27 junio 2024

EL OLOR DE LOS MELOCOTONES

...POR JOSÉ MANUEL SANZ

Me recuerdo sentado en el quicio de la puerta, abierta, de la casa de la señora Felisa, una amiga de mi abuela del tiempo de la guerra. Ella, su marido el señor Rafael y sus hijas, mayores, nos acogían encantados cada verano. Íbamos con mi abuela, mi primo, mi hermana y yo, los padres solo el tiempo de permiso del trabajo. Era una de estas casas de portón (maravilloso) de madera grisácea y reseca por el sol, hecha sabiamente con tablones armados con clavos enormes de cabeza redondeada.

La casa era muy modesta y grandiosa al mismo tiempo. Era un espacio profundo y abierto con un primer patio protegido por toldos que se echaban cuando el sol estaba alto y un corral grande al fondo con gallinas y probablemente, no lo recuerdo bien, con alguna parte de huerto. A la derecha un comedor formal al que no nos dejaban entrar a los niños y un poco más allá una cocina en la que habitualmente se hacía la comida al fuego en ollas sobre los trébedes. A la izquierda, según se entraba, estaba en primer lugar la corte, donde siempre se criaban dos o tres cerdos y un poco más allá, para que pudieran maniobrar el carro y las mulas, la entrada de las amplias cuadras. Arriba había varios dormitorios y sobre la corte y parte de la cuadra pero abierta sobre la misma, un “sobrado” en parte granero y en parte pajar para las mulas, que se cargaba desde el carro tirando la paja al ventanuco con una horca o una bienda.

Además de perseguir y jugar con los gatos, o ellos con nosotros, recuerdo mi afición a escuchar los sonidos del pueblo. Yo era muy pequeño, entre tres y siete años y estaba sentado, barbilla sobre rodillas, sobre un escalón de piedra de Colmenar, que apenas levantaba 20 cm. del suelo. Era suficiente sin embargo, junto a la pequeña rampa en la estrecha acera que separaba de la calzada, para que con la lluvia no entrara el agua sucia de la calle, pero tenía rebajes a la medida justa para que pasaran las ruedas del carro.

Imponiéndose sobre el cacareo lejano de las gallinas a mi espalda, el quejido de los bujes y el golpeteo metálico de los cascos de las mulas o los percherones que tiraban de ellos, junto a murmullos de conversación animada, anunciaban, aún ocultos en alguna calle cercana, la llegada de carros con gentes que llegaban de la vega del Tajo.

Recuerdo apostar mentalmente antes de verlos aparecer por la esquina sobre si se trataba de carro o galera (carro más grande de cuatro ruedas) y sobre lo que podrían subir de la vega dentro y en las alforjas. A veces venían tan repletos que se les salía el contenido por las estaquillas.

Pero había unos días en los que no cabía la duda. Subían llenos de melocotones recién cogidos. En esos días todo el pueblo olía profundamente a melocotones. Unos melocotones grandes con un olor y un sabor extraordinario, en el punto de madurez -para comerlos ya- que no creo haber vuelto a ver. Para que duren en la distribución ahora se les hurta horas de sol. Las exigencias (?) del mundo actual les ha quitado el sabor y ese aroma maravillosos. Deberíamos pensar sobre esto.

Me han venido a la cabeza estos recuerdos de infancia del Callejón de Arcaya 5, en Colmenar de Oreja (la famosa piedra de Colmenar utilizada en el Palacio Real es de allí) como un necesario reencuentro con la realidad, con las certezas de lo genuino, pero también como una huida imprescindible de tantos postizos y sucedáneos. Un mundo que nos rodea de contradicciones seguramente inevitables pero también de hipocresía, engaños y falsos aromas.

