PÁGINAS

12 noviembre 2021

RECENSIÓN DEL FICCIONARIO: DICCIONARIO INVENTOLÓGICO

 POR ELOY MAESTRE

 Escondido tras el seudónimo Kolia de Kazán (aunque en la contraportada del libro, Nicolás muestra su rostro a todo color en foto reciente), nuestro amigo Nicolás Pérez -Serrano Jáuregui nos regala un nuevo libro titulado Ficcionario: Diccionario inventológico, donde experimenta nada menos que 3.141 nuevas voces con significados curiosos, extravagantes, insólitos, divertidos.

Su antecedente es el Diccionario de Coll, que el genial humorista publicó en la editorial Planeta en la lejana fecha de Diciembre de 1975 cosechando un enorme éxito, debido tanto a sus hallazgos verbales como a la ausencia de censura por la muerte previa del ominoso dictador. Recuerdo que Coll formó pareja artística con Tip, y tanto nos hicieron reír en su tiempo desde la televisión y otros medios de comunicación.

Las voces del Ficcionario se conjugan de dos en dos, uniéndolas y cortándolas según se le ocurre al autor para obtener nuevos y sorprendentes significados. “Jugando del vocablo” como decía Quevedo, Nicolás nos impulsa a pensar, a chupar y paladear cada letra y regodearnos con su sabor, masticando las palabras, con sus partes aleatoriamente divididas como el rostro en un cuadro abstracto de Picasso, donde un ojo y una nariz no se corresponden con el mentón o la oreja.

El objetivo de ambos es sorprender, épater le bourgeois que diría un francés, tal vez irritar o quizás divertir al espectador, que nunca termina de identificar o celebrar lo que ve al encontrar subvertido por completo el orden natural de las cosas al que está acostumbrado.

Crear palabras nuevas supone un ingente esfuerzo no siempre coronado por el éxito. Nicolás lo acomete con brío en el Ficcionario con espléndidos resultados. Sus hallazgos son múltiples y no pueden resumirse en cuatro palabras, pero citaré algunos al azar, cuyos significados invito a los lectores a descubrir en el libro: Sextorsión, Ñube, Votarate, Pimplario, Ubrerrimar, Mulestar, Ensarnar, Cojono.

La editorial Círculo Rojo ha editado primorosamente la obra en tapa dura y excelente papel color hueso en 249 páginas que se leen con agrado, aunque no todo seguido sino en cómodos plazos, sorbiéndolo con tino.

Invito a los compañeros ramirenses a leer el libro con el que disfrutarán seguramente. El propio autor anima a los lectores a encontrar significados diferentes a las palabras propuestas. Yo me reí mucho con su lectura y propuse a Nicolás en correo electrónico algunas chorradas nuevas para una posible reedición del Piccionario. Seguro que él agradecerá las posibles aportaciones de otros lectores en este esfuerzo mental por descomponer las palabras y rehacerlas dándoles nueva vida.

Eloy Maestre


NOTA DEL AUTOR:

“Queridos todos (familia y amigos):

 

Siempre es bueno saber los unos de los otros. Más aún cuando la pandemia nos acecha. Hoy el motivo es hablaros de mi libro, promoción que hago (que no os despiste el seudónimo: Kolia de Kazán soy yo mismo) contando de antemano con vuestra cariñosa comprensión. Hace años, en conocido programa de TVE, el escritor UMBRAL utilizó las palabras mágicas: “yo he venido a hablar de mi libro”, aunque se las apropió, pues ya estaban sugeridas por Roque BARCIA en el Prólogo de su imprescindible Diccionario General Etimológico de hace más de un siglo.

 

La cita viene al pelo: me encantaría que comprarais mi libro

 

Ficcionario: diccionario inventológico.

(también Pi-ccionario: 3.141 voces nuevas, un número de palabras que se acerca a Pi)”.

 

Lo edita “Círculo Rojo” y acaba de salir de la imprenta. Son doscientas cuarenta y ocho páginas con cuya lectura sé que pasaréis buenos ratos. Es para disfrutar en pequeñas dosis, para que no se acumule tanta sonrisa, que, por no estar acostumbrados a semejante fenómeno, podría resultar peligroso.

 

Por el módico precio de veinte euros (o lo que corresponda, pues habrá que añadir gastos de envío) vais a saborearlo. Os divertirá comprobar que el español es una lengua VIVA, y todos podemos, a nuestro aire, enriquecerla, jugar con las letras y sílabas, burlar los cánones de las etimologías, crear palabras nuevas, distraernos con combinaciones posibles y dotarlas de un significado que nos complazca y que, a la vez, resulte posible y eufónico. ¡Casi nada! En este juego, al que os invito, ayudará la tecnología, la que cada uno pueda, quiera y sepa manejar, pero el ingrediente esencial seguirá siendo la materia gris (color tenue, pero de capacidades inusitadas, infinitas) y la habilidad de cada cual. Podéis, así, dar lugar a un mundo insospechado y sin límites, que, os lo aseguro por mi experiencia al respecto, os llenará de satisfacciones.

 

El resultado de mis hallazgos (3141 palabras nuevas) no tiene más que dos pretensiones: , compartir con vosotros el logro de la creación, ya impresa, como muestra de que el lenguaje es un ser atractivo y, si queremos, también en expansión. Y , invitaros a que el juego siga, pues todos sin excepción, como fruto de dicha capacidad de creación, tenemos mucho por aportar en ese campo infinito de los diccionarios, con la ventaja añadida de que no hay ni previas reglas del juego, ni tiempo limitado para que ruede la pelota y cada uno consiga el gol de una palabra nueva. Como además es gratis, ¡hagan juego, señores! Mi empeño tendrá, así, doble satisfacción: la primera, mostraros que es posible, incluso hoy, crear nuevas palabras. La segunda, que ese esfuerzo no es una meta lograda, sino el comienzo de otra nueva amistad a través de las palabras.

 

Con cariño añejo y mi fuerte abrazo cordial, amén de la gratitud por atenderme, comprar el libro y leerme,

 

Nicolás Pérez-Serrano Jáuregui.

(alias “Kolia de Kazán”)

 

           


2 comentarios:

  1. Comentario de Nicolás Pérez-Serrano.
    En su libro “La vida del Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades” Alfonso de Valdés, al comenzar el prólogo decía esto, pintiparado para la ocasión y que desvela cuán necesitados estamos los escritores de que nos lean: “Muy pocos escribirán para uno solo, pues no se hace sin trabajo, y quieren, ya que lo pasan, ser recompensados, no con dineros, mas con que vean y lean sus obras y, si hay de qué, se las alaben”.
    Pues eso.
    Mil gracias a Eloy y a cuantos realicen el esfuerzo de leer el libro y, en su caso, de alabarlo.
    Gran abrazo.
    Nicolás.

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  2. Muy acertado el comentario de Eloy. En efecto "inventar" nuevas palabras es un ejercisio interesante y difícil. Enhorabuena Kolia por el resultado.

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