ESTEREOTIPOS,
PELIGROS Y TEMORES, por José Luis Cerdán
Las
construcciones de estereotipos para humanos siempre han sido procesos
simplificadores, la sucesión de acontecimientos externos hace que el
estereotipo vaya modificándose. Lo cierto es que su aplicación generalista
incurre en imprecisiones y en errores sustanciales.
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Conocí hace ya años a un tipo excelente, al que tenía en el mejor de los conceptos.
ResponderEliminarCon él como socio, emprendí algunos negocios y no nos fue mal.
Lo introduje en mi familia, que le tenía en mucha estima.
Un día raptó y violó a mi hija de 16 años y huyó con la caja de la empresa, dejándome en la ruina económica y moral.
¡Dios! He desarrollado un estereotipo fulminante hacia los socios excesivamente amigables.
Mi hija, por su parte, ha desarrollado un estereotipo implacable sobre los hombres de más de 40 años, que se le acercan solícitos.
Y mis niños de 10 y 12 años han desarrollado un estereotipo agresivo sobre cualquier varón adulto que se les acerca cariñoso.
Mi mujer ha desarrollado por su parte un estereotipo concreto sobre los maridos gilipollas que no saben ver lo que tienen delante.
De hecho, me advirtió en alguna ocasión que ese socio tan estupendo le echaba unas miradas a su hija que no eran normales, e incluso a ella, que tuvo que rechazarle suavemente en más de una ocasión, pero con delicadeza, debido a que temía mi reacción, pues la acusaba frecuentemente de tener estereotipos sobre mis amigos.
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EliminarNo estabas capacitado para analizar la realidad particular. Lo siento
Eliminar"La superestructura al servicio de la infraestructura".
ResponderEliminarSi tu vecino profesa una religión diferente a la tuya, ¿por qué expulsarle, masacrarle o encerrarle en los calabozos de la Inquisición? Lo razonable es buscar su conversión a la verdadera religión –la tuya– convenciéndole por medio de prédicas. Si, a pesar de tus esfuerzos, aquél continúa empecinado en el error, ya recibirá su castigo en la otra vida, pero tú quedas justificado por tus obras.
Trabajos tan onerosos como es arbitrar los medios para expulsar a un número importante de súbditos, mantener en funcionamiento el tribunal del Santo Oficio o incoar autos de fe sólo resultan beneficiosos si, gracias a ellos, obtienes ventajas políticas y económicas, es decir, puedes conseguir el control de los medios de producción. Por eso se expulsó a los judíos, para obtener el control del sistema financiero, pero no se expulsó a los moriscos, porque eran los insustituibles productores de lo mejor de la agricultura levantina. Al final, se cayó en el error de expulsar también a éstos, seguramente por motivos en su mayoría ideológicos, que en ocasiones la superestructura llega a desvirtuar la infraestructura. Un error semejante al que cometió Hitler enviando a los judíos alemanes (y de los territorios ocupados) a campos de exterminio, con lo que se privó de un grupo social altamente cualificado, sólo para inventarse un enemigo interior que justificara la represión. Ahora, este invento tiene como excusa a los musulmanes que viven en los países occidentales.
Mi querido amigo: La tesis básica del materialismo histórico es que la superestructura depende de las condiciones económicas en las que vive cada sociedad, de los medios y fuerzas productivas (infraestructura)
ResponderEliminarEso quiere decir que no es posible la independencia de la mente humana, del pensamiento, respecto del mundo económico en el que están inmersas las personas.
Así es que, ¿estás diciendo que "la historia de la filosofía no puede ser una historia interna del pensamiento (algo así como la historia de cómo unos sistemas filosóficos dan lugar a otros), de que es preciso apelar a algo externo a ella misma, como es la economía, para comprender la propia filosofía?.
¿Las teorías filosóficas son consecuencia de las circunstancias económicas y de la lucha de clases en la que está inmersa la sociedad en la que vive cada filósofo?...¡Ayvá!
Y por si no lo sabías, las clases sociales no existen, salvando las castas indias o la esclavitud, porque si atendemos a la clasificación de Max Weber: Ingresos, Prestigio, o Poder, en las sociedades modernas, esas diferencias son de tal manera permeables, que yo diría que se trata de estratos verticales y no horizontales, estos últimos tan queridos por Marx, precisamente para impedir la movilidad social.
Hubo una época en que se mataba por asuntos como el de si Cristo tenía una o dos personas y si tenía una o dos voluntades; o por la creencia de que existiera la dualidad creadora Dios-Satanás, la creencia en la ascética y el rechazo del mundo material por demoníaco; o porque la salvación se pudiera obtener con, o sin las obras; Calvino impuso en Ginebra un estado teocrático de corte talibán (con la quema de Servet); Guillermo de Orange en Holanda, o Enrique VIII en Inglaterra, profesaron el luteranismo, entre otras cosas, para tener un arma religiosa que oponer a los católicos españoles.
Y con el beneplácito del mismo Lutero, los príncipes protestantes masacraron 100.000 campesinos alemanes, no solo por la religión, sino porque se oponían a la autoridad civil.
La guerras de religión en Francia produjeron la Noche de San Bartolomé, contra los hugonotes.
