02 marzo 2020

AULA 64 Nº31, 24 de febrero de 2020



“El Lazo Constitucional. Explicaciónde una propuesta como símbolo político”


Ponente: Nicolás Pérez-Serrano Jáuregui


Por: Kurt Schleicher


   Creo que es la primera vez que nos encontramos con un señor ponente que es a la vez el autor y creador de una propuesta que nos atañe a todos mediante un símbolo integrador de los españoles.
   La creación de nuestro querido Nicolás ya ha sido recogida en el Registro de la Propiedad Intelectual; curiosamente, tuvo que superar algunas dificultades dada su peculiar entidad.



   ¿Cómo y por qué surgió esta idea? Remitiéndome a la felicitación de Navidad que nos mandó, se podría decir que tiene un carácter cabalístico a partir de dos años en los que se repiten números por parejas; por una parte, el 1212, año cercano al final de la Reconquista en el que se unieron los reyes de nuestra piel de toro para forjar la configuración definitiva de la Nación con una clara intención integradora, y por otra el cabalísticamente similar del 2020 que acabamos de iniciar. ¿Por qué no denominarlo “el año del Lazo Constitucional”? Esta es de hecho la propuesta que nos hace Nicolás, dándole la debida forma. Nos encontramos en la actualidad, ocho siglos más tarde, con 19 símbolos territoriales correspondientes a las 17 Comunidades y las dos Ciudades Autónomas que están todas bajo el manto de nuestra Bandera Nacional y coronadas por una corona –valga la redundancia− como Monarquía Parlamentaria que somos, además de mostrar la pertenencia a dos organizaciones a nivel mundial como son la UE y la ONU. Con todo esto, Nicolás ha pergeñado un lazo en el que se han considerado a todas las Comunidades por igual, de manera que ningún español se sienta excluido ni menoscabado frente a los demás y con el que se podrían generar sinergias integradoras en lugar de los afanes independentistas que últimamente flotan a nuestro alrededor.




   Hoy en día nos encontramos con un estado descentralizado y unos españolitos con pocas ínfulas integradoras y una gran desidia, como si sintieran vergüenza de ser españoles y de estar amparados por una Constitución. Si los franceses son chauvinistas por naturaleza, los españoles deben tener en sus genes algo que les hace “anti-chauvinistas”; se olvidan o hasta se pisotean hechos históricos de España de los que debiéramos mostrarnos orgullosos. Esa tendencia se ha intensificado en los últimos años; no vendría mal contar con un cierto revulsivo y el lazo podría constituir (nunca mejor dicho) una manera de ayudar a ello.

   Nicolás nos cita tres ejes de comportamiento:
1: Ciudadanía <> Esencialismo.
2: Unidad <> Diversidad.
3: Énfasis pasado <> futuro y pesimismo <> optimismo.

  Nos encontramos con 19 Estatutos de Autonomía. A Nicolás se le ha ocurrido contabilizar las veces que aparece el vocablo “España” en cada uno de ellos y el resultado  es bastante dispar: desde las 18 veces que se menciona en Andalucía hasta las “cero veces” en el caso del País Vasco. Será que España es “innombrable”, mientras que Estado sí lo es, nos comenta.
  Otra observación: ¿Tendrá algo que ver que el vocablo “España” se encuentre en el diccionario de la RAE entre otros dos tan feos como “espantoso” y “esparadrapo”? ¡Ay!
  Sin embargo, por otro lado, el diccionario de Muntaner, que nos recomienda Nicolás, dedica nada menos que 52 páginas al estudio de España…

  También nos cita “cinco grandes formas de acercarse a España”:
1: Geográficamente, como nación que ocupa la mayor parte de la península ibérica y otras, como el tener una altitud media de 600 m., sólo superada por Suiza, …
2: Iconográficamente, a partir de varias imágenes de distinguidas “señoras”, como “Religión”, “Libertad” y “Justicia”.
3: Históricamente: desde los fenicios y cartagineses, etc. hasta nuestros días.
4: Etimológicamente: Hispania se puede haber formado de “pania+is”, “espansión” o las curiosas de los fenicios (“conejo”- por entonces debía haber muchos) o la de los cartagineses como “tierra poco poblada”
5: Políticamente: España <> Estado Español

   También nos comenta que los honores pueden tener carácter masculino o femenino, pues a los hombres ilustres se les suelen conceder cruces, mientras que a las señoras asimismo ilustres se les conceden lazos o encomiendas.

    En cuanto a la simbología, Nicolás nos hace una serie de reflexiones, como que se podría hablar de “coagulación nacional”, que “solo se habla de España cuando las cosas van mal” o que, curiosamente, “el fútbol une más a los españoles que cualquier otra cosa”. Y ya, rizando el rizo, nos comenta respecto a los orígenes que “Cataluña” viene de “godos y alanos” y “Andalucía” del alemán “Landlos”(=sin tierra).
    Nos habla también de la diferencia que existe entre “patriotismo” y “nacionalismo” incluyendo lo que es “el amor a España”. A continuación nos lee unos preciosos versos de manufactura propia, pero todo esto se me sale ya de lo que es esta reseña y váis a tener que buscarlo cuando nos llegue el texto completo de su creación.

    En la segunda parte nos presenta una gran cantidad de imágenes<>símbolos colocándoles a todas ellas el lazo constitucional y con una determinada simbología.

