22 septiembre 2013

Escuela Pública Francesa


Los principios de la escuela pública francesa aportados, por José Luis Cerdán

 


1. Francia es una República indivisible, laica, democrática y social que respeta todas las creencias.

2. La República laica organiza la separación entre religión y Estado. No hay religión de Estado.

3. El laicismo garantiza la libertad de conciencia. Cada cual es libre de creer o de no creer.

4. El laicismo permite el ejercicio de la ciudadanía, conciliando la libertad de cada uno con la igualdad y la fraternidad.

5. La República garantiza el respeto a sus principios en las escuelas.

6. El laicismo en la escuela ofrece a los alumnos las condiciones para forjar su personalidad les protege de todo proselitismo y toda presión que les impida hacer su libre elección.

7. Todos los estudiantes tienen garantizado el acceso a una cultura común y compartida.

8. La Carta del Laicismo asegura también la libertad de expresión de los alumnos.

9. Se garantiza el rechazo de las violencias y discriminaciones y la igualdad entre niñas y niños.

10. El personal escolar está obligado a transmitir a los alumnos el sentido y los valores del laicismo.

11. Los profesores tienen el deber de ser estrictamente neutrales.

12. Los alumnos no pueden invocar una convicción religiosa para discutir una cuestión del programa.

13. Nadie puede rechazar las reglas de la escuela de la República invocando su pertenencia religiosa.

14. Está prohibido portar signos o prendas con las que los alumnos manifiesten ostensiblemente su pertenencia religiosa.

15. Por sus reflexiones y actividades, los alumnos contribuyen a dar vida a la laicidad en el seno de su centro escolar.

En mi opinión el principio 14 es excesivamente prohibitivo, se debería redactar así:“Está prohibido portar prendas que impidan la correcta identificación de los alumnos”. ¿Tenemos algo así para nuestra escuela financiada con fondos públicos (pública y concertada)?

 

27 comentarios:

  1. El laicismo militante lo conocí en el Institut Français, a donde fui hace meses a un curso, cuando la profesora me dijo que no podía decir ya "Mon Dieu" y el libro de texto es "educación para la ciudadanía", en este caso para un adulto español despistado. Ahora ya veo que se estaba preparando el nuevo decreto de laicidad en las escuelas. No se cortan un pelo.

    Los franceses no saben qué hacer con el islamismo, dado que lo políticamente correcto ha resultado contraproducente, así es que no han visto otro modo de combatir el chador de las niñas en clase (si no el burka), con este decreto.

    Cada uno tiene sus problemas y los resuelve como mejor puede. De ahí a ser un modelo, va un largo paso.

    Hollande quiere prohibir las tareas escolares, ya que estas les dan ventaja a los niños que cuentan con la ayuda de sus padres en comparación con aquellos de familias con padres ausentes o que no los pueden ayudar.

    Y ¿qué hay de los niños que hablan francés en casa? ¿Es justo que tengan una ventaja sobre los hijos de los inmigrantes? ¿Debería el gobierno prohibir el uso de lenguas extranjeras en el hogar?

    Ya hay quien ha propuesto eliminar las vacaciones de verano en Francia, puesto que "la existencia de las vacaciones de verano es una enorme barrera para la igualdad de oportunidades", así es que piensan que se deberían abolir y obligar a los niños a ir todo el año a la escuela.

    ¡Estos romanos están locos!

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    1. Creo que es un interesante intento de separar el conocimiento de las creencias (¿en lo que no existe?). Entonces ¿para qué están las iglesias, las sinagogas, las mezquitas y sus madrasas?.Antiguamente, desde el comienzo de la misa hasta el ofertorio estaba destinado a la enseñanza de los no bautizados, ahora se debería de suprimir esta parte, ya que se bautiza antes de cumplir el año y los fieles van enseñados desde la escuela

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  2. Los males nunca vienen solos y en Europa, la secularización (léase anticlericalismo católico), ha propiciado, como dice Cameron, que "necesitamos menos de la tolerancia pasiva de los últimos años y más de un liberalismo muscular activo" y Merkel ha denunciado el fracaso del multiculturalismo.