No sé si mi búsqueda de lo auténtico y de la verdad viene de ese tiempo y ese tranquilo aprendizaje. Me siento privilegiado por disfrutar esas vivencias que han sido hurtadas a los niños de hoy. El medio rural, entonces tan vivo y hoy tan desprotegido, debería tener futuro y todos deberíamos hacer un gran esfuerzo por recuperarlo. Para llenar otra vez de vida esa España vaciada que encierra tanta profundidad y verdad. No es imposible, ni mucho menos. Se consigue y mantiene en otros lugares. Voluntad e imaginación, eso sí, son imprescindibles.

Aquellas sencillas labores y aquellas sencillas gentes nos enseñan un camino de autenticidad que no deberíamos abandonar, al contrario.

Me gustaría volver a sentir, en todo nuestro país, la verdad de aquel maravilloso olor de los melocotones.

 Jose Manuel Sanz. 2023

22 junio 2024

RODRIGO DE BALBÍN BEHRMANN INVESTIDO DOCTOR HONORIS CAUSA

...POR VICENTE RAMOS

Extraigo y copio del diario Huelva Información: 

Rodrigo de Balbín Behrmann, uno de los prehistoriadores españoles más destacados, 
es nuevo Doctor Honoris Causa de la Universidad de Huelva.
Licenciado en Geografía e Historia, trabaja en Huelva desde hace cinco décadas y es un defensor 
acérrimo del patrimonio histórico, prehistórico, cultural y arqueológico.

































En el siguiente enlace podeis leer la noticia completa:

https://www.huelvainformacion.es/huelva/rodrigo-balbin-behrmann-investido-doctor_0_2000214173.html

Aunque en el anterior texto del diario Huelva Información encontraréis el enlace a los videos de la

ceremonia, aqui os copio el enlace a Youtube para visualizarlo:

Rodrigo de Balbín Behrmann es investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Huelva (youtube.com)




17 junio 2024

LA CIUDAD, VICTIMA DEL MOVIMIENTO MODERNO

 ...POR JOSÉ MANUEL SANZ

El debate sobre cómo y por qué la arquitectura del Movimiento Moderno ignoró la ciudad tiene una base sólida. Como decía Julio Cano, no solo la ciudad, sino la Historia. Fue un movimiento de gente bastante “sobrada” en general que creyó que la ruptura que provocaban había nacido sin padre ni madre. Todo es consecuencia de todo, a través de una evolución crítica. Todo es, de alguna manera, herencia de lo anterior como tantas veces se ha demostrado, aunque las interrupciones traumáticas de la Historia como las que se produjeron en Europa (sobre todo) durante más de treinta años lo hagan más difícil de entender.

Como en tantas otras artes el periodo entre guerras fue extraordinariamente fértil en ideas y la Arquitectura no fue una excepción. Se realizaron obras maestras, paradigmáticas, que dieron lugar a un importante desarrollo a partir de los años cincuenta. Para la ciudad, sin embargo el Movimiento Moderno produjo trazados racionales fríos apenas realizados (en las ciudades teóricas de Le Corbusier sería difícil vivir) cuando la ciudad heredada es siempre un reflejo de las continuas huellas de la Historia y como tal, rendida muchas veces a lo aleatorio y casual, con un resultado que nos aparece como espontáneo (de ahí su encanto) cuando es el resultado de mil fuerzas, incontrolables algunas y siempre difíciles de encauzar si no se conocen sus claves.

El Movimiento Moderno fue más de piezas singulares que de espacios y menos aún de espacios urbanos. En ese sentido heredó más del mundo griego que del romano. Pero además los medios de difusión de la arquitectura ya entonces- y desde entonces - promocionan iconos y sus autores porque es lo que vende (consecuencia tal vez de la valoración, que nos persigue, del héroe, de lo singular y lo único, ante tanta uniformidad y monotonía).

La ciudad, como decía Aristóteles, es un hecho colectivo donde se plasman las intenciones y el sentido de los que las crean y habitan (las razones fundacionales). Difícilmente esta civilización nuestra tan individualista (desde hace casi un siglo) puede construir ciudad.

