30 diciembre 2021

NAVIDAD EN LA PALMA

POR NICOLÁS PÉREZ-SERRANO

Todos queríamos cambiarle el nombre cuanto antes. Preferíamos, claro está, el de “Lumbre Vieja”, pues esta denominación querría decir que Cumbre Vieja ya no estaría en activo, por mucho que todos, sin excepción, retuviéramos por años en la retina y en la memoria la imagen de esas brasas saltando hacia el cielo, o corriendo ladera abajo, o precipitándose en el mar por el despeñadero de antiguos taludes o acantilados. Los ríos de lava (en mi jerga innovadora los considero “lavaraña: tejido de venas por las que corren fluidos magmáticos procedentes de un volcán en erupción”) nos habían herido a todos. Los humos desprendidos nos habían intoxicado a todos. Las masas de ceniza, en vuelo o depositadas, habían afectado a todas nuestras casas, iglesias, plantaciones, escuelas, negocios, carreteras. El 28 de diciembre de 2021, no, no se trataba de una Inocentada, vimos cómo trabajaban ya grúas de desescombro, coloristas, de amarillo, muy diferentes a las coladas resecadas de un gris plomizo tirando a negro. Nos gozamos al contemplar que empezaba la Navidad en La Palma. Y giramos nuestras manos hacia allá, o con ellas aplaudimos un final (nos quedan por llegar otros, como el de la pandemia) pero que es al tiempo el comienzo de vientos mejores, más salubres, de perspectivas de reconstrucción, de aplicación de la solidaridad efectiva que concretara lo que hemos deseado con el pensamiento durante tres eternos meses. Feliz “asísmico” 2022

23 diciembre 2021

CUENTO DE NAVIDAD 2021. CÁNTICO A LA LIBRERÍA PÉRGAMO

Por Manolo Rincón

Aquel diciembre me encontraba analizando las diversas teorías sobre el origen y desarrollo de la pandemia que nos asolaba desde hacía dos años. Muchas cosas no cuadraban. Era muy difícil establecer una hipótesis que fuese realmente demostrable. Las derivadas económicas me asustaban, así como las muertes oficiales causadas por el virus, pero pensaba que las reales serían mucho mayores.

Sin darme cuenta ya estábamos en las vísperas de Navidad. Para despejarme un poco salí a la calle sumido en mis pensamientos. Recorrí sin rumbo fijo las iluminadas y bulliciosas calles madrileñas, en las que no se notaba ningún síntoma de la pandemia.

Me fui alejando del centro pues el jaleo del gentío me molestaba. Sin darme casi cuenta distinguí las formas arquitectónicas de nuestro Ramiro, no entendía muy bien como había llegado allí. Todo estaba silencioso y en penumbra, por lo que seguí andando sin un rumbo prefijado.

Cuando dejé un rato mis pensamientos, me pareció estar en un lugar vagamente conocido. Era la calle de General Oraá y sin más vi la librería Pérgamo. Cuantos recuerdos aparecieron en mi mente, de cuando compraba los libros de texto en ella.

Pero me invadió la tristeza. Estaba en liquidación y la librería desaparecería para siempre. Decidí traspasar la puerta y repentinamente me vi en la librería de los años 50, apiñada de alumnos que pedían a gritos sus libros. Yo no iba a ser menos, me hice un hueco y llegué al mostrador de venerable madera. Nos alumbraban dos globos blancos pendientes del techo y las librerías aparecían repletas de libros de texto.

Había dos personas atendiendo, el dueño y la que supuse su hija, Lourdes. Eran pocos para la cantidad de clientes que nos apretujábamos contra el mostrador. El libro de Ciencias Naturales de 3º, el de Ybarra, comencé a gritar. Por supuesto era difícil que me atendiesen con la cantidad de jóvenes que pretendíamos ser oídos.

Me pareció ver a algún compañero de clase vociferando igualmente algún libro deseado. Tras mucho desgañitarme, apareció Lourdes con el libro que solicitaba. Lo tomé emocionado y me dispuse a pagar las 70 pesetas que me pedía.