    Los progresistas de Europa, han estado todos estos años trabajando actívamente para que la Iglesia Católica tenga cada vez menos protagonismo en sus respectivas sociedades, pero no se han dado cuenta que "los otros", los islamistas, crecen en esas sociedades laicas, permisivas y multiculturales, de forma exponencial y sin hacer caso de esas políticas ateas militantes.

    En 2030 habrá un total de 10 países del continente europeo que tengan más de un diez por ciento de población musulmana.
    Sin contar a Turquía, Kosovo y Albania tendrían una clara mayoría de fieles del islam. Bosnia y Macedonia estarían cerca del cincuenta por ciento mientras que Montenegro se quedaría en el 21,5%.

    Según Eurostat, mientras ninguno de los 25 países de la UE supera los dos hijos por mujer, Mohamed es el nombre más utilizado en Reino Unido para los recién nacidos, algo que ha ocurrido también en 2010 en la capital belga.

    En 2020 Bruselas tendrá 1,2 millones de habitantes de los cuales sólo entre el 20 y el 30 por ciento serán belgas de origen. Un 50 por ciento serán naturalizados, de los cuales una gran parte serán de origen musulmán.

    En 2030 se espera que 58 millones de musulmanes vivan en Europa y eso sin contar con la entrada de Turquía en la UE, que aportaría 89 millones más.

    Y los islamistas no respetan, en absoluto, las políticas laicistas, porque tienden a implantar la sharia allí en donde puedan.

    Cuando sean lo suficientemente importantes en número y mediante la democracia, nada impedirá que gobiernen en algún país de Europa (algo así como los alemanes en Mallorca), pero a diferencia de estos, aquellos impondrán la sharia.

    ¿Y qué podrán decir los viejos caducos, exquisitos y minoritarios laicistas pacifistas?: nada; acogiéndose a su ausencia de creencias, aceptarán "la paz", es decir, lo que se les imponga. Como decía nuestro ministro de Defensa: "prefiero morir a matar".

    Y nadie se da cuenta de que no se puede olvidar la raíz cristiana de la civilización occidental sin pagarlo caro.

    Lo que ocurre es que, así como unos andan todavía justificando el marxismo y otros siguen con la guerra contra la Iglesia, como si no ocurriera otra cosa en el mundo, entre galgos y podencos, otros lo hacen mejor, porque saben lo que quieren.

    Cuando mi profesora de francés me afeó en clase que yo dijera "Mon Dieu", entendí que Francia estaba suicidándose. Detrás vamos los demás.

    A mi generación, parece que se le ha ido la vida luchando contra el franquismo, sin saber qué era. Ahora ya es tarde.

    ¡Laicismo...! ¡Dejen en paz a la gente, totalitarios!