Por otro lado el Movimiento Moderno se consolida entre ambas guerras y se desarrolla en buena parte en momentos de graves crisis económicas y con enorme pérdida de los oficios artesanos. Metafóricamente, hay solo algunos chefs excelentes, pocos cocineros de oficio y materia prima escasa y, por lo tanto, cara.

Pero en la posguerra (tanto que reconstruir) la construcción se convierte en un gran negocio y empiezan a sacarle partido gentes muy ajenas, sin sensibilidad alguna, que incluso huyen de los buenos arquitectos como de la lepra, buscando los más dóciles (aunque celebremos las excepciones). Todo se traduce en una terrible vulgaridad en los nuevos ensanches, que

nacieron con algunas arquitecturas valiosas pero que se van desarrollando con mala calidad general, utilizando (mal) los ejemplos y paradigmas del propio movimiento.

Para la ciudad que crece más allá de los primeros ensanches del siglo anterior surge un nuevo factor nocivo. Apenas hay urbanistas bien formados (y los pocos valiosos son como islas, predicando en un desierto, lleno sin embargo de intereses de otro tipo). Los que hacen urbanismo, muchas veces están a la sombra de las grandes inmobiliarias, que, salvo raras excepciones, muestran hacia la ciudad (o el paisaje, o la belleza) la misma sensibilidad que un oso hormiguero.

Los grandes arquitectos que han construido para esta nueva sociedad, conocían perfectamente esto. Pero se iban a vivir, sin embargo, logrado el éxito, a las magníficas casas victorianas o similares que por esas y otras razones (la crítica cultural arquitectónica en paralelo a las publicaciones) no se podían permitir proyectar a un nivel equivalente de calidad, ni sus clientes pagar.

La ciudad nacida tras estos grandes arquitectos y movimientos, es el gran fracaso de la Arquitectura del siglo XX y amenaza con no enderezarse en el actual. No hemos sido capaces de hacer ciudad con la calidad de tiempos pretéritos. Hay sin embargo algunos signos de un cambio de sensibilidad y de preocupación en este sentido que celebramos, casi siempre apoyándose en la presencia de políticos más cultos, por otro lado tan escasos.

No tiene nada de extraño que aquellos arquitectos que, en lo que producían, siempre quisieron dejar testimonio de la cultura y el pensamiento de su época, de la que se sentían protagonistas, eligieran habitar en las magníficas posibilidades de arquitecturas pretéritas, sobradas de espacios interpretables, producto de momentos económicos y artísticos más gozosos.

Es cierto, la ciudad ha evolucionado y crecido mal.

Pero, sinceramente, tampoco creo en la solución radical de los centros históricos peatonales que se están convirtiendo en reducto casi exclusivo para turistas, con una enorme presión para que desaparezcan los maravillosos establecimientos antiguos y sustituirlo por cadenas “estándar” de ámbito global, aspecto uniforme y personalidad nula. Poco a poco la pérdida de esa identidad original acabará haciéndonos sentir que estamos siempre en el mismo lugar y que esos centros históricos pierdan buena parte de su encanto y paradójicamente, su atractivo. De la misma manera que creo que una arquitectura contemporánea de calidad, capaz de leer el entorno, puede y debe inscribirse en esos centros históricos. Sin duda uno de los ejercicios más difíciles y uno de los retos más atractivos.

Está claro que deben protegerse estos lugares de la contaminación del automóvil actual pero dentro de pocos años todos los vehículos serán eléctricos, muy silenciosos y sin emisiones. No bastará con los transportes públicos, una buena parte de la actividad profesional de la ciudad seguirá necesitando el vehículo privado, se generalizarán los más reducidos de tamaño y ocupación, probablemente las motos eléctricas estables o los pequeños coches de dos personas (lo del patín además de descontrolado es peligroso para todos y, se piense lo que se piense, hay ciudades que admiten muy forzadamente la bici sin grave peligro). Como el

subterráneo tiene fuertes limitaciones de trazado y coste, un transporte público de superficie (en Madrid autobuses, con el tranvía perdido), verdaderamente eficaz, precisaría triplicar su parque y eso llenaría de mastodontes los estrechos cauces de los centros. Ya casi ocurre. Me parece necesaria una reflexión más profunda sobre este tema precisamente en defensa de lo que se quiere proteger.

