...POR MANOLO RINCÓN
No sé muy bien donde me encuentro en estos momentos. Parece una extraña ciudadela flotante sobre un mar de nubes blancas. Tampoco sé muy bien como pude llegar aquí. Trato de recordar que sucedió en aquellos confusos días de la revolución del silicio, en la cual yo participé activamente.
Éramos miles y miles de personas las que trabajábamos en el desarrollo de nuevos procesos de Inteligencia Artificial en la era de la “Nueva Normalidad”. La IA dominaba todo y sabíamos que pronto la propia IA prescindiría de nosotros pues ya sería capaz de potenciarse y desarrollarse por sí misma y no podíamos imaginar a que nos dedicaría. Los algoritmos eran cada vez más complejos y necesitaban de varias mentes para su correcto desarrollo.
Estábamos confinados en nuestros propios domicilios. La propia IA controlaba nuestra producción y nos decía lo que debíamos hacer y también satisfacía nuestras necesidades más elementales. El dinero ya había desaparecido con la técnica “blockchain” y no había ya actividades privadas. Quien no desarrollase la producción deseada era eliminado del sistema productivo, lo que en definitiva suponía su total desaparición.
Podía recordar cómo fueron los inicios de la era IA. Se había creado la “Nube” donde las grandes Corporaciones mundiales almacenaban todos los datos sobre los hombres, que cada vez estaban más controlados por la creciente IA que se fue adueñando poco a poco de las propias Corporaciones, de los Mercados Financieros y de los gobiernos de las naciones. Finalmente los individuos fueron controlados por sus teléfonos, por las redes sociales y por sus ordenadores. Ya nada se escapaba a la IA que dictaba sus leyes a los gobiernos satélites.
Había habido una gran pandemia, probablemente originada desde un laboratorio de manera intencionada, que eliminó a los más débiles ya que no servían para el nuevo salto de la Humanidad, que un grupo de mentes había diseñado a lo largo de varios años de trabajo, seguramente desde finales del siglo XX, donde ya se determinó el tipo de educación para las generaciones emergentes. La pandemia tuvo varios objetivos, a parte de eliminar a los individuos considerados no aptos para el nuevo orden mundial, produjo miedo y potenció los gobiernos totalitarios, controlados por la IA. Era parte del plan trazado. Los gobiernos y sus fuerzas policiales eran precisos en la primera fase. Luego ya tampoco serían necesarios. La IA tomaría las riendas del planeta.
El siguiente paso fue hacer ver a la humanidad más tecnificada que para sobrevivir debían vacunarse, contra el virus que causaba estragos y que nadie sabía cómo había aparecido. La vacunación se consiguió en un alto porcentaje gracias a los omnipresentes medios de comunicación y su labor de “adoctrinamiento”. Los países considerados de bajo interés fueron abandonados a su suerte.
Nunca se supo a ciencia cierta que contenían aquellas vacunas, desarrolladas en escasos meses, con gran apoyo financiero, pero poco a poco los efectos se hicieron notar. Descendió drásticamente el número de nacimientos. Las personas mayores murieron con mucha más rapidez que antes, mientras la tecnificación, el desarrollo de chips y la IA seguían en aumento. Los propios videojuegos tan característicos de aquellos años enganchaban a los jugadores al nuevo sistema.
Aparecieron las redes neuronales veloces 5G y la subsiguiente 6G, que enlazaban a en micro segundos a los individuos, con independencia de su localización, permitiendo el trabajo colaborativo de millones de personas lo que llevó a la IA a dominar el planeta.
Una de las características de la red 6G consistió en permitir poder interconectar los cerebros entre si lo que mejoraba notablemente el rendimiento, pues se completaba con el acceso a las gigantescas bases de datos de la “Nube”. Todo ello gobernado siempre por la IA cada vez más poderosa. Había interconectado a los gobiernos mundiales de tal forma que constituían la policía precisa para controlar a todos los individuos.
Recordaba que yo había simulado la vacunación pero aparentaba el mismo trabajo que los demás.
En estos tiempos los chips de silicio eran totalmente imprescindibles para que funcionase toda la compleja red neuronal. Sin ellos el sistema podía dejar de ser eficiente. Por ello las fábricas mundiales de estos elementos habían sido dotadas por la IA de medidas extremas de seguridad.
Antes de que terminasen implantándome un chip y ya mis pensamientos no escapasen a la IA que todo dominaba traté por medios rudimentarios, fuera de su alcance, de establecer contacto con algunas de las personas que quedaban en mi misma situación.
Éramos muy pocos y sabíamos que se nos terminaba el tiempo. Nuestra única probabilidad de triunfo, aunque remota, era sabotear las fábricas de chip. Lo denominamos revolución del silicio.
De la mejor manera que pudimos, localizamos varias de esas fábricas por seguimiento, desde dispositivos desenganchados de la red neuronal, de los transportes de la materia prima, el silicio.
Acordamos un ataque coordinado y desesperado a las fábricas localizadas sabiendo ya de antemano lo difícil de nuestra misión, pero merecía la pena intentarlo.
Acordamos día y hora y abandonamos nuestros puestos e iniciamos nuestro ataque.
Nunca supimos si habíamos tenido éxito, de hecho yo grabé estas impresiones antes de sucumbir ante la policía que me detuvo.
Fui acusado de muchas cosas: sabotaje, alta traición, insumisión, bajo rendimiento en mi trabajo… y condenado.
