26 octubre 2012

En recuerdo de Don Antonio, por Vicente Ramos


EN RECUERDO DE DON ANTONIO


Ayer, día veinticinco de Octubre de dos mil doce, se celebraron los sesenta y cinco años del Club Estudiantes durante la presentación del equipo de la Liga Endesa.

Amablemente invitado por la Directiva del Club, me personé en el polideportivo Magariños para asistir a la celebración.

Muchos recuerdos nos trae ese campo de baloncesto y bonitas evocaciones de grandes gestas deportivas. Pero también encuentros con antiguos jugadores y alumnos y, sobre todo, la pervivencia de una idea, la de la formación integral del individuo en las aulas junto al patio deportivo, y la de un nombre, el de Don Antonio Magariños, quien fue el creador del Club Estudiantes.





Grande fue mi sorpresa cuando vi ampliado el recuerdo y el nombre de Don Antonio, no en el exterior del campo, sino en el interior del mismo. Un nuevo centro médico que lleva su nombre ha nacido en el interior de la instalación, y creedme junto a una canasta de baloncesto. ¿Existe mejor asociación de un nombre, de una idea y de un objeto que los represente? Yo diría que no, y la inspiración vino a mi inmediatamente.

Posteriormente vinieron las presentaciones. El presidente de la Fundación y del Club Estudiantes, nuestro compañero de promoción Miguel Angel Bufalá, tras agradecer su ayuda a los patrocinadores envió un mensaje de comportamiento en la educación, en los valores que siempre nos acompañaron y en la cultura del esfuerzo, que fue un broche magnífico al acto.

En Serrano, en el Estu, en nuestro Instituto se sigue hablando de los valores que conformaron nuestra educación y que siguen siendo piedra angular, junto al esfuerzo individual, de nuestra formación como personas y que Don Antonio nos inculcó.   

Vicente Ramos

16 octubre 2012

Los cromos de NESTLÉ, por Paco Acosta



Para alegría de los que, con cierta añoranza, aún disfrutamos con “las cosas de entonces”, he de comunicaros que mi hermano me ha “donado” los dos volúmenes de Las Maravillas del Universo, que en aquella época intentábamos completar con los cromos que aparecían en los chocolates Nestlé.






Para deleite de todos, los he escaneado y colgado, completos, en el blog:

