Por sus esquelas los conoceréis…, algo más, por Paco Acosta
Sí.
Ya sé que esa no es la cita evangélica, y que la original se refiere a “sus
frutos” o a “sus obras”. Pero como bien habréis supuesto al empezar a leer esto,
me estoy refiriendo a los Profesores del
Ramiro, de los que nosotros fuimos -y somos- parte de sus frutos. Efectivamente
mirando la lista de la Promoción, se puede ver ésta es una ¡excelente cosecha!….
Pero, al quedarnos solo en esto, ampliado si se quiere con otras promociones,
únicamente sacaríamos que tuvimos unos buenos profesores, en algunos casos
magníficos, que durante unos cuantos años les supieron sacar partido a unos
chiquillos, en unas instalaciones que querían ser modélicas.
Pero
¿qué sabemos de ellos, de los profesores?. Hemos intentado hurgar en la memoria
(la individual y la colectiva de la promoción) y hemos sacado algunos
recuerdos, unas cuantas anécdotas, y poco más. Al menos esto es lo ha quedado
reflejado en este blog en el apartado “Nuestros
Profesores”.
Mi
padre, lector habitual y minucioso de periódicos, dicho en sus mismas palabras,
“leía hasta las esquelas”. Y yo con
el paso de los años, me veo “coleccionándolas”. No por interés morboso, sino
porque así, pasados los años, he podido encontrar “algo más” de aquellos que
fueron nuestros profesores del Ramiro. Y eso que, sobre todo en una “primera
fase de la investigación”, mi único interés era saber si “aún estaban vivos”.
Una
vez recopiladas unas cuantas esquelas, me he dado cuenta que de ellas se saca
bastante información. Por sus esquelas los conoceremos, algo más y
algo mejor. Y lo que empezó dirigido únicamente a los profesores que
nos dieron clase a “nosotros”, he terminado por extenderlo a todos los que en
algún momento han “ejercido” en el Ramiro….
Ha
sido una labor de investigación laboriosa. En un principio, había que localizar
los nombres de los profesores. Para ello me basé en los libros de Mindán y
Alvira, complementados por los nombres que aparecen en la Memoria del curso
58/59. Luego he tenido que recurrir al BOE, donde deberían encontrarse los
nombramientos, pero donde, sobre todo en los ejemplares antiguos, no es
sencillo trabajar con imágenes escaneadas…, para después fijarme obsesivamente
en cualquier texto que leía, y apuntar todo nombre de profesor asociado al
Ramiro.
Tras
esta primera etapa, he tenido que cotejar los nombres de las distintas fuentes,
pues en todas ellas proliferan las erratas en los apellidos. Una vez depurados
nombres y apellidos, y con éstos más o menos completos, he tenido que dedicar
bastante tiempo a buscar, básicamente en las hemerotecas de los periódicos, para
ver si localizaba la esquela o la nota necrológica, o cualquier otra referencia
fiable para cada uno de los profesores…, que cuadrase con las fechas significativas
que previamente había obtenido de los nombramientos o de referencias
bibliográficas….
Por
eso, cuando la colección está ya bastante “crecida” (por desgracia para el
coleccionista, no tiene final…), he querido compartirla con vosotros, los
compañeros de promoción e incluso, espero no ser pretencioso, facilitar la
labor a los compañeros de otras promociones que quieran saber algo más de los Profesores del Ramiro.
¿Qué podemos “sacar” ahora de las esquelas?
Es
sabido que las esquelas constituyen un elemento publicitario. Y como toda
publicidad tiene un elemento “vendedor”, y otro informativo, más o menos
verídico. Las esquelas constituyen una abundante fuente de información. Y
gracias a las esquelas nos podemos enterar de muchas cosas que no conocíamos.
Aparte de los datos básicos (identificación del difunto y hacer partícipe, a
amigos y conocidos, de las correspondientes honras fúnebres), también tienen un
componente que “habla” del estatus social (el tamaño de la esquela suele ser un
indicativo de su “categoría”…, aunque no hay que olvidar también el número de
repeticiones). Para mí, fundamentalmente a la hora de seleccionar y
discriminar, han sido importantes unos pocos elementos básicos: el nombre, la
indicación de cargo o profesión que lo acompaña, los títulos y honores, los
deudos –o responsables de publicar la esquela-, y además las fechas.
Concretando
para nuestros profesores, unas veces es la fecha de nacimiento, o la edad, cosa
en la que nosotros “no nos fijábamos en aquella época”. Posiblemente sólo
tuviéramos una clasificación “binaria”: joven
o viej@. Y sin que me estrujéis
mucho puedo admitir, hasta un estado intermedio, posiblemente similar al de
nuestros padres (en aquel entonces), al que no se si calificar de “normal”, “mayor”, o cualquier denominación semejante. Así Ybarra o Palomares
eran viejos, Serigná o Cadahía eran jóvenes, Madame Morales, aunque no lo
parecía tanto, era vieja, ….., y
Enrique Navarro, Viguera o Trinidad Jolín, eran … ¡normales!
Otras
veces, por las esquelas sabemos que además de ser nuestros profesores y
dedicarse a nuestro “desburre intelectual”, muchos de ellos ¡tenían familia!.
Cosa que, entonces, únicamente sabíamos si ellos mismos nos lo habían contado
(como Madame Morales, que hasta había adoptado el apellido de su marido y nos
hablaba de sus hijos), o esto de tener familia era muy evidente (caso de D.
Antonio, ya que vivía allí y hasta conocíamos a sus hijas, o el de Muñoz-Cobo
-D. Luis-, cuyos hijos eran compañeros nuestros), o esos otros que estaban
casados entre sí, por aquel entonces (Pavía con Utrilla), o los que se casaron durante
un curso en que nos daba clase (Trinidad Jolín), o se les suponía “su estado”
(los curas….). Los cotilleos sobre líos y demás “opciones”, no formaban, por
entonces, parte de nuestro mundo de críos o adolescentes, primero porque éramos
pequeños y segundo por que vivíamos en una ciudad. Esa “cultura” se ha ido
desarrollando con el tiempo, y ha ido inundándonos procedente del ambiente
rural o pueblerino (donde todos conocen la “vida y milagros” de todos)….
Y
por último, de las esquelas, también sabemos “lo importantes” que ellos llegaron
a ser al margen del Ramiro…. Hay algunos que, se supone, debían estar muy
orgullosos de su condición de profesores del Ramiro de Maeztu, y a su
fallecimiento, les “publicaron” sus familiares y amigos una, o varias esquelas
mencionándolo…, a otros incluso los recuerdan cuando se cumplen años del
fallecimiento; … algunos tienen esquela publicada, -incluso por la Dirección y
el claustro de profesores del Ramiro-, pero hay muchos que no …. (o al menos yo
no la he localizado). Incluso la “falta de esquela” puede ser también
indicativa de algo….. Cada uno piense lo que quiera. Pero os aseguro que a mí
me ha resultado grato ver, aquellos casos, que los allegados asocian el nombre
de ese profesor al Ramiro de Maeztu… y lo incluyen en su esquela… O es el
propio “Instituto Ramiro de Maeztu” el que, por este medio, ha hecho partícipes
a sus alumnos y ex-alumnos del fallecimiento de un profesor, y le encomienda en
sus recuerdos.
Como
he dicho antes, la colección es amplia, actualmente cuenta con casi 300
elementos, y lamentablemente, por ley de vida, debe seguir extendiéndose… Por
motivos de espacio y comodidad de actualización, está ubicada en:
Vaya PEAZO documento, Paco!! Horas y horas de investigación, obtención de información y montaje en tu artículo/blog. ENHORABUENA y gracias por poner a nuestro alcance muchas cosas que ignorábamos de muchos de nuestros profesores.
ResponderEliminarMeticuloso trabajo. La discrepancia de los datos de Mindán y Alvira con los nombramientos del BOE, pueden ser debidos a que tomarían posesión en la plaza del nombramiento y acto seguido irían en comisión de servicio a otro destino.