Y los moriscos, te recuerdo que se sublevaron en Las Alpujarras, siendo en realidad una quintacolumna de turcos y franceses.
Y sobre el Santo Oficio ya me cansa hablar, porque se ha convertido en el mantra de la leyenda negra, tan querida por los progresistas españoles, sea falsa o no.
Se llama contexto histórico.
GRACIAS MIGUEL ÁNGEL, ya sabemos más, las clases sociales no existen, la economía no influye en el pensamiento, la Santa Inquisición es un falaz invento de los extranjeros, el Duque de Alba y Flandes no existieron, Fray Bartolomé de las Casas era un quintacolumnista de Francia, Portugal e Inglaterra...............
EliminarVelaylo
ResponderEliminar"Comencemos por discutir la relación del señor y el esclavo […]. Algunos pensadores, en efecto, sostienen que la función del señor es una ciencia definida […]; otros, sin embargo, opinan que es contrario a la naturaleza que un solo hombre sea señor de otro hombre, porque lo que hace que un hombre sea libre y otro sea esclavo es solamente una convención, y entre ellos no hay ninguna diferencia natural, y que, por tanto, esto es injusto, porque se basa en la fuerza.
ResponderEliminar"Por consiguiente, puesto que la propiedad es una parte de la familia y el arte de adquirir o aumentar la propiedad una parte del gobierno de la casa –ya que sin lo necesario incluso la vida, mucho más la vida buena, es imposible–, y, puesto que igual que ocurre en las artes concretas, que los instrumentos apropiados serán necesarios si su obra debe ser llevada a término, también así el jefe de una familia debe tener sus herramientas, y de estas herramientas unas carecen de vida y otras viven […] y un esclavo es un artículo de propiedad dotado de vida […].
"Ahora bien: hemos de considerar a continuación si existe o no alguien que tenga naturalmente este carácter, y si es ventajoso y justo para alguien ser esclavo, o bien, si por el contrario, toda esclavitud es contra la naturaleza […].
"Porque es por naturaleza un esclavo el que es capaz de pertenecer a otro […]. La intención de la naturaleza, por tanto, es hacer también los cuerpos de los libres y de los esclavos distintos: los últimos, fuertes para el servicio necesario; los primeros, erectos e inservibles para tales ocupaciones, pero útiles para la vida de ciudadanía […]. Es evidente, por tanto, que hay casos de de gente entre la que unos son libres y otros esclavos por naturaleza, y para esas personas la esclavitud es una institución conducente y justa".
ARISTÓTELES: "Política". Libro I, capítulo 2.
Me parece que incluso la filosofía está al servicio de la infraestructura, en este caso, de la economía esclavista de la que se beneficiaba Aristóteles.
¡Vaya!; así es que Parménides, cuando piensa que la ciencia está en la razón, la cual descubre el ser uno y estático y Heráclito, descubre el logos de las cosas en todas las cosas.
ResponderEliminarCuando se esboza el concepto de Física, o sea el estudio de la Naturaleza y la distinción entre conocimiento sensitivo e intelectivo.
Cuando los pitagóricos esbozan la Aritmética, la Geometría y la Astronomía, e Hipócrates la Medicina.
Cuando los sofistas inician la ciencia del lenguaje, la Gramática y la Retórica,
Cuando Sócrates desarrolla la Moral, como camino del conocimiento científico,
Cuando Aristóteles aplica el procedimiento socrático y llega a los conceptos universales; cuando en el Liceo cultivan la Lógica, la Física, la Biología, la Psicología, la Zoología, la Ética, la Política, e incluso la crítica literaria…
Están todos obedeciendo la ley inmutable y universal de la lucha de clases, influidos todos por la forma de producción de cada época.
Que Aristóteles fuera un pillín, que se casara con la hija del señor del lugar y luego fuera llamado como preceptor de Alejandro, o que su idea de la Política de la ciudad-estado, chocara con la idea imperial de Alejandro. que se retirara a una finca heredada por su madre y enfin, que en su testamento ordenara liberar a sus esclavos (de su hetayra no se dice nada), no presupone relación de producción alienante, más bien una buena vida.
También Marx fue un soberbio gorrón, viviendo a costa del millonario Engels, de sus madre y de los amigos, desatendiendo a mujer e hijos, tres de los cuales murieron de hambre y los dos supervivientes se suicidaron después. Personalmente, era bebedor, desaliñado y mujeriego, por ejemplo en la persona de su sirvienta, a la que no le pagaban. A su mujer le dijo que el violador era Engels.
Ignoro si sus condiciones de producción (el sablazo gorrón) en el que vivía, pudieran haberle sugerido un sistema en el que todos los obreros del mundo pudieran vivir a costa de amigos millonarios.
Esto, sin embargo, años después, lo han puesto en práctica los socialistas en Andalucía, con las mariscadas proletarias. ¡Un precursor!
Así es que “El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”. Karl Marx, Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859)
Y defiendes, con Engels, que las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trata.
Luego viene la lucha de clases, la famélica legión, “las mariscadas”…
Chico, ¡me dejas estupefacto! ¿Será un estereotipo?
