31 diciembre 2013

ENTREVISTA A UN CATALAN DEL RAMIRO

por Kurt Schleicher

   Seguramente más de uno ya se estará preguntando: ¿a quién se estará refiriendo?

Pues no; no hay tal. Se trata de una ficción, un supuesto, un cuento… ¿o quizás no? Puede, podría o pudiera haber sido un sucedido.

   El caso es que en cierta ocasión, en plenas Ramblas, se encuentra un reportero de una cadena de TV catalana, micrófono en mano, con un señor ya algo mayor, aparentemente en buena forma y con la mirada aguda e inquisitiva que confiere la experiencia de haber vivido unos cuantos años y estar dotado de cierta cultura.

  “Buen día” – le espetó el periodista con una amable sonrisa – “Ascolti, ¿tiene Vd. unos minutos libres para poder hacerle unas cuantas preguntas para el canal TV catalán?”

   El señor le mira de hito en hito, sorprendido por la inesperada interrupción de su paseo matutino y decide mostrarse colaborador con una franca sonrisa.

   “Ascolto, ascolto, joven; pues bien, hace buen tiempo, no tengo excesiva prisa, así que, ¿por qué no? Pregunte, pregunte…”

    “Muchas gracias por su amabilidad. Bien veamos: ¿de dónde es Vd.?”

     “Pues yo soy de la vivienda 4ºD del nº 415 de la calle Muntaner en Barcelona, que es donde vivo ahora, aunque he de aclarar que pasé casi todos los años de mi infancia y juventud en Madrid y soy del Ramiro. Sin embargo, nací asimismo en Barcelona, de forma que soy barcelonés de nacimiento y por lo tanto soy catalán. Continuando en línea ascendente, soy también español, europeo, ciudadano del mundo llamado La Tierra, pertenezco al Sistema Solar y por lo tanto a la Vía Láctea, dentro de los confines de este Universo, que a su vez es una pequeña parte del conjunto de Universos que forman el Todo Multi-universal”

    La cara del reportero era todo un poema.

    “Hombre, no le preguntaba tanto; es Vd. muy puntilloso, ¿eh?”

     “No; pretendo ser sencillamente preciso y exacto cuando alguien me pregunta algo” – respondió el señor con una sibilina sonrisa. “Si yo le hubiese dado solamente una de las pertenencias anteriores, también sería correcto, pero es que yo siento que formo parte de cada una de las entidades que he mencionado y por las que siento un aprecio especial que me distingue de otros que no forman parte de las mismas y que podrían sentir algo diferente a mí…”

     “Ya.” (El reportero quería llevar el asunto por el terreno que quería) “Así que dice Vd. que es catalán, aunque ha pasado gran parte de su juventud en Madrid y que es del Real Madrid… ¿correcto?”

     “No… le he dicho que soy del Ramiro, no del Real Madrid; no confundamos. Sería en todo caso del Estudiantes” (con una sonrisa). “Me refiero al Instituto Nacional Ramiro de Maeztu”

     “O sea, un colegio de pago, ¿no?”

   “Hombre, pues sí, pero no mucho; sin exagerar…pero por ese “no mucho” la verdad es que nos educaron bastante bien”

    “Ya veo, ya… pero no nos salgamos de la entrevista. Así que es Vd. catalán; ¿siente Vd. amor por Cataluña, o al menos un hondo sentimiento de aprecio por lo catalán?

     “Pues sí, indudablemente. Pero también debo aclarar que siento un especial amor por España, por Europa, por este bonito y azul planeta y por toda la Humanidad, si me apura. Y no digo nada del amor que siento por mi Barcelona, por mi calle Muntaner, por Madrid, por mi Ramiro y por mi casa. Será que soy muy amoroso…” terminó el señor con una amplia sonrisa.

     “Ya, pero veo que hay una aparente contradicción en lo que me dice” – continuó el reportero, en tono algo más incisivo y provocador – “Me dice Vd. que siente amor por España y a la vez por Cataluña, cosa que veo difícil, con lo que nos está jooo…robando la primera”

      “Pero hombre, ¿en qué mundo vive Vd.? Si cada vez que alguien me joroba renunciase a mi amor, ya me habría mudado (me joroban mis vecinos), me hubiese separado (me joroba mi mujer), me hubiese ido de Cataluña (me joroba un montón el Mas), me hubiese tenido que ir de España (me joroba efectivamente el Rajoy&Co), hubiese tenido que emigrar a América (me joroban las políticas de la sra. Merkel) y como ya estoy harto de este globalizado planeta, me gustaría mucho irme a otro que vuelva a ser más humanizado y con menos guerras… Pero sigo aquí, tratando de hacer algo para me sienta menos jorobado en el futuro, aunque sólo sea dándome una ducha fría de vez en cuando.”

