15 enero 2021

PRIMER BOLETÍN DEL ESTUDIANTES

 ...POR NACHO NIHARRA


Ya que estamos de recuerdos, y a petición de Antonio, quiero enviaros un, para mí y seguramente para vosotros, memorable recuerdo de nuestra “militancia” en aquel maravilloso Infantil B que jugaba al baloncesto como los ángeles.

Os adjunto una foto que he hecho del Boletín Nº 1 para Socios del Estudiantes. No tiene fecha pero Antonio y yo estábamos en Tercero y Vicente en Segundo de Bachillerato. O sea:  temporada1959-1960.  Contiene varias crónicas de interés, que voy a historiar un poco en mis recuerdos (que puede no sean los vuestros):




— En primer lugar, recordad que la Liga Nacional de Baloncesto (el Estudiantes Liga, decíamos para hacer referencia de nuestro primer equipo) se disputaba entre 4 representantes de Cataluña, donde el basquet estaba más arraigado, dos representantes de Castilla, y otros dos destacados de otras provincias.

En el año que nos ocupa, los de Cataluña eran: Barcelona, Mongat, Aismalibar de Moncada y Orillo Verde de Sabadell. Es curioso destacar que, en aquella época, los que apostaban fuerte por el baloncesto catalán y valenciano eran las empresas textiles. Aismalibar y Orillo Verde lo eran, así como más tarde se incorporó Cotonificio de Badalona, que entrenó Aíto con gran éxito (terceros en la Liga, tras Real Madrid y Barcelona y por encima de su rival Juventud), lo que le llevó posteriormente a entrenar a los mejores equipos catalanes: Juventud y Barcelona. En Valencia, su mejor equipo se llamaba Lanas Aragón, aunque nunca militó en la Liga Nacional con ese nombre, pero que es el origen del actual equipo que juega en la Fonteta.

Los de Madrid fueron siempre, hasta cambiar de formato, el Real Madrid y el Estudiantes. Por último, jugaban la Liga el Águilas de Bilbao (donde empezó Emiliano a jugar) y el Iberia de Zaragoza.

— En segundo lugar, sin salir de la Liga Nacional, si os fijáis en las crónicas recordaréis que, por razones puramente económicas, que para Estudiantes eran muy importantes, los partidos se jugaban en fin de semana (sábado tarde y domingo mañana en nuestro caso) entre dos equipos que se desplazaban y jugaban alternativamente contra dos locales. En este caso, se desplazaron Aismalibar y Orillo Verde a Madrid para jugar contra Madrid y Estudiantes. Y en cuanto a los jugadores decir que Aismalíbar, aun teniendo una plantilla impresionante, con Buscató al frente, había perdido mucha potencia porque Emiliano Rodríguez, que el año anterior era de ellos, había fichado por el Real Madrid. En Estudiantes, resaltar que José Ramón Ramos ya jugaba en el primer equipo, supongo que con 17 años, y recuerdo perfectamente esa extraordinaria suspensión suya, con un gran salto, las manos muy cerca de su cabeza y el balón que salía muy plano, con muy poca parábola pero con una efectividad asombrosa. Esa misma suspensión la veíamos nosotros casi repetida en Vicente, lo que no es de extrañar,¿verdad?. Jugaban los Codina (delicia ver jugar a Chus y el gancho a cámara lenta de Leopoldo) y jugaba el segundo de los Mimoun Bensiamar, Baby, que en realidad creo que era Mohamed, y tenía un hermano pequeño Aomar, mucho más alto, que luego sería internacional por Marruecos. Y jugaba, aunque lo le sacaban mucho, nuestro Fernando Montes.

— Pasando a la crónica de juveniles, tenemos al Juvenil de los hermanos Arroyo, extraordinario, tal vez el mejor de la historia si no fuera porque el que le siguió, el de los Vicente, Aíto, Jaime Moreno, Emilio, etc le superó con creces. Pero entre ellos está el mejor baloncesto de cantera de la Comunidad de Madrid hasta la llegada de extranjeros como Doncic. Del juvenil de Juan Arroyo, su figura indiscutible, quiero recordar que era el que terminó en el Ramiro en el 61 de mi hermano Alfredo, y que tenía también la fuerza arrolladora de uno de los Alonso Arza y la calidad de Goyo Fraile, que era el más pequeño y luego creo que se incorporó al juvenil de su gran amigo Emilio Segura, y del tuyo, Vicente.

Dice la crónica que los rivales directos eran Real Madrid y Ateneo, pero en aquella época acababa de iniciarse la cantera del Real Madrid, nutrida a base de robar jugadores a los demás equipos, y aún no era muy potente. El rival por antonomasia era el tener de Javier Rodríguez, hermano de nuestro Nacho Rodríguez. Cierro los ojos y veo un gran duelo: Javier Rodríguez contra Juan Arroyo, que se marcaban mutuamente y hacían, ambos, maravillas. Pero ganó Juan, uno de los mejores bases españoles de todos los tiempos.

— Y llegamos a los infantiles, Y AHÍ ESTAMOS nosotros tres haciendo una verdadera proeza. que fue vencer, en nuestra querida Nevera hoy derrumbada, y entonces sin esa posibilidad porque aún no tenía techo, al Ateneo de los Nacho Rodríguez, Homero y Barcones, favoritos a llevarse el campeonato. Los del Infantil A de Jaime y Emilio, hermanos Prieto, Castanyer y Balbín, los más altos y fuertotes, pero ni mucho menos los mejores ni más guapos, con su mediocre entrenador de baloncesto aunque buen preparador físico, que se llamaba Paco Hernández, se las prometían muy felices porque les allanábamos el camino, pero se equivocaban porque, como bien dice la crónica, era muy cierto lo de que  “la afirmación de sus jugadores y entrenador (nuestro querido Poli) sobre el aspirantazgo al campeonato de Castilla, no era ninguna broma”. Nosotros creíamos en ella, pero nadie nos hacía caso. Y pasó lo que pasó, y que ya contaré en otra ocasión, para vergüenza de algunos dirigentes de Estudiantes que nos presionaban para dejarnos ganar. Y eso, amigos, no entraba en nuestros valores deportivos, como posteriormente me reconoció personalmente el propio don Antonio, en principio molesto.

 Del partido en sí, que recuerdo perfectamente porque realizamos a la perfección el contraataque tantas veces ensayado: rebote, los aleros se abren y recibe el más próximo, pasa al base que toma la calle central, y el otro alero ya está por el tercer carril dispuesto a encestar o a pasar a los que llegan en su ayuda. Casi todos los puntos los conseguimos así, con un gran triángulo de rebote y a correr, mis 4 puntos fueron así, dos directos y otros dos porque me hicieron falta debajo del aro y convertí los tiros libres. En estático, Antonio no tuvo su día, pero, como dice la crónica, éramos todo un equipo: solidario, luchador y con gran calidad sobre todo por parte de vosotros y de Aíto y Siljestróm.

Ha sido un placer recordar todo esto y enviaros adjunto estas crónicas. Un abrazo. Nacho

 


 


14 enero 2021

FRAGMENTO DE MIS MEMORIAS

 ...POR NACHO NIHARRA. Promoción de 1963

Uno de los placeres del Ramiro para mi cuerpo y para mi espíritu es el baloncesto. Yo ya había empezado a hacer algún pinito en la Fundación, y solía ver los partidos de baloncesto que, de la mano de don Ramón, el capellán, habían formado los antiguos alumnos. Allí brillaban dos hermanos, Luis y Fernando Uriarte, que eran bastante buenos o a mi me lo parecían en un principio, Pero entonces, un día, cuando aún tenía 9 años y aún estaba en la Prepa, mi hermano Carlos, que ya estaba en el Instituto, en 3º de Bachillerato, nos contó que ese sábado jugaba el Estudiantes un partido muy importante contra el Real Madrid.

-- Llévame, por favor --le supliqué

-- Si papá te deja, te llevo conmigo

Y me dejó.

Era un partido muy importante: el partido de vuelta de la final de la Copa de Castilla que se jugaba contra los millonarios del Real Madrid. Yo era madridista del equipo de fútbol, aunque no socio porque era un gasto que ni se me ocurría plantear a mis padres. El Real Madrid de fútbol había conseguido fichar a un jugador argentino, de Buenos Aires para más señas, y que jugaba en el Millonarios de Bogotá: se llamaba Alfredo Di Stefano; ya le había visto jugar en un partido amistoso contra el Alicante, el primer partido en que yo veía al Real Madrid y a Di Stefano; todo el mundo decía que con él, el equipo sería invencible. Y lo estaba siendo: hacía unos pocos meses, el Real Madrid se había proclamado campeón de la primera Copa de Europa contra el Stade de Reims en el Parque de los Príncipes de París. Una gran victoria por 4 a 3 que yo escuché emocionado narrar a Matías Prats sentado en el respaldo de una silla, apoyado en la pared y con mi oreja muy cerca del aparato de radio.

Lo que poca gente sabe es que, en esa primera Copa de Europa, inventada y organizada por el periódico francés L’Equipe, no estaba pensado que participara el Real Madrid. Los organizadores pensaron en primer lugar en el Barcelona, vaya usted a saber por qué, seguramente porque tenían a Kubala y otros húngaros huidos de la ocupación soviética de su país, y los futbolistas de la gran selección de Hungría tenían mucho prestigio internacional, incluso más que Di Stefano en aquel momento. Pero el club blaugrana declinó la invitación prefiriendo participar en la Copa de Ferias. Una decisión lamentable para ellos porque el Real Madrid ganó esa Copa y muchas más y se convirtió en el referente del fútbol en todo el mundo, para bochorno de los dirigentes del Barça que, por otra parte, tenía una formidable plantilla.

 Pero lo que yo  no sabía era que el Real Madrid tuviera un equipo de baloncesto. Lo tenía y con americanos y todo, aunque en un principio no eran de Estados Unidos, sino que habían fichado a Wilo Galíndez y Freddy Borrás, procedentes ambos de Puerto Rico. Luego llegaría el fenómeno Johnny Báez, también de Puerto Rico, pero en el partido del que os hablo, el primer partido de baloncesto de altura que yo veía en mi vida, jugaban Galíndez y Borrás junto a un tercero que creo recordar se llamaba Deliz, pero era bastante inferior a los dos primeros.

Tampoco sabía que el Estudiantes era tan bueno como para enfrentarse a los mejores de España. Sabía que don Antonio era un gran entusiasta del baloncesto y luchó por implantar en el Ramiro ese deporte. De hecho, don Antonio fundó el Estudiantes en 1947 y fue su primer Presidente y aunque el fútbol se imponía con claridad en España y en la parte de arriba del Ramiro teníamos un gran campo de fútbol y había un profesor de Educación Física, don Pepín Fernández, que, según él mismo contaba “había jugado en el Real Madrid”, lo que se iba imponiendo en el Ramiro cada vez con mayor fuerza era el baloncesto, y las canastas, al principio aisladas, se fueron multiplicando.

.../... Para seguir leyendo pincha en

https://interesactualidad.blogspot.com/2021/01/fragmento-de-mis-memorias.html

13 enero 2021

IMÁGENES DE LA NEVERA Y DEL RAMIRO EN AÑOS PASADOS

...Por Vicente Ramos 


En este enlace podreis ver la victoria del Estu sobre el Madrid en la temporada 68-69. Se que es esa y no otra porque es la primera en la que juego yo con la camiseta blanca y palmamos...
https://www.youtube.com/watch?v=gt2rS3-ppg8

Y en este otro Angel Sánchez, profesor y educador del Instituto, junto a su familia, los Sánchez Ahedo, dan un repaso a la filosofía de vida que es Estudiantes.
https://www.youtube.com/watch?v=s7gRToHr5fA



NUESTROS REFERENTES

 ...POR VICENTE RAMOS

En cierta ocasión cenando en la Residencia de Estudiantes tras una de nuestras mensuales conferencias, hablando con alguno de vosotros comentábamos la importancia de la circunstancia de nacimiento en nuestras vidas. Sobre el derecho de ser iguales, el lugar y el seno familiar de nacimiento tienen una transcendencia vital, salvo casos excepcionales. Como dijo Manu Ginóbili en una ocasión, a mi me tocaron muy buenas cartas y solo hubo que jugarlas.

En nuestro partido de la vida resulta que en la primera jugada de nuestra vida no tomamos parte. Y hasta mucho después nuestros padres tienen la responsabilidad de elegir y decidir por nosotros, por lo que la familia es trascendental. Mis padres supervisando mi comportamiento, pero sin entrar directamente salvo aconsejarme lo mejor para mi. Siempre pude decidir cuando ellos quisieron cederme parte de su responsabilidad.

Para la continuación de la educación en casa, la elección del centro educativo es fundamental y mis padres hicieron la mejor elección posible. Ahora que podemos pasar revista y tener una perspectiva a largo, no me cabe más que agradecer de nuevo lo que mis padres me dieron. Incidí en ello también en este artículo

https://ramiro53-64.blogspot.com/2013/03/la-mejor-decision-de-nuestros-padres.html#comment-form

Pero además del referente de los padres, en nuestro caso formidables, yo he tenido en esta vida la fortuna de tener otro referente, en lo educacional, en lo deportivo y como mi mejor amigo que es, como consejero también. Y no es otro que mi propio hermano José Ramón. Tuve la fortuna de tener un hermano mayor al que seguir sus pasos y aprender de él. Con sus éxitos y sus tropiezos, que yo no repetía gracias a él. Recuerdo que mis padres decían: educa al primero que los siguientes le seguirán.

Cuando él cometía un error o tenía una vivencia no del todo satisfactoria, él me advertía o bien yo lo observaba y aprendía. Imaginad la ventaja que yo tenía. De modo que yo fui conformando mi personalidad como un calco de mi hermano mayor. Él al Estu, yo al Estu, él al Madrid, yo al Madrid, él a la facultad, yo a la misma facultad. Por tanto en lo académico, en lo deportivo, en gustos y aficiones, en todo fui un calco de mi hermano mayor. Afortunadamente fui aportando ciertos toques a mi personalidad que conformaron en la madurez un fenotipo diferente. El genotipo, como veréis por nuestro aspecto físico es el mismo.

Teníamos cuando éramos niños la costumbre de ir al cine del barrio (el cine Moderno que después sería el cine López de Hoyos) los sábados por la tarde con la “paga” que nos daban nuestros padres. Íbamos a la sesión continua y doble de las cuatro de la tarde para posteriormente salir pitando al Instituto Ramiro de Maeztu, en que todos los sábados proyectaban una película para los alumnos en su esplendoroso teatro-cine. Recuerdo una ocasión en la que teniendo José Ramón catorce años y yo diez, aproximadamente, había terminado algo más tarde la sesión de las cuatro y para llegar a las de las siete en el Ramiro, al salir del cine mi hermano me animó a correr tan rápido como pudiera, inspirando dos pasos y espirando los dos siguientes. Se trataba de ir corriendo desde López de Hoyos esquina a Cartagena hasta la calle Serrano, pasando por la glorieta de Ruiz de Alda, que no se como se llamará ahora. Como José Ramón veía que yo podía con el ritmo que implantó al comienzo, fue aumentando este progresivamente hasta alcanzar una cadencia realmente fuerte que debido a que conseguí aguantar hasta llegar a destino, allí entrando al Salón de Actos, este era realmente el nombre del teatro-cine del Ramiro, me hizo una caricia cariñosa en el cogote y me dijo “muy bien, Vicente”. Ese día tomé conciencia que sería deportista, como mi hermano, que ya jugaba y con mucho éxito en los juveniles del Estu.