Me he limitado a presentar un ejemplo de cómo Aristóteles empleaba sus capacidades intelectuales y su prestigio para justificar el "statu quo", lo que creo que no ofrece dudas leyendo el extracto que copié. Este hecho no lo mueve ninguna de tus gruesas descalificaciones de Marx, Engels e incluso Aristóteles. Semejante recurso retórico se llama "falacia ad hominem" y pretende establecer que, porque Marx –según tú– fuera gorrón, bebedor y mujeriego, esto es motivo suficiente para suprimir de un plumazo su análisis de la historia. Y como Aristóteles en su "Política" ofrece una confirmación temprana de que el análisis marxiano no andaba tan errado, te apresuras a asegurar que, en realidad, era un pillín, por lo que no importa lo que haya dejado escrito y supongo que tampoco la influencia que ha ejercido en la historia de la filosofía.
ResponderEliminarCuando el debate deviene sofístico, deja de aportar ideas fructíferas.
Así es que lo que he citado acerca de Parménides, Heráclito, los pitagóricos, los sofistas, Sócrates, Aristóteles, o Tomás de Aquino, para sistematizar el pensamiento y desarrollar la geometría, la moral, las matemáticas, la ciencia en general, ¿era porque estaban "alienados" por la relación de producción por la que atravesaban las estructuras económicas del momento?
ResponderEliminarCuando Platón establece como ciudad ideal, aquella en que gobiernan los filósofos (que acaparan, por cierto, a las mujeres) y el resto del pueblo debe existir como mano de obra, ¿lo dice porque está pensando en las relaciones de producción, o porque se había fumado algo?.
La Revolución francesa ¿también se explica por las relaciones de producción, o más bien por las luchas de poder y la influencia de la francmasonería, a la cual pertenecían todos los ideólogos, activistas y dirigentes políticos de su tiempo?
Por defender una herencia familiar absurda, Felipe II mantuvo guerras estériles en toda Europa.
Por defender la más estricta observancia evangélica, Calvino impuso un gobierno teocrático en Ginebra y mandó quemar a Servet.
El marxismo, no es que esté basado en teorías que se han demostrado falsas, como la plusvalía famosa (te doy una cuenta de resultados y te reto a que la calcules), o no reconocer el precio, ni el Mercado que lo determina, con lo cual no hay forma de tener relaciones productivas transparentes, ni saber el valor de las cosas, sino que se basa en el establecimiento de clases sociales, precisamente, para impedir el dinamismo social que las difumina, como arma de combate para obtener el poder mundial.
Que, en efecto, Marx era un impresentable gorrón, bebedor, mujeriego y maltratador de su familia, no es que lo diga yo; lee sobre él, no es una falacia. Siento que esa verdad te duela.
Y los filósofos, como los artistas, siempre han vivido fuera del esquema de producción habitual, más cercanos a la vida bohemia que a la famélica legión.
Las relaciones de producción cambian: desde la la recolección o el pastoreo, a la agricultura, cuyos excedentes propician la creación de la industria, luego los servicios, luego la sociedad de la información y vaya usted a saber qué vendrá luego.
Y las personas, no las clases, se adaptan a las necesidades del progreso, hasta que esa etapa se acaba y se readaptan a la siguiente.
El marxismo, la peor lacra que haya podido inventar el ser humano, origen de dolor infinito para 100 millones de personas, teoría cuya puesta en práctica genera ruina económica y moral allí en donde se ha impuesto, siempre de forma sangrienta, es, en sí misma, extraordinaria, porque ha conseguido que, al mismo tiempo que fracasa en todas partes, mantiene en los lugares en donde no se ha impuesto, un halo de utopía maravillosa, sin que nadie parezca unir los dos extremos de semejante despropósito.
El pensamiento humano avanza independientemente de las relaciones de producción. Hace unos días me he enterado que los más avanzados científicos, investigadores del córtex cerebral actual, tienen en Ramón y Cajal al Newton de la nueva frontera.
¡Marxismo! hombre, por Dios.
Se puede retomar el diálogo si prescindimos de tus habituales juicios de valor y nos quedamos con los hechos históricos relevantes. En primer lugar, que la filosofía, igual que ocurre con el resto de los elementos de la superestructura, se ocupe de otras cuestiones, como la ciencia o la metafísica, no es óbice para que, llegado el momento, los filósofos paguen la deuda que tienen contraída con el poder y justifiquen lo que a éste conviene. Como el orden económico de su época no podía prescindir del trabajo servil, Aristóteles afirma que el esclavo lo es por naturaleza, y no por convención, contradiciendo su propia metafísica, para la que todos los individuos de una especie comparten la misma naturaleza, y, por lo tanto, no puede haber hombres libres por naturaleza y hombres sometidos por naturaleza.
ResponderEliminarEn segundo lugar, Platón pertenecía al partido aristocrático de Atenas, opuesto a la democracia, y, por ello, aspiraba a un gobierno aristocrático, de filósofos. En efecto, en la ciudad ideal platónica la mayoría trabaja para el sustento de la comunidad y los gobernantes-filósofos tienen derecho a ocuparse en exclusiva de la política y ser mantenidos por el trabajo del estamento inferior. (¿No es esto lucha de clases?).