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  3. No quisiera entrar en polémica, pero me parece que el laicismo que los franceses desean para su escuela no es más que una opción ideológica entre otras. Según todos los pedagogos a la moda, la educación no consiste sólo en transmitir conocimientos, sino también valores, y los religiosos son valores, ¿por qué no podemos ofrecérselos a los alumnos?
    La educación es uno de los principales medios con que se construye la superestructura, siempre al servicio del poder y de la explotación de los obreros. Los burgueses franceses, en su lucha contra el Antiguo Régimen, proclamaron la laicidad, porque la Iglesia Católica había sido el principal sostén ideológico de aquél y, así, pudieron sustituir la ideología del absolutismo por la nueva ideología liberal, y, por lo visto, siguen con el empeño, siempre al servicio del poder, del poder burgués, ahora.
    Todos los regímenes, por supuesto también el democrático, quieren ante todo formar ciudadanos sumisos, y para esto se busca su alienación, que les convenza de lo bien organizado que está el mundo. La educación, en su faceta de transmisora de valores, los valores queridos por los gobernantes, contribuye perfectamente a la alienación de los estudiantes.
    Allá por los años ochenta, los profesores pensábamos que la recién estrenada democracia española exigía ciudadanos críticos y responsables, y nos afanábamos en despejar las mentes de nuestros alumnos de tantos prejuicios y falsedades como circulan constantemente en la comunidad, fomentados por los medios de comunicación oficiales, siempre al servicio del poder. Llegó después a la presidencia del gobierno el lúcido señor Rodríguez Zapatero, quien seguramente encontraba peligroso el criticismo y la libertad de conciencia y, por ello, se inventó una asignatura inexistente hasta el momento, la "Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos", cuyo objetivo es transmitir a los alumnos la ideología del gusto de los que mandan, inculcarles, por ejemplo, que el aborto es un derecho inalienable de la mujer, a pesar de la oposición que contra esta práctica ha manifestado la Iglesia Católica en toda ocasión: una lucha ideológica que se pretende dirimir en las aulas.
    Aquí no hemos llegado tan lejos como en Francia y todavía nadie se escandaliza porque alguien diga "¡Dios mío!" en público, que, de acuerdo con el testimonio de Miguel Ángel, es una frase vetada entre nuestros vecinos del norte, pero el señor Hollande nos marca el camino a seguir y pronto completaremos convenientemente el lavado de cerebro de la gente.
    Antes de que alguien lo cuente por mí, he de confesar que durante años he sido profesor encargado de la asignatura "Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos".

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    1. Creo que pones el dedo en la llaga, pues en este país se nos da muy bien eso de la teoría del péndulo amplificada, que viene a ser pasar de un extremo a otro copiando a los de al lado, pero más a lo bestia.
      Efectivamente, ya está bien de imposiciones, dejémoslo en pautas, pero que no sean de corte político o doctrinal y menos que originen más lavados de cerebro
      El laicismo está bien en su papel adoctrinal; utilizarlo como arma arrojadiza en educación puede ser peligroso, si no se tiene el suficiente cuidado

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  4. ¿He entendido bien la idea? ¿Se propone, al menos en cierto sentido, que para evitar el islamismo se fomente el cristianismo en la educación pública? No sería algo así como implantar la sharia cristiana. En mi opinión la ética, los valores, la moral o como queramos llamarlo debe salir de la enseñanza y retornar a la familia. Pienso que la enseñanza debe ser, predominantemente, de hechos no de sentimientos o creencias que, por definición, no pueden ser objetivos y por lo tanto no son controlables.

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    1. No creo; eso sería un ejemplo de la teoría del péndulo...

      Lo de limitar la educación a la familia también tiene su peligro, pues no hay más que mirar lo que hay por ahí, en los casos que quede; creo que es mejor dar opciones.

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  5. Si es verdad que al final se quedarán con todo -el Apocalipsis se nos echa encima-, mejor pasarse al enemigo cuanto antes; ignoro si su Dios es más potente que el de por aquí, pero lo cierto es que tiene mucho más petróleo, así que yo, por si las moscas, mañana me compraré un turbante.

    Al·lahu-àkbar!

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    1. Pues no te quedará nada mal el turbante, pero sobre tu foto de 3ºA...

      Y por cierto, has dado en el clavo de la problemática religiosa: desde tiempos inmemoriales, cada uno se empeña a demostrar al vecino que su Dios corre más, y así nos va...

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    2. Es el principal problema de la religiosidad: que todos y cada uno de los innumerables dioses a los cuales adoramos (hablando en sentido ecuménico o universal) son el único y verdadero.

      Quizá sea por esto que las religiones politeístas tienden a ser más pacíficas y menos excluyentes; gracias a su esencia multiplexada, no les cuesta esfuerzo hacer sitio a cualquier dios nuevo que se les aparezca en el camino. Supongo que se debe a eso que a pesar de los cientos de miles de '¿cuantas veces, hijo mío?' que hube de tragarme ya sabes cuándo, no haya dejado de ser un devoto convencido de Atenea.