     El reportero ya se estaba impacientando.

     “Por favor, que se me está Vd. yendo por las ramas. Vamos a ver; le quiero hacer un par de preguntas de una consulta que dicen que es ilegal. ¿Se atrevería a contestarlas?”

      “Si las contesto, ¿tendría entonces que ir a la cárcel?”

      “No, Vd. no, pero a lo mejor yo sí, si alguien se pone muy burro…”

       “A ver, a ver: ¿me está Vd. haciendo esta entrevista porque le ha dado la gana o porque alguien le ha ordenado que la haga?

        “Pues claro, me lo han dicho…”

        “Entonces no me diga Vd. tontadas, pues si algo es ilegal, a la cárcel tendrán que ir los responsables, ¿no?”

         “Bueno, dejémoslo” – el reportero veía que así no iba a ninguna parte – “se lo preguntaré de todas formas. ¿Quiere Vd. que Cataluña sea un Estado?”

         “¿Estado ha dicho? Sí, casado…”

        “¡He dicho Cataluña, no Vd.!”

        “Disculpe, es que ha pasado un coche y no le he oído bien” – respondió el señor con amabilidad. “No se sulfure, hombre… me pregunta Vd. si me gustaría que Cataluña sea un Estado. ¿Me podría definir lo que quiere decir con Estado?”

        “Pero hombre, si eso lo sabe todo el mundo. Un Estado es como España, como Alemania…”

         “Ya, ya… pero actuemos con propiedad. Vd. no me está preguntando si me gustaría que Cataluña sea como Alemania, pues tienen historias muy diferentes y eso no podría ser, así que seamos precisos. Voy a consultar con internet lo que es Estado” – el señor echó mano de su Android (por cierto, suena a robot humanizado).

        “A ver, veamos primero lo que dice la RAE.”

        “¿Qué es la RAE? – preguntó el repórter despistado

        “¡Hombre, que es Vd. periodista! RAE significa “Real Academia Española”…”

        “¡Entonces no me vale!!!! ¡Española y encima Real!!! – el reportero se había empezado a congestionar…

         El señor no pudo por menos que soltar una larga carcajada.

       “Desde luego, me está Vd. divirtiendo… Espere, que ya lo tengo. Aquí dice: Estado es el conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano. O sea, es un “conjunto de órganos” dentro de un “país soberano” Suena bien, y hasta se intuye por lo de soberano que tenga rey, por lo que intuyo que se refiere a España. Lo de “conjunto de órganos” no lo tengo muy claro, la verdad, pero no parece que sea nada malo.

   “Que no, que no, que no me vale; mire por favor otra definición” – continuó el periodista aún algo agitado.

   “Bueno, bueno, no se me vuelva a sulfurar, que no es para tanto… yo aún no le he levantado la voz. Veamos, aquí pone: Unidad política superior independiente y soberana…”

   ¡Eso, eso!”

    “Ya, pero si combinamos ambas, resulta que Estado es un conjunto de órganos con una política superior independiente y soberana dentro de otro país soberano. Pues no lo entiendo bien…”

     El periodista empezaba a ponerse de un color ligeramente escarlata.

   “Mire, olvídese de la primera; la segunda definición se acerca más a lo que quiero decir…!

   “Bueno” – el señor continuó de forma conciliadora – “O sea, si le he entendido bien, me pregunta Vd. en sintonía con lo anterior si me gustaría que Cataluña sea un Estado. Pues bueno, supongamos que sí, que me gusta. Suena bien…”

       “¡Ah, muy bien!” – contesto el periodista ya con aire triunfante. “En tal caso podemos pasar a la segunda pregunta…”

     “¿Y qué hubiera pasado si le contesto que no a la primera” – le interrumpió rápidamente el señor.

     “Pues que no podría ya hacerle la segunda”

     “Entonces, la cosa no tendría la menor gracia… suponga que la quisiera contestar”

     “No, es que no tendría lógica…”

     “Me temo que en esto de la lógica no andan Vds. muy sobrados, pero bueno, como ya le he dado el pase a la segunda, pregunte, pregunte…”

      “¿Vd. quiere que ése Estado sea independiente?

      “A ver si le he entendido bien. Si le sigo, ¿me está preguntando si me gustaría que ésa unidad política superior independiente y soberana sea independiente? Me temo que hay una repetición; ya tenemos independencia al cuadrado (es que yo soy de ciencias).”