http://dirpacoacosta.blogspot.com.es/2012/10/los-cromos-de-nestle-i.html

11 octubre 2012

La Vida no fue, es... por Juan Rosas


(Intentando emular a Nicolás, y respondiendo para corresponder, me he decidido a arrimar ahora otros recuerdos, encadenados y desencadenados)
La vida no fué, es…también, si me permitís, especialmente tú Nicolás, que has sido el primero en lanzar la piedra:
- Antón...inteligente artista.
- Javier...sonriente, burlón y beatífico.
- Juan... (gracias por lo de la lealtad inquebrantable, que suena a algo bueno).
- Y la grandeza de espíritu, discretamente reservada, de Nicolás (Kolia desde cerca), que siempre se las apañó para olvidarse de sí mismo, y que gracias a Dios, al igual que el anteriormente nombrado, no nació mujer (las explicaciones en su momento).
Y también la vida es:
-  La piscina del Colegio, algún verano con agua, flanqueada por el gimnasio; por los arbolitos situados detrás del llamado trampolín, cada uno con su etiqueta individualizada, integrantes del “Botánico” de D. Tomás Alvira (“…porque en los colegios alemanes…”); por los vestuarios; por la cantina; por el patio de columnas, donde se hacía gimnasia si llovía y donde Palacín revolucionó la teoría de la magnitud de las cosas con su famosa “chinita”.
-  La Cruz de los Caídos, donde se fumaba; y la Bandera, en la esquina del campo de fútbol, donde se fumaba; el pasadizo debajo de las tribunas del campo de fútbol, donde también se fumaba...
-  La fuente, en forma de bandeja cóncava y rectangular, a la que un hormiguero de alumnos se encaramaba y, sien contra sien, hombro aquí te empujo, hombro allá te aparto, pugnaba por poder lametear, aunque fuera sólo por unos segundos, el chorrito fresco de agua, que servía para pasar el bocadillo de media mañana.
-  El juego de “Prusia nº 1 mi caballo 21” en el que se iba aumentando el número de “burros” sobre los que se saltaba para llegar lo más adelante posible, de forma que cupieran más jinetes saltadores encima; y el de “vamos a jugar a Luz (¿)”, con tres burros unidos cabeza entre piernas y enganchados a la barandilla del campo de fútbol y una “madre”, instalados todos ellos dentro de un semicírculo dibujado alrededor en la arena, espacio dentro del cual no podías ser sorprendido porque  “palmabas”, si la madre te pescaba desprevenido dentro de él al intentar subirte a los burros , o por haberte caído al suelo, cuando los asnos hacían “marea” por orden de la madre. Todo con el apoyo de aquellas barandillas de tubo de hierro en las que alguien se hizo mella en algún diente por hacer malabarismos exóticos, sólo aptos para atletas expertos.
- El cambiar cromos (los de Nestlé eran indudablemente los de más prestigio).
-  La estatua de Minerva a la entrada del Parque de Juegos. Minerva lució durante algún tiempo la marca rojiza de un parche de plastilina roja con que un gracioso tuvo a bien amordazarla (¿para que no denunciara alguna fechoría?).
-  La mezquita de “Ben a Mear”, con su foso de entrada, en el que un buen día fue a dar el Biscuter de Lamela, vaya Ud. a saber si como respuesta a agravios, o por hacer gracias a costa de un personaje del que se sabía que no se iba a defender ni tomar represalias.
- Ese desfile matinal, en el que cada clase se esmeraba en hacer filigranas, con las variaciones de los “gastadores” en cabeza de la formación, y esos gritos de: “¡Vista a la derecha…. Franco!, con cuyos ecos se criaron y educaron tantos seres liberales, que no sabían que lo eran y, sobre todo, que lo iban a seguir siendo con el tiempo. Cuantas veces nos han preguntado, “¿pero no erais de derechas?... jo, pues no me lo creo”.
-  El juego del clavo o de la navaja sobre el suelo mojado de invierno, para hacer un “robaterrenos” (para esta modalidad artística mejor la navajilla), o unas “islas” (aquí, sin embargo, el clavo). Y el “guá”, y las carreras con chapas preparadas, con su foto interior y su cristal sujeto al borde rizado de la chapa con plastilina o con jabón. Aparicio siempre proponía “carrera ciclista” porque quería usar su chapa con la foto de “Darrigade” (ciclista francés) que corría muy bien – la chapa, claro - por las carreteras abiertas por uno de nosotros sobre la arena con las dos manos entrelazadas, como si fuera dos pequeñas bulldozers de carne y huesos.
-  Y las carreras de tacones de zapato (el juego del “taco”), que ayudaba a hacer más ligero el camino de vuelta a casa. Era como un juego de petanca, pero ibérico, con persecución de un contendiente por el otro, sin bolas; se necesitaba un tacón de zapato lo más gastado posible para que volara lejos y, sobre todo, para que corriera bien sobre el pavimento.
-  Las flechas (¿dardos pobres?) fabricadas con un trocito de palo (para esto eran muy buenos los palitos que les ponía dentro a los zapatos en las tiendas a modo de hormas, que se apoyaban en una bola de papel dentro de la puntera del zapato y se encajaban en el contrafuerte del talón): en un extremo, un alfiler atado con un hilo y afirmado con pegamento; y en el otro, la aleta de papel, que se sujetaba fijándola por medio de dos incisiones en cruz.
-  Y qué decir del “moco de camello”, hecho con una buena dosis de papel ce-lo, concienzudamente masticado (¿en que se inspiró si no el que inventó después el blandiblub?). Y las cerbatanas “Bic” que, previamente desprovistas del tubo de tinta, servían para lanzar pelotillas de papel masticado, que no hacían daño, pero daban más asco; o para lanzar granos de arroz, que sí hacían daño en la mejilla o en el cogote cuando te acertaban.
-  El “camarada” Paco Giraldo (me permito sustituir el “-dez” por “-do”, que es más musical) y sus: “Amamos España porque no nos gusta”…. “España como unidad de destino en lo universal”, frases profusidas (es decir, proferidas profusamente) en un intento de captar adeptos que vinieran a engrosar las filas de la OJE (Centuria = un gilipollas vestido de niño, mandando a cien niños vestidos de gilipollas...). Que en ese tiempo no sólo había proselitismo religioso…
- Si, montañas nevadas, pero también “La mirada... “clarilejos” y la frente levantada, voy “porrutas” imperiales, caminando hacia Dios...”. Tardé mucho tiempo en separar “por” y “rutas”, y “clara” y “lejos”.
-  Si, aquélla auténtica Dama – que no tenía piernas, sino dos hilos... que le colgaban del culo – Doña patrocinio Belda de Morales.
- El Anhídrido Antimonioso (?), cuyo apodo alusivo a la miopía de un profe motejado se explicaba a través de su fórmula química: Sb2O3, o sea, ese ve dos o tres (¿cabe más ingenio?); y ello por el grosor del cristal de sus gafas, que hacían suponer una miopía más que severa.
