al texto), a continuación transcribo íntegramente el texto del artículo, aún a sabiendas que, al hacerlo, cometeré algún fallo. Espero no sean muchos.

 

“PROYECCION ESCOLAR DE LA POLITICA MUSEOGRAFICA: EL PRIMER MUSEO RELIGIOSO INSTALADO EN UN CENTRO DE ENSEÑANZA OFICIAL.

Nuevos Museos cuenta ya el Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu», de Madrid. Entre ellos el Religioso, el primero que se inaugura en un centro oficial docente español. Presidió la sesión de apertura el Ministro de Educación Nacional.

Congratulóse el Sr. Ibáñez Martín en su discurso de que fuese un centro dependiente de su Ministerio donde se ha abierto a la Pedagogía tan eficiente método de enseñanza. Dice también mucho el Museo de la finalidad formativa en materia religiosa del Instituto «Ramiro de Maeztu», de Madrid, que aspira a ser centro modelo en este aspecto tan importante de la educación. Porque, como afirmó el Sr. Ibáñez Martín, el nuevo Museo ha de formar época dentro de la Metodología de la enseñanza de la historia de la Iglesia.

LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Una extensa pared de 24 metros cuadrados cubre el lienzo de la historia de la Iglesia. En la parte superior aparecen los Pontífices más importantes de cada uno de los veinte siglos, y en el centro, la figura del Salvador. Debajo de los Papas aparecen unos ángeles que aherrojan a una zona de fuego a los demonios, representativos de las diversas herejías que se alzaron contra la Iglesia de Cristo. Cada siglo está encerrado en tablas verticales que recogen todos los sucesos y hechos más importantes de la historia mundial en relación con la Iglesia católica. Muchos de los acontecimientos están simbolizados; así, los concilios, representados por mundos; los mártires, por palmas; las persecuciones contra la Iglesia, por barquillas en zozobra, etc. Luego, escenas al vivo, sin símbolo alguno, con gran precisión arqueológica y documental. Los soles representan a los Santos Padres. Se recogen, asimismo, edificios religiosos en los que se desarrollan sucesos de gran envergadura. La fundación de las Órdenes religiosas está simbolizada por libros, cada una de las cuales es una Congregación. Se exhiben los bustos y retratos de personajes históricos, tales como Pontífices que no figuran en la parte superior, emperadores, reyes, santos, mártires, abades, etc. Las Órdenes Militares, cruzadas, etc., están también en el gráfico.

Inmediatamente debajo de cada tabla vertical existe un mapa, que recoge la expansión de cristianismo en el siglo correspondiente.

LA VIDA DE NUESTRO SEÑOR

En la pared frontera se encuentra otro panel, de idénticas dimensiones, dedicado a la vida de Jesús. Está dividido en tres partes, que corresponden a la infancia y al primer año de la vida pública; al segundo y tercer año de la vida pública y a la pasión y resurrección del Señor. Las dos zonas laterales, aún sin terminar, representan un gran mapa de Palestina, y en él, y precisamente en el lugar donde acaecieron los hechos, irán representadas las escenas de la vida de Jesús.

La gran zona central está completamente terminada. Representa en perspectiva la ciudad y alrededores de Jerusalén, tal y como se encontraba en tiempos del Señor. Para ello ha habido necesidad de alzar la ciudad con todas sus complicaciones, reconstruyendo el templo, recinto amurallado, torre Antonia, morada del Pontífice, Cenáculo, primer palacio de Herodes, palacio de los Asmoneos, tribunal, piscinas, etc. Todo ello, con gran precisión arqueológica y según las últimas investigaciones históricas. El mapa está tan meticulosamente recogido, que puede verse en el trazado de las principales calles de la ciudad. Con la misma precisión y cuidado se han pintado las afueras, con todos los lugares evangélicos: Gólgota, Getsemaní, Torrente Cedrón, etc.

Superpuestas, y precisamente en los lugares donde sucedieron, aparecen todas las escenas de la Pasión de Nuestro Señor, descritas por los evangelistas, con una cartela cada una en su parte inferior, donde se indica la escena que es, los evangelistas que la mencionan y los capítulos y versículos correspondientes.

Van, asimismo trazados, todos los itinerarios en líneas de colores, de manera que pueda seguirse con toda precisión los pasos de Nuestro Señor en su Pasión y Muerte, ya que lleva también la vía dolorosa con todas sus estaciones.

Este gran panel está integrado, además, por dos cartelas, en las que figuran las fechas de la muerte y de la resurrección del Salvador, y en los ángulos inferiores los seis profetas más fundamentales en la predicción de la Pasión: David, Isaías, Jeremías, Daniel, Zacarías y Malaquías, cada uno de ellos con una cartela, a su vez, en donde figura el salmo o versículo en que se menciona la profecía.

En vías de realización, y para completar el Museo, está preparándose el panal (sic) del Antiguo Testamento, en la misma forma que el de la Vida de Nuestro Señor, aunque de dimensiones más reducidas, y otro en la zona de los ventanales con la mariología hispánica y acción misional española.