Pero me di cuenta que no tenía nada de dinero y no podía pagarlo. Esto me produjo mucha angustia. Cogí el libro, no quería soltarlo y salí corriendo hacia afuera mientras Lourdes me reclamaba el importe.

No sé cómo me encontré en el exterior. De nuevo estaba la librería vacía ante mí, con el cartel de se alquila. Me parecía que lo vivido había sido tan real que no daba crédito a que no hubiese sucedido realmente.

Un poco aturdido regresé a mi casa pasando por luces y árboles de navidad. Hoy es 23 de diciembre pensé. Recordando Pérgamo llegué a mi casa y para evadirme un poco puse la TV. En Telemadrid donde en esos momentos hacían una entrevista a Lourdes, mucho más vieja naturalmente, que la que había visto. Explicaba que era un negocio insostenible.

Feliz Navidad 2021.





07 diciembre 2021

CARICATURAS DE NUESTROS PROFESORES

 POR LUIS PEREZ ORTIZ


N de la R

Nuestro compañero de la 74, L.P.O. nos ha remitido las siguientes caricaturas que pasamos a ofreceros en su nombre. Están además publicadas en su página de FaceBook en el siguiente enlace https://www.facebook.com/media/set/?set=a.1047489095344878&type=3 


Profesor Armada. Educación Física

Profesor Ayala. Dibujo

Profesor Carballo. Lengua y Literatura

Profesor Gómez Menor. Ciencias Naturales

Profesor Izquierdo. Latín

Profesor Marzoa. Dibujo Técnico

Profesor Mindán. Filosofía

Profesor Tena. Religión

Profesor Torrent. Latín

Profesora Maria Jesús Melis. Filosofía

Profesor Gabino López Morant. Religión

05 diciembre 2021

UN HECHO CURIOSO QUE MERECE LA PENA COMENTAR

 

Por Manolo Rincón

Algunos puede que recordéis a Dª Concepción Zamorano. Era una profesora adscrita a la Cátedra de Geografía e Historia, que en el curso 58-59 (segundo de bachiller), nos dio clase de Geografía Universal en 2º A y además fue nuestra delegada. Licenciada en Filosofía y Letras.

Yo la recuerdo como una mujer elegante cercana a la treintena de modales suaves y que daba muy bien la asignatura y trataba bien a los alumnos. Aún recuerdo la clasificación de los países por los litros de leche que consumían, y las nociones de longitud y latitud que nos enseñó.

Al terminar el primer trimestre nos dijo que se iba a casar y que sería sustituida por la Srta. Piñeiro Peleteiro. Ya no la volvimos a ver y el cambio en mi opinión fue muy malo, pues la nueva profesora a parte de dominar la materia mucho menos, no parecía tener mucha experiencia docente. No controlaba bien a la clase y siempre amenazaba con suspensos. Yo que con la anterior profesora sacaba buenas notas, empecé a tenerlas malas. Era también la delegada de curso y fuimos de excursión a El Escorial con ella. Fue una excursión penosa para mí, la peor que he hecho en el Ramiro.

Esto lo cuento simplemente para que podáis recordar algo de aquel tiempo.

Al digitalizar los viejos papeles y documentos del Ramiro, hemos encontrado datos interesantes. Los documentos originales los podéis ver en el blog de documentación en el apartado de la Sra. Zamorano (en profesores V, número 41).

Yo lo comento aquí con los documentos y mi particular interpretación de los hechos que voy a relatar. Primero la Sta. Piñeiro Peleteiro tenía en su ficha la categoría de profesora ayudante interina gratuita, y solo estuvo dando clase en el Ramiro el curso 58-59, de Geografía e Historia. Luego desapareció para siempre.

La Sra. Zamorano, fue contratada en el Instituto, el curso 54-55, también como profesora ayudante interina gratuita para Lengua y Literatura Españolas. En los cursos 55-56 y 56-57 pasó a tener el mismo contrato pero en la Cátedra de Geografía e Historia. El curso 57-58 aparece en su ficha como profesora especialista de italiano. En ese curso nos dio clase. El 10 de abril de 1959 es baja definitiva en el Instituto. Es curioso todo este historial y creo qué italiano no se llegó a dar nunca en el Instituto, pues no recuerdo de nadie que estudiase tal idioma en el Ramiro y más bien creo que continuó agregada a la Cátedra de Geografía e Historia.