En tercer lugar, llegado el siglo XVIII, los modos de producción en Francia habían cambiado y la moderna actividad económica, basada en el comercio y la industria y bajo el control de la burguesía, había desplazado a la antigua, basada en la agricultura y la ganadería y bajo el control de los terratenientes, es decir, los aristócratas. Los que continuaban mandando, sin embargo, eran los aristócratas, que ni siquiera pagaban impuestos, mientras que los burgueses no podían decidir sobre cómo organizar la convivencia y pechaban con los impuestos, así que, para adecuar la estructura política a la nueva situación económica, cortaron las cabezas de los aristócratas, proclamaron la igualdad (a la hora de pagar impuestos) y la libertad (de comercio) y se hicieron con el poder. (¿No es esto lucha de clases, antes que conspiración masónica?).
En cuarto lugar, si examinamos una cuenta de resultados, encontraremos los gastos de personal en el apartado de los gastos, es decir, lo que se ha abonado a los obreros como salario, y, al final, los beneficios empresariales, es decir, lo que queda de las ganancias después de descontarles los gastos, incluidos los de personal. Puesto que el beneficio procede solamente del trabajo de los obreros, que es lo que crea la plusvalía, la diferencia entre lo que se embolsa el capitalista dueño de la empresa y lo que se ha pagado a los obreros es la famosa apropiación de la plusvalía que denunciaba el marxismo. Fácil cálculo. (¿No es esto conflicto de intereses y lucha de clases?).
Los modos de producción cambian, sí, a lo largo del tiempo y con ellos las relaciones de producción, siendo otros los propietarios de los medios de producción y otras las servidumbres que reclaman de los productores. Como esta estructura es la estructura misma de la sociedad del momento, difícilmente pueden modificarlas las voluntades individuales ni de los propietarios ni de los productores, sino que todos nos vemos obligados a trabajar de acuerdo con las condiciones dadas. Esto es el determinismo de la historia, que evoluciona e impone nuevas relaciones de producción.
"Puesto que el beneficio procede solamente del trabajo de los obreros, que es lo que crea la plusvalía..."
ResponderEliminarInsistes en dar por buena la tontería económica marxista de que el valor de las horas empleadas en producir algo, determina su valor, así es que declino toda discusión al respecto.
Para un marxista, es imposible comprender que el trabajo es UNO de los factores que influyen en la producción y no el único.
El capital es ahorro particular no gastado, sino invertido y necesita remuneración. Y la maquinaria, o los procesos que hacen posible la producción, como la organización, o las primeras materias empleadas, más el valor de esos bienes producidos (que no es el simple escandallo de costes, sino el precio que establece el mercado), hace que el precio fluctúe y también el beneficio.
¡Incluso hay empresas que quiebran!
Así es que suponer que el beneficio después de impuestos de una empresa, que es la remuneración del capital invertido, es de los "obreros" (sean estos lo que sean), se le debe a aquellos, es desconocer de una manera dolosa la economía empresarial, pues no se puede, dada tu formación e inteligencia, aplicar la eximente de culpa.
Las clases no existen. Las personas se adaptan a las circunstancias que cada época ofrece a la generación de riqueza, para su desarrollo y progreso material y espiritual (perdón).
Son las teorías marxistas, agazapadas en los llamados sindicatos de clase y en la llamada izquierda, las que pretenden encuadrar militarmente esas estructuras de poder, para mantener sus privilegios "de clase", pues no creen en el progreso de las personas.
Fin de la cita.
Para Marx, en el proceso productivo intervienen tres elementos: las fuerzas productivas o trabajadores, los medios de producción, que son aportados por el capital, dentro de la estructura económica capitalista, y las relaciones de producción, que, en el sistema capitalista, son principalmente las relaciones entre los dueños de los medios de producción y los trabajadores directos; por tanto, Marx no dice que el trabajo sea el único factor que influye en la producción. Primer error.
EliminarLa plusvalía, tal como se entiende en economía, es valor añadido. Los medios de producción y las materias primas, en sí mismos, son inertes y no pueden crear valor añadido; únicamente el trabajo, que produce algo nuevo, la manufactura, crea valor añadido, precisamente el que tiene esta manufactura (descontados los gastos de producción); por lo tanto, la plusvalía sí depende de las horas empleadas en trabajar, pero no propiamente del valor de dichas horas, si por tal entiendes el precio que el capitalista pone al trabajo asalariado. Segundo error.
El capital es ahorro privado invertido, evidentemente. La remuneración del capital sólo es necesaria en el sistema capitalista, donde sin la financiación particular no se pueden conseguir medios de producción, pero precisamente los comunistas pretendieron organizar un sistema en que los medios de producción fuesen estatales, es decir, de propiedad pública, y, entonces, no se necesitaría atraer capitales privados ofreciendo remuneraciones. No quiero discutir en absoluto acerca de cuál de los dos sistemas es mejor.
Mencionas que el precio, y con él el beneficio, fluctúa según las condiciones del mercado, pero esto no es correcto, puesto que estamos hablando del "beneficio después de impuestos de una empresa", que es una cantidad consolidada y obtenida después de haber vendido en el mercado la mercancía, al precio que fuere.