Otra cosa que habré de agradecerle también es que me dejaba ir a jugar con los de su clase, lo cual acrecentaba mi nivel. Él era Ramos y yo Ramitos o Ramines. Debemos tener en cuenta que con dieciséis años (temporada 1959-1960), José Ramón ya jugaba con el “Equipo de Liga” y en el año del curso Preuniversitario, él con diecisiete y yo con trece, no había pareja que nos derrotara en los “tres pá tres” de los recreos y la salida de clase. Recuerdo que llevábamos al estilo de nuestro padre, que siempre vestía sombrero, unas gorras tipo camperas que hacían de nosotros una pareja temible en el campo viejo. Y aquello se debía a que José Ramón era tan gran jugador, que con poco que yo hiciera, bloquearle y meter las canastas chupadas que me cedía, era suficiente, porque él se encargaba de meterlas todas. Hagamos un repaso a su palmarés:

Con el Estudiantes

Campeón de la Copa de España 1963

Máximo encestador de la Liga Nacional Española en la temporada 1962-1963

Cuatro temporadas entre los cinco máximos encestadores de la Liga

Con el Real Madrid

5 Ligas (67-68, 68-69, 69-70, 70-71 y 71-72)
5 Copas de España (62-63, 66-67, 69-70, 70-71 y 71-72)
2 Copas de Europa (66-67 y 67-68)

1 Copa Latina (66-67)

Con el Equipo Nacional

Mejor jugador de los Campeonatos de Europa Juniors de Bolonia

67 veces internacional absoluto

Él consiguió justo las dos anteriores Copas de Europa a yo llegar al Real Madrid. A mi me costó intentarlo seis años conseguir la primera y diez la segunda. Compartí equipo, habitación y vivencias con él durante dos temporadas en el Estudiantes (63-64 y 64-65) y  cuatro más  en el Real Madrid (68-69, 69-70, 70-71 y 71-72) para él volver al Estudiantes, donde se retiró, mientras que yo lo hice en el Real Madrid.

Aún cuando siempre nos asocian a José Ramón al Estudiantes y a mi al Madrid, hemos jugado con las mismas camisetas e incluso cambiadas, como en la foto que os adjunto. Él con el Madrid y yo con el Estu.

 


En esta imagen entenderéis por que nos llamaban los herMONOS Ramos, porque éramos bajitos, peludos y muy saltadores...

Solo una espinita tenemos clavada ambos en lo deportivo. En el año 1968, José Ramón se encontraba haciendo la mili en Canarias y solicitado permiso por parte de la FEB para que pudiera asistir a los JJ.OO. de México 68, éste le fue denegado y no pudo cumplir su sueño de ser olímpico. Yo si fui seleccionado y asistí a los citados juegos, pero sin mi compañero de equipo, habitación, amigo y hermano, lo que supuso cierto dolor. Todo por culpa de la decisión de un generalote, virrey de Canarias, que privó de un bocado de gloria a un deportista excelso y merecedor de haber sido olímpico aquel año.

Analizad si ha sido importante mi hermano José Ramón en mi vida, que cuando tenía un concesionario Renault en la población madrileña de Arganda del Rey, apareció a comprarse un Renault 18 el jefe de personal de la compañía Tetra Pak, le preguntó si precisaban un químico y a los pocos días le llamó para preguntarle si hablaba inglés. Tras contestarle positivamente, me citaron un par de días para exámenes y entrevistas y ahí comenzó otra andadura de casi 30 años. Ambos trabajando en Arganda, lo que nos daba oportunidad de comer juntos de vez en cuando y a mi, tener el taller al lado del trabajo. Porque tuve diversos coches Renault, 8,11,18 y 25…

 Y desde aquí os invito a que nos hagáis llegar vuestras experiencias junto a vuestros hermanos en el Instituto. Muchos pertenecéis a sagas de alumnos de mucha tradición en Ramiro. Os pedimos que os animéis a compartir con nosotros vuestras vivencias en este ámbito.

Vicente Ramos, 13 de Enero de 2021, afectado y melancólico por el derrumbamiento de la nevera...

 

 




12 enero 2021

LA NIEVE HUNDIÓ LA NEVERA...