      Al periodista se le empezaban a poner los ojos rojos y sanguinolentos, por lo que el señor optó por cortar por lo sano para evitar males mayores:

      “Mire, mire, no insista. Si lo que Vd. quiere que le diga es que si me gustaría que fuese independiente, pues ya le digo que sí, que sí hombre, que me gustaría…”

   El reportero se relajó notoriamente y respiró profundamente.

  “¡Al fin! Así que Vd. vota por la independencia, ¿verdad?”

    “Eh, paso a paso, no corra tanto” – le contestó el señor con gesto más serio. “Una cosa es que me gustara o lo quisiera y otra muy distinta que lo decida y lo haga efectivo. Mire, volvamos a lo de nuestras pertenencias. A mí me encantaría ser independiente de mi mujer, pero si lo llevara a cabo, ya perdería su compañía, me perdería la felicidad y la fuerza que da el estar juntos y en buena sintonía, aparte de que me tendría que buscar a alguien que me echara una mano en todas esas labores que calladamente hacen la mujeres… y si no lo encontrase, me las tendría que apañar solo. Y todo eso y mucho más a costa de esa independencia, que suena muy bien, pero que supondría un compromiso y un nuevo entorno con rumbo a lo desconocido. Lo mismo me sucede con mi casa, con mis convecinos; estoy harto de tanta reunión de vecinos, de tener que plegarme a la mayoría…vamos, que me encantaría ser independiente. ¡Hasta me gustaría una Barcelona independiente! Y ya no le hablo de todas las consecuencias que me trae ser dependiente, por mucho que sea de lejos, de la señora Merkel, de la UE, de los mandangas que hay por ahí que ni avanzan ni dejan avanzar…¡Claro que me gustaría ser más independiente! Si no hay más que recordar nuestra Guerra de la Independencia contra un opresor llamado Napoleón, en la que gracias a ir todos juntos en cientos de batallas (y ya que estamos, le recuerdo el Tambor del Bruch) pudimos darles sopas con onda a los franceses. ¡Por supuesto que me gusta el concepto de Independencia! Pero una cosa es que me gustara una situación ideal y otra muy distinta es que SEA de verdad tan ideal en las circunstancias que tenemos en la actualidad. ¿Se ha molestado Vd. en decirme qué y cuánto me va a costar esa anhelada independencia? ¿Se le ha ocurrido pensar en un escenario de fronteras ficticias, de un euro poco claro, de quién ayudaría a poder llevar a cabo “las nuevas tareas del hogar” con una situación financiera tan desastrosa? Es como con las señoras: independizarse de ellas en la ruina no es lo mismo que hacerlo con pasta de sobra de por medio… En resumen: ¿me ha dicho Vd. claramente cuáles serían las contrapartidas y el coste de esa bendita independencia?”

   “No” – respondió el periodista, un poco confuso – “Eso es su problema; con lo listo que es Vd., será mucho más capaz que yo de llegar a una conclusión”

    “Ya. Me está Vd. poniendo la zanahoria delante de la nariz y espera que la siga solamente por el olor. Pues mira, déjame que te diga, majo (creo que ya nos podemos tutear tras todo esto) que a todo este asunto le falta un punto de lógica. Creo que a cada uno de nosotros nos gustaría que nos consultaran, que cuenten con nosotros, pero eso no da pie a tratar de llevarnos por un camino del que aún no sabemos si está asfaltado o no, ni cuántos baches tiene, en especial si cayendo en alguno que sea muy gordo, a lo peor nos quedamos allí tirados”

    El periodista se había desinflado un poco y parecía algo perdido, por lo que decidió salirse por la tangente.

    “Veo que Vd. presume mucho de lógica, señor; ¿quien le ha enseñado tanto?”

  El caballero se quedó pensando un breve momento y soltó con una sonrisa:

     “Pues quizás haya contribuido un tal Mindán, que me dio clases de Lógica como parte de la Filosofía entre otras cosas cuando yo tenía 17 años, a la vez que unos cuantos profesores más de prestigio y buen hacer en ése Ramiro que te he dicho antes y que confundías con el Real Madrid…”

     “¿Y quién era ése tal Mindán?”

    “Pues te podría contestar muchas cosas, pero bastará con que te diga que superó los 100 años, de forma que seguramente lúcido era. ¿Te crees tú que esa Cataluña que soñáis superaría esa pila de años? No me contestes; con la cara que pones no es necesario; no hace falta ser tan lúcido como él para responder… En fin, que Dios te bendiga, majete; gracias por la entrevista”

     “Soy ateo, señor”

    “Bueno, pues que te sientas colmado de bendiciones de cualquier otro sitio…”

     “¿De qué sitio?”