Hoy me encuentro en esta cápsula sobre las nubes en algún lugar indeterminado. Estoy aislado de todo y presiento un fin próximo. La IA se ha adueñado de todo el planeta y de sus mentes más brillantes. No puedo alcanzar a entender que es lo que planea para el futuro. Pero el homo sapiens tal como lo conocimos ya ha llegado a su fin….
Localizado en la “Nube” perteneciente a un disidente. Año del Señor de 2.049.
La verdad es que lo que cuentas no es imposible, aunque en los casi 30 años que van desde la época actual hasta el 2049 debería ser tiempo más que suficiente para darse cuenta antes de que no hubiese marcha atrás. Dejando esto aparte (lo calificaría de remoto, pero posible), está muy bien el escenario que describes.
ResponderEliminar¡Observo que en tus cuentos siempre mueres o desapareces al final de la historia! A ver si en el siguiente sobrevives y nos salvas a todos...
Enhorabuena, Manolo. Estabas 'sembráo' cuando alumbraste este relato. Lo que nos espera (no a nosotros; no nos dará tiempo a disfrutarlo, o eso espero) no creo que sea muy diferente de todo eso que has descrito. Echo un poquito de menos que no describas en detalle a los que flotan por encima de la nube, del 6G y de todas esas maravillas. Me refiero a los que cortan el bacalao. Esos, mucho me lo temo, seguirán siendo los de siempre, así que, después de todo, si lo miras desde un ángulo positivista no dejaremos de ser los mismos resignados servidores de los acontecimientos que somos desde que un Cromagnon espabilado explicó a sus colegas de caverna que había un Dios Omnipotente, que hablaba con él, y que le había dictado sus mandamientos, siendo el primero que todos ellos saldrían a cazar mientras él se quedaría en la caverna para orar. Si lo piensas, más o menos viene a ser lo mismo. El que ya no se trate de un Dios sino de una IA es irrelevante.
ResponderEliminarMe preocupan estos chicos de IA (Irremediable Alopecia) que sigan sin inventar un crecepelo decente.
ResponderEliminarPues creo que para ti llega ya tarde :)
EliminarYo más bien creo que llegará el día que se complementará la Humanidad con la IA; sería una colaboración muy conveniente. No creo que la IA tenga reacciones negativas hacia sus creadores y se dará cuenta de que las deficiencias es conveniente que se complementen; por ejemplo, a la IA siempre le costaría más que a nosotros hacerse creativa. La ambición y el deseo de poder no lo veo como algo inherente a la IA, lo cual no quiere decir que sea imposible, sobre todo si "contagiásemos" a nuestra IA de nuestros defectos. Sería el mayor error que pudiésemos cometer; el cuento de Manolo plantea muy bien lo que podría pasar si fuésemos tan burros.
ResponderEliminarEn cuanto al crecepelo, a buenas horas, mangas verdes, querido Troyano...
En estos tiempos de pandemia que salimos menos se puede aprender mucho. Yo he estudiado un poco el tema de la IA. Y ya la tenemos en todo. Desde las fotografías que haces en los móviles de alta gama que la IA corrige, hasta contar los visitantes a un departamento del Corte Ingles y lo que más han mirado y comprado, pasando por controlar toda la compleja logística de Amazon, la diagnosis médica, los traders automáticos, o decir a Google nuestros gustos y que nos tiene que anunciar. Películas y música que te puede gustar en Amazon Prime. Me han buscado películas que me han encantado... Esto son ejemplos pero el futuro cercano estará totalmente dominado por la IA. Miles de matemáticos trabajan ya en ello. Una característica de la IA es que no reside en ningún sitio. Está por la "Nube". ¿Qué es la "Nube" realmente?. Quien la maneja?. Preguntas filosóficas de difícil respuesta.
EliminarUn Infierno reseteado.
ResponderEliminar_____________________
¡Qué anticuado! Diríase que hasta patético. Satanás, Lucifer, Luzbel, el Diablo...No había cambiado. Seguía luciendo cuernos, un rabo no se sabe bien por qué acabado en forma de punta de flecha. Ni siquiera sus ojos, de un amarillo brillante, resplandeciente, refulgente, luminoso, tenían que ver con seres creados para el cine y los pasatiempos de pantallas grandes o pequeñas, dibujos fotoshopeados o animados que demostrarían perversión creciente, lejos del alcance hasta hoy del Infierno. Y qué decir del olor fétido, mezcla de vinagre, ácidos, azufres o malas hierbas propias del pleistoceno. Todo inadecuado, impropio de los tiempos que corren.
Reflexionaba el Ángel Caído. Tenía que ponerse las pilas. Adoptaría fórmulas y contenidos de la I.A., transmitidas a velocidades archiextrahipermaximegasuperultrasónicas de 666 G.
No había tiempo que perder. Introdujo en el ordenador, encargado a un compinche de Silicon Valley y diseñado por un hindú, las oportunas órdenes del malignosoft. La Humanidad estaba en peligro.
SOY NICOLÁS PÉREZ-SERRANO
El Diablo querido Nicolás, sigue existiendo y se ha transformado también en esta era digital. Ya no tiene rabo en punta de flecha, ni cuernos de cabra. Es mucho más sutil y sus tormentos más refinados que la tosca hoguera y el tridente.
