... Por Manolo Rincón.
El Teatro del Instituto es una
maravilla. Pensado de manera profesional cuenta con espacios para decorados,
poleas de tramoyistas y una serie de complementos impensables en 1.940 en
muchos teatros profesionales.
Pero hoy os quiero contar una
investigación que he realizado sobre la cabina de proyección, situada en el
entresuelo, desde donde se visionaban en la pantalla tantas películas que nos
amenizaron en los años en que estuvimos en el Centro.
Actualmente la parte superior del
teatro sufre un abandono, solo explicable por la falta de medios para poder
rehabilitar ese espacio. Allí se encuentra la cabina de proyección, inaccesible
por la puerta de entrada que no se puede abrir.
En la entrada al vestíbulo del teatro
hay dos proyectores grandes Philips con aspecto de no haber sido usados nunca,
aunque han sido despojados de lentes y poleas.
Me propuse investigar el por qué están
allí, algo que nadie actualmente sabe en el Instituto. Únicamente Rosa María
cree que se colocaron en los años 80 en ese emplazamiento.
Primero decidí saber cómo estaba
actualmente la cabina de proyección. Con permiso de la Dirección y con una
linterna, subí poniendo una mesa y una silla a un hueco que me permitió acceder
al interior de la cabina.
Me encontré con dos aparatos montados
para proyectar películas sin interrupción sobre la pantalla. Examinándolos con
detalle vi que eran de 35 mm., que en su día tuvieron ópticas Zeiss, hoy
desaparecidas y que estaban todos los elementos necesarios para que
funcionasen, pero ya muy deteriorados por el paso del tiempo.
Los aparatos son de la marca SUPERSOND,
modelo ERNON IV de los que luego hablaré. Tomé fotos y salí de la cabina,
dispuesto a recabar más información.
Primero pude descubrir que SUPERSOND era
una empresa que comenzó a producir aparatos de proyección sonoros antes de la
Guerra Civil, en Barcelona. Su fábrica estaba en Aribau 21 y sus oficinas en
Balmes 111. Vi que finalizada la contienda y al ser productor nacional,
prácticamente era el único suministrador de equipos de proyección para salas
comerciales de toda España. Un gran negocio en aquella época. Como el Teatro
debió de quedar terminado hacia 1.945, es casi seguro que se le equipó con la
mejor tecnología y se compraron los dos proyectores hacia esta fecha y fueron
instalados de tal forma que ahora sería muy difícil sacarlos de su ubicación.
Leyendo las Actas Económicas del Instituto de aquellos años no he podido
encontrar nada referente a la compra, por lo que esta debió de hacerla el
Ministerio directamente, dada la cuantía que debió importar. Si he encontrado
sin embargo pagos a SUPERSOND por reparaciones realizadas en los años
posteriores.
Estos proyectores son autenticas piezas
de museo y me gustaría poder restaurar la cabina con fines pedagógicos, pero
esto parece muy difícil de momento.
SUPERSOND ya ha desaparecido, tragada
por el cambio a tecnología digital, pero
sus aparatos eran magníficos para aquellos años.
Os ofrezco
alguna documentación de la época que prueba que los equipos SUPERSOND eran de
lo más avanzado, técnicamente hablando entonces. Fueron presentados en la
Exposición Internacional de Berlín de los años 30, ya que trabajaban con
tecnología Zeiss.
El equipo
nuestro tenía una lámpara de arco eléctrico como sistema de proyección y se
encontraba debidamente refrigerado por un complicado sistema de ventilación.
El modelo
se ve en la placa que sigue en el proyector:
Por último
se puede ver en la foto como están instalados para poder proyectar hacia el
patio de butacas.
La cabina
se completa con rectificadores, carretes de rebobinado, ventiladores, etc., lo
que es visible en parte en la fotografía.
Me intrigaba ahora el saber de donde
procedían los dos proyectores Philips de la entrada. Había oído a D. Pedro
Dellmans, que se encargó del cine del Instituto, que habían concedido, por
parte del Ministerio el Cinemascope al Centro. Esto era en el año 64. Por tanto
deduje que esos dos aparatos, capaces de proyectar en ese sistema fueron los
que se enviaron para sustituir a los antiguos.
En la foto se puede ver uno de los
proyectores Philips de 35 mm y con capacidad para lentes de Cinemascope
(desaparecidas).
Son mucho más modernos que los
SUPERSOND y se ve al examinarlos que no se han usado nunca, aun cuando les
falten elementos.
Sin embargo dado su gran tamaño,
debieron de aparecer problemas técnicos para instalarlos en la cabina y no se
pudo hacer el cambio.
Rosa María me informó que hubo otra
sala de proyección, con cabina en el Aula Cero, por lo que llegué a la
conclusión de que al no poder instalar los proyectores en el sitio
originalmente pensado, se hizo una sala de proyección con ellos en el Aula
Cero. Esto debió suceder a finales de los años 60 y la sala existió hasta los
80, cuando se convirtió el espacio en aulas, desapareciendo la sala de
proyección y quedando como recuerdo los proyectores donde se encuentran
actualmente.
Hay esta vez una referencia en las
actas económicas del coste de estos equipos, que se elevan a unas 400 mil
pesetas en el año 1.966 y que se pagaron por el Instituto en varios plazos,
solicitando un crédito al Ministerio para afrontar los pagos.
La sala de proyección paralela debió de
construirse en el año 67 y funcionó hasta el 87 aproximadamente.
Por tanto queda todo explicado y
documentado.
Sería bonito poder restaurar la cabina
original y tener los proyectores Philips en un sitio más resguardado, pero como
dio no es de momento posible contemplar tales hipótesis. Los equipos yo pienso
que continuarán aún mucho tiempo en sus emplazamientos actuales.
Para detalles complementarios, si os
interesan, tenéis más información en nuestro libro “Tecnología rescatada en el
IES Ramiro de Maeztu”.
Muy interesante, Manolo.
ResponderEliminarComo siempre, Manolo,muy interesante y bien documentado tu artículo.
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