     “Pues, ¡qué quieres que te diga, majo! De ése que estás pensando no sé si queda para muchas bendiciones de ésas…”

  El señor se va alejando dejando al reportero clavado con su micrófono en la mano, cerca de un mimo que detrás de él hace carantoñas a los niños. La vida continúa en las Ramblas…

    Y se baja el telón. Colorín, colorado…

KS, Dic 2013.

 

27 diciembre 2013

SONETO DE AMOR Y AMISTAD

por M.A. Morcillo


Dices que para siempre no te olvide,
Más no quieres que a diario te recuerde,
Que mi idea sobre ti solo me pierde,
Que de mi ensueño sobre ti me cuide.
 
Que tu amistad siempre en mi pecho anide,
Que mi enfado contigo no concuerde,
Que, dramático, esta insistencia muerde,
Porque Saturno, cruel, amor impide.
 
Admirable y generosa cordura,
Admito lo imposible de mi sueño
Y trocaré amor en amistad pura.
 
Más no pidas que olvide la atadura
De tu pelo, ni tu risa, es locura.
Lo demás será tuyo, no soy dueño.

24 diciembre 2013

MORALIDAD DEL ABORTO


La moralidad del aborto.

José Enrique García Pascua.

 

Nosotros, miembros de la promoción 64, hemos vivido lo bastante como para constatar de qué modo ha cambiado la percepción social del aborto desde aquellos años jóvenes hasta el día de hoy.

Cuando gobernaba Franco en España, la opinión pública y las autoridades consideraban que privar de la vida a un feto humano era un acto abominable, además de un delito; a este respecto, recuerdo que se produjo y distribuyó en los cines del país una película titulada Aborto criminal. Hoy, la opinión pública española, en cambio, es en general favorable a que la mujer que lo desee se deshaga de la vida que late en su seno, aunque la discusión se centra en las condiciones que hacen justificable la interrupción del embarazo, hasta el punto de que la futura ley del aborto –más restrictiva que la vigente, según se desprende del anteproyecto dado a conocer– que actualmente promueve el ministro de Justicia es calificada por las radicales del bando contrario como “injusta” y “cínica”, epítetos que encierran un juicio moral negativo de un intento también moral del ministro de cambiar la ley que este señor considera, a su vez, como “injusta” por  permitir el aborto libre, sin ninguna condición, hasta la decimocuarta semana de gestación.

 

Ante la existencia de juicios morales contradictorios, la prudencia nos mueve a buscar los fundamentos en que se apoyan los juicios morales en general y los que suscita la práctica del aborto en concreto.

Los moralistas nos dicen que han de existir principios absolutos que informen la eticidad de los actos de los hombres. Un principio que no sé si es absoluto, pero que figura en los textos moralizantes desde muy antiguo es el de la obligación de respetar la vida humana. Ya Dios en el Sinaí impuso al pueblo de Israel el mandato de “no matarás” (Ex. 20, 13) y Jesús de Nazaret lo hizo suyo e incluso extendió la prohibición a cualquier malquerencia hacia el prójimo (cf. Mt. 5, 21 y 22). En estos tiempos asistimos en nuestro entorno a un rechazo de la religión, católica en particular, por parte de los liberales, pero estos mismos que se oponen al poder eclesiástico han encontrado otro decálogo en que depositar su fe, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en donde también podemos leer algo semejante: “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” (artículo 3).

 

Es un hecho biológico que la vida del embrión humano es vida humana, porque esta vida embrionaria, si se desarrolla en circunstancias normales, deviene un ser humano completo y ningún miembro de la raza humana habría alcanzado la plenitud de su naturaleza sin el paso previo de la concepción en el vientre materno. Entonces, cabe pensar que la vida embrionaria debería estar protegida, desde el punto de vista moral, por la inveterada prohibición de matar. Sin embargo, la historia nos da testimonio de multitud de excepciones que unos y otros han encontrado al mandato divino, porque, a pesar de ser generalmente aceptado, los hombres asiduamente se han matado entre sí, y siguen haciéndolo, incluso aduciendo argumentos morales para ello.

Una primera forma de justificación moral que permite matar sin remordimientos a un individuo humano ha sido negarle precisamente la condición de humano. Así, el régimen totalitario que gobernó en Alemania determinó que los pertenecientes al pueblo judío no eran humanos y, por consiguiente, no era necesario observar ningún requisito legal para gasearlos en masa. Análogamente, hay quien afirma que no es cuestión pertinente si debemos o no respetar la vida del nonato, porque éste no es un ser vivo o, al menos, no es un ser humano mientras dependa para perdurar de la contribución de la madre, lo que nos lleva a preguntarnos cuándo –según esto–  el individuo comienza a ser humano, ya que, después de nacido, todavía le queda mucho tiempo en que su supervivencia depende de la madre. En realidad, atribuir o no la condición de humano a alguien es un juicio de valor, es decir, la valoración que hace quien lo emite del sujeto juzgado, lo que no pasa de ser una apreciación subjetiva y ocasional, ya que los mismos que niegan la condición de humano al nonato por su dependencia no se atreverían a negarle dicha condición a un dependiente enfermo de Alzheimer. 

Una segunda forma de justificación moral para eliminar a un semejante ha sido argüir que su derecho a la vida no prevalece ante otros derechos, como es el caso del derecho que tiene la sociedad a defenderse. Así, en tiempos del Santo Oficio los propios eclesiásticos, que se decían seguidores de Cristo, no dudaban, con la anuencia del poder civil, en condenar a la hoguera a herejes y judaizantes, razonando que de ese modo se salvaguardaba la ortodoxia que daba cohesión a la sociedad cristiana. Análogamente, las defensoras del aborto libre afirman que la mujer tiene derecho a decidir sobre lo que sucede en el interior de su cuerpo sin que nadie pueda esgrimir en contra el derecho a la vida de su hijo en gestación. En realidad, no existe ningún derecho indiscutible, sino que todos los derechos son otorgados, desde el momento en que nadie tiene derecho a nada si no hay otras personas que se lo reconozcan. Un dependiente enfermo de Alzheimer tiene derecho a la vida, a pesar de ser una aflicción para el resto de la sociedad, porque sus conciudadanos se lo reconocen, lo que no sería el caso en un hipotético orden social en que la escasez de recursos hiciera aconsejable la sistemática práctica de la eutanasia.

 

En conclusión, parece que los hombres han conculcado repetidamente el derecho del prójimo a la vida, aunque, para ello, con frecuencia se han expuesto sutilezas escolásticas que justificasen tal conculcación, y eso también es lo que acontece con las discusiones morales sobre el aborto, de donde se sigue que el mandato “no matarás” no se pueda considerar un principio moral absoluto. Lo que más bien ha venido ocurriendo es que los humanos en toda época de la historia se han desecho de los hijos no deseados, bien por medio del aborto, bien por medio del infanticidio, sin demasiadas cortapisas para ello, pero en los tiempos actuales la idea de que, de alguna manera, los ciudadanos tienen derechos inalienables nos lleva a discutir la licitud del aborto, e incluso a regular su práctica (las leyes que prohibían el aborto comenzaron a promulgarse en el siglo XIX y las reguladoras de su práctica son del siglo XX).

 

Puesto que no encontramos principio morales que justifiquen o no la práctica del aborto, tendremos que preguntarnos acerca de cuáles son los verdaderos motivos que llevan a una mayoría de los españoles a admitir hoy el aborto, cuando no hace demasiadas décadas éste resultaba altamente reprobable, y estos motivos en realidad son de tipo económico.

El régimen anterior se erigió sobre una nación menoscabada en su población a causa de la Guerra Civil y de la emigración, por lo que resultaba económicamente deseable que las mujeres parieran sin tasa y de ahí que se concedieran premios nacionales de natalidad y se proscribiera el aborto, pero los tiempos posteriores contemplaron otras necesidades. El crecimiento constante y expansivo del PIB buscado por la economía del desarrollo precisa de la dedicación de toda la mano de obra disponible, lo que incluye a la parte femenina de la sociedad, a la que se incorporó masivamente a la población activa, ya que el trabajo del ama de casa no proporciona plusvalía a los capitalistas y, por eso, no se recoge en el cálculo del PIB. Cualquier mujer trabajadora y ama de casa experimenta en sus propias carnes la dificultad que hay para compaginar la vida laboral y la familiar y, en consecuencia, los embarazos extemporáneos se convierten en una carga para aquellas que desean completar una trayectoria profesional. Que el aborto esté permitido, sin duda, es una solución para este problema.

La vigente ley del aborto, de 2010, facilita el recurso a esta solución, porque no exige justificación alguna para las interrupciones del embarazo antes de la decimocuarta semana de gestación, pero también la anterior ley, de 1985, proporcionaba cobertura a estos usos. En dicha ley se contemplaba como supuesto para autorizar la práctica de un aborto el grave riesgo para la salud física o psíquica de la madre y bastaba con el informe de un profesional del mismo centro en que se efectuase la operación para avalar que el caso considerado se hallaba bajo tal supuesto.