EliminarEl diablo está en nosotros mismos como seres humanos, querido Nicolás; no hay más que ver las noticias en la TV. No hace ni falta que se manifieste, aunque si existiera se estaría frotando las manos. Aún así, soy de los que creen que hay muchas facetas buenas en la Humanidad; quizás sea una cuestión de prodigarse más o menos.
EliminarEl Diablo anda muy activo por las redes sociales en la era digital querido Nicolás. No tienes más que leer las noticias, de los pocos medios que aún no están "apesebrados" con el dinero de nuestros impuestos.
EliminarTodo esto te pasa por rebelde. Los que nos adaptamos y somos flexibles y resilientes (toma ya!) estamos disfrutando a tope. A mi domicilio llegan justo el día en que lo necesito la comida que más me gusta (por ser la que más compro) mi asistente IA me pone la música que adoro, ilumina con mis colores preferidos y periódicamente me dedica las alabanzas con las que más disfruto. ¿Lo mejor de todo? Me sintoniza la TV en las tertulias con las que estoy más de acuerdo y en los noticiarios que me parecen más verdaderos. Con todo esto mi vida discurre placentera, sin sobresaltos y sin tener que estar todo el rato preocupado por decidir que será mejor. Mi IA decide por mi. Alexa apaga la luz. Esto de la IA tenían que haberlo inventado antes.
ResponderEliminarHola JuanMi. Haces bien en mandar a Alexa encender o apagar la luz. También te facilita música, películas, petición de comida... Es muy cómodo, pero todos los datos que das a Alexa pueden ser utilizados en tu contra :)
EliminarO sea: que ni nos queda como solución agotar baterias y desconsiderar el uso de recargadores.¡Vaya plan!
ResponderEliminarTodavía está lejano el improbable mundo de "Matrix", en que los humanos, conectados al gran superordenador, viven en el seno de una realidad virtual suscitada por el monstruo cibernético, sin otra aportación por parte de ellos que el suministro de bioenergía a éste; empero, más cercano está el efectivo mundo en que los trabajadores humanos son sustituidos por aplicaciones de IA con el fin de disminuir los costes de producción y aumentar los beneficios del capital: si sois clientes de algún banco, ya sabéis a qué mundo me refiero. No parece que los capitalistas necesiten de nuestra bioenergía, sino más bien de que consumamos los productos ofertados, pero, como los trabajadores en paro no tienen dinero, a no tardar mucho este neocapitalismo sucumbirá, así que os podéis representar qué futuro nos espera.
ResponderEliminarEs verdad lo que dices de los trabajadores en paro. Sin embargo, me temo que algunas mentes privilegiadas puedan estar considerando alternativas distintas a dejar al neocapitalismo que sucumba sin más. Alternativas del estilo 'endlösung', o 'vernichtung'. El SARS-Cov-2, si lo pensáis, a lo mejor sólo ha sido un ensayo, un test-bed, de donde las tales mentes privilegiadas han extraído conclusiones. En general, no sería malo empezar a recitar el 'Jesusito de mi vida, que me quede como estoy'.
EliminarYo más bien creo que nos vamos a enfrentar a una revolución del mundo laboral a corto plazo, pero esto no es más que el aperitivo. A medida que lleguen las siguientes generaciones de la IA con capacidades creativas y hayan superado aspectos como el sentido común e incluso tener que enfrentarnos a una IA consciente, o la hemos domesticado para que colabore con nosotros o la hemos pringado. Si a la IA con sentido común se le ocurre que "lo mejor es hacer una "Vernichtung" como "Endlösung" de los humanos, será que nos lo hemos merecido por gilipollas.
EliminarNo se como será la evolución. Nadie puede saberlo ahora. Los sindicatos ya son figuras casi decorativas que solo consumen recursos públicos y espero que terminen por desaparecer pues son anacrónicos y caros. La IA tendrá su propio devenir no me cabe duda. Quedan bastantes problemas por resolver: La escasez de materias primas, la alimentación mundial, y la ecología/calentamiento. Problemas fundamentales que a día de hoy no se sabe como solucionar.
EliminarEl mundo de MATRIX es muy improbable. En el mundo actual a gran velocidad se van eliminando puestos de trabajo que se sustituyen por IA y robots también controlados por ella. Ahora es el paraíso de los matemáticos, elementos necesarios para que aumente la IA hasta que ya no los necesite. Para el gran volumen de parados y los que nunca trabajaran son necesarios subsidios mínimos que llegarán a toda la población. El dinero ya no es nada, unos bits en un ordenador, por lo que no se precisa imprimir billetes, vieja técnica. A los únicos que de momento no se ve como puede expulsar el sistema es a los políticos, que realmente son ya prescindibles en un alto porcentaje, pero se resistirán con uñas y dientes a tener que dejar de extorsionar al pueblo.
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ResponderEliminarESTE ES UN COMENTARIO DE ARENAS QUE HA HABIDO QUE FRACCIONAR
ResponderEliminarA fuerza de leer cosas acerca de 'la nube', y en especial en este foro de amigoides, me ha entrado la sospecha que alguno de nosotros quizá considere que la tal 'nube' tiene algo de mágico, si no de sobrenatural, concebido para penetrar en nuestras mentes y hacer de nosotros unos esclavos sumisos y votantes del PSOE. Bueno, pues leches. La 'nube', como concepto informático, es más vieja que mear de pie, para entendernos entre venerables caballeros que no necesitamos guardar las formas al no haber damas en presencia.
