Como en
una nube, por Kurt Schleicher
Pues así me sentí el día de la inauguración de mi exposición, ya
que no me esperaba la afluencia de público, ni el cóctel servido con esmero,
ni, sobre todo, el ambientazo que se formó allí, con la presencia de tantos
amigos, entre los que brillaban los del Ramiro, y tantas “fuerzas vivas”. Me
enterneció ver que entre mis amigos, colegas y los del Ramiro hubo rápidamente
mezclas moleculares, lo que para mí significa la fusión de varias épocas de mi
vida, como si vieras una película de la misma y se mezclasen aleatoriamente los
fotogramas.
Pido disculpas a los asistentes por mi falta
de cortesía hacia ellos, pues no fui capaz de atender a muchos como era debido
ya que era constantemente reclamado por el señor alcalde y adláteres; les tenía
que dar prioridad, ya que el evento había sido organizado por ellos y no por mí
(de ahí mi desconocimiento previo sobre “lo que iba a pasar”).
Creo que los que estuvimos nos lo pasamos
muy bien, aunque yo no me enteraba de casi nada (no hay más que ver mi cara de
despiste en alguna foto).
Quiero contar brevemente cómo se gestó esto y
que culminase con esta “magna” exposición en un sitio tan peculiar como es el
Palacio de Godoy, nada menos que de finales del siglo XVII. Soy el primero que
expone allí, ya que anteriormente lo que había es una exposición permanente de
una colección de cuadros de Dª Maruja Díaz y ahora se pretende dar algo más de
“agilidad” a las salas para ver de aumentar la afluencia de visitantes. Yo
había expuesto ya en el Coliseo de la Cultura de Villaviciosa de Odón en dos
ocasiones, una en 2002 y otra en 2010; en el intermedio, por razones
profesionales ligadas al A380, no tuve ya ocasión. En esta última, tuve la
suerte de que al sr alcalde le gustaron mis fotos de Conchinchina y cuando
estaba intentando hacer una nueva con mis series de Otoño y me daban largas
hasta el 2014, me encontré un día casualmente con él y me citó misteriosamente en
su despacho. Allí, para sorpresa mía, me propuso que expusiera de forma casi
inmediata con fotografías de “lugares exóticos” en el Palacio en alguna sala o
salas; al preguntarle que cuántas, me dijo que en todas las posibles, que eran
seis. Me sentí retado y me dije que una oportunidad así no se presenta todos
los días y le dije que intentaría hacerlo en todas.
Lo tomé como un proyecto, por lo que me puse
a estudiar el sitio disponible y las fotos que tenía para ello tratando de
satisfacer las expectativas del “cliente=alcalde”. Preparé varias opciones y él
eligió una, que es la que ha resultado. La primera fase era la de diseño, en la
que tenía que elegir las fotos, decidir respecto a los tamaños y distribuirlas convenientemente en los
lugares disponibles, sin recargar y sin quedarme corto. Yo suponía que los
cuadros anteriores se desmontarían y una problemática que se me ocurrió fue la
de los agujeros en una pared de temple liso, que aunque yo trataría de copar
los lugares en que estaban, no siempre acertaría y además provocaría aún más
agujeros para una futura exposición. Tras hablarlo con el “cliente”, a él se le
ocurrió la idea de no desmontar los cuadros anteriores y taparlos con paneles adaptados a las
paredes y de forma que fuesen desmontables sin huellas para el futuro cuando se
quisiera volver a mostrar la exposición permanente de la colección de cuadros,
que así continuaría montada. Muy buena y atrevida idea, que precisó hasta de
inventiva para construir unos herrajes que mantuviesen esta condición.
Entretanto se clarificaba esto, yo ya pasé a la fase de “producción”, es decir,
encargar las fotos tras buscar el servicio óptimo, comprar los marcos (sólo
tenía una pequeña parte de otra exposición) y después proceder a montar en
ellos las fotos, lo que precisó bastante tiempo, ya previsto, por lo que
terminé antes de finales de Abril. Para las panorámicas no había más remedio
que hacerlo sobre una base foam, ya que fotos tan fuera de standard eran mucho
más caras y además no había marcos apropiados. Aún así, el coste del “producto”
resultó bastante elevado… En la fase de “montaje final” me encontré con la
dificultad de que los paneles tenían determinados tamaños totalmente aleatorios
y adaptados al tamaño de material de base disponible y los rincones de las
salas, por lo que tuve que volver a readaptar los cuadros según los iba
montando. En fin, al final con dos días y medio lo logré…
El resultado ya lo habéis visto los que la
habéis visitado; el total resultante han sido 202 fotos (capicúa que dicen trae
suerte).