Un debate sobre la ciudad demasiado simplista ha querido reducirlo a veces a un tema de densidades. Ese es un debate de ignorantes. La ciudad es un organismo mucho más complejo. Estamos perdiendo- hablo de Madrid - y es una terrible perdida, EL BARRIO: Ese lugar fundamentalmente de viviendas con densidades de moderadas a altas, capaces de sostener y hacer rentables tiendas y servicios cercanos, para resolver andando, que es lo sano, las necesidades comunes (tiendas de diario de todo tipo, escuelas, bancos…). Todo esto queda sustituido por los grandes Centros de extrarradio (que paradójicamente te hacen depender del coche) o los pedidos on line (que no solo destruyen aquellas dotaciones de barrio sino que ya amenazan también a los Hiper, además de dejarnos perchados en casa, ensanchando el culo, perjudicando a nuestras piernas y por tanto a nuestro corazón. (Encima vienen “los covid” y “teletrabajamos”)

Debemos entender las diferentes escalas e intensidades de la ciudad que, como en una gran sinfonía, deben alternarse y entrelazarse. Entenderla más transversalmente. Defender el barrio cercano, las calles especializadas a escala de ciudad, entender la diferencia entre las tramas de desplazamiento de vehículos y las peatonales que deben coexistir, que pueden no ser coincidentes (para dejar de llamarnos peatones) pero que deben ser cercanas.

Hace muchos años, siendo aún estudiante, planteé un proyecto de diferenciar las conexiones peatonales entre los centros de las manzanas que Castro (o Cerdá) concibieron como jardines (hoy, en Madrid, desaparecidos todos, menos dos) para introducir las tiendas, locales, cafeterías, restaurantes, en esos espacios interiores ajardinados y conectar las manzanas entre sus centros en vez de por su bordes exteriores junto a las vías de vehículos, como ahora. Repetí una propuesta similar para un concurso muy posterior, para la ciudad de París.

La ciudad evoluciona lentamente pero, por la misma razón, los errores son difícilmente reversibles. Muchas de las cosas que comento son producto de decisiones equivocadas, impuestas por intereses económicos importados de otros climas y sociedades distintas y alejadas del sentido de la ciudad en nuestra cultura. Con una menor explotación de los horarios comerciales, con alternativas en los horarios laborales, la gente tendría más fácil conciliar la vida familiar, tan importante, y la ciudad recobraría una parte de su vitalidad.

Recuperar la Ciudad. Reencontrar la calidad en el discurso sin complejos con la ciudad heredada es uno de los grandes retos de la Arquitectura de nuestro tiempo.

 Jose Manuel Sanz. 2022

14 junio 2024

Alternativa (muy probable) a la situación Económica Actual

 

...Por Manolo Rincón.

Quisiera traer a este foro, unas reflexiones sobre temas económicos que cada vez están más presentes y a todos nos afecta en mayor o menor medida, y que en mi modesta opinión ya nos están alcanzando. Os traslado una opinión razonada que he tratado de exponer de manera sencilla.

1. Impresión de Dinero y Masa Monetaria

   En los últimos años, todos hemos observado un aumento significativo en la impresión de dinero por parte de los bancos centrales alrededor de todo el mundo. Este incremento en la masa monetaria no ha venido acompañado por el aumento correspondiente en la productividad de las economías, como debería de ser, lo que ha generado diversos efectos en la economía global, que brevemente comento a continuación.

2. Proceso Inflacionario y Devaluación fiduciaria 

   Este proceso de aumento de la masa monetaria sin un respaldo de productividad genera inflación. La inflación se manifiesta como un incremento generalizado en los precios de los bienes y servicios. Sin embargo, este aumento no se debe a que los bienes y servicios valgan más, sino a que el valor del dinero ha disminuido. Como resultado, los ahorros de las personas se devalúan continuamente y su poder adquisitivo se reduce día a día.