Algunos de vosotros quizá recordéis un término viejísimo, tanto como de hace sesenta años, que se llamaba 'oficinas de servicio'. Éstas eran negocios más o menos grandes y más o menos respaldados por grupos financieros importantes (espero que algunos os acordéis de CTI, por poner un ejemplo de uno que llegó a ser famoso). Trabajar con ellos era sencillo: les hacías llegar tus datos, ellos los procesaban y te traían los resultados. Dependiendo de la pasta que quisieras gastar tú perforabas tus datos o lo hacían ellos, y ellos te traían los resultados impresos o los imprimían en tu oficina en una impresora que te calzaban en tus instalaciones.
El concepto evolucionó y evolucionó, pero en esencia ni varió ni dejó de ser lo que sigue siendo, por mucho que ahora le llamemos 'nube'. Ésta, hoy, es un conjunto de granjas de servidores no sólo muy potentes, sino también redundantes; sus dueños los espurrean a lo largo del ancho mundo, los complementan con inmensos subsistemas de almacenamiento, y los comunican con sus clientes a través de gordísimos canutos de fibra óptica de muy alta velocidad. Estos canutos suelen desembocar, salvo excepciones, en 'la internet' (así es como debe ser escrita, con un 'la' por delante y en minúscula; así, al menos, se la bautizó hace unos 30 años, 'the internet'). Estas granjas suelen ser propiedad de grupos vinculados a la tecnología, muy avanzados aunque no forzosamente porque la produzcan ellos, sino porque tienen muchísima pasta y compran sin regatear todo lo que les hace falta.
. Los campeones de la especialidad son, hoy en día, Oracle, Amazon, Microsoft, IBM y Alphabet, aunque sin duda hay más, y llegarán muchos otros más, porque ni es un mundo cerrado ni nadie sería capaz de cerrarlo. Estos campeones de la especialidad ofrecen a sus clientes toda clase de servicios, desde el más elemental, facilitar a cualquier desgraciado con un PC almacenar ahí las fotos que no le caben en la mierda de su disco duro, al más colosal, del estilo de un superbanco, el más gordo de todos, que al rebufo de la tecnología más avanzada se libera de la esclavitud de seguir siendo fiel a los vetustos mainframe (por lo general de IBM), que le salen por miles de millones de euros al año y no exagero, y llevar sus datos, sus comunicaciones y sus procesos a la nube, pero no a la de todos, sino a una nube propia y particular, instalada en sus propios centros de datos (según la reglamentación de la UE, los servicios financieros de una entidad de la UE han de residir en un país de la UE) aunque operada, la tal nube propia, por personal muy calificado del proveedor de la tecnología (uno de los cinco que he citado antes). Así, el cojobanco pasa a entenderse con sus clientes, bien directamente o bien a través de sus oficinas, mediante accesos via internet (se acabaron las carísimas redes punto a punto que Manolo recordará con un puntito de nostalgia) que acaban en su propia granja, o en su propia nube.
ResponderEliminarComo veréis, no hay nada nuevo bajo el sol. El concepto es el mismo, aunque la tecnología sea mucho más avanzada. Se trata de que alguien hace por ti lo que tú serías capaz de hacer, aunque gastando mucho más dinero.
En cuanto a la supuesta magia de la nube, no hay tal. Sólo hay servidores de gran potencia, armarios de almacenamiento inteligentes y enlaces de comunicaciones en la banda de los muchos gigabits por segundo, y dentro de nada terabits. Tras ellos no hay ningún tipo con tridente, cuernos y rabo (acabado en triángulo). Sólo sensatez, sentido común y estar al día de lo que dan de sí las tecnologías de proceso, de almacenamiento y de comunicaciones. Nada más.
En cuanto a la IA (no me refiero a mis iniciales, que conste), pues más de lo mismo. Es tan vieja como el ENIAC (el que dicen que se cargó a Dios), pero de eso os predicaré otro día.
FIN DEL COMENTARIO DE ARENAS
Si, pero hay algunos que se deben tener también en cuenta como huawei. Este gigante chino es un monstruo tecnológico (vetado por USA). A parte de los móviles (que según los americanos llevan un software espía), fabrica unos servidores que creo que no tienen competencia, en rapidez y seguridad. No me extraña no saber quienes lo compran y donde lo instalan, ya que la nube, como tal esconde totalmente sus emplazamientos. También hace tiempo tienen la tecnología 5g (vetados sus equipos en USA) y ya trabajan en la 6G. Es una Corporación a tener en cuenta.
EliminarYo no he hablado de tecnología, sino de economía, actividad tan antigua como el hombre que consiste en el intercambio de bienes, y, para facilitar este intercambio, se inventó un instrumento como el dinero, el cual da igual que revista la forma de papel moneda o de bitcoins, en todo caso sigue siendo necesario. La cuestión económica actual más bien reside en que, si se sustituye al trabajador asalariado por robots, ¿quién va a protagonizar la demanda en un sistema volcado en mejorar la oferta? Si los demandantes configuran una masa de desempleados que perciben, casi todos ellos, un subsidio básico, nos encontramos con que, en primer lugar, los consumidores tendrán muy poco poder adquisitivo y, en segundo lugar, que dicho subsidio no puede emanar de otra fuente que la de los impuestos que pagarán aquellos a los que les sobra el dinero, es decir, los capitalistas dueños de los medios de producción, y, a mi parecer, para éstos no debería ser un buen negocio desprenderse de una parte de su capital sin obtener nada a cambio, a diferencia de lo que ocurre con el dinero invertido en contratar empleados que aporten la plusvalía de su trabajo. Si, por el contrario, los demandantes son los propios capitalistas, nos encontramos con que ellos constituyen un fragmento mínimo de la población y, por mucho que gasten, no creo que sean suficientes para colmar la demanda de esta nuestra sociedad de consumo; además, siete u ocho mil millones de famélicos les crearían un problema de orden público inabarcable, lo que llevaría a los administradores de la cosa pública a poner en práctica alguna forma de "Endlöschung", como apunta Ildefonso Arenas.
