14 enero 2014

ESTATUA DE FRANCO


La estatua de Franco en el Ramiro, por Paco Acosta

 

¿Cuántas veces habremos pasado junto a esa estatua?. Entonces decíamos “la estatua del caudillo”, “la plaza del caudillo”… Y cuando bajábamos, desfilando, desde el campo de fútbol lo primero que veíamos eran los ollares y belfos de aquel imponente y hermoso caballo, que parecía nos miraba sereno… No recuerdo bien si pasábamos por la derecha o por la izquierda,… Posiblemente por la izquierda, según se bajaba, pues se decía aquello de vista a la derecha ¡ar!.... Eso sí creo que, incluso los gastadores con sus complicadas evoluciones, todos íbamos ajenos a aquella figura inmóvil que desde allí arriba nos ignoraba altanero mientras perpetuamente miraba al frente.


Es bastante conocido que esa estatua fue obra de un destacado escultor navarro -discípulo de Benlliure-, Fructuoso Orduna Lafuente (1893-1973), que también fue el autor de las otras esculturas que disfrutábamos en el Ramiro (el Discóbolo, la estatua de Minerva y los seis atletas desnudos de corte griego -esculturas en piedra que representaban a Pelotari, Arquero, Lanzador de peso, Remero, Hondero y otro que no recuerdo- que por aquel entonces flanqueaban la tribuna del campo de fútbol). Lo que quizás no conozcáis es que Fructuoso Orduna era tío político de nuestro compañero Searle…

 

La estatua ecuestre fue encargada en 1941 por el entonces Ministro de Educación Nacional, José Ibáñez Martín, y fue colocada allí donde nosotros la conocimos, frente a la entrada de Instituto, en 1942. Al menos así constaba en una inscripción, en latín, grabada en la base donde se apoyaban las cuatro patas del caballo). La escultura, realizada en bronce, caballo y jinete, tiene una altura de 3 metros, y pesa 1.300 Kg. Va situada sobre un bloque de granito que le sirve de pedestal de 1,5 metros de altura, y como recordaréis todos tenía grabado un párrafo en latín, de cuya traducción transcribo solo una parte “el vencedor avanza en su caballo”… Pero, ¡si el caballo estaba inmóvil!.

 

Lo que no creo sea tan conocido es que esa escultura ecuestre, la “nuestra”, la del Ramiro, fue la primera estatua que se realizó de Franco subido en un caballo. Luego seguirían otras, de otros artistas. Sirva como ejemplo la que estuvo situada en la Plaza de San Juan de la Cruz, frente a los Nuevos Ministerios, y de la que un ignorante se ha atrevido a escribir en Internet: “Esa estatua, a saber, estaba situada, antes de su instalación frente a los Nuevos Ministerios, en el Instituto Ramiro de Maeztu, en Madrid, y todos los días, formados por clases, desfilábamos ante ella los alumnos. Historia”. Pues si la historia se escribe así…. Lo lamentable es que el que eso escribe también pasó por las mismas aulas que nosotros.

 

Lo que, me da la impresión, es menos conocido es que, antes de ubicarla allí, la estatua del Caudillo a caballo, la nuestra, la del Ramiro, estuvo expuesta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. He encontrado unas fotos de esa exposición, que sirvieron para ilustrar un artículo de la Revista Nacional de Educación (nº 18, 1942, Madrid) titulado “Una estatua ecuestre del Caudillo”. De ese artículo no me resisto a incluir aquí su resumen, por lo “enjundioso”:


 
Y no menos fondo propagandístico tiene el artículo en sí, cuyo autor no se menciona en la revista, …

 








 

 

¿Qué os parece?. No me digáis que no es un verdadero “hallazgo”. Y además con las dos fotos… Creo que éstas merecen pasar a nuestra Galería fotográfica del lejano ayer.

 

La noticia de la exposición de la escultura ecuestre de Franco en el Círculo de Bellas Artes tuvo también su reflejo en la prensa. De la hemeroteca de ABC he sacado este artículo del que podemos obtener unos datos hasta ahora no comentados. El bronce con el que se fundió la escultura fue donado por el Ministerio del Ejército. Fructuoso Orduna utilizó como modelo, naturalmente de la montura, el caballo que más utilizaba Franco, de nombre “Imperio”.

