...por Ildefonso Arenas
La
Maudilia no vivía sola, pero no se lancen, no piensen que aquí llega el amante
sórdido que igual están esperando. Nada de eso. Se llamaba Raphael y yacía
con ella, sí...
Para la lectura completa visita en Nuestros Escritos el siguiente enlace
https://trinjolbuz.blogspot.com.es/2017/10/raphael.html
DESGARRADOR. Se le queda a uno el estómago encogido.
ResponderEliminarCuando miramos las calles antiguas de Madrid, según cuáles, claro, tenemos a veces la impresión que tras sesenta años no han cambiado tanto, pero luego te das cuenta que esos años son muchos. Y no digamos ya setenta, pero entonces no hacíamos otra cosa que agarrarnos a la teta (el que tuviera esa suerte) y lo que sucediera más lejos nos traía al pairo. Con los años es evidente que se añora la tierna infancia y alguno revive las antiguas costumbres; el que pueda, claro.
Deberías tratar de publicar esta historia costumbrista de drama urbano (en contraposición al drama rural) y con retazos de recuerdos infantiles. O presentarlo a un concurso de novela corta; lo ganas seguro...
Me dejas preocupado, porque no pretendí escribir un drama humano, y mucho menos que resultara desgarrador. Buscaba provocar alguna sonrisa, nada más. Quizá me haya salido un humor tirando a oscuro, pero espero que no por eso deje de ser humor. O de parecerlo.
EliminarA ver si hay suerte y Vicente remaqueta el texto, para que se pueda leer sin que a nadie más se le encoja el estómago. Es que tal y como lo ha 'colgado' es difícil no quedarse bizco...
La impresión de desgarrador viene quizás de la frecuente mención a la muerte y a eso que solemos decir en esos casos: "no somos nadie". El humor está presente, desde luego, en este drama humano-urbano y ahora entiendo que sea Raphael el que ponga nombre al escrito, al ser negro...
EliminarNo cabe duda que impresiona.