El Museo Religioso del Ramiro, por Paco Acosta
Pues
sí, en el Ramiro hubo un Museo Religioso. No en el sentido voluminoso que ahora
podríamos asociar a lo que se entiende por un museo, pero os aseguro que se
llamaba así: Museo Religioso.
Nosotros
no lo vimos en su aspecto original, pues durante nuestra estancia en el Ramiro,
ya nos lo encontramos transformado… Pero empecemos esta historia por donde
debe. Es decir, por el principio.
La
idea partió ¡como no! de D. Luis Ortiz Muñoz, que por aquel entonces era también
Director General de Enseñanza Media, y del catedrático de universidad Monseñor
Galindo Romeo, que como inteligentemente habéis deducido era sacerdote. Un
inciso para que este escrito parezca que tenga algo de erudición. Pascual
Galindo Romeo, fue nombrado en 1941 rector de la residencia “Generalísimo
Franco” (al tiempo que se nombraba a D. Antonio Magariños rector del Internado
Hispano Marroquí). En una noticia aparecida en un periódico, unos pocos años
después, se dice que también era Prelado doméstico de su santidad y capellán
del Instituto. Esto no lo he podido contrastar, pero ya sabéis que los
periodistas se permiten muchas licencias y exageraciones….
Volvamos
a nuestro Museo Religioso, que, como todo proyecto que se pretenda llevar a
cabo, tras “vender adecuada y convincentemente” la idea inicial, necesitaba
recibir la correspondiente dotación económica. En el BOE, allá por 1945,
concretamente el 1 de Enero, bajo la autoridad del Ministro de Educación
Nacional Ibáñez Martín, se publica una orden “por la que se aprueba la ampliación de crédito destinado a la
realización del Museo Religioso del
Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu»”. Como veis el nombre no me lo he
inventado. Aparece en el BOE. Y como comentaré más adelante no solo una vez….
Ahora,
como en las novelas de intriga, daremos un salto en el tiempo, y nos
encontramos con el Museo ya inaugurado….
En
la Revista de Educación Nacional nº 55, de 1945, se publica un artículo, de
autor desconocido, con el título Proyección
escolar de la política museográfica: el primer museo religioso instalado en un
centro de enseñanza oficial. Aquí tenemos una información que no
conocíamos: se trata del primer museo religioso de un centro escolar
oficial…¡fuimos pioneros!
Para
que no se quejen los lectores del blog, de que, cuando utilizan esos chismes, no
adecuados para nuestra cansada vista, aunque más avanzados y de pantalla
pequeña -smartphones y tabletas-, no pueden leer los textos “originales” (los
escaneados directamente del original e incluidos como imágenes ilustrativas que
acompañan al texto), a continuación transcribo íntegramente el texto del
artículo, aún a sabiendas que, al hacerlo, cometeré algún fallo. Espero no sean
muchos.
“PROYECCION ESCOLAR DE LA POLITICA
MUSEOGRAFICA: EL PRIMER MUSEO RELIGIOSO INSTALADO EN UN CENTRO DE ENSEÑANZA
OFICIAL.
Nuevos Museos cuenta ya el Instituto
Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de
Maeztu», de Madrid. Entre ellos el Religioso, el primero que se inaugura en un
centro oficial docente español. Presidió la sesión de apertura el Ministro de
Educación Nacional.
Congratulóse el Sr. Ibáñez Martín en su
discurso de que fuese un centro dependiente de su Ministerio donde se ha
abierto a la Pedagogía tan eficiente método de enseñanza. Dice también mucho el
Museo de la finalidad formativa en materia religiosa del Instituto «Ramiro de
Maeztu», de Madrid, que aspira a ser centro modelo en este aspecto tan
importante de la educación. Porque, como afirmó el Sr. Ibáñez Martín, el nuevo
Museo ha de formar época dentro de la Metodología de la enseñanza de la
historia de la Iglesia.