 

Y como podréis ver, el redactor del artículo debió darse cuenta de la discordancia entre la quietud del caballo y el “avance” expresado en los latines del pedestal, y discretamente suprimió la mención al movimiento…. El movimiento era entonces mucho movimiento….

 

 

 

Tampoco me resisto a “colocaros” otro corte. Este se encuentra en el libro Historia de la literatura fascista española, vol 2 (Ed. Akal, 2008), de Julio Rodríguez-Puértolas, que entresaca párrafos de un artículo aparecido en el diario Ya en 1942, con motivo de la instalación de esta escultura en el Ramiro.

 

 

 

Acerca de el párrafo del periódico Ya, sin comentarios. Sin embargo, el autor del libro, no fue lo suficientemente cuidadoso, y a quien menciona como redactor del párrafo referido, -Antonio Ortiz Muñoz (1906-1968), que fue periodista del diario Ya desde 1935-, le asignó las fechas de nacimiento y defunción de D. Luis Ortiz Muñoz –nuestro director-, así como su cátedra de Griego…  No se puede uno fiar ni de lo que se recoge en los libros….

 

Y siguiendo con esto de las confusiones, también he encontrado informaciones distintas concernientes a lo que pasó con la escultura, una vez que fue desmontada y retirada del Ramiro en 1987.

 

En 1992, en un artículo de El País (22/11/92) y con respecto a “el caballo del Ramiro” se hace la pregunta “¿Cuál es el paradero actual de esta pieza escultórica?” para acto seguido indicar “se desconoce”. Achaca el desmantelamiento de la estatua a la dirección del Instituto, que preparó “una reordenación de sus calles interiores, oficialmente por problemas de tráfico con los coches y sus miles de alumnos, y decidió quitar la estatua porque estorbaba”. E indica el periodista, que a la directora actual del Ramiro (la de 1992) le habían trasmitido sus colaboradores que “la estatua se entregó ese verano a la Confederación de ex-combatientes para que la colocase en un colegio mayor militar”…. Sin embargo, a continuación dice que “el vicepresidente nacional de la confederación niega esta versión”, aunque sí acepta que la pidieron y que tenían preparado un sitio para ella. Y concluye que decidieron “llevársela, naturalmente una noche, a un almacén del Ayuntamiento donde la trocearon con un soplete”.

 

El periodista de El País, cuando ya se habían borrado casi todas las huellas existentes en la vía pública del anterior jefe del estado, trata únicamente el tema de la propiedad estos “recuerdos”. Y por tanto ni le interesa indagar sobre la ubicación en ese momento de la estatua (se limita a citar la suposición de su troceado y despiece), ni ahonda en la fuerte polémica vivida en la sociedad española respecto a la retirada de estas imágenes. Por una parte menciona la versión de la reordenación viaria del recinto del Instituto, como motivo para la retirada de la estatua de Franco. Pero también indica que, la estatua del Ramiro sirvió “en los últimos años de la dictadura y los primeros de la democracia como morboso blanco de las iras escolares. El caballo se pintaba regularmente de verdes colores de protesta, la semblanza (sic) del general recibía huevazos ante la irrupción de cualquier conflicto y la comisura de sus labios soportaba entonces durante semanas cigarros sujetados con chicles.

 

No quiero entrar en polémicas, ni quisiera que vosotros os enzarcéis en lo mismo. Lo pasado, pasado está.

 

No obstante, os presento aquí esta foto que acompaña a una información -que he encontrado en www.europeana.eu- fechada en Madrid el 22/11/1977, donde tras el escueto y telegráfico título “Incidentes estatua Franco” señala que “un grupo de bomberos procede a la colocación de la estatua ecuestre del anterior jefe del estado, Francisco Franco, tras los incidentes de la pasada madrugada en los que unos jóvenes del Instituto «Ramiro de Maeztu» bajaron el pedestal en la que se encontraba”. Muy fuerte eso de que los alumnos la bajaron del pedestal…

 

 

 

Me parece que los alumnos bajarla, lo que se dice bajarla, no se “atrevieron” (en vista de los 1300 Kg que pesaba), y si la hubieran derribado, lo que resulta más frecuente en este tipo de rebeliones populares, habría sufrido bastantes desperfectos, que no se observan en la fotografía. Más me inclino a pensar que lo que están haciendo los bomberos, con esas mangueras que se entreven, es limpiar la estatua tras los incidentes que se mencionan. Y para hacerlo meticulosamente resultó más simple el bajarla previamente del pedestal.

