28 diciembre 2014

REFLEXIONES DE CORAL BAEZ EX-DIRECTORA DEL RAMIRO DE MAEZTU

Con motivo de estas fiestas, Coral Báez Otermín, anterior directora del Instituto Ramiro de Maeztu, remitió a nuestro compañero Rafael García-Fojeda, quien le había felicitado las navidades, las siguientes reflexiones que hoy publicamos para vosotros por su gran cariño y alcance.




Sobre la comida de junio, podría escribirte tantas cosas..., porque sois una promoción especial y a la que aprecio mucho. 
A través de vosotros he podido sentir el alma del Ramiro y compartir los criterios de Don Antonio, hasta me parece haber escuchado su silbato entre las paredes del instituto cuando salía por la noche y ya no quedaba ni un alma. He vivido unos años increíbles, he tenido la suerte de trabajar en "el mejor instituto" de España, y además de colaborar un poquito desde la dirección.
Me fui dejando atrás unos resultados académicos muy buenos, un equipo directivo comprometido y a muchos profesionales con gran dedicación. Aunque hay mucho que hacer, estoy muy satisfecha del trabajo realizado y ahora que ya no estoy allí, me atrevo a decirlo.
Las paredes, la escalera, las aulas, el despacho, la cantina, los cuadros, la sala de música, "el Estu" se han quedado en mi retina, pero sobre todo algunas de las personas que he tenido la suerte de conocer, permanecen en mi corazón. Habéis pasado a formar parte de mi historia porque haber compartido el Ramiro impregna de sensaciones, de conocimiento y de valores que me han ayudado a crecer un poquito más.
Siempre digo que los profesores aprendemos cada día de nuestros alumnos, y no es una frase hecha, es la realidad; y si además estos alumnos te cuentan sus vivencias en la distancia, el universo que han vivido te lo contagian. Así me parece haber conocido al Señor Muro, haber ido al internado, tomar chocolate con Petra y jugar al baloncesto en las canchas, aprender latín, economía o desfilar delante de la puerta principal, esa puerta y esas ventanas que siguen siendo las mismas... Pero, sobre todo, escucharos en el recreo, porque las voces de los niños en los patios tienen el mismo sonido en todos los países y en todos los tiempos, son el reflejo de la felicidad infantil ajena al entorno, a las dificultades y tristezas.
A través de vosotros he conocido y admirado a Magariños, a ese profesor que fue el alma mater del centro porque siempre estaba cuando se le necesitaba, aunque fuese para una regañina, (tan útiles en algunos momentos), o para acariciarte la mejilla con la mirada. Es la única vez en mi vida que he querido parecerme a alguien que no he llegado a conocer.
El legado del Ramiro es tan amplio que no cabe en un inventario, el Instituto Escuela dejó muchos valores flotando entre sus paredes, el esfuerzo, la amistad, el compañerismo, el respeto, las ganas de aprender más y sobre todo el amor que se respiraba entre las personas que creen que la educación nos hace un poco más libres, y si tenemos los "ojos abiertos", más felices.


Todos, los que hemos pasado por este instituto nos sentimos parte de esta gran familia que perdura en el tiempo. Creo que desde vuestras profesiones habéis devuelto a la sociedad ese poquito que se invirtió en vosotros, y como compañeros de aula, nos sentimos orgullosos de haber compartido ese espacio intangible, atemporal e inexorable.

¡ SOMOS DEL RAMIRO!!!

FELIZ 2015 A TODOS.

Coral Báez Otermín  

3 comentarios:

  1. Muchas gracias Rafael, y sobre todo muchas gracias CORAL por tus palabras. Es formidable ver como alumnos de tantas generaciones son partícipes de un mismo sentimiento hacia el RAMIRO. Como bien dices en tus palabras finales ¡SOMOS DEL RAMIRO!

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  2. Sorprendentes confesiones. Feliz camino profesional le deseo a Coral

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    Respuestas
    1. Pues más sorprendentes son las irregularidades de su currículum...

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