16 febrero 2022

ACTO EN MEMORIA DE KURT



Ayer día 15 de Febrero de 2021 celebramos en la Iglesia Evangélica de Quesada nº 5 un acto en memoria de nuestro querido compañero Kurt Schleicher, recientemente fallecido.

Poco a poco nos fuimos encontrando todos los asistentes según íbamos llegando, y lo primero que hicimos fue firmar en el libro de condolencias que al efecto habían traído Mari Carmen, su viuda, y David, su hijo.

Mari Carmen y David Schleicher

Ofició el acto, como ministro de culto, nuestro compañero Emilio Aparicio asistido por el Pastor de la propia iglesia Evangélica Mariano Pérez, quien además acompañó al piano a Emilio cuando éste nos recitaba algunos salmos.

En primer lugar, Emilio nos puso en antecedentes de la vivienda donde se aloja la iglesia y nos manifestó que él es ya la quinta generación de Pastores Evangélicos de su familia. Él mismo vivió de niño en esa casa y recordamos juntos aquellos días en que algunos de nosotros éramos invitados por sus padres a jugar y merendar en su casa, cuya terraza trasera se encuentra justo encima de la iglesia. Nos viene a la memoria el compañero también fallecido José Luis Alcaide, quien asistía asimismo a casa de Emilio en esos sábados de juegos.

Emilio Aparicio y Mariano Pérez



A continuación nos describió como se realizan los actos litúrgicos y donde se encuentra el baptisterium, dado que ellos realizan el bautismo por inmersión.


Tras la bienvenida y primeras intenciones del acto, hizo uso de la palabra Mari Carmen, quien con gran entereza y fortaleza, aunque muy emocionada, leyó un texto, dijo que no habría sido capaz de hacerlo sin él, recordando a su querido marido y agradeciendo a todos sus amigos las muestras de cariño que había recibido la familia.






Tomó la palabra a continuación Manolo Rincón quien glosó la figura de Kurt con las siguientes palabras

Kurt siempre en mi memoria.

Queridos Maricarmen, David y compañeros y amigos de Kurt.

Quisiera en pocas palabras condensar como yo he percibido la vida de nuestro amigo Kurt, desde mi óptica de compañero y amigo.

En aquel lejano 1953 vi por primera vez a Kurt. Era fácilmente identificable por su acento no español su pelo muy rubio, piel blanca y por su vestimenta diferente de la habitual nuestra. Recuerdo que mi madre me dijo que quien era aquel niño tan rubio.

En principio me dijo que era alemán, lo cual entonces parecía muy exótico pues era extraño tener de compañero a un alemán,

Hasta mucho tiempo después no supe nada de su familia. Sé que simpaticé con él por ser una persona que continuamente reía y estaba de broma.

Juntos asistíamos a aquella clase de Iniciación A y compartíamos juegos a la hora del recreo. Recuerdo su fuerza, que en determinados juegos nos llegaba a hacer daño.

A mí no me gustaba ni el futbol ni el baloncesto y me parece que a él tampoco.

Recuerdo perfectamente a su madre que venía a buscarle y como entre ellos hablaban en alemán, que para mí era totalmente incomprensible.

Le gustaban ya los aviones y en los dibujos de clase solía incluir alguno.

Juntos fuimos creciendo hasta llegar al Instituto. Me llamaba la atención que se iba en clase de Religión. Alguna vez le comenté que Lutero era un hereje y me dijo que estaba muy equivocado. El Padre Gabino de vez en cuando trataba de atraerle al redil católico.

Varias excursiones las hicimos juntos y lo pasábamos muy bien con él, pues tenía una amplia conversación y muchas ocurrencias graciosas.

Ya adolescentes nos señalaba las profesoras que más le gustaban.

En preuniversitario nos decía que estudiaría Aeronáuticos.

Al salir del Ramiro le  vi en algunas ocasiones. Supe que entró a trabajar en CASA.

Ahí pudo desarrollar la pasión de su vida, el diseño de aviones y obtuvo grandes  éxitos profesionales.

Siempre le caracterizaba una cierta humildad y una gran humanidad.

Cuando me reencontré con él ya retirado de la vida activa, supe que tenía nuevas pasiones, además de los aviones: La fotografía, los viajes exóticos y la escritura. Ya podía dedicar mucho tiempo a todas ellas.

Fui a todas sus exposiciones con fotos que hizo por los lejanos países que visitó, como tema fotográfico. También me hizo partícipe de sus obras de ciencia ficción, que tanto le gustaba escribir.