 

Hay también otra versión respecto a su “oculto” paradero, para mí más rigurosa y aceptable. Jesús de Andrés Sanz, de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNED, y director del proyecto de investigación “Memoria histórica y simbología urbana: La memoria histórica del franquismo a través de las estatuas de Franco” (2003-05), afirma que “la estatua ecuestre del Ramiro de Maeztu fue trasladada a mediados de los años ochenta a la Academia de Infantería, en Toledo, donde está expuesta en su avenida principal”. Y así debió ser pues en 2006, en un artículo de ABC (11/9/2006) se recoge la noticia “El director de la Academia de Infantería de Toledo” “asegura que no ha recibido ninguna orden del Ministerio de Defensa para retirar la estatua ecuestre de Francisco Franco de este recinto militar pero que si así fuera se cumplirá”. Y afirma que “está colocada en un lateral de la amplia explanada de la fachada principal del edificio”. Y para que no quepan dudas respecto a qué escultura se trata, indica que “realizada en bronce en 1942 y de tamaño menor al natural, estuvo colocada en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid hasta que a mediados de los ochenta fue trasladada a la Academia de Infantería de Toledo, donde Franco realizó sus estudios castrenses en 1907”. En 2008, en el suplemento Crónica de El Mundo (21/12/2008), se indica, respecto a las estatuas ecuestres de Franco “una de las dos de Madrid, la que estaba en el Instituto Ramiro de Maeztu, se trasladó en 1987 a la Academia de Toledo, donde aún sigue”. Por tanto si no la han vuelto a trasladar, debe continuar allí….

 


Y para terminar os dejo otra “perla” en cuanto a confusiones. Buscando información sobre la estatua de Franco, la “nuestra”, la del Ramiro, la de Fructuoso Orduna, he llegado a una Tesis Doctoral de la Universidad de Salamanca, del 2009, en la que se menciona, no una sino varias veces, que el autor de las estatuas que existían en el Ramiro, y específicamente la ecuestre de Franco, es “Juan Orduna” o “Juan de Orduna”, (cuando lo escribió, imagino que estaría pensando en Juan de Orduña, el conocido cineasta) como podréis comprobar leyendo la página que incluyo a continuación:

 

 

¡Como está la Universidad! ¡Tampoco te puedes fiar ni de una tesis doctoral!. ¡Y resultaría “cum laude”…..! Y aunque lo he dudado bastante, aquí van los nombres de los responsables. En ese caso además del pecado hay que decir el “nombre de los pecadores”

 

 

 

Eso sí, en la tesis (de 753 páginas) el Instituto Ramiro de Maeztu se menciona unas cuantas veces, pues el “protagonista”, Jose Mª Valverde Pacheco (1926-1996 –poeta, ensayista, crítico literario, historiador de las ideas, traductor y Catedrático de Ética en la Universidad de Barcelona, plaza de la que renuncia para marchar a Estados Unidos y regresar después de 10 años; intelectual de izquierdas y simpatizante de los movimientos revolucionarios e izquierdistas- estudió en el Ramiro allá por los años 40, y esto le ha servido al doctorando para incluir “de paso” siete páginas dedicadas a “los años del Maeztu”…. en las que incluso se permite indicar el horario de clases….

 

Cuando, Dios quiera que sea dentro de mucho tiempo, a algún compañero de la promoción le dediquen una Tesis, el doctorando podrá tener, solo con lo recogido en el blog, material suficiente para rellenar no siete páginas, sino tropecientas, e ¡incluso con fotos…..!

13 comentarios:

  1. Se ve que conservas intactas tus dotes de investigador, o por lo menos de “rastreador”, Paco… Muy buen artículo.
    Me lo he leído de un tirón (confieso que los anexos no todos) y me he encontrado con muchas cosas de las que no tenía ni idea, como lo de que estuviera expuesta anteriormente en el Círculo de Bellas Artes y que fuese la primera que se hizo con Franco a caballo. O sea, ¡hemos estado desfilando varios años por delante de una primicia!