3. Necesidad de un Valor Refugio

   Ante la devaluación del dinero, es fundamental buscar valores refugio que protejan los ahorros y mantengan su valor en el tiempo. Tradicionalmente, el oro y los bienes inmobiliarios han sido utilizados como refugios seguros debido a su capacidad para conservar valor durante periodos prolongados de incertidumbre económica.

La Tecnología Blockchain y su Impacto en la Economía Tradicional

4. Blockchain: Una Alternativa Innovadora 

   La tecnología blockchain es un sistema de registro descentralizado que puede sustituir a la economía tradicional. Una de sus múltiples ventajas es que permite a las personas actuar como su propio banco, gestionando préstamos, inversiones y transacciones diarias sin intermediarios. Se basa en millones de ordenadores interconectados por  internet con información transparente pero encriptada.

5. Billetera Electrónica

   Una billetera electrónica es una aplicación que permite almacenar, enviar y recibir criptomonedas de manera segura. Funciona como una cuenta bancaria digital, pero sin la necesidad de una entidad bancaria tradicional como intermediaria. Es 100% segura manteniendo las claves bien guardadas.

Bitcoin: Una Moneda No Inflacionaria, creada sobre el ecosistema blockchain.

6. Características del Bitcoin 

   Bitcoin es una criptomoneda diseñada para ser no inflacionaria. A diferencia de las monedas tradicionales, su oferta total está limitada a 21 millones de unidades. Esto significa que no puede ser inflada artificialmente mediante la impresión de más unidades, lo que tiende a aumentar su valor con el tiempo y puede ser sustitutiva del dinero fiduciario actual.

Contratos Inteligentes y sus Ventajas

7. Contratos Inteligentes 

   Los contratos inteligentes son programas que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones predefinidas. Integrados en la tecnología blockchain, estos contratos ofrecen una mayor eficiencia y seguridad frente a los modelos tradicionales, eliminando la necesidad de intermediarios y reduciendo el riesgo de fraude.

Seguridad del Nuevo Modelo

8. Seguridad de la Tecnología Blockchain 

   La tecnología blockchain es extremadamente segura debido a su naturaleza descentralizada y a la criptografía avanzada que utiliza. A diferencia del sistema financiero tradicional, donde los datos son controlados por una entidad central, en una blockchain los datos se distribuyen entre miles de nodos independientes, haciendo casi imposible su manipulación o ataque.

Comparativa y Conclusiones

9. Ventajas y Desventajas 

   - Ventajas:

     - Descentralización: Elimina la necesidad de intermediarios, reduciendo costos y aumentando la eficiencia.

     - Transparencia: Todas las transacciones se registran de forma pública y son verificables por cualquier persona.

     - Seguridad: La criptografía avanzada y la descentralización protegen contra fraudes y ciberataques.

     - No Inflacionaria: Las criptomonedas como Bitcoin tienen una oferta limitada, lo que previene la inflación.

     - Contratos Inteligentes: Automatización de acuerdos, reduciendo errores y aumentando la eficiencia.

   - Desventajas:

     - Volatilidad: Las criptomonedas pueden experimentar fluctuaciones de precio significativas, con relación a las monedas fiduciarias.

     - Adopción: Todavía no están ampliamente aceptadas como medio de pago.

     - Regulación: Falta de regulación clara en muchos países, lo que puede generar incertidumbre legal.

10. Conclusiones

    La tecnología blockchain y las criptomonedas representan una alternativa sólida y segura frente al sistema financiero tradicional, especialmente en un contexto de inflación y devaluación permanente del dinero. Aunque existen desafíos como la volatilidad y la adopción generalizada, las ventajas en términos de seguridad, transparencia y eficiencia las posicionan como una opción viable y atractiva para el futuro económico. A medida que más personas y empresas adopten estas tecnologías, es probable que veamos una transformación significativa en la manera en que gestionamos y protegemos nuestro dinero.