Me contó la historia de su padre que estuvo en el lugar no adecuado en el tiempo más inoportuno. Hizo su biografía novelada.

Escribía asiduamente en nuestro blog sobre nuestros profesores o sobre temas aeronáuticos y daba conferencias sobre sus “criaturas” como el AS-380.

Pudo ver a sus dos admiradas profesoras de antaño Carmina y Pilar, yo le acompañé. También visitamos a Mercedes Tagle, viuda de nuestro compañero Ignacio López Alonso.

Participó activamente en la preparación de los actos del 50 aniversario de nuestra salida del Ramiro y era asiduo participante en nuestro blog, tanto en artículos como en comentarios..

En todos los actos de promoción y Aula 64, él hacía siempre las fotos, que me pasaba para que las completara con texto.

Hicimos un viaje de 4 días Maricarmen, Kurt y yo por tierras gallegas y guardo muy buen recuerdo de aquellos días y de lo bien que lo pasamos los tres juntos.

Tuvimos cenas en su casa, en casa de Aberturas y en la mía propia. Y esto facilitó más nuestra amistad.

Disfrutaba de la vida.

Me contó la historia de sus padres y ya entendí que no eran NAZIS huidos a España, sino todo lo contrario.

Éramos muy amigos y quedábamos con frecuencia a comer. Me dijo como diseñó su casa y que su segunda vocación era la arquitectura.

Cuando empezó su enfermedad me pidió que nada dijese. Quería que todo el mundo le viese como siempre había sido.

Participó hasta el último momento en nuestras reuniones virtuales de promoción.

Deja un gran vacío entre nosotros difícil de llenar.

Aún guardo los mensajes de WS que nos intercambiábamos.

Que tenga la paz eterna que se ha merecido.


Tras recitar Emilio un salmo acompañado al piano por Mariano Pérez,  dió paso al estrado a Nicolás Pérez-Serrano quien glosó con el siguiente texto la semblanza de Kurt.


Jehová es mi pastor, nada me falta.
Me da reposo en blanda y fresca yerba
Y a la orilla de límpidos arroyos
Con piedad infinita me apacienta.
Y por amor de Su bendito nombre
Me guía siempre por justa senda.

Cuando el valle de muerte tenebroso
Cruzaré peregrino por la tierra,
No temeré, pues estarás conmigo,
Tu vara y tu cayado me sustentan

Ante mis adversarios me acogiste
Y me amaste, sentándome a tu mesa,
Y mi copa llenaste con tu sangre,
Y ¡todavía! ungiste mi cabeza.

Sólo bondad, misericordia sólo,
Me seguirán durante mi existencia
Y al fin, de Dios en la ciudad celeste
¡Viviré para siempre vida eterna!

Fray Luis de León
(del Salmo 23)




El homenaje a Kurt. 

Queridos Mari Carmen y David. Amigos todos. Voy a hablaros de hasta siete cosas. Y procuraré no resultar pesado y centrar las ideas para honrar debidamente a Kurt.