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    3. ¡Por Júpiter! Y es que los romanos eran unos copiones, pero es que tampoco había cerca mucho más para elegir y lo de los egipcios resultaba muy tétrico.
      Te alabo el gusto por lo de Atenea: al menos, su simbología ejerció una profunda influencia sobre el propio pensamiento de la cultura, en especial en los conceptos relativos a la justicia, la sabiduría y la función social de la cultura y las artes. Su imagen fue usada por varios regímenes políticos para la legitimación de sus principios y su intrigante identidad de género (creo que permaneció virgen) hizo que fuese muy apreciada por escritores defensores del feminismo.
      A mí me parece un poco fría...¡qué quieres que te diga!

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    4. La esencia distintiva de las diosas es ser bastante frías. Las pocas con las que alguna vez he tenido trato lo eran, y mucho. Claro que, de no ser por eso, no serían diosas. Eso no significaba que, llegado el caso, no fueran bastante golfas. Piensa en las walküre, si no, y sobre todo en la reina de todas ellas, Bruhnilde. Y ya, cambiando de aguas, en una más lejana, la quintaesencia de la divinidad, la japanaka Amaterasu, dueña y señora de los vientos a la que cuando se le escapaba un regüeldo le salía un kamikaze. Las diosas, en general, son las que ponen jolgorio y alegría en el asunto de la eternidad. A eso quizá se deba, si lo piensas, que el cristianismo sea tan espantosamente aburrido.

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  6. Shalam Alykum
    Como la escuela pública y concertada (algunas teóricas madrassas católicas) la financiamos todos con nuestros impuestos y en ese todo caben todas las creencias y prácticas es lógico que la enseñanza de éstas se circunscriban a las familias, las iglesias, mezquitas, sinagogas, etc..dónde cada cual puede acceder libremente.
    El razonamiento comparativo no es éticamente válido (¿propugnamos la lapidación, la mutilación, etc, para estar en igualdad de condiciones?)
    No sé si la escuela laica francesa pretende lavar el cerebro a las personas, me da la impresión de que no parece.
    Lo que es constatable es que si la escuela concertada confesional española lo intenta, su resultado es catastrófico. La mayoría de los hijos de mis amigos y sobrinos que han pasado por ella, han dejado de ser practicantes entre los 14 y 16 años.
    No nos engañemos, del lado de la oferta la educación es cada vez más un negocio que un apostolado. Del lado de la demanda la elección de centro se basa más en la variable sociológica (presunto "nivel", ambiente, seguridad en no coincidir con emigrantes, gitanos, marginados, discapacitados....) que la voluntad de adoctrinamiento (aparte del abandono de los alumnos de la práctica religiosa, la ignorancia de los textos sagrados y de la historia sagrada es flagrante)
    Para ver que los temores de islamización no es nuevo, os invito a mi entrada "Estereotipos, peligros y temores"
    De verdad no entiendo que tiene que ver la mayor fecundidad de los musulmanes con la escuela laica.
    Shukram

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  7. Al leer tu “oda al laicismo” saco la impresión que la mayoría de los puntos parecen deseables y que las diferencias no son tan grandes como pareces indicar al final, al menos en cuanto a las intenciones. La razón aparente de que se escriban es para establecer una “línea de actuación” a seguir, en especial para evitar potenciales problemas con los “extremos” por los aspectos de convivencia y muy especialmente por la problemática de la numerosa inmigración, especialmente la musulmana. Pero pienso que hay que ver “más allá” y leer la “letra pequeña”, no escrita.