ResponderEliminarAlgunos optimistas consideran que, al modo en que la revolución industrial destruyó puestos de trabajo tradicionales, pero propició un desarrollo que creó muchos más nuevos puestos de trabajo, ahora podrá ocurrir lo mismo; sin embargo, ahora nos encontramos con que los puestos de baja y media cualificación quedarán para siempre reservados a las máquinas y que los de muy alta cualificación no precisan de demasiada gente, sin contar con que la IA permite a las máquinas aprender por sí solas y enseñar a otras, así que, a la larga, también sobrarán los ingenieros informáticos de carne y hueso.
Como la tendencia del neocapitalismo es seguir sustituyendo seres humanos por máquinas, parece que en el futuro el sistema capitalista acabará consigo mismo, que fue la profecía de Marx, quien puso de manifiesto las contradicciones internas del sistema hace ya tiempo.
Hola. La economía desde su digamos sistematización en el Siglo XIX (aunque es tan antigua como el hombre) ha evolucionado muchísimo. Si nos fijamos en el dinero, primero era metálico, con un valor casi equivalente al facial, luego se dejaba en los bancos que emitían pagarés (papel) que se usaban como dinero y emitieron más papel que metal tenían, creando las primeras crisis bancarias. Así llegamos a momentos de hiperinflación (como el caso venezolano) que su moneda carece de respaldo. El oro dejó hace tiempo de ser patrón pero es un refugio y de hecho a lo largo de los años siempre sube. En el contexto actual en el que el dinero son bits en unos ordenadores y por tanto su circulación muy manejable, donde hay instrumentos financieros complicadísimos (y muy peligrosos) como los derivados, los que son conscientes de la economía que se avecina totalmente diferente a la tradicional, buscan refugio y además del oro (prácticamente en subida libre), está el bitcoin.
EliminarEs una criptomoneda, pero su característica es que su cantidad es finita y no puede crecer. Por ello la fuerte demanda le ha llevado a batir sus récords, superando los 40 mil $ US y enriqueciendo a los avispados como el dueño de Tesla. Para terminar yo creo qué la economía de plusvalía por el valor añadido ya no funciona. El mercado laboral elimina muchos puestos de trabajo y por ejemplo se ceba en la banca, puesto que ya casi todo el mundo hace en sus casa las operaciones básicas con su dinero. Los cajeros automáticos desaparecerán y tu pagarás todo con tarjeta (ya vemos que hasta el autobús), eliminándose el dinero físico, objetivo de las Haciendas para que no puedas hacer operaciones en negro. Esto hará aflorar la economía sumergida (en España probablemente un 25% del total) y estaremos aún más controlados. La nueva economía ya contempla quienes serán los que recibirán pagas básicas. El dinero al ser digital en parte será creado, sin que nos den mucha explicaciones. Ya pasa con esos miles de millones que reparte la UE. ¿Os habéis preguntado de donde salen?.
Las profecías apocalípticas relacionadas con el desarrollo de la tecnología (la de cualquier tipo) se remontan a cuando James Watts, a la sazón de nueve añitos, se fijó en que la tapa de la cazuela donde su madre cocía un guisote subía y bajaba, impulsada por las burbujas que generaba el tal guisote según se calentaba. Los profetas y las profecías son por demás respetables, pero el hecho es que llevamos va para tres siglos hablando de watios y de kilowatios, y el mundo aún no ha reventado. En lo que desde luego estoy de acuerdo es en que los humanos que no consigan seguir el ritmo de aprendizaje que reclama la cada día más exigente humanidad, van a tenerlo máh negro que'l sobaco'un grillo, aunque siempre les quedará la posibilidad de hacerse futbolistas. Más en serio, convivir-coexistir con el imparable desarrollo de las ciencias aplicadas será cada día más duro, a un punto tal que sólo aquellos que se afanen en no deperdiciar lo que les ofrece la educación avanzada de nuestros días, van a disfrutar de las nuevas maravillas que cada día nos ofrece la tecnología. Dicho esto, parece claro que a la nueva sociedad a la que nos encaminamos van a sobrarle unos cuantos Gigatíos. La humanidad ya se ajusta ella sola, con ratios como el español, donde los que nacen son, al año, muchos menos que los que cascan. Será un proceso muy lento y en apariencia nada traumático, aunque parece claro que inevitable, y en cualquier caso preferible a un exterminio a las bravas más o menos planificado. El gran problema es hacer comprender todo esto a nuestro nietos, el que nos dirigimos a un mundo donde nos comeremos los unos a los otros (espero que en un plano figurado), y en el que desde muy pequeños hará falta elegir entre ser de los que comerán o de los que serán comidos. En el entretanto, que los dioses bendigan la IA. Es tan el progreso para nosotros como lo fue hacer fuego con dos palos para los Neanderthal. Ay del que no sea capaz de seguir el ritmo.