13 junio 2024

DEL INSTITUTO ESCUELA A LA ESCUELA EUROPEA (1939-2024)

 ...POR MANOLO RINCÓN

Introducción

El Instituto "Ramiro de Maeztu" de Madrid tiene una historia rica y multifacética que refleja las transformaciones sociales y educativas de España a lo largo de las décadas. Este documento traza la evolución del instituto desde sus raíces en el Instituto Escuela, su establecimiento en 1939, hasta su integración en la Red de Escuelas Europeas en el siglo XXI.

 Orígenes y Fundación del Instituto Escuela

El siglo XX comenzó con una necesidad urgente de modernización educativa en España. La corriente reformista, influenciada por el krausismo y liderada por figuras como Francisco Giner de los Ríos, buscó alfabetizar y preparar a la población a través de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). En 1918, se creó el Instituto Escuela (IE) como una extensión de estos esfuerzos, combinando recursos públicos y privados para ofrecer una educación moderna y laica desde la primaria hasta la secundaria.

Varios hitos precedieron su creación. En 1878, el Museo Pedagógico apoyó la enseñanza primaria, seguido por la instauración del Ministerio de Instrucción Pública durante la dictadura de Primo de Rivera. La construcción de los edificios de la Residencia de Estudiantes en la calle del Pinar, muy cercanos a la Colina de los Chopos, comenzó en 1910, facilitando un entorno adecuado para la nueva pedagogía.

 Transformaciones y Fundaciones (1939-1970)

La Guerra Civil Española interrumpió la actividad educativa en todo el país. En 1939, el arquitecto Eugenio Sánchez Lozano remodeló las instalaciones del Instituto Escuela, fundando el Instituto "Ramiro de Maeztu" en su lugar. Las instalaciones se expandieron para incluir dos residencias, la Hispano Marroquí y la Residencia-Internado Generalísimo Franco, destinadas a albergar a estudiantes internos.

El instituto inició su actividad en octubre de 1939 bajo la supervisión del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que implementó un Patronato para su gobierno. El CSIC nombró a los profesores y administradores, admitiendo a algunos profesores del IE. A lo largo de las décadas siguientes, el instituto se adaptó a varios cambios estructurales y administrativos, incluyendo la separación de la dirección de la escuela preparatoria y la desaparición del Patronato. También se integró plenamente en el sistema educativo nacional, permitiendo que las plazas fueran ocupadas mediante concurso de méritos. Este periodo también vio una creciente colaboración con el Instituto de Pedagogía Luis Vives del CSIC.

 Modernización y Adaptación (1970-2000)

En las últimas décadas del siglo XX, el Instituto "Ramiro de Maeztu" se consolidó como una institución educativa de alto  prestigio. Adoptó el programa del Bachillerato Internacional, lo que atrajo a una comunidad estudiantil diversa y exigente. El instituto promovió un enfoque educativo innovador, destacándose por su excelencia académica y por fomentar una formación integral en sus estudiantes.

 Hacia la Escuela Europea (2000-2024)

Con la formación de la Unión Europea y las nuevas directrices educativas, el Instituto "Ramiro de Maeztu" se unió en 2024 a la Red de Escuelas Europeas (EEA), un consorcio que promueve la educación multinacional y multicultural en Europa. Esta integración ha permitirá al instituto ofrecer una educación de calidad que prepare a los estudiantes para un mundo globalizado, con un énfasis en el multilingüismo y la movilidad académica. La incorporación a la EEA  mejora significativamente las oportunidades de los estudiantes en términos de movilidad académica, aprendizaje de idiomas y comprensión cultural.

 Conclusiones

La evolución del Instituto "Ramiro de Maeztu" refleja la capacidad de adaptación y renovación de las instituciones educativas españolas frente a los cambios sociales, políticos y económicos. La integración en la Red de Escuelas Europeas presenta varias ventajas:

Multilingüismo: La EEA promueve el aprendizaje de múltiples idiomas, lo que prepara a los estudiantes para un entorno laboral internacional.