    A veces tengo la impresión de que en estos temas se actúa como con una segadora en los jardines; si no tienes cuidado, para tener un césped bien cortadito con toda la hierba al mismo nivel, te llevas por delante algunas bonitas flores flores y encima, la grama que es lo que molesta, sigue ahí. Me refiero a que los aspectos de educación son más complejos de lo que parece a simple vista y que lo de las religiones a nivel global requiere un exquisito tacto, flexibilidad y tolerancia, pero sin caer en el otro extremo: nunca se debe ser tolerante con la intolerancia (y me estoy refiriendo obviamente a los extremismos religiosos). NOTA: La problemática del crecimiento relativo del islamismo en Europa creo que debiera tratarse aparte y no mezclarlo con el laicismo en la educación, lo que no es óbice de que sea fundamental su debida consideración y no caer en la trampa de la Eurabia (apócope de Europa y Arabia, que es a donde vamos, si no se sabe manejar bien el tacto y la firmeza, pues en el otro lado no son muy tolerantes, precisamente y las señales son inequívocas: dentro de poco habrá más mezquitas que iglesias en Europa)

    Volviendo a los comentarios del artículo de J Luis:

    La separación entre religión y estado está muy bien, pero porque la religión es a veces más peligrosa que los políticos, que ya es decir, pero tampoco hay que olvidar la cultura propia y las tradiciones, empezando por Carlomagno en este caso… No olvidemos la propia identidad, podría ser el mensaje. Que el visitante se atenga a esto y no pretenda que el país se adapte a él, sino que trate más bien de hacer lo recíproco. En el fondo es una cuestión de educación y reciprocidad.

    Que el laicismo garantiza la libertad de conciencia, poder creer o no creer, está muy bien, pero también hay que pensar que para ello hay que aprender algo en lo que creer, y eso es asimismo parte de la educación, y ahora estoy pensando en los niños pequeños.

    El punto 7 (el del acceso garantizado a una cultura común y compartida) me parece que tampoco es nada fácil; habrá que ver los libros y quién manda en los contenidos. Desde luego, es un objetivo magnífico: la cultura común, compartida y sobre todo, verídica y no sesgada. Ojalá.

    La redacción del punto 10 (El personal escolar está obligado a transmitir a los alumnos el sentido y los valores del laicismo) me parece un poco fuerte en el sentido de la obligatoriedad, pues se podría interpretar de una forma excesivamente estricta o restrictiva (en mi opinión).

    No me gustan los dogmas; prefiero las sendas… y ése es el sentido que yo veo a estos temas: marquemos, señalemos el camino y luego reflexionemos y seamos lógicos.

    Repito lo de antes: seamos tolerantes con la tolerancia e intolerantes con la intolerancia, pues si no, caeremos en la tolerancia hacia los intolerantes o en la intolerancia con los tolerantes…

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  8. Me parece que el punto 10 quedaría mejor de esta forma "El personal escolar está obligado a transmitir a los alumnos el sentido y los valores del laicismo en la enseñanza dentro de la escuela, del instituto y de la universidad, cuando éstos sean centros públicos o concertados"
    ¿Dónde está el famoso ideario de la enseñanza concertada española?¿Dónde los resultados ideológicos y de praxis de éste en los alumnos?
    La cosa es más prosaica.

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  9. Lo primero que hace siempre una dictadura, es intentar que desaparezca la Iglesia Católica. La diferencia entre dictaduras socialistas y "fascistas", es que aquellas utilizan métodos más violentos, de tal modo que no se conforman con derribar físicamente las iglesias, sino que se proponen desarraigar las creencias de las mentes, imponiendo otra religión, la del Estado.

