...por Manolo Rincón
El Ramiro ha dado muy pocos
políticos, señal de que nos formaron para metas más importantes y sólidas que
la mera política, que es una profesión de mucho riesgo por culpa de las
intrigas y los malos hábitos que en ella se practican.
Por su gran mérito, me atrevo a
analizar el fenómeno Sánchez, como un caso singular de ex-alumno del Instituto.
Me mueve a escribir estas líneas el saber de su renuncia, forzada, al cargo que
tan dignamente ocupó.
Sánchez fue un alumno corriente dentro
del Instituto, del que poco o nada recordaban los profesores que tuvo en el
Centro y aún están en activo. Sabemos que jugó en el Estudiantes no
profesional, mientras estudiaba en la Universidad. Vistió la camiseta colegial
hasta los 21 años.
En algún momento decidió penetrar
en el intrincado laberinto que es un Partido Político. Fue diputado en
sustitución de alguna baja, pero poco sabemos de esa etapa de su carrera.
Hace dos años nos llegó la
noticia de su presentación para ocupar la Secretaría General del Partido Político
español con más solera, el PSOE.
No lo tuvo fácil, pero finalmente
lo consiguió. Esto, es un gran hito y constituye un caso singular dentro de la
familia de ex-alumnos del Ramiro.
Pero, hace pocos días, ha tenido que dejar ese puesto y lo ha hecho por la puerta de atrás.
ResponderEliminarUna pena que tardara tanto en abrir los grifos de fondo...
ResponderEliminarYo creo que ha sido consecuente hasta el final y le han defenestrado de manera vil; como suele pasar en política, donde tantos odios se fraguan.
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