-  Julio Antonio Beberide García, hijo de marino mercante, que también dibujaba pizarras de mucha valía y que nos hacía ganar campeonatos entre las clases, en la Navidad.
- Don Luis Muñoz Cobo, quién después de oír algún disparate de los de agarrarse a la mesa, le daba caritativo relieve al comentario – para vergüenza de su autor - diciendo festivamente: “Bárbaros al frente...”, a lo que Baides respondía invariablemente: “...A la orden mi teniente”. Y todos tan contentos.
- Los Jefes de Clase, compañeros coetáneos que, por designación del profesor, cuidaban en su ausencia de que se cumpliera la ley. Tenían la facultad de “apuntar” al díscolo o transgresor; y cuando el delincuente reincidía, o le echaba un pulso al Jefe, era “apuntado con admiraciones” (¡ = falta de cierta importancia o reincidencia en la leve; ¡¡ = mal, muy mal; ¡¡¡ = negativa a la conversión o al arrepentimiento). Creo que en la Institución Libre de Enseñanza (madre parcial de nuestra educación a través de muchos de nuestros maestros) se les llamaba “afiz” (¿alguacil?), aunque en este caso su competencia abarcaba también el orden de las cosas materiales.
- La Jefatura, un poco más suprema, de los alumnos mayores: Alejandro Nesprall Baragaño (“el de la corbata de paño”; portero que fué de los profesores, cuando Moneo no podía ya hacer palomitas en los partidos con los alumnos; un esquirol pasado al Olimpo del mando); Tesso Vilar, Jefe Mayor bondadoso, un veterano de 6º cuando nosotros circulábamos por 1º ó 2º de Bachiller; y otros muchos... Es decir, los mayores cuidaban de los pequeños.... ¡bien!. Nos acunaban, llevaban y traían como dóciles paquetitos de cuarenta unidades. En suma, eran nuestros “hermanos mayores”, (que alguno los tenía, dos, cuatro o más clases hacia arriba) y no había más remedio que reconocer que nos llevaban sólo dos pasos de ventaja, pero, eso sí, enormes. Y como en esos tiempos la antigüedad era un grado, era ocioso discutir o quejarse.
-  Gabaldón, un hombre con gabardina, personaje difícil de clasificar: sucedáneo/sor de D. Antonio Magariños, que administraba su poder por delegación y que nunca llegó a ser.... de confianza (por favor, sucedáneos no). Y después los Cuidadores (Sr. Real y otros que, cuando D. Antonio empezó a estar más fatigado, hicieron su aparición), que tenían atribuido su poder sobre bases nuevas (¡ay, incipiente democracia!), posiblemente necesarias, pero que hacían añorar la confianza en la entrega y el esfuerzo de su predecesor, la emoción y la sensibilidad en el ejercicio de la auténtica autoridad, la que convencía y, pese a muchos, sigue convenciendo, la que no cede a favoritismos. Es decir, que tenía un tufo a liberal bastante agradable.
- El teatro del Ramiro que, para las grandes ocasiones, acogía a todos (los profesores, por favor, de pie), como eran las entregas anuales de los premios de la Caja de Ahorros, a los alumnos que se distinguían por su capacidad de ahorro, evidenciada por su cartilla. Alguien, entre el público poco ahorrador, preguntaba sin respeto ni modales: “¿de dónde sacará éste el dinero? Seguro que se lo dan sus padres y así no tiene mérito. Además, se convertirá en un tacaño, seguro, con tanto ahorrar...” O a lo mejor se convertiría, andando el tiempo, en Presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas: César Nombela Cano, no era deportista, ni famoso en ese tiempo, nada más que por su “ahorratividad anual”. Pero qué cabrones éramos a veces... Desde luego, leer el futuro ha sido siempre muy difícil, está claro.
-  También, otra vez, el Teatro - he olvidado decir que su nombre genuino era nada menos que Salón de Actos -, nos permitía recordar, los sábados por la tarde, las películas estrenadas sólo unos años antes; eso sí, lógicamente precedidas por el NO –DO y el IMÁGENES, que era el periódico y el magazine de entonces, para los que no trabajaban este material informativo. Acomodador: ¡¡Chupito!! Con su linterna y su andar sugerentemente ondulante arrastrado los pies; rodillas permanentemente dobladas, algo de chepilla; faldón colgante de la chaqueta llena de brillos y de años; una colilla apagada en la comisura; y las manos, al menos una, siempre en los bolsillos, a lo mejor para evitar que le salieran huyendo los pantalones. Toda una imagen gallarda que también le valió el apodo de Ben – Hur; ¿Charlton Heston?. No, Ben – ito Hur – tado, que así se llamaba de verdad el hombre.
La leche en polvo SAM, desleída y muy caliente, que degustábamos a vaso por cabeza un día a la semana, agrupados por clases; ayuda americana para fortalecer nuestra dieta; todo por gentileza de Ike (quiero decir Eisenhower, perdón por la familiaridad) o de Mr. Marshall (Don Bienvenido)...;nosotros nunca supimos quién era el donante, pero daba una cierta sensación de ayuda no pedida y nunca bien explicada y que nos enseñó, eso es verdad, que existían otras leches... (Sic).
Ah! El termómetro de papel del Domund, - venga, a ver si este año les ganamos a los del B, llegando antes a las cien pelas de recaudación - que se marcaba con el lápiz bicolor rojo – azul. Esta era la recaudación estática, distinta de la ambulante, que se hacía con unas huchas representando cabezas de negritos, indios, pieles rojas, chinos... Iban cerradas con un tapón de corcho en la base y preservadas de cualquier apertura con una banda de papel pegada en la que se estampaba un sello de tampón que garantizaba la inviolabilidad de las donaciones. Realmente, costaba imaginar que las monedas recaudadas pudiera valer más que esas huchas todo – lujo. Pero la ilusión era llenarlas y ahí estaba la tentación de abrirlas para poder contar lo que llevabas recaudado, aunque en honor a la verdad nunca incurrimos, salvo accidente en el delito de fractura de precinto. Bueno, parece ser que se competía por ver quién ayudaba más.
-  (NOTA: A propósito de los lápices, para tener bien finos los bicolor, y además los otros, era imprescindible contar con un lujoso sacapuntas mecánico, con su manivela, adquirido mediante recaudación entre los alumnos usuarios. Ahí empecé a aprender lo que era la sutileza de la propiedad compartida, de forma que la cosa era de todos y tuya, pero no tanto, o sea de aquella manera, y que podías usarla pero siempre con moderación; sobre todo porque un exceso de emoción sacando punta, o una leve distracción, dejaba reducido el lapicero a una exigua porción, un exlapicero, vamos).