China, Chengdu. Panda filosofando
Islandia. Glaciar
Madrid otra visión. Don Quijote y Sancho
Minas de Riotinto
Patagonia. La foto más larga ¡1,5 metros! Torres del Paine
Riotinto
TIBET. Monasterio de Sera, Monje absorto,
igual que la cara que se te queda al ver la exposición (je je)
TIBET Potala nocturno
No entro en si son buenas o malas, pero desde luego no es corriente
una exposición de tantas fotografías (la de los cuadros de Dalí son 200); a lo
mejor he batido un récord Guiness…
Durante “el día de la nube” me fueron
llegando comentarios agradables sobre el éxito de la exposición y que iba
gustando mucho; es evidente que eso no hacía sino aumentar mi sensación de
“flotabilidad” en la nube… La verdad es que no me lo puedo creer todavía. Soy
un miserable aficionado a la fotografía que ha expuesto en un entorno
privilegiado en un Palacio, lo he copado enterito y encima está gustando…
En fin, si he logrado crear algo que haga
disfrutar al visitante, me doy por más que satisfecho.
Adjunto unas cuantas fotos, la mayoría
cortesía de Vicente Ramos, ya que yo tampoco podía hacer ninguna, y un recorte
de prensa digital. Probablemente, en la revista de Villaviciosa de Junio saldrá
una reseña. Por cierto, otra anécdota es que el alcalde resultó ser aficionado
al baloncesto y “fan” incondicional de Vicente, por lo que tenemos una foto
juntos.
Como la exposición seguirá al menos hasta
finales de Julio (con alguna posibilidad de continuación), los que no habéis
podido asistir tendréis ocasión de
hacerlo de sobra; avisad en tal caso para vernos, pues aunque estaré algunas
tardes, no siempre podré estar allí al pie del cañón.
Volver a agradecer su presencia a los que han
estado en la inauguración (en las fotos se ven varios ramirenses de forma
clara). Quiero destacar una presencia especialmente emotiva,
la de la hija de
nuestro Angelote Quesada, fallecido como sabéis en Enero. Seguro que a su
través lo ha estado viendo Angel, que era un artistazo como la copa de un pino
y hubiese merecido mucho más que yo una oportunidad como la que os he contado.
Ya se lo estaba proponiendo, pero el fatal destino no quiso que eso se pudiera
llevar a cabo.
Un abrazo para todos,
Kurt
Anexo:
Reseña periodística
El fotógrafo, Kurt Schleicher presentó su exposición, “Lugares
sorprendentes”
La muestra puede visitarse hasta el 31 de julio en las
Salas de Exposiciones de la Casa Palacio Manuel Godoy
La inauguración de la muestra de fotografía del villaodonense, Kurt
Schleicher, congregó a más de un centenar de personas, entre las que se
encontraba el alcalde, José Jover, la concejala de Cultura, María del Carmen
Alonso, así como miembros de la Corporación municipal y numerosos vecinos.
En su intervención, el regidor ensalzó el trabajo de este vecino, que
“aunque su profesión es la de ingeniero aeronáutico, su pasión por los viajes,
la fotografía y su sentido de la estética hace que el visitante pueda
trasladarse a diferentes partes del mundo gracias a la exposición que
presentamos”. Para concluir, el alcalde agradeció la asistencia de todos y
explicó que la intención del Ayuntamiento es que estas salas sirvan para que
“vecinos que reúnan aptitudes, como las de Kurt, puedan mostrar sus trabajos al
resto de villaodonenses”.
Exposición
La muestra, que se reparte en seis salas, recorre algunos de los lugares
más inhóspitos del globo terráqueo. Tal y como explicó el propio autor, las
fotografías corresponden a diferentes y lejanos lugares del mundo: desde la
Patagonia a Islandia, China pasando por el Tibet. En contraposición, se dedican
dos salas a otros parajes no menos sorprendentes, pero bastante más cercanos,
como el Valle del Jerte (Cáceres), el Valle de Ricote (Murcia) y las Minas de
Riotinto (Huelva). Pero sin duda no hace falta ir muy lejos para encontrar
maravillosos parajes que fotografiar como el Parque del Retiro, Aranjuez o el
entorno del Castillo de Villaviciosa de Odón con la presencia del Jardín
Histórico.
Horario de la Sala de Exposiciones
De martes a sábado de 18:00 a 20:00 horas
Sábados y domingos de 11:30 a 14:00 horas