Nuestro compañero Ildefonso Arenas nos ha remitido este carnet de cuando teníamos 17 años, en el que figuran las firmas originales de don Antonio y del señor Dellmans, a la sazón presidente y secretario del Club Estudiantes respectivamente.
Le hemos preguntado acerca de su actividad literaria y remitidos a la web de Editorial Edhasa hemos encontrado esta información de su próxima obra, en preparación y ya anunciada para el próximo Junio.
Quedamos a la espera de que nos remitais más documentación y fotos de esas que teneis guardadas por algún cajón.
Muchas gracias a Alfonso por no desoir nuestra petición.
¡Qué bien se te darían las mozas ya a los 17...!
ResponderEliminarSe me ocurre al leer el anuncio de la próxima obra de nuestro ilustre escritor la forma en que las cosas cambian de cuando teníamos todos nosotros 17 años a la actualidad. Entonces, las cosas se llamaban por su nombre, siguiendo eso de “al pan, pan y al vino, vino” y hoy ya no es así, aunque a veces las cosas, dichas de forma más “suave”, tienen más pasar en ciertos círculos, pero siguen siendo las mismas. Por ejemplo, lo que hoy llamamos “persona de sexo indefinido”, entonces era simplemente “maricón”; lo que entonces era una “ofensa”, hoy se confunde con “libertad de expresión”, lo que hoy se expresa como “reestructuración laboral”, entonces era simplemente “despido” y lo que entonces era “sobre y carta” hoy se convierte en “agresión al menor y denuncia al juez”… En fin, las cosas han cambiado un poco en estos 50 años. Otro ejemplo podría ser que lo que llamamos hoy “una profesional del sexo” entonces era simple y llanamente “puta”, lo que contrasta con el término mencionado “hijoputa”, que hoy en día sigue llamándose exactamente igual; lo único que cambia es la aplicación del término, que por alguna extraña razón se asocia en estos tiempos especialmente a determinados políticos y en aquél entonces era algo impensable…
ResponderEliminarMi enhorabuena, pues, a Ildefonso por la oportunidad de su próxima obra; seguro que tendrá éxito…
Gracias, Kurt. A ver si hay hay suerte y Dios te oye.
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