Nos hacemos eco en este blog de las páginas publicadas en El Confidencial por el ex jugador del Estudiantes, Pablo Martínez Arroyo, a quien agradecemos la amabilidad de cedernos  su artículo.

...POR PABLO MARTÍNEZ ARROYO

LA NIEVE HUNDIÓ LA NEVERA, EL DESBARATADO GIMNASIO DE MIS SUEÑOS

Filomena destrozó el techo de la nevera, icónico gimnasio del Ramiro de Maeztu por donde han pasado gran parte de los históricos de Estudiantes.




Para acceder a su lectura pincha en:

LA "NEVERA": UN PATRIMONIO ARTÍSTICO INMATERIAL DE MADRID

...POR NICOLÁS PÉREZ-SERRANO


        Días heladores en la Capital del Reino. La nevada ha sido épica. El salvaje este, estepario, siberiano, se ha apoderado de nuestra calles. Las secuelas, padecidas por todos, tardarán en desaparecer. Nuestra retina guardará por mucho tiempo imágenes del entorno más inmediato de cada cual. Contaremos, a nuestro aire, el episodio. Nos fijaremos en detalles que nos han impresionado. Entre todos se forjará una memoria colectiva, hoy hacedera de inmediato y fácilmente recuperable gracias a dispositivos como móviles o tabletas. Será accesible, perdurable, sin tergiversaciones ni olvidos, pues circularán en las redes sociales infinidades de fotografías y reseñas del acontecimiento.

        Yo quiero aportar un recuerdo, una vivencia de hace años. Es solo un grano de arena al respecto. Mas no por ello deja de tener su relevancia, pues evidencia cómo se gestó eso que coloquialmente llamamos la “Nevera”, crisol (aunque éste dé calor, valga el juego de imágenes) de generaciones de chavales que en el Ramiro de Maeztu hemos practicado, las más de las veces en condiciones inclementes, sobre todo climatológicas, lógicas, el noble deporte del ba-lon-ces-to, según expresión sincopada, remarcadamente silabeante, de uno de los mejores entrenadores de la selección nacional del ramo.

        La “Nevera” se ha quedado sin techumbre. Esa es la noticia que me lleva a la nostalgia, amén del dolor, intrínseco cuando algo muy tuyo desaparece, sufre grave quebranto o deja de cumplir la función para la que estaba destinada. El peso de la nieve ha podido con ella. Esperemos que pronto renazca de sus cenizas (de nuevo, el fuego como contrapunto). Y ahí viene la evocación, desde el deseo de que este virus añadido, inclemente y frío, le sea transitorio.

        Solo con dos detalles podrá percibirse que, a quienes habitamos en el Ramiro durante años, hacia atrás y hacia adelante en el tiempo respecto a 1957, esa “Nevera” es nuestra por motivos profundos. Uno: como no estaba sobrado el Instituto de medios, cuando se construyó la “Nevera”, y al menos durante varios días que yo recuerde, los estudiantes del Ramiro, sustituyendo a la necesaria apisonadora, en plan rodillo humano, en perfecta formación por clases y antes de reincorporarnos a las aulas tras el recreo, pisamos durante un buen rato el metro cuadrado que a cada uno se nos asignó, y en el que habían echado antes la pertinente capa de asfalto, brea o lo que fuera, con nuestro basto calzado de la época, de manera que el firme quedara algo más prieto, agarrado a la superficie inferior, de baja calidad imagino. Y dos: ese suelo, lo recuerdo bien, en un clásico, partido en el que Estudiantes se enfrentaba al “Madridsss”, se convirtió en blanco, pues los asistentes habíamos ido tirando trozos de tiza sin parar, y hasta el momentazo, ese en que el Sr. Galán, nuestro Profe de Matemáticas en 1º de Bachillerato (por tanto, 1957-58, supongo), propinó sonora bofetada al felón Díaz Miguel y no por haber desertado al club rival, sino por haber cometido quien luego sería seleccionador nacional alevosa falta sobre creo recordar que Mohamed Bourghila.