A quién correspondan los beneficios obtenidos, si al capital o al obrero, es una decisión legal. En un país capitalista, como no podría ser de otro modo, le reconocen el derecho al capital, pero en un país socialista, al menos si se quiere ser fiel a Marx, tendrían que corresponder a los obreros, constituidos en cooperativa; sin embargo, de hecho, de estos beneficios se ha apropiado el Estado en las naciones comunistas, circunstancia de la que ya avisó el mismo Marx cuando mencionaba el peligro de sustituir el capitalismo de iniciativa privada por un capitalismo de Estado. Esto es historia, pero demuestra que, al final, siempre el que está arriba se aprovecha del trabajo de los simples trabajadores, y continúa la lucha de clases.
Que "las clases no existen" es una afirmación sin fundamento, que contradice a todas las publicaciones de sociología que han sido, son y serán.
No me parece que lo que ha quedado escrito resulte ninguna tontería, ni marxista ni no marxista. Preferiría que aportaras razonamientos y datos antes que adjetivos, con lo que demostrarías que eres capaz de entender la realidad más allá de tus inquinas personales contra eso que genéricamente llamas la "izquierda".
Un poco de paciencia amigos (web del partido comunista, marxista leninista):
ResponderEliminar"A partir de este elemento central –plusvalía obtenida en la explotación del trabajo asalariado –Marx desarrolló una teoría de la formación de los precios que difería de los pensadores clásicos. Sobre la base de que la suma de los precios no puedes ser superior ni inferior a la suma de los valores, la diferencia entre precio de producción y valor depende de la tasa media de ganancia. Esta discordancia de precios y valores no anula la teoría marxista del valor debido a tres circunstancias:
1) Aunque algunos empresarios vendan sus mercancías por debajo de su valor y otros por encima, todos los capitalistas, considerados en conjunto, realizan la masa global del valor de sus mercancías. A escala de la sociedad, la suma de precios de producción equivale a la suma de los valores de todas las mercancías.
2) Sumadas las ganancias de toda la clase capitalista, dan un total equivalente al conjunto de la plusvalía producida por todo el trabajo no retribuido del proletariado.
3) Al bajar los valores de las mercancías bajan los precios de producción y, a la inversa, la subida de los primeros determina la de los segundos.
Aunque son muchos los economistas que han impugnado la teoría marxista del valor, los análisis de Marx no han podido ser desmontados de una forma científica. Insistir en cálculos algebraicos para demostrar que Marx se equivocó en algunas de sus apreciaciones, no invalida el marxismo como teoría que explica de forma global la explotación, la formación de los precios y la dinámica del capitalismo. Si las teorías requieren siempre una comprobación empírica para contrastar su validez, las periódicas crisis del capitalismo vendrían a corroborar que el marxismo no es una reliquia histórica, sino un instrumento de análisis plenamente vigente" Y EL QUE NO SE LO CREA, QUE REVIENTE.
1- No tienen ni idea de la formación de los precios, porque estos no dependen del agregado de costes necesarios para la producción, sino de la oferta y la demanda en un mercado libre.
2- Si un producto no gusta, por obsolescencia, o porque otro lo hace mejor, la empresa quebrará y el capitalista que HA ARRIESGADO sus ahorros, los perderá.
3. Si vende por debajo de los costes de producción, quebrará, porque los que han puesto su dinero en la empresa, lo retirarán.
4- Si vende por encima de los costes, después de remunerar a todos los factores de producción (salarios, gastos financieros, tributos, gastos generales, amortizaciones...), lo que queda es el beneficio neto, que es la remuneración del otro factor que a los marxistas se os escapa: el DIVIDENDO de las acciones de los particulares que, libremente, han querido arriesgar sus ahorros en una determinada empresa.
5- Ese dividendo debe ser más alto que el interés legal del dinero, porque si no, esos inversores dejarán su dinero en una cuenta corriente, o comprarán Deuda. No obstante, a veces, los capitalistas no reparten dividendos, para capitalizar más a la empresa (aumentar su valor)
Así es que, salvo que TODO el Capital sea del Estado (marxismo) y este determine a qué precio debe intercambiarse (no venderse, porque no hay competencia) cada mercancía, no hay forma humana de que funcione la economía mundial, si no es con LIBERTAD, cosa que a los marxistas repele.
EL PRECIO ES LA CLAVE
LAS CLASES SOCIALES NO EXISTEN,
LA PLUSVALIA MARXISTA NO EXISTE.
Claro que siempre quedará eso tan genial:"es que lo que se implantó en Rusia, no era "auténtico" marxismo" y dale a otra generación mierda ideológica.
El siglo XIX ha muerto, ¡viva el siglo XXI!
En una economía mercantil, como es el capitalismo, la mercancía tiene un valor, pero el concepto de valor es entendido de diversos modos por los economistas. En primer lugar, tenemos el valor de uso, que es la utilidad que tiene la mercancía para el consumidor; en segundo lugar, tenemos el valor de cambio, o precio, que es la cantidad de dinero (o, en el caso del trueque, de otras mercancías) por la que se cambia la cosa producida; en tercer lugar, tenemos el valor-trabajo, que es el esfuerzo realizado por el trabajador para crear el bien que se pone en el mercado, y, en cuarto lugar, tenemos el valor como costo de producción, que es el gasto empleado en su producción, lo que equivale a la remuneración del trabajador más el capital invertido.
