...POR ALVARO BLANCO
N. de la R.- Nos hacemos eco de este escrito de un exalumno del Ramiro, jugador de infantiles y juveniles, de edad más corta que la nuestra.
Hay cosas que marcan de manera significativa a lo largo de la vida, para bien —como Oblak— o para mal. Entre las buenas, unas pocas se adhieren a nosotros cubriéndonos con una pátina de orgullo que nos acompañará siempre.
A mí me pasa con el centro donde estudié desde los seis hasta los dieciocho años y con su equipo de baloncesto, en el que jugué la mayor parte de ese tiempo. Hablo del Ramiro de Maeztu, uno de los colegios públicos con más solera y raigambre de Madrid, donde nació el Club Estudiantes, el representante del deporte de la canasta más entrañable y el que genera más simpatías entre aficionados de toda condición.
El Estu se creó con una filosofía y con un objetivo marcados a fuego y derivados de su origen docente: formar personas, mucho antes que jugadores.
A la ingente cantidad de malas noticias que nos ha traído el temporal, hay que sumar el deterioro sufrido por el lugar más emblemático del club, La Nevera, abocado a su demolición. Hace años que no paso por allí, pero la sensación de tristeza al enterarme ha sido enorme. No tanto como la de mi amigo Iñaki, pero casi.
Todo un símbolo para miles de niños que hemos formado parte de esa inagotable cantera y que soñábamos con jugar allí tras pasar los años de minibasket a la intemperie. Cuando lo lográbamos, nos dábamos cuenta de que dentro hacía más frío que fuera…
Para seguir leyendo:
https://alacontra.es/2021/01/del-ramiro-de-la-nevera-de-estudiantes/
Buenas noches,Alvaro: soy unos meses mayor que tú( disculpa que te tutee,ser del Ramiro hace que me lo pueda permitir) Estas describiendo un instituto y unos metodos de enseñanza, que afortunadamente no llegue a tiempo de padecerlos. Tuve la suette de conocer y tener como profesor a don Antonio Magariños, en la primaria a maestros de la talla de Maria Marcos Daza, Ana Dantin Cereceda, Maria Luisa Sanchez Robledo y no recuerdo el claustro por no ser pesado; jamas,jamas a mi generación se nos aplicó castigo fisico , naci en el 51...la enseñanza que recibi fue de tolerancia y respeto. En mi curso habia un compañero que su familia no era catolica y ...ESTABA EXENTO DE RELIGION!!!!! Lo siento Alvaro, tu no has ido al Ramiro...no has ido al Ramiro, donde el catedratico de literatura, Don Jaime Oliver,era académico de la historia, Don Medardo Fraile ez ribia cuentos...hoy reconocidos. Don Antonio Magariños,jefe de estudios,autoritario y justo,mantuvo siempte una disciplina sin violencia...El Sr. Querol catedratico , era un pianista
ResponderEliminarconsagrado que dabe conciertos en medio mundo...Lo siento Alvaro...llegaste tarde al Ramiro. Un fuerte abrazo ramireño
De 1955 a 1964 solo presencie una no premeditada bofetada de un profesor, fuera de sus casillas, en el curso 1955-56.No pongo en duda tus otras vivencias. Ávaro.
EliminarSoy Vicente Ramos, alumno de la promoción de 1964, alumno desde el 53 al 64 y suscribo todo lo anteriormente escrito por mi compañero de la promoción del 68 Vicente Pavía, pero voy a añadir un comentario relativo al profesorado. Lo que citas, Álvaro, acerca de que os consentían en la clase de tutoría -"dedicábamos la clase de tutoría de los viernes por la tarde a la elaboración de pancartas, banderas y a inventar cánticos para el partido. Los profesores eran los primeros en participar"-(sic), jamás hubiera sido consentido por una dirección y una jefatura de estudios de nuestro tiempo. Aquel comportamiento habría sido impedido, censurado y posiblemente despedido el profesor que hubiera sometido a mal trato a los alumnos o hubiera aplicado el tiempo de tutoría o estudio a labores de ensalzamiento de una mal entendida demencia (la claque de nuestro tiempo si que tenía talento, ingenio e imaginación) que nació de la fusión del partido clandestino Q.T.R. (Que trabaje Rita) y sus dos facciones operativas L.C. (La Cantaora) y L.B. (La Bailaora) y que enarbolaron reivindicaciones políticas surrealistas (sic). En nuestro tiempo, los tiempos de estudio eran de estudio y lo demás pamplinas. Nadie se habría atrevido a trasladar los enseres mobiliarios de un aula al patio interior porque la disciplina que nos enseñaron a cumplir impedía tales libertinajes en un centro educativo del nivel y el espíritu del Instituto Ramiro de Maeztu. Y te lo dice un alumno de además de jugar en los equipos de las clases, en tres equipos de categoría infantil, dos años en categoría juvenil y cuatro en el primer equipo, jugó posteriormente en el Real Madrid. De modo que conozco ambas posturas y te aseguro que la demencia nunca tuvo el respeto ni el cariño de sus víctimas. Más bien al contrario, diría yo.