1. Este acto de homenaje. 
Hablar hoy y aquí de Kurt es un honor. También un deber, que cumplo con la tristeza que a todos (familia y amigos) nos alcanza, y una responsabilidad de la que me hará salir airoso el cariño que está en todo lo que diré, y que me consta compartimos, sobre todo por pertenecer a la misma Promoción -La Gloriosa 64- que acabó Preuniversitario en el Ramiro de Maeztu en 1964. La Promoción honra a sus miembros ilustres, a sus amigos entrañables y Kurt era con creces esas dos cosas.
2. Algunos datos personales y ciertas aficiones. 
Kurt: el Madrileño de Stuttgart (nació allí el 8 de junio de 1947).
 A partir de los 5 años vive en Madrid. Luego residirá en Villaviciosa de Odón. 
 Su mujer Mari Carmen es de origen burgalés. Si no me falla la memoria, hizo Kurt en Burgos su mili universitaria: no era un pisahormigas como yo, sino un distinguido Oficial de Complemento de Aviación. Hijo: David.  
 Estudió Ingeniería Aeronáutica y tenía gran afición a la física teórica, fascinación por Egipto, le apasionaban la lectura, el dibujo, la maquetación, la fotografía (como ejemplo me remito a sus “Pinceladas del Tíbet” con imágenes de Lhasa la capital y su majestuoso Potala, que expuso en el Centro Socio-Cultural Norte-Universidad). 
 Decía que tenía mal oído y peor voz, pero lo compensaba con fértil imaginación y con escritura fluida. 
 Buscaba conexiones entre culturas (egipcios-incas, olmecas, etc.). 
 Afirmaba que siempre trataba de hacer algo felices a los demás en la medida de sus posibilidades.  Jubilado en 2010, con 63 tacos, pudo entonces desarrollar muchas facetas que hasta entonces carecían de la dimensión de tiempo y profundidad necesarias para que emergieran con nitidez, intensidad, casi hasta descaro y en todo caso notable interés. 
 Fueron sus viajes tanto de placer, como profesionales (Francia, Alemania, Inglaterra) y a EEUU, estos sobre todo dada su condición de Chief Engineer en España del A380. 
 Aunque tampoco hay que olvidar el ingrediente familiar, pues, amén de la española, hacía lo posible por conectar con los muchos Tafel (Europa y América), a lo que dedicaba una reunión cada 2 años. Tienen árbol completo desde 1796 aunque 3 con un primer Tafel de 1612. Toda su conexión alemana nos la contó en agosto de 2014. Daños colaterales de Hitler… 
 Orden, método, constancia, junto con inspiración mediterránea, todo un lujo. Un hombre que siempre aspiraba al renacimiento, dentro de un universo -el mundo, la Tierra- que él conocía bien y sabía transmitir. Nada humano le era ajeno, como diría Terencio, lo estudiaba, lo comprendía, lo fotografiaba y lo explicaba, con soltura, ciencia y gracia, exenta de altanería a pesar de volar a gran altura. De ello da fe su “autobús del aire”. Pocos como él han contribuido tanto a una navegación por los cielos confortable, estable, segura. ¡Gracias, Kurt, por lo mucho que nos diste! 
 Afirmaba que tenía un universo paralelo. No le hacía falta. O se quedaba corto. Dentro de él tenía varios, ricos, llenos de matices y de detalles. Fruto de esas parcelas, en las que se enfrascaba con ahínco y frutos visibles, son sus libros: 
 Yo, Nefertiti.
 En el lugar erróneo. 
 Airbus, el proyecto impensable.
 El botón de reinicio.
 Mi universo paralelo.
En resumen, creo que no es desacertado decir que tenía un “estrés positivo” (dirían los cursis que “proactivo”).
 3. Los “maridajes” en Kurt.
Hoy se usa mucho el término. Quiero que tengáis presente cuán difícil resulta en ocasiones eso de las uniones permanentes, y que ese trato continuo da lugar no pocas veces a tedio cuando menos, o a roces que pueden llegar a ser incluso agrios, ácidos. Pero en Kurt todo eso resultaba armónico. Había en él muchas fusiones con tintes especiales. Citaré algunos de esos maridajes que contribuyen a recordarnos su personalidad:
 Híbrido perfecto de alemán y español.
 También de científico y literato.  Id. de orden y método a compaginar con libertad creativa.  Id. de palabra y de imagen/foto.
 Id. de teoría y práctica.
 Id. de vida y relatos.
 Lo terrestre y lo aéreo, aunque en verdad, y aun sobre el suelo, él siempre estuvo en “modo avión”. Así, creo yo, se las ingeniaba para amortiguar las turbulencias de la vida.