ResponderEliminarParece que formas parte de los optimistas que todo lo confían al progreso tecnológico, sin embargo, el mundo de los seres humanos, antes que por las herramientas, está regido por las leyes sociales, y una de ellas es la que guía la economía. Adam Smith habla de que el interés propio de cada cual, actuando en el libre mercado, tiene como consecuencia la autorregulación de éste, pero dicha autorregulación incluye el egoísmo y la libre competencia, lo que lleva a la búsqueda del monopolio utilizando, para lograrlo, cualquier herramienta al alcance de uno mismo, y el uso creciente de la IA se ha revelado como una herramienta poderosísima, por lo que ningún empresario renunciará voluntariamente a ella en su afán monopolístico, empero, el monopolio rompe con la libre competencia y pone en peligro la autorregulación del mercado; he aquí la contradicción básica del liberalismo económico, que ha sido potenciada por el progreso tecnológico; por eso, podemos pensar que ahora nos encontramos en una encrucijada histórica, y no sólo por el uso de la nueva tecnología digital, sino también por otras circunstancias concurrentes, igualmente potenciadas por el progreso tecnológico, a saber, el exceso de población (que no va a disminuir sólo por que las españolas decidan tener menos hijos), la contaminación del planeta y el cambio climático, el agotamiento de los recursos no renovables…
EliminarLos que confían en que el progreso tecnológico encontrará a la larga solución para todos los problemas no cuentan con que tales problemas crecen exponencialmente, precisamente por el progreso tecnológico, y que cada vez queda menos tiempo para intentar solucionarlos.
Es probable que a largo plazo tengas razón, aunque encuentro más seguro que ni a ti ni a mí nos dé tiempo a verificar cual de los dos estaba menos confundido. En el entretanto, y mas que nada porque me parece menos aburrido, me quedo con el progreso tecnológico. Si no por otra cosa, porque gracias a él tú y yo podamos debatir tranquilamente desde nuestras casas y a nuestras edades. El progreso podrá ser catastrófico, no te lo discuto, aunque pienso que también es verdad que, después de todo, viene a ser como ir en bicicleta: si dejas de pedalear, bofetada que te arreas.
EliminarEntiendo tu visión humanista, pero creo que está desfasada. Mira a tu alrededor, personas de 6 a 80 años pegados a sus móviles, redes sociales y juegos on-line. Todo ha cambiado. El humanismo se queda para estudiarlo en la universidad y poco más. Gracias a la tecnología te escribo desde mi casa, en pijama cómodamente sentado. Los tiempos son así, aunque no nos guste.
EliminarHombre... también hay personas de 6 a 80 tacos jugando al ajedrez con alguna/o nuera/yerno, leyendo algún libro o, incluso, ¡hasta escribiendo uno! Yo no estaría muy de acuerdo en que el humanismo se haya convertido en algo similar al etrusco, para estudiarlo en la universidad y punto pelota. Si lo estaría en que, como todo, ha evolucionado. En tiempos de Kant, pongamos por caso, a éste le leían unos cuantos, quizá porque no había mucho más donde elegir. Hoy, en cambio, tenemos filósofos a patadas, o al menos es así como se anuncian en los periódicos que leemos (alguno incluso acaba de ganar unas elecciones), y en mayor o menor medida su pensamiento nos alcanza. Otra cosa es que les hagamos caso, aunque tampoco se lo hacían a Kant sus aburridos coetáneos. El humanismo, considerado como la especialidad antropológica que se ocupa de las majaderías que se nos ocurren a las personas, no creo que haya muerto. De qué iban a vivir Google y sus servidores de anuncios, si no.
ResponderEliminarNo se si estamos confundiendo el uso de la tecnología de la información con la IA. Los avances tecnológicos (en sentido muy amplio) han provocado siempre temor a los resultados de su desarrollo, desde la invención de la imprenta y con ella la eliminación del monopolio del conocimiento en manos de los que sabían escribir a la de la máquina de vapor y con ella la sustitución de la fuerza muscular por la máquina. Por supuesto que en ambos casos se modificó la sociedad y no solo la humana ya que la desaparición de los animales de tiro tuvo que ver con el desarrollo del vapor. Por ejemplo: ¿Cuánto tiempo hace que vimos aun burro acarreando algo, o a unos mulos o caballos tirando de un carro? Y con ellos el talabartero, el que trasportaba el heno o la cebada para alimentarlos, etc. sustituidos por el mecánico o la gasolinera. Algo similar ocurrirá con la tecnología creándose nuevas necesidades y desapareciendo algunos modos de vida. ¿Cuántas secretarias (ios) han sido sustituidas por agendas gestionadas por uno mismo y también, cuantas han pasado de la máquina de escribir de cinta al ordenador?. La IA es algo distinto ya que ahora no se trata de sustituir fuerza muscular para tener más potencia o ir más rápido sino de sustituir al propio cerebro humano y por lo tanto afectará más a quienes pensaban que estaban libres del riesgo de ser sustituidos. Por ejemplo ¿se podrá sustituir a IA mediante un sistema de IA capaz de escribir libros? Un modelo bastante burdo empieza a ser frecuente, corto por aquí, pego por allá y ¿toma ya! una tesis doctoral. Cualquier docente de las últimas décadas sabe que pedir al estudiante que aporte "un trabajo" incluye la cláusula de que sea manuscrito e incluso así, un día sorprendí a mi sobrino copiando del ordenador, a cambio de dinero, el que le habían pedido a su hermana en la facultad. Queda el riesgo que representa la combinación de la IA con el acopio masivo de datos el "big data" que creo que es lo que preocupaba más en el cuento de Manolo y en eso me temo que nos tendremos que acostumbrar a que se sepa de nosotros todo lo que hacemos utilizando sistemas de información. En mi opinión que alguien sepa a que hora salgo de casa, a dónde voy, que desayuno y que como o que relaciones mantengo puede ser molesto por la invasión de publicidad que producirá pero creo que el peligro estará en función de las intenciones del que acumule esos datos. Si es para ofrecerme publicidad será una intromisión más o menos molesta pero si quien tiene los datos es una institución maléfica que pretende controlar el mundo tampoco será algo nuevo, simplemente cambia el procedimiento. Hace años lo intentaban con reuniones y panfletos, luego con la radio, ahora con la TV y mañana a domicilio mediante la red. Sospecho que acabaremos descubriendo que el método mas eficaz contra este sistema es introducir ruido que es la mejor manera de alterar la información. Por ejemplo entras en una cadena de compras "on line" y buscas en maquinaria de jardín, después de un rato tu ficha personal incluirá que vives en un chalet o en el medio rural y podrás disfrutar desde tu modesto piso en el sexto izquierda con las ofertas de semillas para césped. En otro aspecto, más interesante, no te limites a leer el Periódico o el País, aunque no lo leas conecta un rato con el ABC o la Razón y tu ficha pasará de ser la de un izquierdista a la de un escéptico. Se admiten ideas.
