08 abril 2014

SECRETOS DEL RAMIRO Y SUS ALEDAÑOS

por Paco Acosta

Aunque no me gusta hacerme eco de habladurías, cotilleos, suposiciones no muy fundadas o contrastadas, ni rumores de similar índole, en este caso en atención a la particular credibilidad que me infunde la “divulgadora” principal de estos descubrimientos, haré, sin que sirva de precedente, de trasmisor de estos “secretos”….

Pero previamente, y para mantener un tanto más la emoción de toda intriga o misterio, os cuento algo sobre esta investigadora. Su nombre Cristina Calandre Hoenigsfeld. Es nieta del doctor Luis Calandre Ibáñez (1890-1961), eminente cardiólogo y científico republicano, que además de ser uno de los primeros residentes en la Residencia de Estudiantes (cuando empezó a funcionar, en 1910), también fue médico del Instituto Escuela, perteneció a su patronato en los años 30, y fue el último subdelegado en Madrid, hasta el final de la guerra -incluso tras su disolución “por decreto” en 1938- de la JAE (Junta para Ampliación de Estudios, antecesora del posterior CSIC), que fue a la que le adjudicaron los terrenos situados en los Altos del Hipódromo, para levantar el IE. Los hijos del doctor Calandre, asistieron todos al IE, al igual que la madre de Cristina, que por ser judía y polaca, tuvo que abandonar el Colegio Alemán y pasarse al IE.

Un inciso…, de carácter personal, con el que comprenderéis en qué fundo mi “credibilidad”. Al leer algunos escritos de Cristina Calandre, de los que he sacado los datos para este “artículo”, y ver en ellos nombrar a su abuelo, me vinieron de golpe, las numerosas veces que en casa de mis padres y abuelos, se mencionaba al “doctor Calandre”… Y es que la familia Calandre es de ascendencia murciana, más concretamente cartagenera, al igual que la parte materna de la mía… Y especificando todavía más, una hermana del doctor (el abuelo de Cristina) casó con el hermano mayor de mi madre y se convirtió, así en la que siempre he llamado la “tita Julia”… Pero no queda ahí la cosa. Otro hermano del doctor, casó con una hermana de mi padre. Así que de alguna manera, Cristina y yo, estamos doblemente emparentados…, pero la conozco únicamente por lo que leído de ella.

Pues bien, y sigo con el argumento. Cristina Calandre heredó la voluminosa biblioteca y archivo de su abuelo, y al ir catalogando los numerosos y valiosos documentos personales y oficiales con que contaba, descubrió algunos de estos asuntos -los que yo llamo aquí secretos del Ramiro- y que no son generalmente muy conocidos. Y si estas informaciones, para ella plenamente verídicas, no forman parte de la “historia oficial”, la que se ha trasmitido relativa al Instituto Escuela como antecesor del Ramiro de Maeztu, aunque solo sea por su ubicación en la Colina de los Chopos…., es porque estos secretos, se produjeron en esos tempestuosos momentos de nuestra historia, la guerra civil y la postguerra inmediata.

Cristina Calandre sostiene que “sí eran conocidos” pero que han permanecido casual y oficialmente “tapados” por los principales responsables de incluirlos en esa historia oficial….



Se asombra mi pariente Cristina de “descubrir” que bajo el edificio de la Residencia de Estudiantes, hubiese un refugio antiaéreo republicano durante la guerra, transformado luego en sala de billar para los residentes (las fotos de la Residencia que adjunto, ilustran algunos de los artículos de Cristina -en uno se puede ver aún el canalillo-, o están sacadas de 100%Residenciadigital), pero que su sorpresa fue aún mayor al encontrar documentos reveladores que en el edificio del Instituto Escuela, base del ahora Instituto Ramiro de Maeztu, hubo durante un corto tiempo, allá por 1939, una cárcel de mujeres… Cosa que, comenta ella, no había encontrado en las publicaciones y exposiciones “oficiales” organizadas por los responsables del CSIC y de la Residencia desde 1986. Y tampoco aparece en la abundante documentación publicada, libros, artículos, boletines, etc., relacionada con el Instituto Escuela, la Institución Libre de Enseñanza, el Instituto Estudio o el Ramiro de Maeztu ….




Refugio Antiaéreo
En lo que respecta al Refugio antiaéreo, situado bajo el campus del CSIC y la residencia de Estudiantes, dice Cristina que fue “construido por la República en 1937 para el Hospital de Carabineros que se situó en dicho lugar durante la Guerra española para curar de la malaria a los milicianos y que fue dirigido por mi abuelo el Dr. Calandre, que además fue el último delegado de la JAE en Madrid”, y que esto, no solo ha sido oficialmente “ocultado desde 1939, sino que ha sido en parte destruido con obras ilegales entre 1990 y el 2001 , a pesar de tener protección como Bien de Interés Cultural la mayoría de los edificios que se encuentran en la superficie”.