CONCIENZUDO ESTUDIO

Muchos meses se han invertido en la concepción del gigantesco proyecto, cuya gloria pertenece al actual Director General de Enseñanza Media, D. Luis Ortiz, y al catedrático de la Universidad Central D. Pascual Galindo Romeo. Ambos se documentaron formidablemente para la realización de la idea o guión técnico del Museo.

La ejecución material del proyecto ha corrido a cargo del dibujante y pintor D. Antonio Cobos Soto, profesor de Dibujo del instituto «Ramiro de Maeztu».

El Sr. Cobos ha realizado una obra formidable. No ya sólo por la perfecta realización del proyecto, sino, además, por el brío y empuje en la interpretación de las figuras y la gran precisión documental y arqueológica. Sorprende, asimismo, la gran armonía de colorido, que presta a los gráficos extraordinario realce.

La ejecución del proyecto ha sido muy lenta, porque así lo exige la índole de los temas históricos y religiosos, con una enorme tarea previa de estudio, ya que todas las escenas son reproducciones auténticas de edificios, documentos, páginas de libro, etc., y retratos de a mayor parte de los personajes.

La pintura ha sido ejecutada, al temple, sobre grandes lienzos, preparados al efecto y empleando colores de la máxima fijeza y calidad cromática.

Todos los grandes paneles irán, en su día, encuadrados, con sus diferentes zonas, en molduras de madera dorada y bruñida de estilo gótico estilizado.

Completan el Museo las maquetas de algunos edificios religiosos de singular relieve. Hasta ahora se exhiben solo las de la catedral de Santiago de Compostela y la de la iglesia de San Juan de Baños y se están construyendo las de otros edificios religiosos importantes. También figuran estupendas vitrinas que guardan objetos relacionados con la vida del Señor”.

 

Como en este artículo no viene ninguna ilustración incluyo aquí la que, mas o menos en esa época, se encuentra en el folleto-libro “The «Ramiro de Maeztu» secondary education centre”. Aunque en ella es imposible reconocer la calidad y motivos de las pinturas, al menos refleja el aspecto de que tenía el Museo Religioso.

 


Y en este mismo libro se dice, en relación con el Museo Religioso, -traducción sacada del blog de nuestro buen compañero y amigo Vicente Ramos-: “En la sala hay también maquetas de las iglesias más notables y una maravillosa colección de reliquias y objetos de lugares sagrados. Más adelante serán añadidos otros murales: una serie representará motivos del Antiguo Testamento y otra motivos de la Liturgia, la Mariología y las Misiones. Los cuadros de la Vida de Cristo serán por último completados con un Vía Crucis”.

 

Pues bien, estamos en 1945 y ya tenemos inaugurado el Museo. Y me permito comentar, que también entonces se inauguraban las cosas sin terminar, o al menos sin estar acabadas del todo. Y que, -esto es una suposición mía-, esta inauguración prematura, realizada por el Ministro de Educación, tenía una saludable intención de los responsables del proyecto…., que paso a aclarar.

 

Decía al principio, que a comienzos de 1945, se publicó en el BOE una dotación de fondos para el Museo Religioso, éste Museo Religioso del Ramiro de Maeztu. Allí se menciona, y entresaco: “Visto el presupuesto remitido a ese Ministerio por el Vicesecretario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que ha redactado don Antonio Cobos Soto,” para “la realización del Museo Religioso del Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu”; “considerando que el gasto de que se trata es urgente y necesario;” “Este Ministerio ha dispuesto la aprobación de dicho presupuesto por su importe total de 61.000 pesetas, que se librarán en firme, previa justificación, con cargo al” “Presupuesto ordinario de este Departamento al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y que se realice por administración”. El resultado debió ser el que se refleja en los textos anteriores. Y los responsables debieron quedar satisfechos con el trabajo realizado por el Sr. Cobos. Tanto que aprovecharon la visita de Ibáñez Martín para recabar más fondos con los que continuar la labor ya iniciada….. ¡buenos directores de proyecto!

 

El resultado de este “aprovechamiento del éxito” no tardó mucho en llegar. Y el 19 de septiembre de 1946, (BOE de 7/10/46), una nueva orden de Ibáñez Martín “concede al Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu», de esta capital un crédito para la completa instalación del Museo Religioso”. El señor ministro, supongo que ya advertido, cerró el grifo de los fondos….

 

En este caso la dotación económica iba directamente al Ramiro. E indica “la Dirección del expresado Centro remitió los presupuestos de los dibujantes que se detallan, por los importes que se expresan: Antonio Cobos, 75.350 pesetas; Antonio Jubera, 80.300 pesetas, Jesús Bernal, 86.640 pesetas”. Es decir, ya entonces se llevaba lo de presentar 3 presupuestos para elegir el más favorable. Y lógicamente el presupuesto más favorable, para completar el museo Religioso, resultó el de D. Antonio Cobos Soto.

 

¿Y qué pasó con el Museo Religioso?

Dice Mindán que bajo indicaciones del Padre Granda se “convirtió el Museo Religioso en Capilla” y éste “mandó hacer una interesante imagen de la Virgen para presidir la Capilla”. Esa fue la que nosotros conocimos.