Movilidad Académica: Los estudiantes tienen la oportunidad de estudiar en otras escuelas europeas, enriqueciendo su experiencia educativa y personal.

Calidad Educativa: La pertenencia a la EEA garantiza estándares elevados de enseñanza y aprendizaje, alineados con las mejores prácticas europeas.

Diversidad Cultural: La exposición a diferentes culturas y sistemas educativos fomenta la tolerancia y la comprensión intercultural, valores esenciales en el mundo moderno.

El Instituto "Ramiro de Maeztu" sigue siendo un faro de excelencia educativa, combinando una rica historia con un compromiso firme hacia el futuro. La institución ha logrado mantenerse a la vanguardia de la innovación educativa, ofreciendo una formación integral que prepara a sus alumnos para los desafíos del siglo XXI.


10 junio 2024

DESDE EL TREN

Por Jose Manuel Sanz

Desde el asiento de un tren, no puede decirse que quieto, más bien mecido cuando no zarandeado, el mundo exterior se desliza al otro lado de la ventana y se convierte en paradigma de la apariencia. Él es quien se mueve y nos frece las impresiones de un mundo pintoresco y cambiante. Se mezclan en esta visión fugaz, cosas inconexas, campos, casas de viviendas y de labor, edificios de todo tipo donde habitan, en ese momento, vidas y acontecimientos tan distintos e indiferentes a nuestro paso. Siempre me pregunto como será la vida de aquel o que ocurrirá tras de aquella ventana…que ya ha escapado a mi vista. Para ellos solo somos un ruido rutinario.

Construcciones y ruinas pintarrajeadas por los grafiteros, postes de teléfonos y eléctricos que pasan raudos sin manera de fijarse en ellos, ¿hay algo tan efímero como la visión de esos postes pasando vertiginosamente delante de nosotros? Otros más lejanos, metálicos y complejos, con figuras antropomórficas diversas, resignados unos con sus grandes brazos caídos, clamando al cielo otros y hasta en jarras como preguntándose ¿qué hago yo aquí?

Y el paisaje, que querría contarnos cómo es en cada paraje pero que sucumbe víctima de esa fugacidad, arrastrado rápidamente por el siguiente. Cultivos o campos sin labrar, verdes tan distintos, terrenos amarillentos de cal y arena o rojizos de arcilla. Manchas extensas salpicadas del tono oscuro de las encinas y carrascas sobre un fondo de tierra ennegrecida que deja asomar, a veces, un verde brillante de pradera. Predios cultivados e irregulares, en aparente desorden y de formas insospechadas, producto seguramente de herencias partidas y rencillas mal resueltas, casi como una metáfora del propio país.

Ríos o arroyos que cruzan de tarde en tarde, demasiado de tarde en tarde. Terraplenes abiertos para nuestro paso que cuentan su profundidad al subir y bajar alternativamente su perfil a nuestros ojos, como si jugaran al escondite de aquello que querríamos ver de lejos. Enormes ¨cultivos¨ fotovoltaicos y más allá, cuando el capricho ondulado nos deja ver los cerros lejanos, los inefables molinos que por fortuna no conocieron Alonso y Sancho.

Antes y después de cualquier estación, junto a unas vías que se multiplican y envejecen según se alejan -descuidadas- para reducirse, acercarse y desaparecer después ruidosas bajo nuestro propio paso, descubrimos un mundo del pasado: espacios que parecen perdidos y sin dueño, lugares y objetos inservibles donde nadie reclamara limpieza ni orden, donde cualquiera parece tener derecho a abandonar lo que no le sirve. Se amontonan, junto a la suciedad, restos de vías, traviesas, vagones viejos y herrumbrosos abandonados. Cerca, otros más nuevos, parecen esperar su turno.

