...Por Manolo Rincón
Hola a todos. Este incierto año 2021 recién estrenado trae muchas incógnitas.
No voy a incidir en ellas. Simplemente os dejo un cuento, con el aviso de que no está relacionado con el Ramiro, que puede herir alguna susceptibilidad y que no tiene final feliz. Si este tipo de narraciones no te interesan, te pido disculpas y no entres en mi blog por favor.
Si por el contrario estás libre de prejuicios, adelante y te ruego solo dejes tu opinión. Un saludo:
Manolo
CUENTO2021 |
CIUDADANO MANUEL RINCON ARCHE (manuelciudadano.blogspot.com)
Un cuento espléndido, Manolo. Enhorabuena. Y gracias por un estupendo neologismo: autoeutanasia. Paténtalo, no sea que te lo copien los de siempre.
ResponderEliminarLo haré :). Gracias
EliminarTriste, pero muy logrado el cuento; muchas connotaciones con la auténtica realidad que estamos viviendo donde la clase política se sigue tirando a degüello mientras el resto subimos a duras penas las cuestas que nos plantean subidas de todo, menos de dinero disponible para, en ocasiones, subsistir. En fin, Manolo, no puedo escribirte más que ¡ENHORABUENA! Y enviarte un fortísimo abrazo.
ResponderEliminarGracias Rafa, otro abrazo para ti.
Eliminar... El médico me diagnostico la misma enfermedad que tuvo a mi hermano 10 años postrado en la cama como un vegetal...Allí en un paraje cubierto por una bonita capa de nieve, sentí la liberación y la paz para siempre, era mi último regalo de Reyes. 6.01.21.
ResponderEliminarCreo que así la autoeutanasia quedaría como una acción liberadora y no obligada indirectamente por el hipotético Gran Hermano que había levantado su ancestral prohibición.
No, no querido amigo. La intencionalidad del cuento quedaría totalmente desvirtuada con el final que me propones. Gracias
EliminarEstá muy bien pero ....Manolo no lo hagas! La autolisis (por no copiarte el término) no tiene reinicio.
ResponderEliminarLos cuentos tienen una parte resal (al menos los míos) y otra imaginaria. El final por el momento está en la imaginaria. Feliz año Juan Mi y avisa si vienes por Madrid.
EliminarLos cuentos pueden ser hilarantes o tristes y éste es claramente de los segundos, de los que pegan una patada en el estómago de pura tristeza. Lo has logrado, Manolo; muy bien, todavía me duele el estómago...
ResponderEliminarNo sólo el final es triste ¡ni se te ocurra hacerlo, y menos hoy día de Reyes!, sino la reflexión de que un trabajador ejemplar, honesto, volcado en su trabajo, que da beneficios a la empresa, etc., se vea de golpe y porrazo en la cola del paro o incluso en la de los pobres parias que precisan de alimento por una ONG para poder subsistir. Esto es algo tan terriblemente injusto que da escalofríos que pudiera suceder. Pues ocurre, a pachas por parte de los políticos como de la pandemia. Tremendo. Y no tiene ninguna gracia...
querido Kurt. Mi intención es llamar la atención sobre una mayoría silenciosa que ha trabajado honestamente y que a veces se ha dejado la piel por su empresa y que en un momento dado ya no sirve y se le arroja del sistema. Lo puedes aplicar a miles (o millones?) de buenos profesionales de banca, ingeniería, comercio, etc., que un mal día recibieron una carta de despido y se tuvieron que ir primero con tristeza y luego con desesperación. Juguetes rotos de Abengoa, Duro Felguera, Alúmina de San Ciprián, Astilleros Españoles, Standard Eléctrica, etc... Son cientos de empresas fallidas la mayoría de las veces no por los trabajadores... La sociedad suele mirar para otro lado. Buenas noches y se feliz.
EliminarPues aquí tienes otro ejemplo de como a alguien con 30 años en la empresa, 60 de edad y todavía con ilusiones en un trabajo siempre atractivo y hasta donde creo bien realizado, por causa de las rescisiones y abaratamiento de costes de personal fue "cordialmente" animado a salir de la empresa con una cantidad equivalente al importe de su despido improcedente más unos regalitos (coche, ordenador, teléfono, etc) y dos años de paro antes de quedar completamente sin ingresos. Jamás pensé en la autolisis, tal vez motivado porque en un determinado momento me dije a mi mismo -a disfrutar-, lo que quede tiempo con los ahorros que queden. Y asi me convertí en empedernido pescador en aguas de Huelva. Aceleró mi salida el hecho de que vi un listado de amigos en vías de despido y di un cante que originó tremendo revuelo. Y como yo más tarde fueron cayendo todos los del 47, que éramos unos cuantos. Asi que a las por ti citadas empresas unamos a Tetra Pak, que bien conociste.
ResponderEliminarVeo que en todas partes cuecen habas, incluso en países como Alemania. Recuerdo una época de vacas flacas en una empresa aeronáutica alemana, imponiendo un programa de reducción de personal que llamaron "DOLORES", así como suena, tan apropiado en español. Pues no, no era por eso, sino por DOlar - LOw - RAte o algo similar. Aquello cayó como una bomba, pues se conoce que no estaban acostumbrados allí a esas penurias.
EliminarPues pondremos a Tetra Pak en la lista negra Vicente. Gracias por tu sinceridad. No sabía que tu vida laboral había terminado de esa manera. Yo te recordaba en Tetra Pak, cuando quise instalaros una red, pero al "económico" le pareció cara.
EliminarMe ha gustado muchisimo aunque tambien es muy triste.Conozco alguna persona del Cottolengo de Malaga (donde soy voluntario)en la que tu historia ,es realidad.ENHORABUENA.Solo se me ocurre rezar por el protagonista de tu cuento.
ResponderEliminarLo siento, pero como bien dices es real todo como la vida misma.
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