ResponderEliminarTú, cuando hablas de valor económico, oscilas –a mi parecer– entre el valor de cambio y el valor como costo de producción, mientras que Marx, cuando habla de la plusvalía o valor añadido, se refiere al valor-trabajo, así que partimos de una confusión en los términos que es preciso solventar.
Una vez aclarado el anterior extremo, descubrimos que, en efecto, la economía no es una ciencia exacta, sino que está al servicio de intereses concretos, quien pretende remarcar la explotación del obrero, se quedará con el concepto de valor-trabajo, mientras que quien pretende defender el beneficio empresarial se quedará con el concepto de valor como costo de producción. A esta observación, por mi parte debo añadir que el valor de cambio únicamente refleja el precio final de la mercancía, por lo que no resulta pertinente para determinar a quién pertenece realmente la ganancia obtenida (que sería la diferencia entre el valor de cambio y el valor como costo de producción), si al capitalista o al obrero; entonces, nos quedamos con el valor-trabajo y el valor como costo de producción.
De hecho, el valor como costo de producción incluye en sí el valor-trabajo, que se reduce al salario de los trabajadores; si es así, debemos analizar cuáles son las aportaciones de dicho valor-trabajo. La única fuerza económica capaz de producir más valor que la magnitud de su propio valor es el trabajo, puesto que produce más de lo que recibe: la cosa no tendría ni valor de uso ni valor de cambio sin la intervención del ser humano que crea lo que por ellos mismos no podrían nunca crear los medios de producción propiedad del capital, y, además, ocurre que con el salario percibido se paga sólo una parte del valor del trabajo realizado, mientras que el resto del valor del trabajo realizado constituye la otra parte de la plusvalía de la que se apodera el capitalista, lo cual no deja de ser necesario en el sistema capitalista, porque, si no se apoderase de ella, no sería posible abonar dividendos y los capitales dejarían de invertirse, y el sistema capitalista no puede funcionar sin capitales que proporcionen a los obreros los medios de producción.
¿Hay, hoy por hoy, opción alternativa al sistema capitalista? No me encuentro capacitado para responder a esta pregunta, aunque sí me percato de las contradicciones en que incurre tal sistema.
¿Pero qué es eso de que "...ocurre que con el salario percibido se paga sólo una parte del valor del trabajo realizado"?.
ResponderEliminar¿No has leído el galimatías que los comunistas actuales escriben en su web? Reconocen que "Insistir en cálculos algebraicos para demostrar que Marx se equivocó en algunas de sus apreciaciones, no invalida el marxismo..." ¡Y un cuerno! Precisamente se basan en algo IMPOSIBLE DE CALCULAR que llaman plusvalor y se hacen un buen lío porque, al no tener la referencia del PRECIO, no pueden demostrarlo.
ES UN CONCEPTO, no una realidad y por eso es tan difícil sacarlo de las mentes infectadas, porque, al no tener demostración empírica, no hay forma de desmontarlo. Y ellos no saben hacerlo.
La prueba es que ese sistema HA QUEBRADO por inútil. En la Unión Soviética, no es ya que no pagaran la plusvalía, sino que no lo hacían y de los chinos y los coreanos, para qué hablar, porque debe de ser que la plusvalía se la queda el supremo líder.
Que te sea leve.
Vale.
Hablando de galimatías, he intentado entender tus tesis distinguiendo entre los distintos conceptos de valor que se utilizan en economía y he explicado que uno es el valor-trabajo, otro el valor como costo de producción y otro el valor de cambio o precio. El precio aparece al final del proceso productivo, cuando se vende la manufactura, y, por eso, sigo sin entender por qué dices que no tenemos la referencia del precio y que esto impide el cálculo de la plusvalía, ya que sí lo tenemos, y estamos en condiciones de calcularla, como demuestra que el Estado cobre un impuesto llamado "del valor añadido" a todo el que obtiene una ganancia con su negocio.
ResponderEliminarOtra de tus afirmaciones ha sido que el hecho de que haya empresas que quiebran y dejan sin vender sus productos o los venden por debajo de los costos de producción ocasiona una pérdida de los capitales invertidos, lo que resulta obvio. En este caso, puesto que no se ha conseguido un precio por los productos, es también obvio que el capitalista pierde la parte que le corresponde de la plusvalía del proceso de fabricación, pero no así el trabajador, quien ha percibido previamente su parte en forma de salario. De todos modos, como dicen los comunistas esos que citas, aun contando con empresas que quiebran, "todos los capitalistas, considerados en conjunto, realizan la masa global del valor de sus mercancías" y el sistema capitalista como tal aumenta la riqueza de la nación. Este aumento sigue siendo efecto del trabajo que, en conjunto, crea plusvalía. Si todas las empresas quebrasen, es evidente que el sistema ya habría colapsado y no estaríamos hablando de estos asuntos.
Me gustaría que, por favor, me solventaras estas dos perplejidades que tengo: primero, ¿cómo es posible que no se pueda calcular la plusvalía por no tener el precio como referencia cuando sí que lo tenemos? y, segundo, si la plusvalía del trabajo no es una realidad, ¿cuál es la causa real del crecimiento económico?
