...por Juan Carlos Torralba
Llevábamos tres años persiguiendo el
sueño de este título para el equipo. En mi
primera temporada en juveniles llegamos a las finales en Lérida. El
equipo, muy completo pero muy joven en alguno de sus componentes como era mi
caso, se tuvo que enfrentar en su primer partido a un Real Madrid cuajado de
figuras y con gran poderío físico, Nava, Escorial, Paniagua, Cristobal… . A pesar
de que peleamos hasta el último segundo,
nos ganaron el partido quitándonos cualquier posibilidad y ocasionándonos
nuestro primer desengaño.
Repetimos al año siguiente en Cáceres, con un método de liguilla. Quedamos
segundos, detrás del Vallehermoso.
La temporada 1967-68 quedamos
subcampeones de Castilla, detrás del Canoe N.C., que contaba con un equipo
tremendo técnica y físicamente.
Por parte de Cataluña el campeón era el
Barcelona, con un equipo poderosísimo que llegaba invicto en la temporada.
Habíamos perdido por lesión a Luis
Miguel Gil y se había incorporado Carlos González para sustituirle. El resto
del equipo estaba formado por Javier Goizueta, los hermanos Estrada, Gonzalo
Sagivela, Arturo Gómez, Francisco Javier Sánchez Rodriguez, Eduardo Garcia Reneses
y yo, Juan Carlos Torralba.
Fernando Bermúdez, nuestro entrenador,
preparó muy bien la fase final.
Llegábamos muy fuertes anímicamente y gracias a
la ayuda del profesor de educación física del Ramiro, Miguel Ángel González, con un
punto de preparación física óptimo. Todavía recuerdo los calentamientos de 20
minutos en el vestuario, previos a cada partido. Salíamos al campo totalmente
enchufados.
Perdimos con el Barcelona en la fase
previa, y nos tocó jugar la semifinal contra el Canoe N.C. y la final con el Barcelona.
Desde el principio nos despegamos con facilidad gracias a nuestra fuerte
defensa y velocidad del contraataque, y justo es decirlo a la eficacia
encestadora de nuestros aleros Javier
Goizueta (29 puntos) y Gonzalo Sagivela ((12). Ganamos 56-45. Todavía recuerdo
el gozo desatado al final del partido y la recogida de la copa que, como
capitán del equipo, me tocó recoger.
De todos modos y como mejor recuerdo de
ese campeonato me quedo con el espíritu de amistad que durante el mismo tuvimos
con nuestros más directos rivales en Castilla,
los jugadores del Canoe. Recuerdo que
en los ratos libres salíamos del hotel juntos a pasear por Lugo con una
camaradería que se ha prolongado en el tiempo con alguno de ellos transformada en
una profunda amistad.
Muchas gracias Juan Carlos por evocarnos esos momentos tan agradables.
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