RECORDANDO EL EXAMEN DE PREU (1.964), Por Manolo Rincón
Voy a
recordar brevemente un paso importante, que dimos muchos, como colofón a
nuestra estancia en el Ramiro.
Hace 49
años nos estábamos examinando del Curso Preuniversitario, concretamente de la
denominada Prueba de Madurez.
Hoy
pasados 49 años, nos pueden parecer pruebas anticuadas y ridículas, pero
entonces nos resultaba una prueba temible, de la cual dependía nuestro
inmediato futuro.
Salíamos
ya de un espacio y unos profesores bien conocidos, lo que era nuestro Ramiro, a
la Universidad enorme y compleja, total desconocida.
Las
estadísticas del 50% de suspensos, tampoco eran muy alentadoras.
Nuestros
profesores de siempre, hicieron un último esfuerzo de preparación, aquel mes de
junio, para que fuésemos con las mejores posibilidades a los exámenes.
Las pruebas
eran en la facultad de Medicina. Fui anteriormente un día a familiarizarme con
el entorno usando el autobús F. Me pareció un edificio enorme y una muy bonita
estatua, la que estaba en el campus.
Había dos
partes, un primer examen de las asignaturas comunes (Filosofía, Literatura,
Historia) y otro específico de Ciencias o Letras.
Una buena
mañana accedíamos, por vez primera a una facultad.
Al
repartir el primer examen, vi con alivio que era de Filosofía, y con entusiasmo
que el tema era Aristóteles. Me faltó papel y tiempo para poner todo lo que
sabía. Esto fue ya una inyección de moral.
El segundo
examen fue un comentario de textos, que tampoco me salió mal, por lo que ya
estaba bastante tranquilo en principio.
Por
supuesto creo que esta primera parte la pasó todo el mundo.
Una vez
verificada la suficiencia, venía el segundo ejercicio,
Este, para
los de ciencias, comprendía dos exámenes:
Matemáticas
y la temida Física (por la mala preparación que teníamos).
Matemáticas
con un problema y cuatro cuestiones, me salió suficientemente bien.
El de
Física llevaba un problema, que no supe hacer y cuatro cuestiones de Química
que bordé.
Resultado,
notable en Matemáticas y un 4 en Física, lo que ya me imaginaba. Pero por
suerte hacían media y me daba un seis, por lo que pasé con una cierta holgura.
Me di
cuenta de lo bien preparados que íbamos en el Ramiro, salvo en Física. El
Instituto cumplió expectativas con creces.
Yo también me examiné ese día en el Aula Magna de Medicina. Impresionante para unos alumnos impresionables todavía por el entorno.
ResponderEliminarRecuerdo que si me salió el problema de física y que le pasé la forma de hacerlo a otro compañero; aprobamos los dos. Era de electricidad, recuerdo, y había que calcular una potencia eléctrica a través de la fórmula W = R i2.
Grandes recuerdos, Manolo!!!
Si Vicente, al año siguiente ya hacía esos problemas con la gorra, pero Agapíto no los había ni tocado, es más creo que todo lo que dio de electricidad fue la ley de Ohm. Ojalá me hubiese puesto ese día a tu lado, después de tantos años juntos. Yo le dí vueltas y vueltas al problema desesperandome por mi falta de ideas. Así que me centré en las cuestiones para asegurar el cuatro que me dieron, con toda justicia y maldecir a Agapito (Agaputo para m´aquel día).
ResponderEliminarEl Aula magna impresionaba ciertamente.
Manolo
A 50 metros de mi lugar de trabajo durante 40 años.Para que no olvidara Madrid.
ResponderEliminarEL RELEVO GENERACIONAL - Av. Blasco Ibañez
Esta obra que lleva por nombre "El relevo generacional" es una copia de la que se encuentra en la Ciudad Universitaria de Madrid y que lleva por titulo "Los portadores de la antorcha". Es un regalo de la escultora Anna Hyat Huntington a la ciudad de Valencia. Representa un grupo escultórico formado por la figura de un hombre desnudo a caballo y otro hombre tambien desnudo y caido en el suelo que cede el testigo o la antorcha al hombre a caballo.
Grupo escultórico realizado en bronce en 1955. Elevado sobre un pedestal circular, la imagen y el titulo nos lo dice todo sobre su significado. Las viejas generaciones entregan la antorcha (relevo) a las nuevas generaciones.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa verdad es que no me acuerdo de casi nada de aquél examen, ni siquiera si lo pasé bien o mal... Era un filtro que había que pasar para algo que para mí era incuestionable, la universidad, de forma que probablemente sufrí la típica ansiedad pre-examen como todo el mundo.
ResponderEliminarSí que recuerdo que en primero de carrera de ingeniería tuve dificultades conceptuales con los problemas de física, probablemente por la misma razón que aduces.
Creo que no estábamos del todo "maduros" en aquél 1964, sino "más-duros"; después, el camino se hacía andando y superando dificultades, que es como mejor se madura...
Me ha hecho recordar y sacar de mis neuroas el famoso problema de Física, el comentario de Vicente.
ResponderEliminarEn efecto te decían que calculases la potencia disi pada en una resistencia R, atravesada por una corriente continua de intensidad I y no te daban la diferencia de potencial V.
Era un problema muy sencillo, si sabias un poco
W=V*I y como V= I*R W=R*I**2 Esto tan tonto, yo al menos no lo había aprendido
Manolo
Hola Manolo, tu comentario me ha hecho recordar mi experiencia en Preu, en concreto el examen de Latín, porque yo hice Letras. Don Antonio Magariños se empeñó aquel curso, en que llevábamos como tema monográfico la Eneida de Virgilio, que nos aprendiésemos los versos de memoria, así, ni más ni menos. Y él cada día nos los preguntaba, creo que en tiradas de veinte versos diarios. Y yo, pese a mi precaria memoria los aprendí.
ResponderEliminarLlegamos al examen en la Universidad, con el miedo consiguiente, y nos ponen el examen de Latín, y recordaba los versos y su traducción por completo. Así que sin tocar el diccionario bordé el texto en diez minutos y me quedé maravillado, feliz del resultado. Creo que me pusieron un 7,5, y gracias a eso saqué la prueba, porque el griego me salió peor y me quedé en un 3 ó un 4, no recuerdo bien.
En fin, grandes recuerdos en la lejanía. Un abrazo, Eloy Maestre
Eloy, si que son recuerdos grandes y maravillosos aunque ya estemos a medio siglo de distancia. Para mi siguen frescos, y veo que es bueno airearlos de vez en cuando, compartidos con los demás. D. Antonio sabía lo que se hacía, no el Sr. Saez Melón de Física, cuyo apellido en este caso indica la calidad de su persona. Manolo
EliminarEn la vida aparecen cruces de caminos que te pueden llevar sitios diferentes.Mi examen de preu fue asi,yo siempre quise ser medico pero era negado para las matemáticas y la física,los dos compañeros que estaban a mi lado fueron como angeles de la guarda y consegui pasar el examen con un cinco.Gracias a ellos llegue a ser medico y si ellos hubiese dejado de estudiar.Gonzalo Sánchez del Cura.
ResponderEliminarSi que es curioso Gonzalo, un buen médico gracias a que te ayudaron
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