Primero: el precio sólo existe en el sistema de libre mercado, no en el sistema marxista.
ResponderEliminarEn la URRSS había una macroministerio dedicado, exclusivamente, a intentar calcular el valor de cambio de las mercancías de la economía planificada sin conseguirlo, de ahí las carencias periódicas de fabricación y suministro de productos, cuyo abastecimiento sufría constantes carencias.
Y eso se debía a que, al no haber empresarios que pulsaran el mercado, produciendo y vendiendo en función de la demanda libre, el Estado planificaba la producción de productos, sin saber cual iba a ser la demanda real de los mismos.
Al final, ocurría lo habitual en las economías planificadas: que la gente adquiere de todo, en las mayores cantidades que le permitan y en el momento en el que aparezcan, para canjearlos luego por otros productos necesarios que otros consumidores hayan acaparado con el mismo fin. Ellos SI sabrían establecer el valor adecuado, pues volvían a la economía de trueque : ¿con cuantos rollos de papel higiénico, que me sobran, podría conseguir unas zapatillas, o unas barras de pan, que necesito?
Insisto: el precio NO es el escandallo de costes y mucho menos esa ENTELEQUIA llamada plusvalor. El precio lo asigna el mercado; por lo tanto, dos productos aparentemente iguales, pueden tener precios diferentes, en función de -por ejemplo- la mejor calidad de fabricación.
Y los soviéticos NUNCA han sabido asignar el precio, sino un valor que no les servía para calcular las transacciones entre -por ejemplo. una fábrica de tractores y otra de ruedas de tractor: ¿Qué valor tenían las ruedas en los inputs de la fábrica de tractores?. y cómo valoramos las ruedas (outputs) para cobrárselas a la fábrica de tractores?.
El Valor Añadido, en efecto, es un impuesto que grava la diferencia entre el precio de las materias compradas para fabricar y el precio que cobra por ellas, en el que añade sus gastos generales y amortizaciones.
Piensa en un leñador que le cobra a la serrería por sus HORAS de trabajo y por su hacha, y cómo el precio de ese árbol va creciendo a medida que la serrería incorpora costes industriales, hasta terminar en un mueble estilo Luis XV, hecho por un ebanista virtuoso. Pero en ese proceso, los precios son reales, no ficticios y nadie habla de plusvalor.
En el sistema marxista NO exiete el valor precio.
Y segundo: El crecimiento económico en una sociedad libre, se produce por la constante creación de productos que los empresarios venden a los consumidores interesados. Con el precio obtenido, obtienen el beneficio necesarios para pagar a todos los factores intervinientes, incluido el dividendo de los capitales de los particulares que libremente han arriesgado sus ahorros en aquellas.
Es -como decía Adam Smith- el egoísmo de los empresarios el que propicia el bien común, porque al fabricar lo que la gente quiere obtiene un beneficio mutuo, en la medida en la que los individuos deseen sus productos.
El problema de la izquierda, es que cree que toda la riqueza está ya dada en la Humanidad y que solo queda repartirla, cuando lo cierto es que la riqueza se crea constantemente.
LA PLUSVALÍA NO EXISTE, NI LAS CLASES SOCIALES.
Vale.
En el capitalismo existen muy pocos productos (por no decir ninguno) que fijen su precio en mercados que se rijan por el principio de la competencia perfecta. La mano invisible es más visible de lo que parece. Últimamente se da muchos casos de empresarios que efectivamente crean riqueza pero para éllos (Conde, Díaz Ferrán, Urdangarín...)
ResponderEliminarObserva José Luis Cerdán que el libre mercado no es tan perfecto para regular la economía y los precios como pretenden sus defensores y, en efecto, aquellos que tienen dentro del mercado una posición monopolística consiguen que los precios dependan de su intervención en cada momento. Sea el caso de las multinacionales de la alimentación, que imponen a los agricultores un precio determinado para cada producto, por ejemplo, el cacao, sin que en ello intervenga la mayor o menor demanda, puesto que ellas son la demanda.
ResponderEliminarDe todos modos, lo que más me llama la atención es que yo me he planteado la cuestión del crecimiento económico y de la plusvalía en relación con el precio DENTRO DEL SISTEMA CAPITALISTA, que supuestamente se rige por el libre mercado, y Miguel Ángel Morcillo responde con una diatriba contra el sistema socialista, de economía planificada, y sus dificultades para establecer el precio de las cosas. Me parece que esto es un diálogo de sordos.
Releyendo la aportación de Miguel Ángel, me doy cuenta de que en un momento dado sí hace referencia al "crecimiento económico en una sociedad libre", que "se produce por la constante creación de productos que los empresarios venden a los consumidores interesados". Según estas palabras, la riqueza de las naciones es creada sólo por los empresarios, que, en cuanto propietarios de los medios de producción, controlan el proceso productivo, y, entonces, los trabajadores no son más que gasto de personal, es decir, un instrumento entre otros que utilizan los empresarios, y que disponen de él mientras les resulte útil, despidiendo a los trabajadores cuando ya no les necesitan, sin agradecerles ni siquiera los servicios prestados al engrandecimiento de la empresa, que ya les pagaron por ellos anteriormente. Esta cosificación del trabajador ya fue denunciada por Marx, que la llamó trabajo alienado. Todo aquel que ha trabajado en una empresa como asalariado, ha sufrido esta alienación y ha sido utilizado como mera mercancía por sus jefes.