ResponderEliminarTe voy a contar una anécdota acerca del comportamiento de un JUGADOR del Estudiantes, de nombre Pablo Bergia, cuando yo fui a jugar al campo del Estu con la camiseta blanca. Al salir al campo a calentar se saludaba en el centro del campo al respetable. Cuando lo hicimos los de blanco, los de azul ya estaban haciendo la rueda y en ese momento Pablo Bergia abandonó su calentamiento, vino al centro del campo y me dio un abrazo, acogiéndome como el antiguo alumno y antiguo jugador del Estu que yo era. Su compañero de siempre. Desde entonces, el cántico de los seguidores al Madrid
Teneis americanos
Teneis mucho dinero
Pero no, pero no
Pero no teneis pilila
Se transformó en:
...Pero no teneis pilila
Vicente, si, Vicente si-. Eso si que era entender el deporte como formación e integración.
De modo que tal vez te vendría bien darle un repaso a las entradas y páginas de este blog en que se describen las calidades del profesorado y sus enseñanzas, a las semblanzas de nuestros profesores, directores y particularmente del monográfico que encontrarás sobre don Antonio Magariños alma máter del Ramiro, primer jefe de estudios y creador y primer presidente del Club Estudiantes, para que entiendas adecuadamente lo que era la formación integral del alumno que se propugnaba en nuestro Instituto.
Y te aseguro que teníamos libertades, pero en absoluto libertinaje alguno. Se llama adecuada disciplina y que resultó muy formativa para generaciones y generaciones de alumnos. Tendríais que haber sabido lo que era mirar un reloj o que te mandaran por sobre y carta. Aquí lo podrás aprender. Y aprenderás también que ha habido en la historia no ya muchísimos jugadores como Azofra, sino sagas enteras que han dado gloria y renombre a nuestro equipo del Estudiantes con su comportamiento dentro y fuera de las canchas.
Apoyo todo lo que mis dos compañeros comentan. Me parece que en el tiempo de Álvaro el perfil bajo considerablemente al utilizar una clase para preparar la Demencia del partido más proximo
ResponderEliminarLo de pegar a un alumno era inconcebible en la prepa de 1956
ResponderEliminarEn mi recuerdo no aparece que pegasen a nadie nunca, ni en la prepa ni en el insti. A mí me imponían el S. Mendo en la prepa que se me aparecía como una especie de ogro por la que me armó por una supuesta (y falsa) no asistencia a la formación para ir el autobús. Creo que no le supe explicar que iba antes a buscar a mi hermano pequeño. Recuerdo aún hoy sus poco pedagógicas palabras "Hay que expulsar a este indiviuo". Hizo salir de su trabajo a mi padre y a mi madre y al final ni se disculpó. Mientras el Sr. Canto, el auténtico director, pero en el cargo de director de enseñanza primaria, decía que mi madre era la mejor maestra de Madrid y la encargaba una delicada tarea. En el insti me imponía muchísimo D. Antonio, siempre sin sonreír y que cuando en primero venía de pagar en secretaría el mes me mandó por sobre y carta poniendo que tenía un pésimo comportamiento. No se de donde lo sacó pero me costó una buena regañina. Todo no era agradable pero no había castigos físicos. Respecto a la política, pues jamás cané el cara al sol, solo montañas nevadas con Moneo. Del desfile estábamos exentos los de autobús pues llegábamos sobre las 9 menos cinco. Así que no dí los gritos patrióticos. El Sr. Giraldo de FEN era un buenazo y nos hablaba de los campamentos a los que yo quería ir en verano, pero los tenía prohibidos por mis padres para que no me metiesen en la OJE.
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