...por Cristina Cañedo-Argüelles
La
catedrática de Geografía e Historia del Instituto Ramiro de Maeztu entre los años 1.987 y 2.011, doña Cristina Cañedo-Argüelles nos ha
permitido hacer uso de unas preciosas fotografías que publicó en Facebook en el
siguiente enlace
y
que tituló "LA NOCHE DEL RAMIRO".
Con
motivo de la gran cantidad de comentarios recibidos (que os recomiendo
vivamente leáis en el enlace anterior) tanto por parte de sus alumnos como de
otros que no lo fueron se decidió a escribir lo siguiente:
Hola
a todos. No pensaba dejar ningún comentario. Solo las imágenes, pero la
reacción inesperada creo que merece una respuesta. Las fotos son rápidas e
improvisadas con el móvil, sin manipulación alguna. Sólo pretendían registrar
para mi recuerdo un momento y un "sentimiento" en un paseo (de noche
de San Juan, por cierto) por el Ramiro que abandoné hace unos años. Ese
espacio, siempre tan lleno de presencias, de noche y solitario cobró de repente
otra dimensión, de sueño nostálgico. Al verlas juntas pensé que las fotos
podían transmitir cosas a otros que estuvieron allí y las subí. Alguien ha
hecho notar las sombrillas entre rejas. Rejas hay por todas partes. Y abandono.
Eso es lo que diferencia al Ramiro en el que entré de aquel del que salí. Se
fué enrejando (en varios sentidos). Es triste ver dejado de esta manera un
espacio históricamente emblemático, precioso, sugerente y querido para tanta
gente. La dependencia de tres administraciones distintas: Ministerio de
Educación (internado), Comunidad de Madrid (instituto) y Ayuntamiento (colegio
y calles de acceso) hace que cada una tire para su lado y enreje sus espacios.
Difícil un acuerdo para una rehabilitación integral. El "buque
insignia" histórico de la enseñanza pública (así lo llamaban en Vitrubio
los visitantes de la administración) hace aguas. Se parece al hidalgo del
Lazarillo.
No
esperaba esta reacción multitudinaria. Eso quiere decir que quizá acerté a
comunicar con esas fotos algo de lo que sentí anoche y me alegro mucho.
Tampoco
esperaba los preciosos comentarios que me habeis dedicado. Me alegro un montón
de haberos enseñado algo. Nunca tanto como lo que vosotros me enseñásteis a mi.
Mil gracias a todos por haber estado conmigo entonces y por el recuerdo ahora.
En el fondo las fotos dicen mucho de lo que el Ramiro es para mi sin vosotros: un
hermoso, aunque decadente, cascarón vacío. Gracias otra vez.
Lo
cierto es que su ojo de Licenciada, y profesora asi mismo, de Historia del Arte
le ha permitido captar las fotos con una gran sensibilidad y una herramienta
sencilla, un simple móvil. Para que veais su capacidad artística como fotógrafa, ya ha expuesto en varias ocasiones, os invito a visitar su Galería en Flickr: