...POR NICOLÁS PÉREZ-SERRANO
De crío y adolescente disfruté, también sufrí, cuando en Estudiantes jugaba Fernando Martínez Arroyo. A Estudiantes sólo podíamos pedirle que conservara, y difundiera a través del ejemplo, de su conducta en el campo y fuera de él, las esencias del Club, que no eran otras que el ba-lonces-to en estado puro, sobre todo concebido como la naturaleza misma de un deportista, lealtad a unos colores, señorío, afán de lucha y hasta superación, entrega a una forma de ser a través de un noble juego, aferrarse a unos valores de estudio y perseverancia inculcados en aulas de Instituto, el Ramiro de Maeztu, y en la gloriosa cantera alentada por cuantos pululábamos, de una u otra forma, a su alrededor, en terrosas, luego asfaltadas, míticas canchas que paulatinamente se imponían a otros deportes, disciplina libre (no es una contradicción), respeto a las reglas originarias pero siempre adaptadas a nuestras más propias peculiaridades, idiosincrasia única, acaso irrepetible, fruto de la mezcla de estudio y deporte quintaesenciados ambos.
Eso fue Fernando.
A ese mismo gen pertenecía toda su familia. Nada cambió de todo ello cuando de jugador pasó a ser otras cosas, además, dentro del CLUB, y allí, pues pertenecí a su Junta Directiva no pocos años a partir de 1982, pude comprobarlo, y dar fe de cuanto digo.
El Club ha sido afortunado en muchos sentidos a lo largo de su historia. Fernando fue uno de los premios gordos de que disfrutamos a lo largo de décadas. Por eso, y con el corazón dolorido, evoco hoy, en estas breves notas redactadas a vuela pluma, su figura humana, de muchos ceros tras su unidad, con un rendido ¡Gracias, Fernando, nos vemos en el siguiente tres para tres!
CONDOLENCIAS DE JUAN TAMAMES
ResponderEliminarQueridos amigos
Lamento enormemente el fallecimiento de Fernando Martínez Arroyo, con el que tuve una buena amistad y relación.
Saludos a todos
Juan Tamames
Tuve la fortuna de poder tratarle de cerca, cuando estuve más metido en el Estudiantes, y los muchos años en que nuestras localidades estaba próximas en el Palacio, no lejos de la que también tuvo Kolia, el autor de la semblanza; le definía su simpatía y cercanía, ese gran sentido del humor con un punto de ironía; y siempre sonriente.
ResponderEliminarY como jugador, nunca olvido su manera de defender, que le elevó a la fama con sus "secados" a Buscató.
Descanse en paz.
Francisco F. González García
Gran jugador y gran persona. Descanse en paz
ResponderEliminarDe todos los comentarios que he leido sobre Fernando,creo que solo falta uno y es el de la Universidad.
ResponderEliminarFernando era quimico,como yo,lo que sirvió para alargar nuestra relacion,que venia del Ramiro,mas las clases inferiores del Estudiantes y,al final la facultad.
Fueron en total 6 años,pero con la peculiaridad de ser una carrera que daba mucha convivencia por los laboratorios.Horas y horas haciendo practicas.
Por alli andaba Fernando haciendo un poco de todo;asignaturas de un año para otro,como todo el mundo;club deportivo Ciencias,para el baloncesto (Campeones de España Universitarios en Tenerife el año 1968 creo recordar)y,al final,la ansiada licenciatura.
No tengo la pluma que tienen otros en el blog,pero tengo voluntad para que la figura de mi intimo amigo Fernando,quede mas completada.