    Lo cierto es que cualquier totalitarismo tiene a la Iglesia Católica como enemiga, pues la llamada conciencia religiosa es individual y no colectiva.
    Los franceses, desde la Revolución, lo han intentado y lo siguen intentando, no en vano tienen su propio corpus ideológico en la francmasonería. Y no han perdonado nunca a los americanos que les quitaran de encima a los nazis, ni que dirigieran la política anti soviética. Ellos son así.
    Como resulta que ha sido la Iglesia Católica el vehículo más antiguo conocido de divulgación de ideas filosóficas, religiosas, morales y políticas, sagradas y de comportamiento social, que mayor éxito ha tenido en Europa, porque lo que ha tenido enfrente siempre ha sido peor (francmasones, marxismo, islamismo...), es por lo que la guerra es permanente.
    Fracasado el marxismo, queda ahora el islam como fuerza de choque anti-occidental (Carrillo ya dijo que el islam era una fuerza revolucionaria aliada de la izquierda).
    En Francia, han descubierto que algo no va bien con el multiculturalismo y lo políticamente correcto: que utilizando solo democracia, se les están llenando las escuelas de burkas.
    Y como han dedicado un esfuerzo brutal a suprimir todo atisbo cristiano (sea este cultural o religioso) en la vida nacional, no tienen armazón ideológico alguno para enfrentarse a la oleada de fundamentalismo islámico que se han encontrado de golpe.
    Por eso, en el curso de francés, tan curioso, que me dieron, abundaban los videos en clase sobre entrevistas en la calle, hablando de si el chador, que si el burka, que si era democrático o no...
    Los musulmanes que aparecían en las entrevistas, decían que habían llegado a Francia buscando la libertad, y que su libertad era que su mujer llevara el burka (y allí estaba tras él, callada y sumisa).
    Gadafi ya dijo que el primer paso para la islamización de Europa es el ingreso de Turquía, así es que algo tendrá que ver la mayor fecundidad de los musulmanes.
    Solo los australianos parecen haberse dado cuenta del problema: Así, su primer ministro dijo que 'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos'. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.
    Este patriotismo del que habla, ¿se basa en la fe religiosa?: No.
    Son los principios de una cierta manera de entender la civilización y eso, ¡mala suerte!, no lo ha traído la francmasonería, el marxismo, el anarquismo revolucionario, ni siquiera lo políticamente correcto, ni la ideología de género, ni el feminismo radical, ni el ateísmo militante, ni el laicismo agresivo.
    En Francia, han descubierto que, para defenderse de los burkas en clase, hay que empezar por renunciar a cualquier atisbo de identidad propia y sustituirlo por la religión de Estado. Y eso tiene consecuencias, porque “los otros”, no respetarán nunca esos principios: ellos ya tienen otros y son absolutamente contrarios al laicismo.
    Y en una guerra ideológica, siempre vence el que tiene las convicciones más arraigadas.
    Esos dos objetivos (religión de Estado y problema islamista en las escuelas), es el origen de ese decálogo laicista y naturalmente, totalitario.

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    1. No coincido contigo en que lo primero que hacen los regímenes totalitarios sea cargarse la iglesia católica, pues se ha dado el caso inverso también. Lo que sí hace "el poder", sea del corte que sea, es cargarse aquello que pueda hacerle sombra y la iglesia también fué víctima. Además, como representación del cristianismo occidental = tradición, es un claro objetivo en la inmovilista cultura extremista islámica.

      Sí coincido contigo en que el laicismo llevado a los extremos se puede llevar por delante valores y tradiciones que en mi opinión no son negativas y nos preservan una identidad occidental . Existe incluso riesgo de que, como dices, ciertas convicciones asociadas se diluyan como un terrón de azúcar con el tiempo y nos pongan en una posición relativamente más débil frente a un islam extremista con ciertas ideas demasiado arraigadas. Nosotros quizás ya no lo veremos, pero quién sabe si les dejamos a nuestros hijos una herencia tal que llegue el día que decidan ponerse también el turbante ...

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  10. Me encanta la transposición de términos.
    Estás en 1º de bachiller te imponen ir a misa los lunes, si te niegas eres un totalitario.
    Que me acuerde, en la única dictadura que he conocido (las otras me las cuenta Miguel Ángel) parecía que el catolicismo distaba mucho de estar perseguido. ¿Alhzeimer?
    Otra trasposición, cuando alguien pide que se retiren los crucifijos de las aulas de las escuelas públicas y concertadas, no pide que se sustituyan por nada (retrato de Karl Marx, estrella de David, del Islam...). En este caso también el intolerante no es el que cuelga el crucifijo, sino el que pide su retirada. Lógica aristotélica.

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    1. El problema está en la concesión de poder y en las personas. El que tiene el poder, finalmente suele abusar; debe ser la condición humana. Y el que obtiene o tiene el poder suele llevar el péndulo a los extremos, hasta que se invierte el ciclo y alguien lleva el péndulo al otro lado. Parece que no hay forma de encontrar un equilibrio racional.