 

Termino con otro párrafo, sacado también de la Revista de Educación Nacional. Es del número 65, publicado en 1946, y forma parte de un artículo de nombre “El Instituto Ramiro de Maeztu arquetipo de instituciones pedagógicas: consta de cinco grandes edificios, con dos residencias, escuela preparatoria y talleres”. Allí se menciona también el Museo Religioso: “Para la cultura religiosa se cuenta con un Museo Religioso, del todo original, que tiene por finalidad completar la formación de los alumnos en este aspecto, grabando, por medio del sentido de la vista, los hechos mas salientes de la historia de la Iglesia y de la Vida y Pasión de Nuestro Señor. El Museo se decora con grandes lienzos, que han sido pintados con todo esmero por el artista Sr. Cobos, previo cuidadoso estudio de las escenas y mapas. Figuran además, en el Museo maquetas seleccionadas de los tempos más notables, así como una maravillosa colección de reliquias y objetos de los lugares santos, expuestos en vitrinas «ad hoc». El gráfico de la Vida de Cristo se completa con el reloj de la Pasión del Señor, mecánico y con movimiento”.

 

¿Alguien recuerda haber visto este reloj de la Pasión?.

 

Espero que Manolo, que ahora disfruta “hurgando en las catacumbas” del instituto tenga éxito, y escondidos entre carpetas, legajos y otros valiosos restos de la historia del Ramiro localice lo que aún perviva del Museo Religioso….¡suerte!. Y de paso nos cuente cómo, hace unos pocos meses, se han “salvado” los lienzos de D. Antonio Cobos….

 

 

15 enero 2014

RAICES DEL RAMIRO


Las raíces del Ramiro, por Manolo Rincón
Este curso escolar, en colaboración con el Departamento de Historia del Ramiro, estoy desarrollando varios trabajos de “investigación arqueológica” en el Instituto.
Fruto de ello es que voy descubriendo cada vez más cosas sorprendentes. Brevemente me voy a referir a los orígenes del Instituto, cuyas raíces se hunden en el Instituto-Escuela de antes de la Guerra Civil.
El Instituto fue fundado por Orden Ministerial dada en Vitoria (se supone por ser Ramiro de Maeztu de allí), el 4 de Abril de 1939, tres días después del cese de las hostilidades, por el entonces Ministro de Educación Nacional  Pedro Sainz Rodríguez, que firmó la Orden Ministerial por la que se creaba el Instituto Nacional de Enseñanza Media "Ramiro de Maeztu". El Régimen tenía prisa en ponerlo en marcha.
En dicha Orden se señalaba que el nuevo Centro se establecería en los locales ocupados anteriormente por el Instituto-Escuela en los Altos del Hipódromo, heredando edificaciones y algún profesorado del antiguo-Instituto Escuela, que es la verdadera raíz del Ramiro.
Sainz Rodríguez puso en marcha el primer Plan de Estudios de la nueva etapa en la Historia de España, que se vivía tras la Guerra Civil, y que se mantuvo hasta 1951 para dar paso a la Ley de 1953 de Ruiz Giménez. 
Sainz Rodríguez fue breve en su cargo, pues según las malas lenguas, al pasar Franco con Dª Carmen enfrente de un puticlub de los de entonces, vio el coche de Sainz, y le dijo después, te dimito no por hacer las cosas propias de un hombre sino por usar para ello el coche oficial.
Ibáñez Martín ministro ligado a la extrema derecha del franquismo, fue el que dotó al Ramiro de todo lo que hemos conocido nosotros. Por decreto de 4 de diciembre de 1941 (de refundación), hizo depender al Ramiro del CSIC, decidiendo dotar al Instituto de los mejores medios didácticos disponibles en la época. Se instaló en el recinto del Ramiro, el instituto de Pedagogía San José de Calasanz.
El Instituto además de Centro Piloto para experimentar el CSIC, era un Patronato, entrando el profesorado por libre designación del Ministerio.
Esta estructura se mantuvo casi intacta hasta comienzos de los años 80, es decir cuarenta años.
El Director que más tiempo estuvo en el Cargo fue D. Luis Ortiz Muñoz. Parece que su cátedra original era de Latín, asignándosele después la de Griego, para dar paso a D. Antonio Magariños.
D. Luis había sido censor, cargo que luego ocupó su hermano, que vivió con su numerosa prole en el propio Ramiro.
Ibáñez Martín impulsó el Internado Hispano Marroquí, dotándole de lujosos mobiliarios, y trayendo hasta un imán para que los alumnos marroquíes orasen.
A cambio su Alteza Imperial el Jalifa, regaló ricos presentes, entre los que se encuentran alfombras y cuadros. Había en el sótano mesas de Ping-pon y de billar. Hoy todo eso desgraciadamente se ha perdido, al quedarse el CSIC con el edificio.
Ibáñez Martín dejó el cargo para ir de embajador a Portugal, y posteriormente murió atropellado por un coche.
Su etapa se caracteriza por el predominio de la Iglesia en todo el ámbito estudiantil.
 
Mueble del Internado Generalísimo Franco ricamente tallado
 
Sótano en el que reposan gran cantidad de documentación sin estudiar