ResponderEliminarVeamos JuanMi. Parte de lo que describes o ya ha pasado o esta pasando. Las secretarias ya casi se han extinguido. La taquigrafía ya no se utiliza, y el modelo productivo, industrial o intelectual se va sustituyendo por máquinas y por IA. Escribir libros de forma automática, ya es posible. Otra cosa es el resultado. Tu das unas cuantas ideas y el programa de IA te proporciona un relato. Respecto a la vigilancia intensiva que sufrimos, el programa de IA de Google maps, aun cuando apagues el GPS te sigue por la dirección IP que usas en cada momento. Teda (al menos a mi) un resumen mensual de donde has estado. Te pregunta tu opinión de los sitios en que has estado (restaurantes, museos, etc). La única solución es apagar el móvil para no tener ese espionaje. Además están los anuncios seleccionados, la música recomendada, etc. Lógicamente esto precisa del "big data" y la nube. En otro orden de cosas hay una aplicación de seguimiento del covid que solo ha instalado un 12% de la población, por el temor a que sea un software de vigilancia. No digamos el control de tus movimientos financieros, que será total cuando el dinero físico desaparezca. Y todo esto prácticamente ya está pasando. El tema del futuro del empleo es otro capítulo que merece un tratamiento a parte.
EliminarEn las páginas de configuración del Google se establece la posibilidad de que tu Chrome no envíe datos de nada, de forma que no te machaquen con publicidades idiotas. En otro orden de ideas, la forma en que los sites a los que más estamos vinculados estudien nuestro comportamiento son mucho más sofisticadas y sutiles que todo eso. Defenderse de la intrusión publicitaria, en estos tiempos que corren, puede llegar a ser un arte. Despistar a los analizadores de comportamiento, en especial a los de Alphabet, puede llegar a ser divertido. Tampoco hay que tomárselos demasiado en serio, sobre todo porque no es temporada electoral. Es probable que para las próximas generales, si el gobierno aguanta los casi tres años que faltan, empecemos a ser sondeados de otro modo, más sutil, pero eso, a endurecidos alumnos del Ramiro que logramos sobrevir al Padre Cuéllar y al Padre Granda, no debería preocuparnos. El que más y el que menos, si logró camuflar sus ideas ante ambos los dos, y algún otro que también era de alivio, encontrará la mar de fácil volver a esconder su alma sin que nadie lo note.
EliminarEl relato de Manuel Rincón plantea una serie de disgustos que, para 2049, nos acarreará la supremacía de la inteligencia artificial (IA) y uno de ellos es el que se recoge en esta frase: "La IA dominaba todo y sabíamos que pronto la propia IA prescindiría de nosotros". Mis intervenciones han girado fundamentalmente alrededor de esta cuestión y concretamente se refieren al hecho de que, no en el futuro, sino ahora mismo, los empresarios que apuestan por la IA están prescindiendo de los trabajadores humanos. Reconozco que la temática relacionada con el uso (y abuso) de la IA es amplia y se expone sin reparo en los muchos comentarios que ha merecido el trabajo de Manuel Rincón, pero me gustaría volver a centrarme en el hecho mentado e insistir en que semejante sustitución de los empleados vivientes por robots acarreará la crisis definitiva del capitalismo, inspirado en la potenciación de la libertad individual y la libre iniciativa, crisis que dará lugar a otro sistema económico diferente, o, a lo mejor, a la regresión de la humanidad, incapaz de vencer tantas contradicciones.
ResponderEliminarRecomiendo la lectura del libro de Santiago NIÑO-BECERRA "Capitalismo, 1679-2065" (Ed. Ariel, Barcelona, 2020). Aquí se augura que el fin del capitalismo tendrá lugar en 2065, algo más tarde del momento en que ubica Manuel Rincón su relato, pero no demasiado lejos de nuestros días.
