por Manuel Rincón Arche.
El Instituto Ramiro de Maeztu se
caracterizó por incorporar a sus programas la enseñanza práctica de ciertas
disciplinas de ciencias, mucho antes que esto se lograse en otros institutos
españoles. En esta materia fue también pionero.
Para que ello fuese posible, se dieron
dos factores fundamentales: un profesorado preparado para esta tarea y unos
laboratorios bien dotados para la enseñanza de estas materias.
Entre los laboratorios destaca el
de Ciencias Naturales, hoy en día en uso. En él se dan una serie de
características, que hacen que sea, en mi opinión, un muy buen laboratorio con el
que cuenta el Instituto.
Es un espacio amplio, dotado de
mesas para realizar los trabajos prácticos, vitrinas con material didáctico y
armarios donde se encuentran productos químicos e instrumentos, precisos para
realizar las tareas específicas en este laboratorio.
Comencemos por la bella
decoración de los frescos que en tres de sus paredes realizó el Sr. Cobos hacia
1.942. En ellos están representados diferentes animales con gran realismo.
Alce con su cría |
El artista se preocupó por dotar
a su obra con un fuerte contenido pedagógico, para que pudiese ser fácilmente
comprendido por los alumnos, lo que no le resta su gran valor artístico.
Tigre atacando a un ciervo |
Podemos
observar la diversidad de la fauna, desde animales de los polos como los alces,
a animales africanos, como el tigre o el rinoceronte.
Rinoceronte |
También aparecen aves y otros
animales, perfectamente pintados. Este conjunto de pinturas didácticas
confieren al recinto un gran valor artístico-pedagógico, al tiempo que se trata
de un conjunto de innegable importancia histórica para la Institución.
Gineta |
Una gineta disecada, es un
obsequio de padres de alumnos.
Otros recursos que encierra el
laboratorio, son las colecciones de minerales para el estudio de la geología,
diversos animales conservados en frascos de formol y las maquetas para el
estudio de los órganos sensoriales humanos, vista y oído.
Así mismo, se completa con
armarios en los que se guardan distintos materiales, como microscopios, tubos
de ensayo, reactivos, mecheros de gas e instrumental para disecciones.
Maqueta del globo ocular |
Maqueta del aparato auditivo |
Para completar el estudio anatómico humano, existe un
esqueleto en el que numerosas generaciones de alumnos han estudiado los
distintos huesos que componen nuestra osamenta.
Este esqueleto ha sido apodado cariñosamente como
“Garibaldi”, desde tiempos inmemoriales y que ha estado siempre especialmente
unido a la entusiasta hinchada del Club Estudiantes.
Esqueleto "Garibaldi" |
Podemos ver al esqueleto
fotografiado entre los bancos de trabajo del laboratorio y las vitrinas de
madera.
Históricamente este laboratorio
fue creado y potenciado por D. Tomás Alvira, catedrático de Ciencias Naturales
y vice-director del Instituto en la época de D. Luis Ortiz.
En la actualidad, además de su
función docente, el laboratorio tiene un valor histórico y artístico de primer
orden.
Aula del taxidermista Sr.
Benedito
Junto al Laboratorio de Ciencias
Naturales se encuentra el aula en la que en una de sus paredes se han habilitado dos amplias vitrinas que la
recorren a lo alto y a lo ancho.
Al detener nuestra mirada en las
citadas vitrinas, descubrimos las magníficas colecciones de aves realizadas por
el taxidermista Sr. Benedito, en los años 40 en su taller, con procedimientos
propios. Tienen un gran valor para la enseñanza de las Ciencias, por el
realismo con el que las ha sabido ambientar.
Diversas aves disecadas en el taller Benedito |
Diversos animales de la fauna española |
Pero no sólo son las aves. En la
otra aparecen animales de la fauna autóctona española: lince ibérico, ardillas,
lobo y una gineta, completan esta maravillosa colección que tanto valor tiene
para el Instituto.
Otro factor importante es su
proximidad al Museo de Ciencias Naturales donde existen obras del mismo autor,
lo que facilita a los alumnos ampliar la información que reciben en el aula.
Recuerdo más o menos bien el laboratorio de Ciencias, en particular en Preu cuando nos tirábamos bastante tiempo allí, por lo menos con Pablo Recio y Jose Ignacio lópez Alonso cuando nos tocó preparar el trabajo para la UNESCO.
ResponderEliminarEs curioso que la decoración de las paredes no me suena mucho y tampoco los ejemplares de taxidermia que añades, aunque tampoco me son desconocidas. Al Garibaldi sí que le recuerdo, aunque no le ubicaba allí.
¿Podrías añadir alguna foto panorámica global del laboratorio? A ver si así lo recompongo algo más en mi memoria... ¡Gracias!
Los de 5º B dábamos las clases con Alvira en este lugar. Me pasa como a Kurt, Sí recuerdo los cortes de tallos para verlos al microscopio y la disección de ranas con su corazón latiendo.
ResponderEliminarBuenos días
ResponderEliminarLa decoración de las paredes hoy en el Laboratorio es la misma que en el año 64. Es del Sr. Cobos, fechada en 1942. Pero en este caso no se quiso invertir como en el Teatro, Museo Re3ligioso o Departamento de Matemáticas. La pintura es de peor calidad, por lo que comienza a deteriorarse. El dibujo es más sencillo, menos cuidado y nada miniaturista. Parece un encargo secundario respecto a los anteriores de Cobos.
Todo está prácticamente igual que hace 50 años. Ha cambiado la colocación de las mesas de trabajo, que son las mismas, pero los armarios son los que había y Garibaldi está donde siempre estuvo, aunque le falta algún huesoi