      Siguiendo con la misma tónica, me acerqué hoy casualmente por el edificio del Congreso y me encontré con un par de sorpresas: en una particular ventana de la última planta había aparecido otro lazo (¿por qué sería?) y alguien había colocado otro a los leones que están en la puerta, a modo de celebración (ver fotos). Caramba, caramba, ya empezamos a ver los efectos…




     A mí se me ha ocurrido que, ante todo, el lazo constitucional debiera rodear al propio Nicolás como autor y creador del mismo (ver foto), lo que me lleva a otra idea: ¿por qué no encargar la fabricación de “bufandas - lazos constitucionales” con destino a los diputados que quieran mostrar su talante constitucionalista? También podría servir para el público en general, pues aparte de dar abrigo, podrían mostrar así una adhesión simpática a la Constitución.


   Y ya puestos, tampoco le vendría mal a nuestro Ramiro proveerle de este simpático símbolo (ver fotos).



   Tras escuchar durante dos horas la magnífica disertación de Nicolás, pienso que es un lujo haber estado presente; creo que pocas personas serían capaces de bordar de esta forma un tema como éste y dar un ejemplo así de creatividad. Enhorabuena…

   Después, como es ya habitual, nos acercamos unos cuantos de los asistentes a celebrar nuestra cena en la Residencia de Estudiantes unidos por ese espíritu que no sólo no desfallece, sino que se incrementa con el tiempo… Y que dure…

   KS, 29 de febrero de 2020









10 comentarios:

  1. Patriotismo: amor a lo que nunca se percibe de cuerpo entero.

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    1. Pues no sé si capto el significado de tu reflexión de “un amor a lo que nunca se percibe de cuerpo entero” atribuido al patriotismo, Jose Luis; creo que al menos es discutible, empezando porque hay bastantes clases de amor, en efecto.
      Como el término “patriotismo” imagino que se refiere a un país o una nación, si no se percibe de cuerpo entero será que nos parecerá estar formado por cachitos, lo cual no deja de ser verdad, asociándolo a las diferentes comunidades. Si es así, cuantos más cachitos haya, ¿el amor aumenta o disminuye? Siempre tendremos un cierto apego, más que amor, al lugar de nuestro nacimiento o hacia el que vivimos, como una relación de pertenencia a algo: a nuestra casa, a nuestro barrio, a nuestra ciudad, a nuestra comunidad, a nuestra región, a nuestro país, a la Unión Europea, a nuestro continente y hasta a nuestro planeta, sobre todo cuando empecemos a tratar con extraterrestres. Debe ser algo similar al fútbol, pues nos entran ganas de pegar al que denigre a nuestro equipo… ¿o hay algo más?
      Hombre, los sentimientos no son los mismos para cada uno de esos casos; quizás el asociado al país sea más sublime que el de nuestra barriada o nuestro continente, pues ha habido en la historia muchas personas que han dado la vida por él; no será muy práctico, pero sí muy honroso. Dar la vida en defensa de tu barrio o de la UE frente a USA no parece ser algo habitual. En cuanto al planeta, no le debemos querer mucho, habida cuenta de cómo lo tratamos.

      En otro orden de cosas, si le damos la vuelta a tu definición, un amor bien diferente es el que sentimos por lo que percibimos de cuerpo entero; desde luego, más delicioso es, sobre todo si es guapa.

      Otro tipo de amor es el que se siente por el prójimo, que será el más sublime de todos; cada día es más raro encontrarse con alguien que lo sienta profundamente. Una pena.

      Siguiendo con el patriotismo, ¿por qué los americanos, los de USA, se llevan la mano al corazón cuando suena el himno nacional (hace años lo hacían con el sombrero, y ¡ay del que se mueva!) y en Europa no hacemos lo mismo? Como no hay himno europeo, se supone que se referirá al himno de cada país y los sentimientos no me parece que sean coincidentes para cada uno de ellos, sobre todo si nos olvidamos de tiempos pasados.

      Hombre, ahora que tenemos lazo constitucional, nos lo podríamos poner cuando suene el himno y ya no hará falta que nos llevemos la mano al corazón…

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    2. Lo de cuerpo entero, me quería referir a lo que va más allá de nuestra percepción y lo sublimamos con el patriotismo. Los nacionalismos en sí, son excluyentes.

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  2. Si magnífica fue la disertación de Nicolás, este escrito tuyo resume a las mil maravillas su contenido y tu sentir sobre el lazo que comparto al 100%. Es un auténtico lujazo y un sano orgullo tener compañeros como vosotros en la Promoción.

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  3. Chapeau!
    Es indiscutible que no te distrajiste un solo minuto. Intuyo que tras ese de veras envidiable don hay muchos años de levantar actas en Airbus.

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  4. Pues hombre, alguna que otra sí...
    Gracias!

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  5. El lazo constitucional propuesto no deja de ser un proyecto voluntarista que choca con más de 4.000.000 habitantes de la península ibérica. En estas cosas del nacionalismo es intercambiable, con un poco de imaginación, España por Euzkadi, Catalunya, Galizia o lo que haga falta

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  6. El amor desaforado por la Patria suele ser proporcional al amor que se sienta por el dinero que se saca de la Patria. Démonos un presupueto descomunal, exacerbado, y se habrán acabado las banderas. Si un lema define de un modo sublime, perfecto, la poética grandeza del patriotismo, es el que dice 'la pela es la pela'.

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  7. La idea de Nicolás la entiendo perfectamente. Otra cosa es que la sociedad actual la comprenda. En la población más joven no creo que tenga cabida. Todo eso de Constitución del 78 les suena a cosas de personas muy mayores. Eso es lo que piensan la mayoría de alumnos de 1º y 2º del Ramiro. Ni siquiera el nacionalismo ya sea español o independentista tiene mucha parroquia en estos jóvenes.

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