LA HISTORIA DE LA IGLESIA
Una extensa pared de 24 metros cuadrados
cubre el lienzo de la historia de la Iglesia. En la parte superior aparecen los
Pontífices más importantes de cada uno de los veinte siglos, y en el centro, la
figura del Salvador. Debajo de los Papas aparecen unos ángeles que aherrojan a
una zona de fuego a los demonios, representativos de las diversas herejías que
se alzaron contra la Iglesia de Cristo. Cada siglo está encerrado en tablas
verticales que recogen todos los sucesos y hechos más importantes de la
historia mundial en relación con la Iglesia católica. Muchos de los
acontecimientos están simbolizados; así, los concilios, representados por
mundos; los mártires, por palmas; las persecuciones contra la Iglesia, por
barquillas en zozobra, etc. Luego, escenas al vivo, sin símbolo alguno, con
gran precisión arqueológica y documental. Los soles representan a los Santos
Padres. Se recogen, asimismo, edificios religiosos en los que se desarrollan
sucesos de gran envergadura. La fundación de las Órdenes religiosas está
simbolizada por libros, cada una de las cuales es una Congregación. Se exhiben
los bustos y retratos de personajes históricos, tales como Pontífices que no
figuran en la parte superior, emperadores, reyes, santos, mártires, abades,
etc. Las Órdenes Militares, cruzadas, etc., están también en el gráfico.
Inmediatamente debajo de cada tabla
vertical existe un mapa, que recoge la expansión de cristianismo en el siglo
correspondiente.
LA VIDA DE NUESTRO SEÑOR
En la pared frontera se encuentra otro
panel, de idénticas dimensiones, dedicado a la vida de Jesús. Está dividido en
tres partes, que corresponden a la infancia y al primer año de la vida pública;
al segundo y tercer año de la vida pública y a la pasión y resurrección del
Señor. Las dos zonas laterales, aún sin terminar, representan un gran mapa de
Palestina, y en él, y precisamente en el lugar donde acaecieron los hechos,
irán representadas las escenas de la vida de Jesús.
La gran zona central está completamente
terminada. Representa en perspectiva la ciudad y alrededores de Jerusalén, tal
y como se encontraba en tiempos del Señor. Para ello ha habido necesidad de
alzar la ciudad con todas sus complicaciones, reconstruyendo el templo, recinto
amurallado, torre Antonia, morada del Pontífice, Cenáculo, primer palacio de
Herodes, palacio de los Asmoneos, tribunal, piscinas, etc. Todo ello, con gran
precisión arqueológica y según las últimas investigaciones históricas. El mapa
está tan meticulosamente recogido, que puede verse en el trazado de las principales
calles de la ciudad. Con la misma precisión y cuidado se han pintado las
afueras, con todos los lugares evangélicos: Gólgota, Getsemaní, Torrente Cedrón,
etc.
Superpuestas, y precisamente en los
lugares donde sucedieron, aparecen todas las escenas de la Pasión de Nuestro
Señor, descritas por los evangelistas, con una cartela cada una en su parte
inferior, donde se indica la escena que es, los evangelistas que la mencionan y
los capítulos y versículos correspondientes.
Van, asimismo trazados, todos los
itinerarios en líneas de colores, de manera que pueda seguirse con toda
precisión los pasos de Nuestro Señor en su Pasión y Muerte, ya que lleva
también la vía dolorosa con todas sus estaciones.
Este gran panel está integrado, además,
por dos cartelas, en las que figuran las fechas de la muerte y de la
resurrección del Salvador, y en los ángulos inferiores los seis profetas más
fundamentales en la predicción de la Pasión: David, Isaías, Jeremías, Daniel,
Zacarías y Malaquías, cada uno de ellos con una cartela, a su vez, en donde
figura el salmo o versículo en que se menciona la profecía.
En vías de realización, y para completar
el Museo, está preparándose el panal (sic) del Antiguo Testamento, en la misma forma
que el de la Vida de Nuestro Señor, aunque de dimensiones más reducidas, y otro
en la zona de los ventanales con la mariología hispánica y acción misional
española.
CONCIENZUDO ESTUDIO
Muchos meses se han invertido en la
concepción del gigantesco proyecto, cuya gloria pertenece al actual Director
General de Enseñanza Media, D. Luis Ortiz, y al catedrático de la Universidad
Central D. Pascual Galindo Romeo. Ambos se documentaron formidablemente para la
realización de la idea o guión técnico del Museo.