 La valentía junto con el temor al dolor, tanto del ajeno como el propio.
Suma cuota: con Mari Carmen. 
 Fue, además de todo ello, fotógrafo y cronista oficial de “Aula 64”, esas reuniones tan entrañables de nuestra Promoción de Preuniversitario de 1964 del Ramiro de Maeztu. Con ese motivo, cruzamos correos electrónicos, muchos, en los que desbordaba cariño. Eran “cachitos de felicidad”, como creo que él llamaba a ratos de esa índole. Toda esa supergamia dotaba a Kurt de una riqueza que no es fácil adquirir, ni administrar, ni dosificar, ni compartir con los demás sin despertar envidias. Pero Kurt lo logró, y todos hemos sido testigos de ello.
4. Fotografía y corazón.
Dato curioso es el de su dedo “corazón”: con él, no con el índice como los demás mortales, hacía las fotografías, apretaba el disparador de la cámara. No era gesto grosero, sino otra manifestación de la pasión, perfeccionista y llena de ímpetu a la par que cordial, que ponía en las cosas que hacía y en las que conseguía hermanar nuestra realidad y su sentimiento hacia lo que le rodeaba. Velocidad, luz, enfoque: ahí estaba, en el conjunto de elementos que se conjugaban en el momento decidido por el “corazón” de Kurt, el éxito de esa faceta practicada por él casi cada día de su vida.
5. Una paz al estilo Kurt.
En nuestra siguiente dimensión, y cualquiera que sea la forma que adopte, la paz, para él, será siempre algo activo, hasta inquieto, no estático ni meramente contemplativo. Será una paz personalizada. Querrá conocer a Nefertiti. No olvidará reprender, severamente y en su idioma, a Hitler. Diseñará otras naves que desafíen gravedad y otras fuerzas. A nosotros, en todo caso, nos ha dado paz su ser y estar en el mundo.
6. Plenitud de Amado Nervo.
Es bella poesía. En especial su capítulo XLIII “No es que hayan muerto; se fueron antes...”. Not dead, but gone before ... Me lo descubrió mi hermana mayor. Y hoy creo apropiada su lectura, breve, que no cansa. “Lloras a tus muertos con un duelo tal, que no parece sino que tú eres eterno. NOT DEAD, BUT GONE BEFORE, dice sabiamente el proloquio inglés. No ES QUE HAYAN MUERTO; SE FUERON ANTES. Tu impaciencia se agita como loba hambrienta, ansiosa de devorar enigmas. ¿Pues no has de morir tú un poco después y no has de saber por fuerza la verdad de todos los problemas, 7 que acaso es de una diáfana y deslumbradora sencillez? SE FUERON ANTES ... ¿A qué pretender interrogarlos con insistencia nerviosa? Déjalos siquiera que restañen en el regazo del Padre las heridas de los pies andariegos... Déjalos siquiera que apacienten sus ojos en los verdes prados de la paz ... El tren aguarda. ¿Por qué no preparar tu equipaje? Esta sería más práctica y eficaz tarea. El ver a tus muertos es de tal manera cercano e inevitable, que no debes alterar con la menor festinación las pocas horas de tu reposo. Ellos, con un concepto cabal del tiempo, cuyas barreras traspusieron de un solo ímpetu, también te aguardarán tranquilos. Tomaron únicamente uno de los trenes anteriores... NOT DEAD, BUT GONE BEFORE ...” No apostillaré al poeta.
Sí daré mi versión del caso concreto: Kurt no cogió ese medio de transporte. Su alma voló cómodamente en su Spacebus.
7. Ich hatt’einen Kameraden. 
La estrofa inicial de “Der gute Kamerad”, cuya letra escribió en 1809 el poeta germano Ludwig Uhland y que se utiliza como marcha funeral tradicional en las Fuerzas Armadas de Alemania, dice así: 8 “Ich hatt’einen Kameraden, einen bessern findest du nicht”. En Kurt se daba ese significado: yo tenía un camarada. No encontrarás uno mejor. Él me acompañó en el funeral por mi hijo Javier, en abril 2012. Me alabó que en su recordatorio figurase una versión (hecha por mi suegro) del “If” de Kipling. Concluyo con las palabras del poeta premio Nobel: Kurt fue TODO UN HOMBRE. Otro ex del Ramiro, no hace mucho, decía que “la memoria es triste porque su alimento es lo perdido”1 . Suele ser verdad. Pero la memoria que tenemos de Kurt es otra, dulce, armoniosa, alegre. Y por ello damos gracias. Ese es el recuerdo que yo tengo de él.