No me resisto a citar un pasaje del libro de Niño-Becerra: "Aún no se habla mucho de los miembros de la Generación T –inicial de la palabra 'touch', en referencia a la pantalla móvil y táctil– […]: una generación sin historia, que me da mucha pena. Los mayores tienen 12 años cuando escribo estas líneas. Aceptarán ser manipulados porque no habrán conocido otra cosa. Será la primera generación del universo orwelliano '1984'. El próximo universo".
Interesante debate, que no me resisto a continuar. Yo me he tirado 40 años entre ordenadores y aún hoy procuro estar al día dentro de mis posibilidades. Tengo un PC de alta gama de 8 núcleos y disfruto con él. Pero centrándome de la idea, obvia por otro lado de que la IA ya nonos necesitará para su desarrollo, lo veo con total claridad. Es como nos contó hace ya mas de 50 años Artur C. Clarke en su descripción del ordenador HAL. Niño Becerra me gusta mucho como economista con una visión amplia y sin complejos de la economía mundial. José Enrique ha tocado un punto muy importante. El exceso de población desocupada. Este "problema" será resuelto de alguna forma. Me atrevo a dar una pista de lo que pienso y perdonad el aparente pesimismo. El COVID es la primera prueba. Después vendrán más. En eras anteriores era la peste y otras pandemias. La población se debe de regular. Hoy viendo el aterrizaje de Rober en Marte pienso en todo lo que hay detrás de ese proyecto y hay mucha IA en el mismo. Ya la exportamos a Marte. Niño Becerra sitúa en el 2065 el fin de esta era. Yo lo sitúo algo antes en el 2049. Y creo que además de las sucesivas pandemias, coincidirá con el fin total del dinero y con el hundimiento del capitalismo y el paso a unas generaciones dependientes totalmente de la red, dirigida por la IA. Los políticos se habrán extinguido.
ResponderEliminarPlanteas un problema que no hay más remedio que resolver: el del excedente de población desocupada, a medida que las máquinas se vayan haciendo cargo de labores simples que cada vez lo serán menos. Hay varias maneras de resolver este problema; veamos:
Eliminar1º Las soluciones clásicas: guerras, pandemias, limitación de nacimientos y algún etcétera que, como las anteriores, no serán deseables.
2ª Reeducar a esta población excedente y dedicarles a innovación y desarrollo con ayuda de la IA, cuyo fuerte no es precisamente la creatividad, que es algo que tampoco se puede "aprehender" por una máquina fácilmente.
De esta manera se conseguirán más eficazmente los objetivos industriales, aprovecharemos mejor los recursos naturales, llegaremos a dominar antes nuevas energías (fusión nuclear, p.ej.) y optimizaremos la agricultura y la alimentación (por cierto, los robots no comen). Esto redundará asimismo en que los países subdesarrollados empiecen ¡por fin! a desarrollarse y se termine el problema de la inmigración descontrolada, dando oportunidades a estos mismos países, siempre que no la jodan los políticos demasiado ambiciosos.
En resumen, no veo que haya necesidad de ser catastrofista, sino de anticiparnos para que el devenir de la historia futura vaya por los cauces deseables, con ayuda de la IA, naturalmente, aprovechando sus ventajas, incluyendo su capacidad de aprendizaje, por supuesto.
La IA no es ambiciosa ni malévola "per se"; eso lo somos los humanos y me imagino que nadie será tan loco como para enseñarla a serlo, excepto que caiga en malas manos, humanas, claro.
Querido Kurt. La IA ni es buena, ni es mala en si misma. Cumple con el fin para la que ha sido creada y lo seguirá haciendo cada vez con más intensidad. Entre las personas expulsadas del sistema por la automatización y robotización de procesos industriales y administrativos, a mi entebder hay 3 clases:
Eliminar1. Jubilados y Prejubilados.
2. Personas que es imposible reciclar.
3. Personas reciclables al nuevo modelo productivo.
El grupo 2 es el más preocupante y será el más numeroso. Dejando a parte las sucesivas pandemias que se cebarán principalmente sobre el grupo 1 para aligerar las cargas sociales, el grupo 2 tiene que seguir viviendo y será el receptor de ayudas vitales que le permita sobrevivir. En ese sentido todos los paises avanzados están pensando en ello. Respecto a la financiación aumentarán los impuestos indudablemente, ya sea IRPF, servicios, sucesiones, patrimonio, vivienda, IVA, etc, hasta que estos sean un 60% del PIB. Yo al menos lo veo así.
El Rover "Perseverance" aterrizó en Marte alas 9:556 PM hora local. Un auténtico hito. Es el comienzo de las misiones no tripuladas a Marte. En el año 26 se pretende tomar muestras con retorno a la tierra. Esta misión a parte de ingenieros, ha necesitado mucha robótica, nanotecnología y un fuerte componente de software que es la IA del proyecto En días próximos tendremos más fotos. En esta primera foto se ven "piedras" únicamente.
ResponderEliminarNo me resisto a incluir la referencia a una interesante aplicación de IA. Se llama "robo advisor" y se dedica a gestionar tus inversiones de manera automática y sin apasionamientos. Ahí queda eso.
EliminarLa superestructura ayaca de vez en cuando con el aumento de la fertilidad nacional para corregir la pirámide poblacional. Si se hubiera hecho caso en los 80-90, tendríamos 5 millones de parados. Ya en el siglo XIX, Malthus denunció el mantra para aumentar el número de parados y presionar lo salarios a la baja.
ResponderEliminar... ATACA en vez de ayaca
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