Leo en El País

 


 

las declaraciones de Francisco Montilla,  representante de la Asociación Española de Neuropsiquiatría: «antes de la ley de 2010, el noventa y tantos por ciento de las interrupciones del embarazo eran por este supuesto, el peligro grave para la salud de la madre. Y de ellas, casi el 100% por cuestiones de salud mental». El anteproyecto de la futura ley contempla exigir, para acogerse a este supuesto, que la mujer presente dos informes de dos especialistas distintos que, además, deberán ser ajenos al centro en que tendrá lugar la intervención. Igualmente, se lee en el anteproyecto que el daño a la salud de la madre debe ser susceptible de permanecer en el tiempo. A este respecto, Montilla comenta: «técnicamente es muy difícil hacer un informe así. Las cuestiones de salud mental no son como la fiebre, que sube o baja, o una apendicitis. Son procesos. Si tienes una descompensación psiquiátrica el diagnóstico certero es difícil porque hace falta una observación de la evolución. Hay veces que se precisan semanas para un dictamen técnicamente seguro». A pesar de estas dificultades, en 2005, bajo el amparo de la primera ley del aborto, se realizaron en España 91.664 interrupciones del embarazo, el 96’68% de las cuales, es decir, 88.620, se acogieron, previo informe médico, al supuesto del peligro para la salud física o mental de la madre, según nos informaba el diario ABC del veintisiete de noviembre de 2007, en su página 27. No puedo evitar que me asalte la sospecha de que en la mayoría de los casos el grave peligro para la salud de la madre fuese sólo la ansiedad producida por el embarazo no deseado.

El número total de nacimientos acaecidos en España en 2005 fue de 466.371, lo que nos lleva a establecer que los embarazos voluntariamente interrumpidos ese año por grave peligro de la salud materna equivalen al 19% de los embarazos que llegaron a término, ¿la salud de todas estas mujeres peligraba realmente por culpa de su embarazo? o ¿fueron consideraciones económicas (una chica que debe abandonar sus estudios y sus expectativas de encontrar trabajo por haberse embarazado, una madre que ya tiene demasiados hijos que alimentar, una profesional que encuentra incompatible su maternidad con su carrera…) las que empujaron a tantas mujeres a abortar, amparadas por un informe médico no demasiado exigente?

Los datos recientes confirman mi sospecha. Leo EL Mundo

 


 

y me entero de que en 2012 el número de abortos acogidos a la ley de plazos de 2010 han crecido con respecto a 2005, como era de esperar, un total de 112.390, de los cuales el 91’26% se efectuaron por voluntad propia de la mujer, sin aducir motivo alguno, a los que hay que sumar el 5’67% que abortaron por riesgo para la vida o salud de la embarazada y obtenemos un porcentaje del 96’93%, curiosamente coincidente con el 96’68% de abortos del 2005 que se realizaron bajo el supuesto del peligro para la madre. Aun debemos añadir que el Ministerio de Sanidad se felicita por el hecho de que en 2012 bajó un 5% el número de abortos en relación a 2011, en que hubo 118.259 intervenciones.

Si mi propósito fuese emitir un juicio moral, diría que asistimos en España cada año a la eliminación programada de, al menos, el 15% de los niños que podrían haber nacido sin problemas, lo que adquiere tintes de un autogenocidio al que los  españoles someten a su propio pueblo, sin que tal hecho trascienda en una sociedad que, sin embargo, constantemente se escandaliza por las matanzas acaecidas en otros lugares remotos, pero, como me he impuesto a mí mismo la prohibición de formular juicios morales, callaré.

 

La próxima ley del aborto parece que va a poner trabas que hagan más complicado tomar la decisión de interrumpir un embarazo. Si los escrúpulos de Ruiz Gallardón consiguen sacarla adelante, los problemas de las mujeres trabajadoras que no estén dispuestas a una estricta continencia pueden multiplicarse, con el inherente perjuicio para la productividad de la nación, lo que me hace pensar que tal ley tendría sus días contados en el seno de una economía en expansión. No obstante, las consecuencias demográficas del éxito que han logrado en el reciente pasado los procedimientos de control de la natalidad influyen también en el terreno económico y hoy España se encuentra con una población en proceso de envejecimiento y ante la perspectiva de una pérdida neta de habitantes en los años venideros, mala noticia para los pensionistas, que, aunque todavía hoy disfrutamos de un respeto social mayor que el que –para su desgracia– tienen los nonatos, acaso terminemos en el futuro por ser suprimidos legalmente, como efecto de habernos convertido en un insoportable gravamen.

En definitiva, el juego de intereses económicos es lo que en última instancia  decidirá la pervivencia de la prevista ley del aborto. Nada que ver con los juicios morales que merezca. Una vez más, la superestructura al servicio de la infraestructura.

 

En Torrecaballeros, a 23 de diciembre de 2013.