ResponderEliminarJosé María Mohedano Hernández debía ser el padre de nuestro compañero de la promoción 1965, lider estudiantil, abogado laboralista y diputado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY viciversa, claro. Profesores que su nombramiento era de una plaza fuera del Ramiro y estaban en él en comisión de servicio durante toda su vida.
ResponderEliminarEfectvamente. Ese es otro trabajo pendiente. Recopilar la "trayectoria profesional", hasta llegar al Ramiro, de, al menos, los Catedráticos y Profesores que más conocimos... Me imagino que esto también nos "dirá algo"....
EliminarDesde luego, Paco, eres un CRACK. Es verdad que pueden faltar los que falten, pero el trabajazo que te has tomado y su consecuencia merecen una MATRÍCULA DE HONOR ¡¡¡BRAVO!!!
ResponderEliminarUno de los trabajos que estoy desarrollando en el Instituto, es las tomas de posesión de profesores a partir del año 39 y de donde venían.
ResponderEliminarHasta los que tomaron posesión en el 49 ya los tengo. He escaneado también los documentos de las tomas de posesión.
Este trabajo se publicará en la WEB del Ramiro, y lo he podido realizar gracias a Coral y Rosa María que me han proporcionado los documentos.
Para el curso que viene tenemos un proyecto ambicioso de digitalizar y clasificar parte de la base documental històrica del Ramiro, a través de un taller con participación de alumnos.
Algunos pocos tomarían posesión, pasados unos segundos le concederían la comisión de servicios y se irían a su nuevo destino. Es de suponer que habría más demanda para entrar en el Ramiro que para irse, por lo que sería más interesante saber los profesores que venían al Ramiro en comisión de servicios que los que se iban, dado que a estos no los llegamos a conocer. Es de sobra conocido que para esto de las comisiones de servicio hay que tener contactos con las familias políticas que copen en cada momento el Ministerio de Educación
EliminarLa verdad es que la lectura de este artículo me ha dejado un poco frío (no en sentido figurado) y con algún escalofrío recorriéndome la espina dorsal. Las esquelas son como el sello certificando que uno ya no está en este mundo; debe ser que hasta que no aparece la esquela, no estás debidamente muerto.
ResponderEliminarEn cualquier caso, admirable el trabajo, aunque podías dedicarte a coleccionar cosas más alegres.
Hasta ahora me admiraba tu facilidad de encontrar a los vivos, pero ya veo de dónde sacas a los demás... ¡Qué barbaridad! Y encima te queda tiempo para pasear con los nietos. Chapó, como (no) diría la señora Morales, que también está ahí con un nombre muy largo, resultando que lo de Morales era al estilo francés, el apellido de su marido. Por eso era Madame Morales, o en español antiguo, señora de Morales.
Que descansen todos en paz...
He repasado con interés las esquelas, necrológicas y obituarios que pacientemente has recopilado, y al final, me ha entrado un poco de "yu-yu". Debe ser el frío que también ha sentido Kurt. Pero he de reconocer que has realizado una ingente tarea y por ella te felicito. Nunca había pensado que las esquelas pudieran ser consideradas como Fuente de la Historia, y ahora veo que si, que pueden proporcionar importante información. Observo que las tratas con interés (no se si también con cariño), las clasificas, las ordenas y nos las presentas con naturalidad. Se dice que Unamuno llamaba a Menéndez Pelayo "desenterrador de osamentas" por su hurgar en los autores perdidos en la memoria y en los sótanos de la Biblioteca Nacional, pero yo tu trabajo lo semejaría al de un "entomólogo de recuerdos aún vivos". Ah!, y gracias también por acordarte de los Profesores del Nocturno.
ResponderEliminarSoy Manuel garrido necesito fotos de mis compañeros de promoción de los nacidos en1946
ResponderEliminarNo es anónimo.Soy Manuel Garrido Valenzuela.Siempr estuve en el C
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