      Por lo de los crucifijos: es un buen ejemplo. Quitarlos en aras de los pobrecitos visitantes de otras culturas y religiones para que no se sientan "ofendidos"... Nos olvidamos de la tradición y de la identidad propia. Nadie se preguntaba antes por los crucifijos en las paredes de las aulas; era algo natural asociado sencillamente al cristianismo mayoritario, que no ofendía a nadie, como a nadie debiera extrañar encontrarse con imágenes de Buda (¡y anda que no hay!) cuando se visitan países con esta "tradición". ¡Hasta en China, ejemplo de totalitarismo, las dejan!
      Me estoy figurando a un niño que pregunta a su madre: Mami: ¿por qué han quitado a Jesús de la pared y han dejado a ése señor rubio y alto con un hombro más subido que el otro? ¿Es que ha hecho algo malo?

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  12. A lo largo de toda las Historia occidental, la iglesia de Roma ha sido un contrapoder al poder omnímodo de los reyes y "acogerse a sagrado" era un medio de huir del totalitarismo medieval.

    Naturalmente, nadie es perfecto y seguramente algunos papas han sido ateos y han querido mandar más que el rey.

    El Papa actual, por ejemplo, ha dicho que nunca fue de derechas.

    Pero "por sus frutos los conoceréis", así es que estamos en este siglo y no en el que los estatalistas siempre invocan (el XVIII).

    Así es que me parece natural que los totalitarios quieran la desaparición del contrapoder molesto.

    El laicismo ofrece libertad sexual, aborto, eutanasia, ideología de género, bodas y adopciones homosexuales, falsos calentamientos globales, preocupación por "la Naturaleza" en una especie de panteismo y cualquier cosa por aberrante que sea que se le ocurra a algún "colectivo" lo suficientemente radikal.

    Y eso ni sirve para cohesionar una sociedad, ni para darle armazón moral, ni para tener una idea de lo que está bien y de lo que no.

    Y lo que tantos siglos ha costado mantener, se pretende que desaparezca en unos cuantos años, para ser sustituido ¿por...?

    En efecto, resulta gracioso ver a compañeros alpinistas radikales y ateos, volver del Tibet contando, ensimismados, el cuidado que hay que tener allí para rodear una stupa, no sé si por la izquierda, porque no se debe hacer por la derecha...o a las feministas radikales, aceptar entusiasmadas que deben cubrirse para entrar en algún templo. Algo tonto, pero real. Y vienen con paños de oración, admirados de los templos budistas, sin poner en cuestión los kilos de oro que los cubren, ellos, tan dados a "vender los tesoros del Vaticano para darlos a los pobres" (ellos mismos, seguramente)..

    Me parece bien, porque cualquier forma de espiritualidad serena el espíritu, pero ¿no es chocante?.

    En realidad, se trata de un ataque frontal a la espiritualidad, porque esta es una acción individual y eso choca con la agrupación en "clases", que permite mejor la manipulación social del estatalismo.

    Lo que los estatalistas totalitarios no pueden soportar es que exista un contrapoder y que este sea, encima, de tipo espiritual.

    Pues nada. ¡A ello! Pero el respeto mal entendido se llama cobardía.

    ¿Cómo era aquello? "primero fueron a por los judíos, pero yo no era judío..."