La ejecución material del proyecto ha
corrido a cargo del dibujante y pintor D. Antonio Cobos Soto, profesor de
Dibujo del instituto «Ramiro de Maeztu».
El Sr. Cobos ha realizado una obra
formidable. No ya sólo por la perfecta realización del proyecto, sino, además,
por el brío y empuje en la interpretación de las figuras y la gran precisión
documental y arqueológica. Sorprende, asimismo, la gran armonía de colorido,
que presta a los gráficos extraordinario realce.
La ejecución del proyecto ha sido muy
lenta, porque así lo exige la índole de los temas históricos y religiosos, con
una enorme tarea previa de estudio, ya que todas las escenas son reproducciones
auténticas de edificios, documentos, páginas de libro, etc., y retratos de a
mayor parte de los personajes.
La pintura ha sido ejecutada, al temple,
sobre grandes lienzos, preparados al efecto y empleando colores de la máxima
fijeza y calidad cromática.
Todos los grandes paneles irán, en su
día, encuadrados, con sus diferentes zonas, en molduras de madera dorada y
bruñida de estilo gótico estilizado.
Completan el Museo las maquetas de
algunos edificios religiosos de singular relieve. Hasta ahora se exhiben solo
las de la catedral de Santiago de Compostela y la de la iglesia de San Juan de
Baños y se están construyendo las de otros edificios religiosos importantes.
También figuran estupendas vitrinas que guardan objetos relacionados con la
vida del Señor”.
Como
en este artículo no viene ninguna ilustración incluyo aquí la que, mas o menos
en esa época, se encuentra en el folleto-libro “The «Ramiro de Maeztu» secondary
education centre”. Aunque en ella es imposible reconocer la calidad y
motivos de las pinturas, al menos refleja el aspecto de que tenía el Museo Religioso.
Y
en este mismo libro se dice, en relación con el Museo Religioso, -traducción
sacada del blog de nuestro buen compañero y amigo Vicente Ramos-: “En la sala hay también maquetas de las
iglesias más notables y una maravillosa colección de reliquias y objetos de
lugares sagrados. Más adelante serán añadidos otros murales: una serie
representará motivos del Antiguo Testamento y otra motivos de la Liturgia, la
Mariología y las Misiones. Los cuadros de la Vida de Cristo serán por último
completados con un Vía Crucis”.
Pues
bien, estamos en 1945 y ya tenemos inaugurado el Museo. Y me permito comentar,
que también entonces se inauguraban las cosas sin terminar, o al menos sin
estar acabadas del todo. Y que, -esto es una suposición mía-, esta inauguración
prematura, realizada por el Ministro de Educación, tenía una saludable
intención de los responsables del proyecto…., que paso a aclarar.
Decía
al principio, que a comienzos de 1945, se publicó en el BOE una dotación de
fondos para el Museo Religioso, éste Museo Religioso del Ramiro de Maeztu. Allí
se menciona, y entresaco: “Visto el
presupuesto remitido a ese Ministerio por el Vicesecretario del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, que ha redactado don Antonio Cobos
Soto,” para “la realización del Museo
Religioso del Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu”;
“considerando que el gasto de que se trata es urgente y necesario;” “Este
Ministerio ha dispuesto la aprobación de dicho presupuesto por su importe total
de 61.000 pesetas, que se librarán en firme, previa justificación, con cargo
al” “Presupuesto ordinario de este Departamento al Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, y que se realice por administración”. El
resultado debió ser el que se refleja en los textos anteriores. Y los
responsables debieron quedar satisfechos con el trabajo realizado por el Sr.
Cobos. Tanto que aprovecharon la visita de Ibáñez Martín para recabar más
fondos con los que continuar la labor ya iniciada….. ¡buenos directores de
proyecto!
El
resultado de este “aprovechamiento del éxito” no tardó mucho en llegar. Y el 19
de septiembre de 1946, (BOE de 7/10/46), una nueva orden de Ibáñez Martín “concede al Instituto Nacional de Enseñanza
Media «Ramiro de Maeztu», de esta capital un crédito para la completa
instalación del Museo Religioso”. El señor ministro, supongo que ya
advertido, cerró el grifo de los fondos….