    Al final, con respecto a su destino en la Academia de Infantería, mencionas que “aún debe seguir allí” referenciando un suelto de 2008, y que debería estar en un lateral de la explanada frontal; ya me ha picado al asunto y acabo de entrar en internet.
    Lo primero que me encontré es con una foto tomada desde la explanada frontal enfocando hacia el monte de enfrente en la que se puede ver la estatua en ése lugar, efectivamente, y que es la misma estatua (no puedo insertar la foto en estos comentarios).
    Lo siguiente que hice fue entrar en Google Earth maximizando el lugar… y allí no había ni rastro. La actualización de GE es de 2013.
    Seguí buscando y me encontré con una noticia de “La Atalaya Informativa” (debe ser de Toledo) fechada el 23 de Mayo de 2010, que cita textualmente:
    “CHACÓN OBLIGA A LA ACADEMIA DE INFANTERÍA A RETIRAR LAS ESTATUAS DEDICADAS A FRANCO Y MOSCARDÓ….. la estatua ecuestre del General Francisco Franco. Ya no está. La retiraron el pasado jueves 20 de Mayo en un cajón de madera. Estaba custodiada por un soldado que hacía de plantón y por algún Oficial en los alrededores. En todo momento impidieron que se hicieran fotos. ……”

    Si es así, como parece, ¿dónde está ahora? Por lo que encontré en cuanto al destino de los monumentos retirados, cito: “Los retirados, según su naturaleza, se han trasladado a depósitos y museos” . En otro lugar menciona que “se la llevaron a un almacén” y también afirma “En ningún caso, los expertos han planteado la destrucción de los elementos franquistas”

    En resumen, lo último que se sabe es que se la llevaron de la Academia el 20 de Mayo de 2010 con destino desconocido y que no debiera estar destruida, si lo anterior es cierto.

    En fin, si alguien está interesado en el misterio, pues ya puede recoger el hilo y tirar del ovillo…


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    1. Aclaración: la última foto conocida de la estatua en la Academia de Infantería que menciono más arriba se ha incorporado ya directamente al texto

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    2. La estatua a tres patas de la plaza entonces del "Caudillo" en Valencia, se trasladó en los 80 al claustro moderno del Convento de Santo Domingo, sede de la Capitanía General. Con Carme Chacón debió de seguir la misma suerte que la de la Academia de Infantería, incluso la Capitanía creo que ha perdido el rango de Capitanía.

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  2. Muy interesante
    La ortodoxia en las estatuas ecuestres dice:
    1. Si está dedicada a un personaje vivo, caballo con las cuatro patas en el suelo. Don Fructuoso tenía razón y no la inscripción.
    2. Si está dedicada a un personaje que ha muerto en la cama, caballo a tres patas. Caso de la que estuvo en en la plaza del Ayuntamiento de Valencia desde mucho antes que muriera el jinete.
    3. Si está dedicada a un personaje que ha muerto en acción de guerra, caballo a dos patas. Caso de la del CId en las Gran Vías de Valencia, realizada por Anna Hyatt Huntington que también realizó la de la antorcha de la Facultad de Medicina de la Complutense y una réplica en la Avda. de Cataluña de Valencia.
    Los entendidos dicen que la mejor traducción de todos los tiempos del "Ulises" de Joyce es la realizada por Jose Mª Valverde que fue compañero de mi hermano mayor Andrés.

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  3. Se me olvidaba:
    Supongo que confundiría a los hermanos Ortiz. En la puerta derecha del internado del Generalísimo vivía un hermano de D. Luis con su familia. Uno de los hijos es Luis Ortiz compañero de Gunnila von Bismark y otra Reyes que iba rompiendo corazones entre todos nosotros y creo que acabó casándose con un cuidador.
    La erección de varias toneladas debió ser de record.

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    1. Efectivamente hay cierta confusión, pues ni menciona que Luis era el director del Ramiro, se lía con el latín y el griego y lo único que está bien son las fechas 1905-1975, pero no del Ortiz a quien se las asigna. Como dice Paco, cuando los periodistas se meten en detalles, parece que "todo vale". Incluso en internet hay lío de fotos entre ambos hermanos.
      La verdad que la familia Ortiz era muy numerosa, efectivamente. Nuestro compañero Juan Miguel Ortiz Blasco tambiés es de la familia. El cuidador que mencionas era bien conocido entre nosotros y de buen recuerdo (le referencio en mi artículo de "Incunable de la excursión a Granada", donde vino junto con el P. Gabino); creo que partió de él la propuesta de visitar a las gitanillas en la Zambra que probablemente ya sea inolvidable para nosotros y encima nos invitó -todo un detalle, pues éramos muchos- un par de veces a sendas rondas de chatos de vino. Me figuro que se llevaría después alguna reprimenda privada eclesiástica...