23 diciembre 2013

Museo BB AA Valencia


PROBABLEMENTE LA SEGUNDA PINACOTECA DEL ESTADO ESPAÑOL. MUSEO DE BELLAS ARTES DE VALENCIA, SAN PÍO V, por José Luis Cerdán

 


El Museo de Bellas Artes de Valencia está relacionado con la "Real Academia de Bellas Artes de San Carlos”...., sigue en
http://13escultor.blogspot.com.es/2013/12/probablemente-la-segunda-pinacoteca-del.html

18 diciembre 2013

BEN-A-MEAR


La mezquita de Ben-a-Mear, por Paco Acosta

 

Cuando allá por 1952, siendo aún muy canijos, los primeros de la promoción llegamos al Ramiro, ella, la que llamábamos Mezquita de Ben-a-Mear, ya estaba allí, junto al gran campo de fútbol de tierra. Con su techo plano bordeado de barandillas. Y cuando, ya mayores, dejamos el instituto, todavía seguía “en su sitio”… Con más restos de urea infantil y juvenil en sus interiores, pero seguía allí, atrayendo los orines de cientos de chiquillos, que situados en hileras vaciaban rápidamente sus vejigas, para seguir correteando por la tierra detrás de múltiples balones.

 

No se si su diseño respondería a un estudio, bien calculado, para conseguir que todos los críos del recreo pudiesen hacer pis en el menor tiempo posible…, sin necesidad de acudir a otros rincones del recinto del Ramiro, pero ese mismo modelo lo volví a ver, años después, en los típicos “bierstuben” de Baviera, donde los panzudos alemanes, de cara rojiza tras bastantes jarras de cerveza, se aliviaban tambaleantes.

 

Suponemos que el nombre de “mezquita” se lo pondrían los ingeniosos alumnos que nos precedieron y que compartieron aulas con aquellos otros que provenientes del entonces protectorado español de Marruecos, vivían en el Internado Hispano-Marroquí. Y en esa convivencia descubrieron algunas de las costumbres que imponía su religión. Los unos tenían como preceptivo el acudir a rezar a la sala de oraciones que, a modo de mezquita, había habilitada en el internado, y los otros (bueno, todos) tenían esa necesidad imperiosa tras un par de horas de clase.

 

He dicho que nosotros, nuestra promoción, ya se encontró allí este lugar tan utilizado. Pero lo que no sabemos, al menos yo no lo sabía, era que su construcción se había realizado muy pocos años antes. Concretamente la orden que autorizaba esa obra, es del 20 de Junio de 1950. Y yo me pregunto ¿Dónde meaban hasta entonces los alumnos….?. A ver si ahora que en el blog tenemos bastantes “lectores” que no son de nuestra promoción, alguno se anima y nos lo cuenta.

 

Decía que en el BOE de 9 de julio de 1950, se publicó la “Orden de 20 de junio de 1950 por la que se aprueban obras de construcción de servicios higiénicos en los campos de deportes del Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu» de esta capital. 

 

Y en su texto nos indica que el autor del proyecto fue el arquitecto Eugenio Sanchez Lozano (por lo que he podido indagar, trabajaba desde los años 30 con el Ministerio de Educación, y según se recoge en el libro o folleto “The Ramiro de Maeztu Secondary Education Centre” bajo su dirección se realizó la urbanización del conjunto del Ramiro). Y también se expresa en el texto del BOE que el coste total presupuestado para su realización fue de 33.552,14 pesetas. Y que los honorarios del arquitecto, ya incluidos en el importe anterior eran nada menos que 577,59 pesetas por formación de proyecto y otras 577,50 por dirección de obra; y lo que recibiría el aparejador -el 60% de los honorarios de dirección-, ascendía a la nada despreciable cifra de 346,50 pesetas, calculados ambos para una ejecución material que llegaba a las 30.536,76 pesetas. Eso sí, de las de entonces….

 

Y para obtener el total, también se mencionan otras partidas, de las que manifiesto aquí mi completa ignorancia en cuanto a lo que significaban, pero que supongo estarían plenamente ajustadas a la legalidad: “premio de pagaduría 0,25 por ciento de la ejecución material, 76,24 pesetas; pluses de carestía de vida y cargas familiares, calculados sobre el importe de la mano de obra, 1.437,54 pesetas”. A continuación pone textualmente “total pesetas 33.522,14”, que es una cifra diferente de la anteriormente citada en la misma orden. Los tipógrafos de BOE se confundieron y a los revisores se les pasó por alto esta errata….. Total, por 30 pesetas más o menos….

