BALONCESTO PARA JUGADORES DE MUS, por
Vicente Ramos
Parece una jugada arriesgada comparar el baloncesto con el
mus, pero ya en el primer renglón encontramos la primera similitud. En ambos deportes
se hacen jugadas.
¿Deporte el mus? - me preguntareis - , pues si, deporte en cuanto
que ejercicio mental. Similar al ajedrez, que se juega igualmente sentado. Lo
que significa que no sé muy bien si estamos elevando el mus a la altura del
deporte, o el deporte a la altura del mus.
En cualquiera de los casos, voy a haceros unas comparaciones que me
parecen divertidas al tiempo que reveladoras (al menos eso me dicen los amigos
a los que se lo he comentado).
Yo siempre he sostenido, muy a mi pesar porque he sido pequeño y
jugaba de base, que los pivots en baloncesto son como los reyes en el mus. Si
con dos reyes puedes defender la grande, los pares y con la ayuda de las otras
dos cartas el juego, con dos pivots tienes garantías en el rebote defensivo, el
juego interior de ataque y el rebote ofensivo. Y en combinación con los otros
jugadores exteriores todas las acciones de dos contra dos, bien sea como
bloqueo y continuación ( el tan utilizado pick and roll de la actualidad) o
bien las penetraciones a canasta doblando el pase a los pivots cuando el
jugador exterior ha atraído al defensor del pivot al exigir su entrada a
canasta la ayuda del mismo.
¿Significa esto que los otros jugadores no son importantes? Pues no
estoy defendiendo tal tesis. ¿Es que no son importantes los caballos, las sotas
y asi en sentido decreciente de los números todas las cartas hasta el as? Pues
si, son muy importantes . Tan importantes como las medias de todos ellos, o las
combinaciones posibles que se puedan formar con los reyes y otros dos ellos, o
con dos parejas de ellos, tales como los duples, o un rey junto a dos caballos
y un as, etc, etc.
Cuando los entrenadores ponen en cancha a dos bases para manejar el
juego de control preciso en los minutos finales me recuerda a las jugadas que
se ganan con dos ases cuando los órdagos a chica aparecen en la mesa de juego
para intentar robar puntos o que el adversario no tenga opción de salirse al
paso con sus cartas.
Pero si bien las cartas que no son reyes ganan juegos y los
jugadores exteriores ganan partidos, la ausencia de reyes/pivots impiden a la
larga ganar partidas o campeonatos respectivamente. Por eso son tan importantes
los fichajes de los pivots en la actualidad. Aunque mucho más importante es
tener un buen equilibrio entre jugadores interiores y exteriores, del mismo
modo que un buen reparto de cartas te da opciones de envidar y querer en todos
los lances del juego.
Y finalmente el papel del entrenador. ¿Acaso no es bastante fácil
jugar cuando llevas buenas cartas o tienes un equipo netamente superior? Lo
importante será en cualquiera de los casos “jugar tus cartas” de la mejor
manera posible en virtud de los mimbres de que dispongas, tanto en una mesa de
juego como en una cancha de baloncesto.
Mi cariñoso recuerdo desde estas páginas al querido Fernando Martín, quien fuera en sus días jóvenes jugador del Estudiantes y de quien las crónicas dicen que en pareja con Juan Corbalán, El Maestro Tejada, nunca perdía una partida de mus...
Mi cariñoso recuerdo desde estas páginas al querido Fernando Martín, quien fuera en sus días jóvenes jugador del Estudiantes y de quien las crónicas dicen que en pareja con Juan Corbalán, El Maestro Tejada, nunca perdía una partida de mus...
Creo que los reyes (centers natos)han perdido importancia en el Olimpo del baloncesto (NBA)desde la aparición de Jordan. ¿Cuanto tiempo hace que no salen de la NCAA jugadores de este tipo?. Seguramente desde Pat Ewing. Ahora son clones de Jordan con tiro de tres y buen uno contra uno, los centers los buscan en el extranjero, deben medir más de 2,10 y su protagonismo es subsidiario de los jugadores exteriores (Pau Gasol subsidiario de Kobe Bryant). Bueno, sólo es una opinión de un aficionado.
ResponderEliminarSe me olvidaba, el baloncesto de ahora en relación con los tiempos pre-Jordan, es como el mus que se juega en Navarra y País Vasco (Los treses son treses y no reyes, los doses son doses y no ases) y el que se juega en Madrid.
ResponderEliminarCoincido contigo, Vicente, en la importancia de los pívots en baloncesto y en tu idea global del juego que dominas como gran jugador que fuiste. De la comparación del mus con el ajedrez deduzco que no practicas el ajedrez, un juego infinitamente más complicado y hermoso que el mus.
ResponderEliminarComo madrileño hijo de murcianos prefiero con mucho el truque al mus, con el que tiene bastantes semejanzas. Ambos son juegos con envite y juego en sí, aunque en el truque se permite farolear ampliamente sin la obligación de mostrar las cartas al final de la jugada, como en el póker.
El truque se llama truc en Valencia y Alicante, donde también se practica, en una jugada se puede decir ¡truco! y el contrario replicar ¡retruco! En Argentina y Uruguay llaman al juego truco. En Argentina es el juego nacional de cartas y lo consideran suyo, sin imaginar que procede del Levante español desde donde lo trasladaron los emigrantes a América.
Si juego al ajedrez, aunque no lo domino.
EliminarEra una boutade el artículo todo. Nada comparable con el ajedrez, casi ni el basket...
¡Nunca me lo planteé, pero comparto todas las similitudes de mus y baloncesto! Tu escrito, Vicente, sorprende en un principio, aunque engancha porque si lo empiezas a leer, tienes que acabarlo. Rafael Gª-Fojeda
ResponderEliminarNi soy experto del mus ni del baloncesto, así que poco puedo decir que añada más ciencia a este tema... Como todo en esta vida, hay un momento para cada cosa (lo llaman "momentum") y es obvio que el momentum del mus es más extenso. Vicente, tú eres buena prueba de ello, aunque me parece que te pasaste un poco jugando hasta los 60 años, época en que es más saludable jugar sentado (alternando obviamente con deportes que requieran menos brincos). Tampoco es igual un deporte de competición como el baloncesto que el mus, aunque como en todo, lo placentero es ganar, claro.
ResponderEliminarEn fin, para el baloncesto ya se me ha pasado el arroz y para el mus no tengo tiempo, así que me creeré a pies juntillas todo lo que me digas de ambos...