18 febrero 2021

COMENTARIOS DE LA GUERRA DE LAS GALIAS

...POR ELOY MAESTRE

 

Los Reyes Magos de 2021, año en que tal vez conozcamos el fin de la horrorosa pandemia que acongoja al mundo entero, me han traído como regalo el libro, que yo pedí respetuosamente a sus Majestades en mi carta, sobre la guerra de las Galias de Julio César.

Julio César, el gran general y político romano, produjo un libro admirable titulado Comentarios de la guerra de las Galias, en donde discurre sobre sus campañas en ese territorio enorme que comprendía la actual Francia, Bélgica, y partes de Suiza, de Países Bajos y de Alemania.

Que César comente a la posteridad sus hazañas guerreras tiene el peligro de ofrecer una versión amable y tal vez mendaz, pero al no contar con otros testimonios históricos para contrastar sus datos, deberemos creerlos en principio. Julio César exhibe un estilo seco y limpio de historiador, admirado a lo largo de los siglos por multitud de lectores.

Debe valorarse este formidable testimonio de primera mano de una conquista fabulosa que engrandeció enormemente a Roma, añadiendo un gran territorio y conjurando a la vez, al menos por un tiempo, la amenaza constante que los bárbaros germanos ofrecían a la estabilidad del imperio. En dos ocasiones cree necesario César pasar el Rin para dar una lección a las belicosas tribus germanas, con un despliegue fabuloso de la ingeniería militar legionaria. El paso a la isla de Britania constituye otra de sus expediciones militares exitosas. 

El traductor nos previene de que la marcha normal de las legiones es de 25 km diarios, con todos sus pertrechos; la marcha rápida, a veces exigida por las maniobras militares, ignoramos a cuanto ascendía. Tras cualquier marcha, se fortificaba el campamento con fosos y torres de defensa, con lo que se añadía este esfuerzo al del desplazamiento.

Los ingenieros militares consiguieron proezas como construir un puente de madera sobre el caudaloso Rin en dos ocasiones, detallando César la forma de hacerlo. De esa forma, las tropas pasaron  al otro lado del Rin sobre buen firme. En los asedios y los campamentos de mayor enjundia donde pasaban los inviernos, los ingenieros descollaron por sus construcciones defensivas. También lo hicieron construyendo plataformas de ataque para los asedios de plazas fuertes enemigas.

Una legión estaba formada en aquella época entre 3.000 y 5.000 soldados de infantería pesada, algunos cientos de caballeros y tropas auxiliares de honderos, arqueros e infantería ligera.

En esta guerra de las Galias, César dispuso como máximo de diez legiones, pero la mayoría de las veces se contentaba con menos. Su manejo de la guerra fue ejemplar, con magníficos ayudantes que dirigían legiones a los que cita expresamente. Los mayores elogios van hacia Galba, Cicerón y Labieno. Luchó siempre contra fuerzas muy superiores en número.  .../...

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 https://trinjolbuz.blogspot.com/2021/02/comentarios-de-la-guerra-de-las-galias.html

7 comentarios:

  1. Hace algo menos de sesenta años que leí, gracias a la biblioteca para empleados de Galerías Preciados, la historia de la Guerra de las Galias. Confieso que no me impresionó mucho, porque a mis 14 tacos una guerra sin tanques ni aviones era como un jardín sin flores o un corral sin mierda, pero el episodio del doble cruce del Rhein se me quedó fijado en la memoria, no sé por qué. Hoy Eloy ha hecho que me hayan entrado unas ganas locas de abrir Amazon y buscar el libro, y si no vale una burrada me lo compraré, si no por otra cosa para volver a tener 14 añitos unos minutos, o unas pocas horas. Muchas gracias, Eloy

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  2. Muchas gracias, querido Eloy, por informarnos de las guerras de las Galias, de las que sólo había oído campanas. Intuyo que se llaman así por pasar por donde vivían los galos, es decir, los franceses, aunque luego se extendieran algo más, hacia Germania, Suiza y Gran Bretaña. Seguro que te hubiera gustado estar allí de reportero destacado; en su defecto, tus crónicas son estupendas e interesantes.
    Me ha llamado la atención en el libro cuarto la cantidad de 430.000 enemigos vencidos, la mayoría ahogados en el río. ¡Madre de Dios! Si se hubieran ahogado todos se hubiera taponado el río de cadáveres. César acusaba a los galos de noveleros, pero una cantidad tal de enemigos vencidos por (supongamos) tres legiones romanas (unos 18000 soldados en total) parece algo exagerada. ¿Es que los suevos no sabían nadar, si les empujaron al río? Tocaban a que cada soldado romano se tenía que haber cargado a 24 suevos, suponiendo además que no tuvieran ninguna pérdida entre ellos. ¿Tan malos eran los germanos? Será que no tenían suevos…

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  3. Me recuerda al Sr.Brañas,Caesar castra movit.Que horror,nunca pude con el latin.

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  4. Buenas noches Eloy. Interesante tu incursión en un tema tan arduo, al menos para mi. El latín lo tuve atragantado. No obstante en el verano de 4º después de haber superado felizmente la Reválida me compre la edición de la colección Austral de la Guerra de las Galias, con una letra pequeñita y llena de comentarios al pie de página. Creo que de la página 10 fui incapaz de pasar y seguí devorando las novelas de Julio Verne o HG Wells que me entretenían mucho más y dejaban volar mi imaginación. Creo que hoy en día me pasaría lo mismo, así que no lo intentaré de nuevo. Gracias Eloy.

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  5. El libro lo encontré, y no uno, sino tropecientos (está reimpriomidísimo). Amazon Prime me lo ha puesto en casa en menos de dos días, a cambio de poco más de €9. Lo he hojeado, buscando el capítulo del cruce del Rhin, y confieso que me ha pasado más o menos lo mismo que hace año y poco, cuando me dí en una calle de mi pueblo con una chica que conocí casi al tiempo de la Guerra de las Galias. La recordaba muy mona, y muy simpática. Imaginad mis sentimientos al verme con una vieja revieja (supongo que a ella yo le parecería lo mismo) y no precisamente simpática, aunque a cambio era pesadísima (casi tengo que recurrir al jiu-jitsiu para escapar de su charleta inacabable). A eso se debe que, de veras apenado, haya puesto el libro en el rincón de por si acaso, alguna vez, hay que consultar algo. Sin embargo, no por eso la guerra de las galias ha dejado de interesarme. Ahora bien, la guerra que me gustaba, y que me sigue gustando, es la que se traía César contra Astérix, Obélix, Panoramix y el resto de la entrañable pandilla de la poción mágica. Es duro aceptar que uno es un frívolo infantiloide, y me avergüenza confesarlo, pero me gustan más los galos de Goscigny que los de César.

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    1. Más divertido es el poblado Galo, que el serio libro del augusto Cesar.

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  6. Buen artículo como siempre Eloy; algo tradujimos de esta pieza con Brañas y luego con Don Antonio, y más adelante este libro lo examiné, más que leí, hace muchos años, en una edición bilingüe, creo recordar, de Gredos; siempre me sorprendió que Cesar tuviera tiempo para preparar sus campañas, su acción política, y que además escribiera; no he logrado quitarme la sospecha de que pudiera tener algún cronista entre sus tropas que le hiciera de "negro"; en todo caso lo recuerdo interesante, y muy ilustrativo en algo que poco conocía como era la labor de los ingenieros o zapadores haciendo túneles para hacer que se derrumbaran las defensas enemigas; de todas formas discrepo de lo que dice Ildefonso, porque este tipo de obras nunca se hacen viejas.

    Francisco González García

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