Fichas Personales

Hasta hoy se han recibido tres fichas de datos personales, las de Moncho Alba, José Luis Cerdán y Kurt Schleicher. Según profetizaban los pesimistas, cada formato es de su padre y de su madre. De ahí que sea imposible normalizar, de modo que, por ahora, se cuelgan tal y como vienen, con las únicas modificaciones impuestas por Blogger en cuanto a formatos y cosas así, Se cuelgan en orden alfabético (no en orden de llegada), en una página denominada 'Nuestras Fichas Personales' (primer cajetín de la derecha).

A estas alturas no hay la menor esperanza de que nos volvamos disciplinados, ni de que nos sometamos a un formato rígido, y hasta posiblemente de tener la paciencia de que nos leamos las instrucciones o normas de uso. Partiendo de ahí, que cada cual escriba como le dé la gana y ponga lo que le apetezca, si es que quiere que sus datos figuren ahí. Para unos será una mera enunciación de nombre, teléfono, mail y tiempo en el Ramiro, y para otros un CV más o menos exhaustivo. Pues bueno. Todo vale y todo será 'colgado'. De momento, en una página de longitud indefinida. Si el número de 'fichas' llegase a ser desmesurado se buscarían otras soluciones, como un 'blog auxiliar'.

Se ruega a los autores que revisen los datos una vez publicados. Es porque en no pocos casos ha sido necesario reescribirlos, y siempre puede haber errores.

