POR MANOLO RINCÓN
Navidad 2023
En estas fechas acuden a mi
cabeza muchos recuerdos de las Navidades pasadas, que se agolpan y entremezclan
entre sí y que se me aparecen como reales. Son muy agradables y nada
nostálgicos en contra de lo que pudiera parecer.
Era Nochebuena eso sí que lo
recuerdo perfectamente. Repentinamente no supe muy bien donde me encontraba. Se
me presentó una visión totalmente atemporal por la cual, comprendí que me
encontraba en el Instituto. Como había llegado a aquel lugar era lo de menos.
Lo
importante era estar allí.
Estaba situado de tal manera
que divisaba desde la esquina del Campo de Baloncesto un panorama altamente
gratificante para mis ojos.
Al fondo veía la nevera, tal
como era hace años, y el patio de columnas. Hacía frio, mucho frio. Me miré y llevaba
puesta mi trinchera, así como mis pantalones bombachos y la gorra de orejeras
que mi madre me ponía todas las mañanas. Si estaba en el Ramiro, en mi querido
Instituto.
Vi enseguida la efigie de un
ángel colgando de una pared. Era Navidad, estaba claro, aquellas fiestas tan
deseadas desde el comienzo de curso habían llegado por fin.
Me dirigí con otros
compañeros, Iradier, Kolia, Vicente, Rosas, Quesada, Emilio, Quiñones, Acosta, Kurt
… a la plaza del Caudillo. Si, D. Antonio estaba allí, en lo alto de las
escaleras, y sonreía afablemente, por un día había dejado su gesto distante,
pensé. Ordenaba nuestra entrada el bueno de Remartinez, mientras que el Sr.
Muro nos observaba desde su puesto en la Conserjería
Era la fiesta de Navidad en el
salón de actos. Entrábamos a coger sitio, pasando al lado del Nacimiento que
habíamos montado el día anterior. Comencé a recordar que D. Enrique Navarro iba
a interpretar un entremés de Álvarez Quintero. Ya estaba en el escenario.
Me senté rápidamente en mi
butaca. La representación se basaba en una pieza ambientada a la andaluza.
Resultaba divertida. El Sr. Navarro se volcaba en su papel y me pareció que lo
hacía muy bien.
Reíamos, aplaudíamos.
Luego venía el coro. Y yo era
del coro!!!. Corriendo subí al escenario. El Sr. Benedito me dijo que siempre
llegaba tarde, con una sonrisa afable.
Desde el escenario veía a
nuestros queridos profesores sentados en la primera fila, distinguí a la Sra.
Prida, a la Sra. Morales a Trini Jolín y a D. Luis. Que agradable y emocionante
sensación, Íbamos a cantar para ellos!!!. Benedito tocó el diapasón. Y
empezamos nuestro recital, con el villancico Hacia Belén va una burra a cuatro
voces. Nos aplaudieron entusiasmados los compañeros. Luego Campana sobre
Campana, que bien estaban saliendo. Me pareció que Trini me sonreía. Petra
estaba en una esquina y en la otra Chupito. Para terminar interpretamos Noche
de Paz. Echamos el resto. Que aplausos. Yo estaba emocionado. Iba a saludar a
nuestras profesoras. Trini me sonreía abiertamente, entre los cientos de alumnos.
La iba a saludar, casi ya la tocaban mis dedos.
Pero todo empezó a difuminarse
de repente, como una niebla que se levanta. Vi de pronto a mi mujer
sonriéndome. Te has dormido Manolo, despierta que ya viene tu hermano y tus
hijos y nietos.
Si la mesa estaba puesta.
Estaba un poco aturdido. Me pareció que el Papá Noel del Árbol me guiñaba un
ojo, y el niño Jesús me miraba sonriente, mientras sonaba en algún sitio Noche
de Paz. Fue una Navidad muy feliz.
Os deseo muy Felices Fiestas y
un estupendo 2024.
Manolo.
Gracias Vicente.
ResponderEliminar¡Vaya y no son nostálgicos! Creía que el blog estaba inoperante. Para todos; ¡Buenos augurios para el 2024!
ResponderEliminarPrecioso cuento, y muy bien contado, que también tiene mérito.
ResponderEliminarMis mejores deseos para todos vosotros, compañeros del Ramiro!!!!!
Espero que podamos organizar un encuentro multitudinario para éste año!!!
Con ganas de que nos veamos pronto, un fuerte abrazo para todos.
Emilio Aparicio
El blog no ha estado inoperante, el inoperante soy yo, que no os he "agitado" como de costumbre pidiendo nuevos artículos debido a una situación anómala. pero ya recuperado iremos relanzándolo "de a poquito"...
ResponderEliminarMuchos abrazos a todos.