Unas nuevas palabras y salmo leído por Emilio dieron paso a unas sentidas palabras de Alfonso Arenas, quien haciendo gala de una extraordinaria memoria nos fue relatando como se unieron sus vidas de niños desde el principio por su afición a los aviones y por la gran capacidad de ambos de hacer magníficos dibujos de ellos, dibujos, que incluso Kurt dejaba plasmados en la pizarra de clase antes de irse del aula.
También nos deleitó con recuerdos de tardes de juego en casa de Kurt con unos recortables de aviones que no ha podido olvidar. Nos habló de la figura de la madre de Kurt, quien les obsequiaba con un té, infusión que a Alfonso le daban sus padres cuando se ponía malo del vientre, pero que llegó a aceptar como bebida para compartir merienda.
Finalmente destacó el formidable talento profesional de Kurt como escritor de diversos libros, pero más particularmente como director de proyecto del Airbus 365.  




Fué a continuación a Rafael García-Fojeda a quien Emilio dió paso para recitar algunos versos


 
que en diferentes fechas Rafael le había escrito a Kurt. El primero de ellos es un acróstico de 2012 que dice asi

A TI, ALEMÁN CASTIZO

                                                                   A Kurt Schleicher  

Kermesse -verbena- no, fue 

un lugar el Instituto 

rumbo a ser hombres, nosotros 

tan niños en ese ayer.

 

Sin embargo, siempre fuimos 

compañeros del andar 

harto iguales aun distintos 

logrando un crecer cabal.

 

El tiempo siguió su paso 

incluso, a veces, deprisa; 

casi ya cincuenta años 

han transcurrido…una vida; 

ella nos ofrece al fin 

reunirnos en mil citas.

 

Te quiero escribir, amigo, 

alemán, pero castizo, 

feliz, estos versos nimios; 

esconden tu nombre al ritmo 

lozano de mi cariño.


Le siguió este otro escrito de 2015

‘Komando Sobre Terciopelo’ 

Estoy concentrado en lo que tengo entre manos; a media tarde, suena el teléfono. Doy un respingo, porque no lo espero; y pienso: “¡A ver qué me quieren ofrecer ahora!”; en la pantalla, un número de móvil que no me sé de memoria. Cojo el auricular...

-“¿Dígame…?”

-“¡Hola, Rafa! Soy Kurt. Estoy saliendo del metro de Sol ¿te viene bien que me acerque a   verte…?”

-“Por mí, encantado”, le contesto

-“Pues, en veinte minutos, llego”

 

Me quedo como petrificado por unos instantes debido a que mi mejor pensamiento no es precisamente ése. Él me va a interrumpir lo que estoy haciendo, pero, ME ROMPERÁ LA SOLEDAD ¡qué maravilla!

¡Éste es un verdadero amigo! Y, lo demás, pamplinas. Alguien que usa una parte de su tiempo para compartirlo. Me siento privilegiado de contar con personas como tú y eso no se paga con dinero.

¿Lo que hablamos? Importa poco. Es la dedicación al otro lo que quiero destacar. Como dice Serrat en su canción, son “aquellas pequeñas cosas” -no tan pequeñas- las que hoy a ti te hacen muchísimo más humano. Mil gracias, chaval. No eres un amigo más; eres un amigo muy muy querido, mi ‘Komando Sobre Terciopelo’.


Y finalmente este otro de fecha de Febrero de 2022


CARTA  HACIA EL  CIELO 

Querida Santísima Trinidad: Hace unos días que, confío, está con Vosotros un leal amigo, compañero del Instituto y, sobre todo, buena persona, que se fue de pronto, sin avisarnos, hacia ese lugar donde ya no hay mal alguno. Sólo un ruego: Cuidadle como sabéis pues vale un valer. GRACIAS.

 

Querido Kurt: Nada más un reproche: No dices nada a tus compañeros del A de lo que tienes encima, de la terrible losa que soportas, mas, ante todo, respetamos tu decisión; por eso, nos duele más tu ausencia casi repentina a pesar de que te sabemos “EN LA HABITACIÓN DE AL LADO”. Ya no tenemos tu presencia aunque sigues estando en nuestro corazón. Saluda en nuestro nombre a los compañeros que encuentres y, ahora que puedes, te ruego veles a quienes, tristes, seguimos aquí abajo. Que seas muy feliz. Un fortísimo abrazo con todo cariño de cada uno de nosotros y otro más de Laura.

Observamos un precioso gesto de Laura ofreciéndole una copia de los versos y escritos a Mari Carmen. 

Cerró este emotivo, cariñoso y fraternal encuentro con Kurt el ministro oficiante para posteriormente pasar a departir entre todos mientras nos íbamos despidiendo. 




Hubo un magnífico momento en la despedida en el que Emilio comenzó a cantar y Juan Antonio Rosas y yo supimos después de toda una vida, que Emilio había tenido un cuarteto con el que incluso había grabado un LP en los ochenta.


En vista de lo cual, Emilio y Juan Antonio, que como sabéis cantó en el grupo Agua Viva, se marcaron una canción góspel que hicieron las delicias de los que junto al piano nos quedamos a compartir un bocado de música. Lamento no haber podido grabar esa escena en video.






1 comentario:

  1. Para mí y para Laura fue un acto protestante solo por la liturgia, pero, ante todo, lo fue "amistante" y "cariñante" por la constatación de la amistad y el cariño entre los que estuvimos y hacia nuestro Kurt que, estamos convencidos, nos miraba dichoso desde ARRIBA.

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