10 octubre 2012

Primeras Páginas

El blog auxiliar Primeras Páginas ya está habilitado y en servicio. El primer original es de Miguel Ángel Morcillo. Mirad en la columna de la derecha, hacia el final.

Fotos de la cena del 28 de septiembre de 2012

Las fotos ya están colgadas, cuando menos las enviadas por Manolo Rincón, Rafael García-Fojeda y Kurt Schleicher. Algunas de las de Kurt podrían hacer pensar que se tomaron en un lugar muy soleado, pero no: son todas de la Buganvilla (o eso jura él).

Los primeros planos lucen casi todos ellos los nombres de las víctimas. Es una cortesía de Kurt que le ha debido llevar horas, lo cual es de suponer que todos se lo agradecemos, pese a lo feos que nos ha sacado. Muchas gracias, de todos modos.

Las encontraréis en una página fija, las que se direccionan desde el primer cajetín en la columna de la derecha (en el último lugar).

03 octubre 2012

Primeras Páginas, por Los del Ramiro



 Os anunciamos la próxima disponibilidad del blog auxiliar 'Primeras Páginas' (el séptimo de los que tenemos). Lo podréis encontrar en la última posición de la columna de la derecha. Su objeto es facilitar a los aficionados a escribir, aunque hasta hoy no se hayan atrevido a publicar, el ver las primeras páginas de un escrito suyo colgadas en la red, donde podrán ser vistas por nuestros visitantes, que además de nosotros mismos ya van siendo unos cuantos. Hay ciertas limitaciones, como en todo. Son las siguientes:

-Ha de ser obra original nuestra. No vale proponer la de un tercero.

-El autor estará identificado. Los seudónimos no valen.

-Si la obra ya está publicada (en papel o en la red), que no sea a cambio de una compensación económica (de ser así, y si en su día surgiese un problema con un editor enfadado, la responsabilidad íntegra será del autor, en ningún caso nuestra).

-La extensión de las 'primeras páginas' colgadas aquí no deberá superar las mil palabras (más o menos, unas cinco páginas a simple espacio, 'font' de 12 puntos).

-Es probable que quienes lean las 'primeras páginas' quieran saber cómo acaba la historia. A ese fin se deberá incluir, al final del texto, la dirección del blog personal (o página personal) donde se haya colgado la historia completa, o al menos una dirección e-mail a la que escribir al autor para pedirle el .pdf de la obra.

-En principio este 'blog auxiliar' es sólo para nosotros, los de la promoción 64 del Ramiro de Maeztu, aunque no hay nada en contra de que cualquiera que tenga con nosotros algún vínculo, familiar o de amistad, pueda también colgar aquí sus 'primeras páginas'.

-Para nosotros no hay limitación en cuanto a los textos a colgar. Los antiguos alumnos del 64 podemos aquí poner lo que se nos ocurra, sin restricciones políticas ni morales (salvo que atenten contra alguna ley, lo que probablemente nunca será el caso, pues por algo somos personas de orden). No se garantiza que tengamos la misma generosidad cuando quien nos pida colgar algo no esté en la lista de Vicente.

-El procedimiento de enviarnos un texto será el usual: un documento .doc adjunto a un e-mail. No se aceptarán .pdf's, porque no hay forma de colgarlos. Tampoco más de un número razonable de ilustraciones, y aún así deberán enviarse por separado, no embebidas en el texto.

-Por último, todo lo que se envía deberá ser 'ficción' (prosa, drama -incluyendo guiones- o poesía). Para los textos de 'no ficción' ya están los otros 'blogs auxiliares'.

Si alguien se anima que vaya enviando su .doc. En cuanto nos llegue habilitaremos el 'blog auxiliar'.

Fotos de la cena del 28.9.12, por Los del Ramiro

En la lista de páginas del blog podéis encontrar las once primeras fotos de la cena, enviadas amablemente por Manolo Rincón. Sería bueno añadir los nombres de los que aparecen en ellas, pero no he sido capaz de hacerlo porque a unos cuantos no los conozco y a otros no los reconozco. Si alguien se atreve, a todas o al menos alguna, lo único que le pido es que no deje ningún nombre en blanco o en X, que identifique la foto (del 1 al 11), y que mande los nombres por e-mail a 1108dos@gmail.com; en cuanto me lleguen los añadiré en concepto de 'pie de foto'. Gracias a los que se animen.

Alfonso