27 septiembre 2020

UN RECUERDO, UNA INQUIETUD

... Por Manolo Rincón

 

No suelo ser muy dado a contar cuales han sido mis inquietudes  socio-políticas en el pasado. Al leer una publicación reciente de Vicente, que recomiendo publique en el blog, me han venido muchos recuerdos del pasado enlazados con nuestro presente inmediato y nuestro futuro próximo. Si os interesa conocerlos podéis ir a mi blog:

 https://manuelciudadano.blogspot.com/p/mi-experiencia-en-el-comunismo.html

Manolo 20/09/20

18 septiembre 2020

HERÓDOTO Y KAPUSCINSKY

...POR ELOY MAESTRE

 

Entre el griego Heródoto, Padre de la Historia, y el polaco Kapuscinski, reportero único e inigualable, transcurren veinticinco siglos. Les une a ambos su ansia por visitar lugares desconocidos y contarnos lo que ven y lo que oyen. Son dos grandísimos reporteros, aunque en tiempos de Heródoto no existiera la palabreja.

El polaco admiraba a Heródoto de la misma manera que todos los periodistas admiramos a Kapuscinski. Por ese motivo, quiero ahora unir ambas figuras de relevancia mundial. 

PARA SEGUIR LEYENDO:

https://trinjolbuz.blogspot.com/2020/09/herodoto-y-kapuscinsky-dos-reporteros.html

07 septiembre 2020

LA CULTURA DEL MIEDO


... Por Manolo Rincón

El que esté interesado en conocer mi opinión sobre la situación de miedo en que creo vive parte de nuestra sociedad, puede ver en mi blog el artículo "La cultura del miedo":

https://www.blogger.com/blog/page/edit/7320911619190983312/7131383641871065073



CAMISAS DE SERPIENTE

 ...  Por Kurt Schleicher

Este cuento filosófico se me ha ocurrido por la situación de desafección impuesta que sufrimos por  culpa del Coronavirus y que nos dificulta ahora el perpetuo anhelo del ser humano de ser felices.  
 Lo podría haber titulado “Bú​squeda de la felicidad en tiempos adversos" o "Satisfacción y felicidad", pero me han parecido títulos demasiado “cartesianos”. 
 Inconscientemente ​o por revanchismo irracional ante el Covid 19, las personas (ahora en especial los jóvenes) confunden la felicidad con la satisfacción desmedida, con lo que la prevención se olvida y los brotes aumentan. Y ahí estamos…
                                                       


    Gerardo era un hombre corriente. Se había formado en un buen Instituto desde los años cincuenta y su bagaje colegial era normal, de la media alta, tanto con las ventajas como con los inconvenientes si comparamos con la educación actual medio siglo más tarde. Es evidente que en aquellos años no había que preocuparse por  la degradación de las costumbres (algo impensable entonces),  dado que nuestro entorno estaba debidamente “protegido” por los educadores franquistas de la época por un lado y los representantes eclesiásticos por otro. Así no había escapatoria.