Las afueras de las estaciones nos muestran con generosidad, porque el tren pasa más lento, todo ese mundo suburbial y caótico que nadie ha querido o sabido resolver. El lugar de la indiferencia. Un lugar al que a veces se asoma la nostalgia. Porque el tren y

los viajes parecen traernos inevitablemente recuerdos -buenos y malos-de otros lugares y situaciones. También de otros tiempos que algunos creerán mejores. Yo no lo creo. El mejor siempre es este, el que encierra oportunidades para seguir creciendo y ofrecer ilusiones y soluciones hacia adelante.

Se me ha colado por la ventana algo de nuestra manera de ser, y también el desorden y los errores a superar, pero también una país diverso y hermoso -incluso en este raro otoño- con tantas posibilidades por descubrir y desarrollar.

Así será si somos capaces de entenderlo, entendernos y superar con generosidad tanta disputa política estéril para que nuestro país -y todos nosotros -seamos el auténtico objetivo.

Llego de Mérida, tras cuatro horas y media para unos 360 Km. Muchas cosas por mejorar.

José Manuel Sanz. Octubre de 2023

05 junio 2024

EL VALOR DE LA NORMALIDAD

...POR JOSE MANUEL SANZ

El marketing y antes del marketing los artistas, convencieron al mundo de que sólo la novedad representaba un valor.

La búsqueda de lo original como valor supremo o incluso como lo único valorable ha producido víctimas.

La normalidad es la primera y principal. Es cierto que puede interpretarse de una manera reductiva como “seguir la norma” pero se confundió enseguida lo bien hecho con lo rutinario y se juzgó como de poco interés ese deseo de perfección sobre las cosas o procedimientos conocidos. Los griegos – los clásicos en general- estuvieron siglos tratando de perfeccionar las proporciones, la elegancia, en definitiva la belleza apreciable en sus obras escultóricas y arquitectónicas, madurando y matizando los diferentes estilos (stilo, columna en griego).

La otra víctima paradójicamente, es la originalidad. El volver a los orígenes para encontrar, en la profundidad de los inicios, nuevos contenidos y argumentos se ha venido confundiendo con “ lo nunca visto”, la ocurrencia sin sentido y sin raíces (con la complicidad imprescindible de la desinformación y falta de criterio reinante en la sociedad actual).

No seré yo el que reste valor a la búsqueda legítima de esa originalidad. El arte y la sociedad avanzan así.

Pero sería bueno empezar a saber distinguir lo que tiene sentido y origen, de la boutade y el capricho absurdo que, sin embargo y por desgracia, aparecen en nuestras ciudades y paisajes y se asoman, a veces jaleados, a las páginas de las revistas. Los más grandes artistas, de antes y de ahora, han buscado siempre raíces auténticas en sus propuestas.

El saber hacer y el buen oficio han hecho más ciudad y mejor paisaje – pensemos en los barrios céntricos de las ciudades o en tantos ejemplos del medio rural- que muchas intervenciones “singulares”, casi siempre ligadas a una moda efímera e inconsistente.

Pediría a los que no sean capaces de ofrecer algo nuevo, enraizado y de interés, que hagan como los clásicos, aprendan de lo bien hecho y traten de interpretarlo de la manera más correcta posible. La ciudad y el paisaje se lo agradecerán. Alguien pensará que eso supone otorgar un valor inmerecido a la “copia” pero, como decía Rosalind Krauss, siempre hay algo de copia en la evolución del arte y el “copista” con frecuencia, toma partido por una interpretación, definiendo algo nuevo. Podríamos encontrar el ejemplo en la interpretación musical o en la aparente similitud de tantos paisajes que, no por familiares, son menos bellos.

En mis largos años de profesor de proyectos he intentado desbrozar los buenos caminos y animar a la investigación. He mostrado naturalmente los buenos ejemplos y los extraordinarios como pautas para el bien hacer. Tan solo me arrepiento de no haber mostrado también los malos – prudencia por si alguien conocía a sus autores- y explicar por qué me parecía que lo eran.