…por Rafael Gª-Fojeda
Cuando
el Valencia CF se clasificó para la próxima final de la Copa del Rey de fútbol
a dirimir con el FC Barcelona, inmediatamente me vino el recuerdo de otra final
entre ambos equipos que vencieron los ‘chés’ ¡en 1954!
Recordé, casi sin equivocarme, las
alineaciones de los dos conjuntos, pero, sobre todo que, al término de aquel
encuentro, Quique, portero de los vencedores, se encaramó al larguero de la
portería sur del entonces estadio de Chamartín.
Quizá
debido a mi enfermedad de nacimiento, soy proclive a preguntarme sobre el
funcionamiento del cerebro y ese
recuerdo me llevó a hacerlo. ¿Dónde almacenamos información tan antigua o más
si cabe…? ¿Cuál es el mecanismo químico que provoca su veloz llegada a la
memoria actual…? ¿Qué camino sigue en el “viaje”…? Preguntas, estas tres y
otras muchas cuyas contestaciones ignoro como quizá las desconozcan hoy los
investigadores pues el cerebro sigue siendo, creo, el arcano del organismo
humano.
Del cerebro se va sabiendo mucho pero se sigue conociendo poco, Rafa.
ResponderEliminarEso que te pasa proviene del hipocampo, donde hay unas células que se encargan de gestionar la memoria. Estas células se localizan en una especie de lóbulo en el borde del hipocampo llamado giro dentado, cuya función es conectar con la corteza prefrontal, donde se almacenan los recuerdos. La interconexión se hace por medio de la sinapsis interneuronal, la clásica unión química ente los terminales (axones). Esa gestión es lo maravilloso del asunto, pues precisa de filtros adecuados; además, en la corteza prefrontal ya hay más sitio (actúa en esto de la memoria como una biblioteca), pero también es el lugar desde donde actúan las emociones, que de alguna forma se asocian a estos recuerdos. Según sea “la intensidad” de esas emociones asociadas a un determinado recuerdo, las recordaremos de forma más o menos nítida.
Gracias, Kurt, por esta explicación tan detallada; tú si que eres un 'cerebrito" que no solo sabes de aviones sino de otras muchas cosas; me ha tocado un profesor de 10, tanto que todo lo añadiré en mi blog si no lo está ya.
ResponderEliminarNada de eso, querido Rafa; no es ni detallada ni docta y además no es del todo exacta. Lo que quería es de forma muy simplificada responder a tus preguntas; la realidad es bastante más compleja. Es una síntesis para andar por casa...
EliminarA lo mejor algún día nos podemos poner en contacto con nuestra neurocientífica Raquel Marín y te podrá dar una respuesta docta de verdad.Un abrazo, Kurt
Como neurocientífica es evidente que soy una fanática de la actividad cerebral. Sin querer centralizar nuestra existencia en el cerebro solamente, es cierto que sin este maravilloso órgano no seríamos lo que somos ni podríamos aspirar a ser nada en el futuro.
ResponderEliminarLos mecanismos de almacenaje de la memoria son complejos y si bien se conocen muchos aspectos genéticos, moleculares y celulares, todavía nos falta saber mucho sobre lo "que se dicen las neuronas entre ellas". Un aspecto fascinante es que la "genética" propia tan solo representa una pequeña parte de lo que forja el cerebro futuro mientras que la parte epigenética (la del medioambiente y el contexto exterior) es la variable que más influye en nuestra forma de pensar y memorizar. Aun más fascinante es abordar el aspecto químico de la memoria heredada, esa memoria histórica que explica porqué hay muchos bebés que desde que nacen tienen miedo a las serpientes sin haber visto nunca una, ni por supuesto haber experimentado ningún riesgo derivado por estos reptiles. Seguramente es indicativo del número elevado de víctimas que se cobraron las serpientes en nuestros antepasados y que ha quedado grabado en nuestra impronta cerebral de la memoria evocadora.
Muchas gracias por la mención.
Un cordial saludo.
Raquel Marín
Neurocientífica, Catedrática de Fisiología
Autora de "Dale vida a tu cerebro" (RocaEditorial)
Muchas gracias, Raquel, por tu aportación. Es todo un lujo.
EliminarY has abierto un nuevo melón fascinante, el de la memoría "atávica" o heredada. Cuenta la leyenda que Hércules, estando aún en la cuna, estranguló a las dos serpientes que le mandó su madrastra Hera para matarlo. Un poco bruto el chaval, que no parece haber tenido miedo heredado; será la excepción que confirma la regla. A lo mejor a otros bebés les da por jugar con ellas...
Es un tema interesante. Yo siempre he pensado en la genética de las neuronas como clave de la memoria. En mi caso mi padre y mi madre tuvieron una memoria asombrosa y yo creo haberlo heredado en parte por todo lo que soy capaz de recordar. Gracias Raquel por tu pequeña introducción a este apasionante tema.
ResponderEliminar¡Vaya la que he armado! ¿Apasionante, no? Raquel, muchísimas gracias por tu intervención. Tanto Manolo como Kurt ya lo saben, pero tú no. Yo nací con un quiste porencefálico en la región froto-temporal posterior derecha que me produce hemiplejia y atrofia del lado izquierdo con crisis epilépticas (lee, si quieres, CONVIVIR CON EL ENEMIGO en mi blog (Rafael García-Fojeda) para no repetirlo a quienes conocen mi problema. Lo curioso de mi caso es que sigo vivo cuando he leído de un neurólogo que tan solo un 1% con este tipo de lesiones, lleva una vida casi normal como es mi caso, con muchas secuelas en mi salud y desde hace tres años, por si tenía poco, operado de una estenosis medular que me permite andar con dificultad y debo ir casi siempre acompañado en la calle. Un saludo.
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