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  13. Lo que los laicos queremos es que nos dejen de monsergas impuestas ya sea por el poder, por la tradición por la religión, por la ideología. Ser libres para elegir nuestra propia monserga

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  14. Por mi parte coda final:
    En este inesperado debate se han mezclado y confundido términos como laicismo, ateísmo, agnosticismo, confesionalismo, tradición, aprendizaje, educación, religión, uniformidad, diversidad.
    Implícitamente se admiten las teorías del insigne psiquiatra Vallejo Nájera senior. Los “rojos”, amplio universo compuesto por laícos, agnósticos, ateos, masones, anarquistas, marxistas, comunistas, republicanos, demócratas, creyentes de confesiones distintas de la católica, homoxesuales, lesbianas…., padecen una grave disfunción cerebral que no les permite ser personas normales.
    Se supone que la diversidad es peligrosa (¿es malo y peligroso que haya más mezquitas que iglesias?), pero no se explicita la solución al peligro. A mi modo de ver las soluciones podrían ser:
    Blindaje de fronteras (En ello estamos desde hace años y parece que no da muy buenos resultados)
    Cohabitación educada y respetuosa mutua entre las diversas realidades.
    Aplicación de la Pragmática de expulsión de 1609
    Solución nacionalsocialista
    Progromos generalizados
    Yo prefiero la segunda.

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    1. La verdad es que sí, que hemos mezclado en estos debates muchos temas diferentes y los hemos relacionado, lo cual es posible que lleve a confusión. Creo que hay mucha tela para cortar.
      Contestando a la segunda parte: creo que la inmensa mayoría coincidirán en que la mejor forma de convivir en la diversidad de culturas y la religiosa es la cohabitación educada y respetuosa (¡y la hubo de hecho en la España “musulmana” durante algunos siglos!), pero, como siempre, resulta que hay algunos peros:
      La evolución de los extremismos musulmanes es retrógrada y peligrosa; lo que enseñan en las mezquitas no aboga precisamente por la integración y la convivencia; el peligro está ahí, en la interpretación del Corán. Existe una estrategia a nivel global de “reconquista”, esta vez al revés y mucho más globalizada.
      Se me ocurre otra alternativa: dar ejemplo y demostrar que nuestra cultura occidental es más avanzada y los “fieles” dejarán poco a poco de vernos como “infieles” y ser capaces de integrarse haciendo oídos sordos a los fanáticos. Pero me temo que cada vez vamos teniendo menos conciencia de nuestra propia identidad y cultura (en lo que englobaría al cristianismo occidental en el amplio sentido de la palabra), que se nos diluye. Juntando ambos efectos y haciendo una extrapolación (discutible, por supuesto), corremos un cierto peligro. ¿En qué medida contribuye a esto la laicidad? Pues es uno de los muchos asuntos que se podrían prestar a debate…
      Repito que hay una palabra mágica que vale para todos: tolerancia (excepto para los intolerantes)

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  15. Siento ser algo pesimista pero cuando me planteo lo de la tradición cristiana occidental y la tolerancia me viene a la memoria una historia con poca tolerancia.
    Para el caso de España desde los reyes godos hasta el siglo X luchas entre arrianos, bizantinos y seguidores del credo de Nicea vamos entre cristianos.
    Desde el siglo X hasta casi comienzos del XVI luchas entre crisitianos y musulmanes, cristianos entre si y musulmanes entre si vamos que de tolerancia poca.
    Desde el XVI hasta el XX primero luchas contra cristianos protestantes hasta que perdimos el Imperio Europeo desde entonces continuas luchas entre cristianos liberales y conservadores.
    Después vino los de los totalitarios.
    Por cierto no son todas las iglesias, por lo menos las monoteístas, un sistema totalitario?
    Se nos está olvidando que cualquier fotografía tomada en el medio rural antes de 1960 mostraba a las españolas veladas. Que casi todos nosotros tuvimos que dar permiso a nuestras mujeres para abrir su primera cuenta corriente. Que el patrimonio propio de la mujer lo gestionaba el marido etc..
    Me parece que no hace tanto que nos hemos hecho adultos política y moralmente, algunos todavía parecemos, en eso, adolescentes.

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  16. Falta:
    Principio 16. Se prohibirá la entrada a gitanos rumanos y búlgaros sin papeles.
    La Srta. Le Pen no ganará en las urnas pero gobierna a través de socialistas catalano-franceses.
    Los muros para salir (Berlín....), están siendo sustituídos por los muros para entrar (Cisjordania, Gaza, Ceuta...)

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