El Problema Económico Español y Nosotros, por Manolo Rincón y José Luis Cerdán

En este año 2.012, en el que una mayoría de nosotros está entrando en esa tercera franja de la vida, que ya hemos debatido, la jubilación, se ha desatado con toda su virulencia, una crisis monumental, de la que nosotros y nuestras familias no salimos indemnes.

Brevemente quiero hacer referencia a sus orígenes y posibles soluciones, incluyendo cual creo puede ser nuestro papel en estos momentos de nuestra vida y de nuestro País.

Al comenzar la transición, España era la novena potencia industrial a nivel mundial. Contábamos con agricultura, ganadería, flota pesquera, astilleros, altos hornos, fábricas de coches, industria de Telecomunicaciones, turismo… Exportábamos y teníamos muy poca deuda pública. La banca funcionaba relativamente bien. El paro era bajo y la inflación aunque un poco alta se controlaba con pequeñas devaluaciones, que de paso aligeraban deudas.

Pero sus cimientos empezaban a sufrir la aluminosis sistémica. Los nuevos políticos, cada vez más numerosos, en vez hacer una política económica sostenible recurrieron a los viejas fórmulas del dirigismo subvencionado. La agricultura mediterránea se expandía sin enterarse de que existían fuertes competidores a su alrededor, extraían agua de los acuíferos de forma insostenible y en pocas cosechan los salinizaban, el exceso de oferta hundía los precios, (los naranjeros de la Ribera del Júcar, ya no encendían los caliqueños con billetes de 20 duros, como hacían en la postguerra), la ganadería láctea era inviable si la teníamos que alimentar buena parte del año con piensos, la flota pesquera estaba agotando los caladeros próximos y para capturar bacalao tenían que navegar hasta Terranova. La minería del carbón tenía que seguir siendo subvencionada, el resto estaba agotando sus recursos. Debido a la competencia de extremo oriente la falta de pedidos hacía que la industria naval estuviera próxima a la reconversión, ésta en pocos años llegaría a la industria siderúrgica, cerrándose los hornos altos de Sagunto y de la ría del Nervión, la industria del automóvil y la de telecomunicaciones estaban sometidas a la política de deslocalización de sus gerentes trasnacionales. A falta de una política seria de I+D+I, sólo nos quedaba el turismo y el ladrillo, elementos fáciles y sin complicaciones, a la altura del escaso talento de políticos y asimilados.

Y había muy pocos políticos al comenzar la transición, pero crecieron en número, no en calidad (ni humana, ni técnica, ni de conocimientos).

A partir de los fastos de 1992, empezamos a remontar la crisis, basándonos en la industria de la construcción. Se liberaliza la Ley del Suelo, se reciben ingentes fondos europeos, los tipos de interés empiezan a bajar y al grito de: “quiero un edificio singular para mi pueblo y también un AVE y un aeropuerto y una autovía directa a Madrid y un museo de la Alpargata y varios pisos para mis hijos y mis nietos” vemos que da resultado, crecemos; hasta que en el 2008 despertamos del sueño. 

A día de hoy ya no sabemos en qué posición estamos en el ranking mundial (18ª?). Hemos perdido gran parte de nuestra agricultura mediterránea (sobrevive la agricultura del cereal, gracias a los FEGA)  y casi toda la ganadería láctea, se han abandonado cientos de miles de hectáreas de cultivo. Las industrias se han esfumado, ya casi no hay fábricas. Cada vez exportamos menos y el turismo se dirige hacia playas mejores y más baratas.

Pero los políticos se han multiplicado, ya tenemos más de 440 mil, cifra a todas luces disparatada. Tenemos múltiples parlamentos, diputaciones y mil entidades caras e ineficientes.

A cambio somos campeones mundiales del paro y la pobreza se va adueñando de nuestro País.

Nosotros somos un colectivo con experiencia amplia multi disciplinar y con muy buena formación. Hemos sabido luchar y en nuestras profesiones y trabajos hacer buen papel.

Estamos en disposición de ofrecer soluciones a la Sociedad, y no lo digo en tono prepotente, si no pensando en articular nuestra posible aportación a intentar paliar esta crisis, que amenaza con ser sistémica y endémica.

Mi propuesta va por trabajar en un tipo de documento colectivo que ofrecer a la Sociedad, con las posibles soluciones para mitigar nuestros problemas, que se nos puedan ocurrir.

Esto pasa, a mi juicio por unos puntos genéricos (no definitivos ni exclusivos) que incluyo a continuación:

-  - Reducción drástica del número de políticos actual a cifras más acordes con nuestra realidad (no más de 40 mil). Estatuto del político y responsabilidades.

-   - Cambio de la ley electoral, eliminando las listas cerradas e introduciendo el control de la sociedad civil sobre los políticos.

-   - Reestructuración completa del sistema administrativo español, haciéndole moderno y eficiente.

-     - Reducción del funcionariado.

Hay organismos que gracias a sus escalas técnicas pueden sobrevivir siendo de gran utilidad, como la Agencia de Administración Tributaria, la Agencia Nacional de Meteorología, la Intervención General de la Administración del Estado, la Confederación Hidrográfica del Júcar, por citar algunos, son Organismos al mismo nivel que los mejores Organismos internacionales.

Primero habrá que analizar seriamente, las funciones encomendadas a cada Organismo y ver si sobran o faltan funcionarios para desempeñarlas. Entonces habrá que reducir, distribuir o incrementar el número de funcionarios.

Precisamos:

-     Planes de reforestación, cultivos y pesca.

-     Planes sobre banca y sobre vivienda.

-     Reeindustrialización y atracción de los inversores precisos.

-     Lanzamiento del turismo de calidad.

-     Reforma de la enseñanza.

-     Estudio de la marginalidad, la dependencia, la discapacidad y soluciones a las mismas.

Creo que podemos, como País hacerlo eficazmente y debemos difundirlo, para poder tener un papel en esta necesaria regeneración.

Es una propuesta que lanzo, para saber que pensáis de esto y si os ilusiona o por el contrario ya tiráis la toalla y os dedicáis solo a cuidar nietos (lo cual  es importante pero no es todo en esta vida).

Un saludo a todos.

Manolo/José Luis