27 enero 2021

LA HISTORIA DEL INFANTIL B (3ª Y ÚLTIMA PARTE)

 ...POR NACHO NIHARRA

Una complicada decisión, cierto, pero nosotros, los jugadores, lo teníamos muy claro: queríamos ganar. Para eso habíamos entrenado y luchado desde el principio, no para ganar al Infantil A, que también, sino para ganar la Liga o, al menos, quedar en la mejor posición posible.

Pero una cosa son los jugadores y otra distinta la cúpula del Club, ávida de títulos y copas que exponer en sus todavía no muy repletas vitrinas. Era lo normal y lo entendíamos perfectamente, pero confiábamos en que respetasen el juego limpio y dejaran que la para ellos lógica configuración de los equipos diera los resultados esperados. Al fin y al cabo, Paco Hernández había construido un equipo campeón, con una media de estatura con respecto al nuestro de más de 10 centímetros, lo que está muy claro que marca la diferencia en nuestro deporte. Por tanto, en su lógica, seguro que ganarían

Pero lo del juego limpio se les olvidó.

Nosotros entrenábamos los lunes, miércoles y viernes y aquella semana no fue una excepción. Los lunes, César iniciaba el entrenamiento analizando el partido de la semana anterior. El delegado, Roberto Arce creo que se llamaba, que era alumno de Preu y muy amigo de César, confeccionaba el típico estadillo de un partido de baloncesto con las estadísticas de nuestro equipo: tiros de campo y libres intentados y convertidos, asistencias, balones perdidos y recuperados, rebotes defensivos y ofensivos, en fin, lo típico, Una vez recalcadas las estadísticas más llamativas, para bien o para mal, que en aquel caso eran para fatal, venían los comentarios, primero de César, luego de los jugadores que, con toda libertad, podíamos exponer nuestros puntos de vista. Y lo hacíamos.

Para seguir leyendo:

https://interesactualidad.blogspot.com/2021/01/la-historia-del-infantil-b-3-y-ultima.html

4 comentarios:

  1. Desde luego, Nacho, tu memoria es fantástica. Muchas cosas no las recordaba hasta que tu las has despertado de nuevo en mi memoria. Particularmente aquellos muchos ires y venires hacia y desde el Ramiro para ir a nuestras próximas viviendas después de los entrenamientos con nuestras bolsas colgadas al hombro.
    La descripción técnica que haces del planteamiento de César es formidable y los halagos que me haces son siempre bien recibidos, porque la vanidad siempre nos supera, pero mi recuerdo no es tan como tu lo pintas.
    La dirección de Aito si que era importante siempre en aquel equipo y era siempre la conexión de César con el equipo en cancha.
    Si recuerdo de César que me decía que había de jugar igual que hacía, pero con más enfoque de meter puntos. Si tienes pase, pasa, si tienes tiro, tira, me decía.
    Creo interpretar por donde le venían las presiones a César en aquel tiempo, y la verdad, fué una pena que aquello le hiciera daño.
    Te noto mucho más maduro que me veo a mi mismo en aquel tiempo a través de tus conversaciones con César y por las percepciones que tuviste de toda la escena que yo no no interpreté en aquel momento en toda su dimensión.
    Te felicito por el relato extraordinario que nos has brindado. Como podréis todos comprender me ha llegado hasta las fibras más profundas un recuerdo tan extraordinario como este y tan bien niharrado!!!

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  2. Aunque solamente soy un año y un día mayor que tu, tienes que tener en cuenta que yo viví en el Ramiro presiones que no deseo a nadie. Es cierto que todo era por mi culpa, por ser un bocazas que no se reprimía en hacer comentarios jocosos en clase, pero las represalias fueron desmedidas y me afectaron mucho.
    Cada sábado, casi todos ellos, tenía que acudir al Hispano, castigado, de 4 a 7 con cualquier excusa. ¿Qué delito habría cometido? Y si lo había cometido, ¿era para tanto? Pero cuando terminaba el castigo, si se me ocurría acudir, como los demás internos, al cine, disciplentemente se me impedía la entrada. Y se me amenazaba con la expulsión, que habría destrozado a mis padres que, para más INRI, eran maestros.
    Tuve tres salvadores:
    --el primero, don Antonio, que, aunque debía respetar el principio de autoridad y lo respetaba, siempre practicó los derechos humanos de escuchar al acusado y de aplicarle la presunción de inocencia. Jamás fui sancionado por él, le propusieran "sobre y carta" o penas mayores.
    --los segundos, la mayoría de los profesores y todos mis compañeros. Al fin y al cabo, yo era un buen estudiante, jamás me suspendieron en junio en una sola asignatura. Y era muy amigo de toda mi clase y de otras clases. Si me preguntáis si recuerdo algún compañero con el que me llevara mal, sinceramente, no recuerdo a ninguno.
    --el tercero fue el Estudiantes como institución, encarnada en mis entrenadores José Mª Abreu, Fernando Gómez Montes y, muy especialmente, César González-Ruano, que fue más que un entrenador para mí e incluso llegó a ir a mi casa a interesarse por mi. Y de mis compañeros: de Aíto, de Antonio, de un tal Vicente y de tantos otros. No os puede extrañar que hable elogiosamente de todos vosotros, porque erais grandísimos jugadores y seguís siendo mis amigos.
    Comprenderás que con estas circunstancias había madurado antes de tiempo.
    Pero nada de eso me impide decir orgulloso que he tenido el privilegio de pertenecer al mejor centro educativo de España: el Instituto Ramiro de Maeztu. Dos garbanzos no estropean el cocido. Se los aparta (pelillos a la mar) y se sigue caminando.
    Ah! y te agradezco mucho tus comentarios. Un abrazo

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  3. Yo debía estar en la inopia, probablemente descartaba todo lo que no fuese estrictamente baloncesto. Naturalmente, después, me enteré de esas presiones que tuvo César pero sin detalles.
    Me maravilla, Nacho, que seas capaz de acordarte de todas estas cosas, incluyendo el desarrollo del partido minuto a minuto, y me encanta como lo relatas. Me gusta, más si cabe, cuando escribes mezclando con la historia con tus experiencias en primera persona como cuando relatas tus conversaciones con César ¡qué madurez tenías!
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias,Aíto. Quede todo esto como homenaje y reconocimiento a César que no sólo fue presionado sino posteriormente, salvo que yo ignore algún dato importante, represaliado.
      Abrazos

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