 


 

A este párrafo sigue otro que me deja perplejo (lo cual no es de extrañar, dado mi total analfabetismo en estos temas): “Resultando que la Junta Facultativa de Construcciones Civiles informa favorablemente este proyecto, manifestando en su informe que los honorarios facultativos de arquitecto y aparejador son de abono”. ¿Habría obras en los que arquitecto y aparejador trabajarían “de balde”? ¿Se habría podido acometer la obra sin que la Junta facultativa de construcciones civiles no hubiera informado favorablemente el proyecto?. Ahí quedan planteadas mis interrogantes, 63 años después…

 

Al leer con detenimiento la orden publicada en el BOE, vemos que se garantiza que hay consignación presupuestaria suficiente, pues “la Sección de Contabilidad «ha tomado razón» del gasto y que la Intervención delegada de la General del Estado lo ha fiscalizado”, y que, por tanto, se aprueba la obra: “este ministerio ha acordado aprobar el proyecto de obras de referencia por su total importe de 33.552,14 pesetas que se abonarán en la forma reglamentaria y con cargo a la partida que para estas atenciones se consigna en el capítulo tercero, artículo sexto, grupo y concepto únicos, del vigente presupuesto de gastos de este departamento”. Es decir que el contratista tendría asegurado el correspondiente cobro…No como en estos últimos tiempos..

 

Hasta aquí todo muy claro, pero, continúa….: “realizándose las obras por el sistema de administración”, basándose en el siempre convincente. “las obras que se proyectan son necesarias y urgentes”. ¿Se superaría el presupuesto, al igual que hemos visto crecer hasta extremos incomprensibles los de tantas obras públicas en este país?

 

Supongo que la construcción se ajustó a lo reflejado en la memoria técnica, y se ajustaron a lo expresado en la memoria de calidades. Así debió ser, ya que hasta pasados 14 años, no he encontrado en el BOE ninguna otra mención a los “servicios higiénicos” del Ramiro.

 

En el BOE del 19 de febrero de 1964 (el año en que dejamos el Ramiro) se publica la “Resolución de la Dirección General de Enseñanza Media por la que se hace público haber sido aprobado el proyecto de obras de reparación de servicios higiénicos en el Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu», de Madrid”.

 

 

 

En este caso el proyecto lo realizó el arquitecto Alfonso Fungairiño Nebot (que también había trabajado bastante con el Ministerio, entre otros, en algunos edificios de la Ciudad Universitaria), por un total de 139.997,04 pesetas y bajo el siguiente desglose presupuestario: “Ejecución material 109.711,19 pesetas, pluses 5.271,73 pesetas; 15 por 100 de beneficio industrial, 16.456,67 pesetas; importe de contrata 131.439,59 pesetas; honorarios facultativos por formación de proyecto, según tarifa primera grupo cuarto, el 3 por 100, descontando el tanto por ciento que determina el Decreto de 7 de junio de 1933, 3.291,33 pesetas; idem. idem. por dirección 3.291,33 pesetas; honorarios de aparejador, 60 por ciento sobre los de dirección 1.974,79 pesetas”.

 

En este caso la realización se llevó a efecto por el “sistema de contratación directa”, y se adjudicó tras haberse “promovido la debida concurrencia de ofertas, siendo, entre las presentadas, la más ventajosa la suscrita por don Justo García Hurtado, que se compromete a realizarlas por la cantidad de 130.782,39 pesetas lo que supone una baja de 657,20 pesetas, equivalente al 0,50 por 100 en relación con el presupuesto tipo de contrata”.

 

¡Hay que ver lo que puede dar de sí, una simple orden de construir unos sencillos urinarios para la chiquillada del Ramiro…!

 

Arbol solo


Operación "árbol solo", por Miguel Angel Morcillo

Hace unos meses, atravesando el Camino Schmid, desde el Puerto de Navacerrada hacia el de la Fuenfría, me topé con un pino. 


Nada extraño, diréis, pues la umbría de Siete Picos es un inmenso pinar. Pero no es un pino cualquiera. Y como dice una amiga: tan bonito, tan fuerte, tan grande y tan... solo. Además, está seco.


Le dediqué un soneto.

Con mi buen amigo José-Enrique, en una operación de comando, volvimos al lugar y lo pegamos a su recio tronco, como homenaje a su admirable resistencia.

Y me dicen que ahí sigue.



 Coordenadas (UTM Europeo 1950): 30 T 413339 4515991

16 diciembre 2013

BARRIO DEL CARMEN


EL BARRIO DEL CARMEN DE VALENCIA, por José Luis Cerdán.

 

El barrio del Carmen está limitado por la poligonal  con inicio en el portal de Serranos (dels Roters)_portal Nou_portal dels Tints_portal de Quart_calle Quart hasta llegar a la plaza del Tossal y muralla árabe que cierra el perímetro con el portal dels Roters o Serranos....más en:
http://13escultor.blogspot.com.es/2013/12/el-barrio-del-carmen-de-valencia-por.html