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    2. Muy documentado si señor. Estos artículos son los que el blog demanda. Orduna fué en efecto un escultor navarro que hizo varios trabajos en el Instituto.

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  4. Estimados "mayores":
    Así me dirijo a vosotros que me (nos) precedisteis en el fantástico tránsito por el Ramiro, puesto que llegué al "Insti" en 1967 (y mis hermanos en 1968,1969 y 1970 respectivamente, llegando a permanecer los 4 juntos hasta 1974).
    Aunque no coincidimos físicamente con vosotros, muchas de vuestras vivencias y comentarios han sido experimentados y vividos de un modo casi paralelo, puesto que llegué a conocer a los Profesores de la "Prepa": Mendo, Cea, D. Vicente, Corral -y Sra.-, Moneo, D. Marcelino, etc. y en el Instituto: Pavía, Navarro, Acedo, Alvira, Burgos, Viguera, Calero, al P. Gabino y, lógicamente al Padre Mindán.
    Pero en relación a este artículo quiero aportar que la estatua de Franco sufrió distintos intentos de cambio de coloración -más o menos duraderos-, pero además con nocturnidad y, probablemente arrastrando desde un automóvil, fue derribada (no recuerdo las fechas, pero imagino que a finales de los 80 o principios de los 90) aunque se volvió a colocar en el pedestal (puede efectivamente ser la foto de los bomberos que ilustra la aportación de Paco Acosta, ya que como se ve está a nivel de suelo junto al pedestal). En cuanto a los daños que sufrió por esta precipitación, aunque el bronce debía ser extraordinario, sí quedó afectada la región cervical de modo que parecía que Franco había sufrido un ataque agudo de Tortícolis (eso sí, no me preguntéis si quedó mirando a la derecha o a la izquierda).
    En cuanto a la Tesis, mejor corramos un tupido velo......
    Insisto en mi deleite con vuestras aportaciones.
    Antonio Álvarez

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    1. ... y a nosotros nos encanta que lo pases bien y disfrutes con su lectura, querido "joven"; es lo que se pretende. Y muchas gracias por los comentarios, que siempre son bienvenidos.
      No he visto en la foto en la Academia señales de la tortícolis, pero me ha dado la sensación que tras tanto trasiego y cambios de "color" habidos, el aspecto parece algo más envejecido...

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  5. Vaya!, así es que este es el escultor de las 6 figuras atléticas colocadas de tal forma, que la calle de Vitruvio era conocida como "la calle de los culos". Creo que más tarde, las esculturas se juntaron todas en otro emplazamiento.

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    1. Gracias Kurt por tu recibimiento y por lo de "joven".
      Las esculturas atleticas están hoy en la esquina de Jorge Manrique junto a una de las entradas al patio (el antiguo campo de fútbol) y al Polideportivo. No obstante están cubiertas por una lona verde de obra. No sé si habrán sufrido daños con las recientes obras del gimnasio nuevo.
      Antonio

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  6. Hola, por si os interesa, yo recuerdo perfectamente como ataron una soga al cuello de la estatua de Franco del Ramiro la ataron a un coche (un R5 creo recordar) y la tiraron al suelo, los bombero la volvieron a subir pero Franco ya tenia la cabeza ladeada del golpe....

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  7. joseluisposada@yahoo.es5 de abril de 2020, 12:59

    Por si os interesa, hay otra situación "chusca" relacionada con la famosa estatua: en la primavera de 1969, los de Preu de Letras sacamos únicamente dos números de la revista "Candil", en uno de ellos, nuestro compañero Federico Volpini incluyó un chiste en la que estaba la peana de la escultura, pero no ésta, con el comentario "es que ahora les da por llevarse las cosas a casa", lo que motivó un fenomenal cabreo por parte de Don Tomás Alvira y la retirada de todos los ejemplares. Para los que os acordéis, soy Rusqui (el apodo se lo debo a José Ramón Fernández Naves)

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