Ahora viene lo que no sabíamos:

En enero de 1958, se incoa un expediente disciplinario grave contra ella. Queda suspendida de empleo y sueldo, por petición del Catedrático D. José Navarro, el 13 de enero y la propuesta fue aceptada por D. Luis el 14 de enero, encomendando al Padre Mindán, un informe de lo sucedido.

Según parece Dª Carmen Burgos fue nombrada ayudante Numeraria de Geografía e Historia, tomando posesión el 12 de enero y asignándosele un grupo que tenía la Sra. Zamorano. Esta última se negó a entregar el grupo, a lo que fue requerida por el Sr. Pavía en nombre del Catedrático, que estaba ausente, manteniéndose ella en su postura de no aceptar el cese de profesora de ese grupo (3 horas lectivas semanales, de las 18 que tenía) y por tanto se dio lugar al incidente relatado y a su suspensión en el empleo.

 En escrito de 20 de enero, el Padre Mindán explica su visión a D. Luis, en 4 puntos. Interpreta que la Sra. Zamorano no obró en rebeldía, sino que pidió que por escrito se le dijese que debía ceder las 3 horas lectivas. El Sr. Navarro al tener un alto cargo designaba como su representante al Sr. Pavía, pero esto era verbal, por lo que se pide que el Sr. Navarro dejara por escrito aclarado quien le representa cuando no estaba presente en el Instituto, por motivo de su cargo. Además testifica que la Sra. Zamorano pone todas sus horas lectivas a disposición del Catedrático, por lo que concluye Mindán que no hubo motivo para un expediente disciplinario, que pide sea retirado, y se proceda a una reunión del claustro de la Asignatura para distribuir las horas lectivas de acuerdo al criterio del Sr. Navarro.

El día 20 el Sr. Navarro confirma en su puesto a la Sra. Zamorano y convoca una reunión de su cátedra para el día 21, a fin de asignar definitivamente las horas lectivas.

El expediente fue retirado. En  un nombramiento de 19 de noviembre de 1958, se nombra a Dª Concepción Zamorano profesora interina especial de italiano con sueldo de 11.400 pts., a consecuencia de la orden ministerial del día 7 del mismo mes. Curiosamente es cuando nos daba ya clase a nosotros de Geografía.

Hay una carta anterior, de septiembre del 58, al Director,  en la cual solicita la Sra. Zamorano estar adscrita a la cátedra de Geografía e Historia en el curso 58-59.

Por último el 10 de noviembre aparece su nombramiento definitivo de profesora interina especial de italiano, en el BOE.

Y aquí perdemos todo rastro de Dª Concepción. No parece que siguiese en el Instituto.

Mi interpretación es que la Sra. Burgos tenía un buen “enchufe” y la tuvieron que hacer un hueco que dañó los intereses de la Sra. Zamorano que intentó no le quitasen clases de las pocas que ya tenía, lo que dio lugar al incidente, en ausencia del Sr. Navarro. La suspensión de empleo y sueldo fue muy precipitada concluyo.

La Sra. Piñeiro Peleteiro (Mª del Rosario)., realizó oposiciones a profesorado de la Normal, sacando en 1960 plaza en la Normal de Oviedo, donde se afincó. Su asignatura era Geografía e Historia. Durante 45 años trabajó en la Escuela Normal, donde fue una institución. Se casó y fundó su familia en esa ciudad. Se doctoró en 1991 con una tesis sobre la didáctica de la Geografía, por la Universidad de Asturias. Escribió varios libros de carácter didáctico sobre su materia, la Geografía. Persona muy apreciada en la vida académica de Oviedo.

Y una triste noticia, falleció la semana pasada, el 25 de noviembre pasado en Oviedo a los 86 años de edad. Descanse en paz