Al parecer existe suficiente correspondencia para afirmar que el proyecto y memoria del refugio fueron realizados por el arquitecto Don José Mª Rodríguez Garrido, que estimó su coste en 60.000 pts., y tendría capacidad para unas 200 personas. “Dicho refugio antiaéreo, llego a construirse casi en su totalidad, 162 ml, a pesar de haber tenido numerosos problemas con corrientes subterráneas de agua y con la escasez de mano de obra que (existía) para este tipo de construcciones, que dependía de la dirección de obras y fortificaciones, Ministerio de la Guerra, mientras que el Hospital de Carabineros dependía del Ministerio de Hacienda…

Cárcel de Mujeres en el edificio del Ramiro
Y una vez que me había “enganchado al hilo” a estos temas no suficientemente divulgados, he visto que Cristina Calandre se ha interesado también por el tema de la Cárcel de mujeres en el edificio del Instituto Escuela, y encontró que en libros relativos a las prisiones de mujeres se menciona el “que debido a la saturación de mujeres y sus hijos en la cárcel de Ventas”, “se produjo un traslado a unas dependencias del Instituto Escuela, antiguo colegio situado en los altos de hipódromo. Fueron instaladas en el segundo piso del edificio”. Según parece, “este emplazamiento duró pocos meses, pero como no hay documentos de ese tiempo que lo certifiquen, es difícil concretar”. Y continúa, “es irónico que se escogiera esta ubicación dada la connotación ideológica del Instituto Escuela (1918), organismo que fomentó la Institución Libre de Enseñanza (ILE) que preconizaba la renovación cultural y pedagógica…”

Sostiene mi pariente Cristina, como explicación al rápido desmantelamiento de esta prisión, que pudo deberse a dos causas. Una de ellas, porque “hubo en septiembre del año 1939 un cambio en el Ministerio de Justicia, del que dependían las cárceles: Tomas Dominguez Arévalo, Conde de Rodezno, fue sustituido por Esteban de Bilbao”. La otra es que “en el mes de  noviembre del mismo año 1939 se crea por Ley el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y comienzan a aprobarse las obras de reforma de sus edificios por parte del Ministerio de Educación”.


Pero lo de la reforma de 1939, ya forma parte de la historia conocida de nuestro Ramiro. Lo anterior son solo secretos, relacionados con nuestro Ramiro, ni suficiente ni plenamente desvelados…

4 comentarios:

  1. Esto si que es un formidable incunable; y además documentado por "la familia".
    BUENÍSIMO!!!

    ResponderEliminar
  2. Los refugios es otra de la caras ocultas de la memoria histórica (1937). El pasado domingo visite tres de los más de 200 que existen en Valencia: el del Instituto Luis Vives con capacidad para 1.000 alumnos (se quería dar continuidad al aprendizaje a pesar de las bombas), parece que fue una política general para los centros de enseñanza situados en la zona republicana. El segundo fue uno vecinal del Barrio del Carmen, este tiene dos tomas de ventilación, una al nivel de la calle y otra a través de chimeneas por si bombardeaban con gas mostaza, actualmente lo utiliza la comisión fallera de Ripalda. El último, casi familiar con retrete incluido, en una antigua fábrica de zapatos convertida en taller de la escultura Fuencisla.
    En Barcelona están abiertos varios para el público en general, el más importante es el de Montjuic. En Madrid hay uno importantísimo. el bunker de la plana mayor del general Miaja en el parque del "Capricho" de los duques de Osuna.
    La conclusión es que las Administraciones locales de Valencia y Madrid no están por la labor para que estos lugares sean conocidos por el público en general, caso contrario ha sido la de Barcelona. Lógico si tenemos en cuenta el posicionamiento de estas en relación con la Ley de Memoria Histórica

    ResponderEliminar
  3. ¿Nadie recuerda la cueva que había en el canalillo? Con dos entradas tenia forma de U y había una especie de escudo labrado en la arenisca de las paredes, era un circulo con una cruz y barras verticales, según recuerdo, además como una hornacina o nicho chiquito en el que alguna vez había un frasquito como los de penicilina de aquella época que me daba la impresión de ser utilizado como lamparilla. Algunos íbamos allí a fumar y se comentaban historias....

    Fernando Piernavieja Niembro

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estuve un par de veces. Cada vez que lo recuerdo me entra pánico. El terreno de la cueva en presencia de agua era muy propenso a que se hubiera hundido el techo y haber quedados sus visitantes "buried". Recordemos el monumental socavón que se formó en la calle Almagro cerca de la Glorieta de Alonso Martínez, allá por los 60.

      Eliminar

Escribe en el recuadro tu comentario.
NO TE OLVIDES DE FIRMAR.
¡ LOS MENSAJES ANÓNIMOS SERÁN BORRADOS !.