ResponderEliminar"... a pesar de su egoísmo y rapacidad natural, a pesar que solo buscan su propia conveniencia ... comparten con los pobres el producto de sus mejoras. Son llevados por una mano invisible a hacer casi la misma distribución de las necesidades de la vida que se habría hecho si la tierra hubiese sido dividida en porciones iguales entre todos sus habitantes y así, sin intentarlo, sin saberlo, avanzan el interés de la sociedad” (Teoría de los sentimientos morales, Adam Smith).
ResponderEliminarLlámalo libre mercado (o competencia, o mano invisible), aunque en todo el mundo hay un creciente intervencionismo del Estado que en ocasiones lo perjudica y en otras lo atempera evitando, por ejemplo, algunos monopolios excesivos. Eso es un debate permanente entre los liberales y los estatalistas.
Samuelson formula la relación óptima de producción y distribución entre bienes privados y bienes públicos (entre Mercado y Gobierno) y ese es un debate cosntante en las sociedades occidentales, como entre la eficiencia y la equidad (y Pareto tiene su fórmula, claro).
No vamos a resolver aquí esas graves cuestiones, así es que acepto que el Mercado no es perfecto (intervencionismo) y que cuando lo es en grado máximo (mercantilismo), podrían darse situaciones de desigualdad.
Eso es real. Y se constata que aplicando las teorías del libre Mercado, tal vez atemperadas por un cierto intervencionismo estatal, Occidente mejora económica y socialmente y que aplicando las políticas marxistas de la economía planificada y una defensa falsa de los "obreros", estos empobrecen y la sociedad disminuye en libertades y garantías personales.
Así es que ni COSIFICACIÓN delirante, ni ALIENACIÓN sectaria, porque esos conceptos se aplican mejor -precisamente- al sistema marxista.
Y no todo aquél que haya trabajado en una empresa como asalariado, ha sufrido la "alienación" ni ha sido utilizado como mera mercancía por "los jefes", aunque el humano y si es español más, siempre estará convencido de que: a) el jefe es tonto y b) me pagan menos de lo que merezco, pero este es otro problema. Pero solo sabes esto si, en efecto, has trabajado en una empresa privada.
EL CAPITALISMO ES EL ÚNICO SISTEMA QUE PRODUCE RIQUEZA Y BIENESTAR SOCIAL
LAS CLASES SOCIALES NO EXISTEN
LA PLUSVALÍA ES UNA PATRAÑA
"IL LABORO E BELLO, MA INCÓMODO" parafraseando al otro. Y NO ES "ALIENANTE", SINO ENRIQUECEDOR.
Va saliéndome un Decálogo...
¿La fortuna del dueño de ZARA le viene de familia o de la apropiación de la riqueza que crean sus trabajadores españoles, chinos e indios?. Me cuesta creer que el picar carbón sea bello y enriquecedor para el trabajador. Supongo que con ese término abstracto "riqueza" te refieres a la renta per cápita de determinada nación. Como es una variable flujo está sometida a oscilaciones temporales, por lo tanto dentro del sistema capitalista unas veces se crea riqueza y otras se destruye (como pasa ahora). ¿Se ha creado riqueza y bienestar social en China estos últimos años con el mercado totalmente intervenido?. Animo, a completar el decálogo
EliminarNo discuto que históricamente el libre mercado y la revolución industrial hayan incrementado la riqueza global de Occidente, mídase como renta per cápita, mídase como producto interior bruto, pero aun en este contexto se han producido y se siguen produciendo la apropiación de la plusvalía y el trabajo alienado, de donde procede la fortuna del dueño de ZARA.
ResponderEliminarEncuentro una cita: "El que fue secretario de Trabajo con Clinton, Robert Reich, ha señalado que en 1976 el 1 por ciento más rico de la población de Estados Unidos poseía el 9 por ciento de la riqueza y ahora, después de estos años de políticas neoliberales, ya acumula el 20 por ciento" [Vicenç NAVARRO, Juan TORRES LÓPEZ y Alberto GARZÓN ESPINOSA:"Hay alternativas", Ediciones Sequitur, Madrid 2011, ISBN: 978-84-95363-94-7 (edición digital)].
Si alguien que ha trabajado como asalariado no se percata de que el precio neto de lo que ha elaborado es superior al precio (en forma de sueldo) en que el empleador ha tasado su fuerza de trabajo y de que la diferencia se la embolsa el empleador (en forma de ganancias empresariales), quizás sea porque la superestructura ha logrado alienarle hasta tal punto que no sólo acepta el expolio, sino también la justificación de éste que le han inculcado convenientemente.
El Tao que puede expresarse, no es el verdadero Tao
ResponderEliminarLa evidencia se puede expresar, es absurdo negarla.
EliminarY para terminar, aconsejo vivamente la lectura del libro recomendado por Eloy Maestre: El Imperio, de Ryszard Kapuscinski.
ResponderEliminarLa evidencia, en efecto, no se puede negar; sería absurdo.