PÁGINAS

27 agosto 2017

MENSAJE DE ANTONIO JUEZ MARTÍN

...por Los del Ramiro


El pasado 26 de Agosto apareció en la página de Facebook de nuestro compañero Antonio Juez, lamentablemente fallecido dos días antes, el siguiente mensaje. D.E.P.




Aquellos que deseeis asistir a su misa de funeral, la dirección de Santa María de Caná es:

Av. de Europa nº 6, 28224 Pozuelo de Alarcón, Madrid 



6 comentarios:

  1. No recuerdo mucho del Antonio Juez de nuestra niñez. Es que sólo coincidimos entre 1º A y 3º A, y como nos sentaban por orden alfabético la distancia que había entre la J y la A dificultaba mucho el trato cotidiano e íntimo, como el que yo tenía con Aranda, Beberide, Bergia, Gonzáles Caoitel y González Juliá. Sin embargo, tengo presente un día que debía de ser de 3º y cercano al final del curso, pues los dos ya estábamos razonablemente desarrollados. Nos habíamos sentado en las escalerillas que llevaban a la muy siniestra Cruz de los Caídos, y ahí dábamos cuenta de nuestros respectivos bocadillos. Lo hacíamos charlando, porque a nuestras edades aún no aceptábamos que hablar con la boca llena era pecado. No recuerdo la conversación, al menos palabra por palabra, pero sí que giraba sobre lo que haríamos de mayores (dábamos por sentado, inocentes de nosotros, que llegaríamos a serlo). No recuerdo qué planes tenía él (ni cuáles tenía yo; cambiaban de un día para otro, por entonces), pero sí que me conmovieron. Veía en Juez (recordad que nos llamábamos así, por los apellidos) un chico más maduro que yo, más sensato y más sensible, y mucho más cariñoso (yo era tan bestia como casi todos los demás, de modo que no tenía nada de particular que el alma de Juez me llamase tanto la atención). La vida no nos dejó intimar, pues el curso terminaba y en el siguiente, a los 'de inglés', nos deportaron al vesánico 4º F, pero aún así, las no muchas veces que coincidíamos en el recreo, me asaltaba el recuerdo de aquella muy hermosa conversación entre dos niños que se adentraban, sin saberlo, en la pavorosa, horrible adolescencia.

    Nada me alegraría más que alguien me certificara que sí, que su vida fue como quería él que fuera, y que tras él quedaba un recuerdo general como el que dejó en mí, el de un perfecto caballero, amable, desinteresado, cariñoso y bien capaz de compartir su excelente bocata de jamón con uno de simple y triste mortadela, que yo no tenía para otra cosa.

    Si es verdad que hay un paraíso, Antonio Juez estará en el de los buenos caballeros, generosos y amables. Que descanse muy en paz.

    Alfonso

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  2. Impresionante y, sobre todo, conmovedor el mensaje. Comparto con Vicente lo de que la idea ha sido de Itziar, su mujer a quien, desde aquí envío mi pésame, así como al resto de la familia. Se dice: Dios nos libre del día de las alabanzas. Antonio, al menos, merece una por su enorme sencillez. No te preocupes porque SIGUES CON NOSOTROS aunque estés "en la habitación de al lado.

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  3. Conmovedor mensaje desde el más allá y entrañable comentario de Ildefonso.

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  4. La verdad es que yo he tratado a Antonio más ahora al cabo de este medio siglo que nos hemos vuelto a encontrar todos, pues la pérdida de memoria en tantos años hace que los recuerdos de niños queden un tanto difuminados; qué le vamos a hacer.
    Creo que no tiene importancia de quién haya partido la conmovedora invitación, pero yo me inclino a que en la sombra está el propio Antonio, que habrá dejado las pertinentes instrucciones para ello. Para el que no lo conozca, esto ya le define, pues aparte de un extraordinario sentido del humor, logra que nos sintamos algo menos tristes por este luctuoso hecho. Eso es sencillamente generosidad.
    Lo que no puede evitar es que nos duela que ya no pueda compartir más veces con nosotros momentos de alegría en este mundo, pues los demás, los afortunados, seguiremos haciéndolo. Nos queda la tranquilidad de saber a través de su mensaje que él ha sido feliz y que ha sabido disfrutar de la vida. A ver si somos capaces de seguir su ejemplo.
    Descansa en paz, querido Antonio. A ver si hay suerte y nos volvemos a encontrar en ése misterioso Cielo y continuamos allí nuestros buenos ratos.

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  5. Querido Ildefonso,

    Como esposa te puedo decir, que ha superado la buena impresión que te dejó aquél día.

    Tras una vida ejemplar y un gran trabajador, ha dejado una hermosa familia de 5 hijos y 10 nietos que le adoran y no le olvidarán.

    Muchas gracias por ese mensaje tan bonito que le has dedicado.

    Un abrazo

    Itziar Gastañaga

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  6. Me impresiona haber hablado con él en estos años de reencuentro más que en clase, donde coincidimos pero por apellidos estabamos alejados en los pupitres. Era un niño serio y menudo. Desde donde nos esté esperando, se que nos ayudará tambié.

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