En
este caso la dotación económica iba directamente al Ramiro. E indica “la Dirección del expresado Centro remitió
los presupuestos de los dibujantes que se detallan, por los importes que se
expresan: Antonio Cobos, 75.350 pesetas; Antonio Jubera, 80.300 pesetas, Jesús
Bernal, 86.640 pesetas”. Es decir, ya entonces se llevaba lo de presentar 3
presupuestos para elegir el más favorable. Y lógicamente el presupuesto más
favorable, para completar el museo Religioso, resultó el de D. Antonio Cobos
Soto.
¿Y
qué pasó con el Museo Religioso?
Dice
Mindán que bajo indicaciones del Padre Granda se “convirtió el Museo Religioso en Capilla” y éste “mandó hacer una interesante imagen de la
Virgen para presidir la Capilla”. Esa fue la que nosotros conocimos.
Termino
con otro párrafo, sacado también de la Revista de Educación Nacional. Es del
número 65, publicado en 1946, y forma parte de un artículo de nombre “El Instituto Ramiro de Maeztu arquetipo de
instituciones pedagógicas: consta de cinco grandes edificios, con dos
residencias, escuela preparatoria y talleres”. Allí se menciona también el
Museo Religioso: “Para la cultura
religiosa se cuenta con un Museo Religioso, del todo original, que tiene por
finalidad completar la formación de los alumnos en este aspecto, grabando, por
medio del sentido de la vista, los hechos mas salientes de la historia de la
Iglesia y de la Vida y Pasión de Nuestro Señor. El Museo se decora con grandes
lienzos, que han sido pintados con todo esmero por el artista Sr. Cobos, previo
cuidadoso estudio de las escenas y mapas. Figuran además, en el Museo maquetas
seleccionadas de los tempos más notables, así como una maravillosa colección de
reliquias y objetos de los lugares santos, expuestos en vitrinas «ad hoc». El gráfico de la Vida de Cristo se completa con el reloj de
la Pasión del Señor, mecánico y con movimiento”.
¿Alguien
recuerda haber visto este reloj de la
Pasión?.
Espero
que Manolo, que ahora disfruta “hurgando en las catacumbas” del instituto tenga
éxito, y escondidos entre carpetas, legajos y otros valiosos restos de la
historia del Ramiro localice lo que aún perviva del Museo Religioso….¡suerte!.
Y de paso nos cuente cómo, hace unos pocos meses, se han “salvado” los lienzos
de D. Antonio Cobos….
Pues caramba con el P Granda; ¡nos ha privado de ver el Museo!. No entiendo cómo fué posible. Entre una capilla más y un museo, creo que lo segundo era más original e interesante. Supongo que se lo "colaría" a Luis Ortiz. Por cierto, éste y Pascual Galindo también eran uña y carne (incluso ganaron juntos el premio nacional de Letras); en mi semblanza de Luis Ortiz Muñoz aparece en varias de las fotos, también en el Ramiro. Ahora entiendo por qué.
ResponderEliminarRecuerdo que D. Pascual Galindo aparecía de vez en cuando en las misas relámpago (oficiante P. Mindán) obligatorias y sincronizadas con el rezo a voz en grito del Rosario, para recordarnos que no maltratáramos los pulidos bancos de la iglesia del Espíritu Santo. Al final ni capilla ni museo religioso.
EliminarQuerido Paco.
EliminarGracias por tu artículo, muy documentado y veraz en todos sus aspectos. En breve añadiré otro, que con ayuda del Departamento de Historia del Ramiro, estoy preparando, que será un complemento a lo que tú noe expones.
Añadir que como curas auxiliares estuvieron D. Pascual Galindo, el padre Germán y el padre Cuellar (no D. Fidel), con breves apariciones.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo dejéis de ver el estupendo artículo de Manolo Rincón sobre la Capilla Museo del Ramiro, donde hay unas magníficas fotografías del trabajo del Sr. Cobos.... ¡No me extraña que el Ministro autorizase una consignación presupuestaria adicional para terminarlo!
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