        Mis votos son, pues, por la pronta recuperación del edificio. Y hago una propuesta formal: de acuerdo con las leyes que en la Comunidad de Madrid rigen el patrimonio artístico, ¿por qué no instamos que se declare la “Nevera bien inmaterial de interés artístico regional”, dado que en ella se han formado decenas de miles de muchachos en el sano deporte del baloncesto y con arreglo a unos siempre vigentes principios de una competición en que se primen los valores auténticos de ese juego?

        Mi cordial abrazo para todos.

        Nicolás Pérez-Serrano Jáuregui.

11 enero 2021

EL ESTUDIANTES EN BLANCO Y NEGRO

...POR VICENTE RAMOS


Ya que estamos de recuerdos, confeccioné este video hace muchos años y creo que en este momento nostálgico sería bueno revivirlo. Y asi recordar a todos los que nos faltan.

Que ustedes lo gocen!!! 

Si deseais verlo a pantalla completa, pinchad en el recuadro blanco de abajo a la derecha.



Puede que las fotos a que se refiere Salvador Martín Cruz en los comentarios sean estas:






10 enero 2021

DEL CAMPO VIEJO A LA NEVERA

...POR VICENTE RAMOS


Hoy, domingo 10 de Enero de 2021, recibimos consternados la noticia de que por causa del gran temporal de nieve caído sobre Madrid se ha derrumbado el techo de la Nevera.

Es por este motivo que voy a intentar aclarar, bajo la perspectiva de alguien que ha jugado en todos los campos de baloncesto del Ramiro, como y cuando nació La Nevera.

En primer lugar, existió el Campo Viejo. Era éste el que limitaba al Norte con la fachada del Instituto, al Sur con el Consejo, al Este con la Escuela Preparatoria y al Oeste con la zona de la Cruz de los Caídos. En este campo jugaban todos los alumnos, pero principalmente el "equipo de liga" hasta el nacimiento del Campo Nuevo en el año 1957.


El campo viejo

En esta foto de los años cincuenta vemos a Luis "el pájaro" Salaverría y a Antonio Díaz Miguel enfrentándose al Real Madrid, de los que identifico a José Jorge Bonet y a Alberto Herreras. Ignoro el nombre del jugador blanco saltando al rebote.

En una de las ventanas de la fachada Sur del Instituto, la correspondiente al Museo de Ciencias, es donde -según nos relata el propio Díaz Miguel en la revista de los 50 años del Club Estudiantes- colocaron Antonio y sus compañeros de clase al esqueleto -apodado por los alumnos Garibaldi-  que había en el citado museo para que pudiera asistir a los partidos. Particularmente los del Madrid, que tenían gran atractivo y rivalidad. Garibaldi adquirió mucha fama porque un cántico de ánimo al equipo de liga comenzaba con aquella célebre frase: Dicen que se ha muerto Garibaldi...

En la anteriormente citada fecha de 1957 tuvo lugar la inauguración del entonces llamado Campo Nuevo. Nació descubierto y con el suelo de tierra, pero inmediatamente sería asfaltado con una capa del mismo asfalto con los que se construían carreteras. Imaginad la capacidad de abrasión de tal superficie. Tal era la misma que habíamos, siendo infantiles y juveniles, de llevar las botas a reparar poniéndole una suela, encima de la planta agujereada de la bota, de material de recauchutado de neumáticos. Al ser tan negra la superficie, manchaba los balones, y consecuentemente las manos, de cierto tono negruzco. Pero Jose Abreu estaba feliz enseñándonos a dar los dos primeros pasos de entrada a canasta pintando con tiza en el suelo una raya y dos pies, D e I, en los que había que apoyar el pie derecho y a continuación el izquierdo para seguidamente saltar sobre el pie izquierdo encogiendo la rodilla derecha y elevarnos un poco hacia la canasta.

En este campo yo mismo ya jugué en el infantil C, entrenado por Fernando Gómez Montes, el infantil B, entrenado por César González Ruano de Navascués, el infantil A, entrenado por José Manuel Rodríguez del Coso, el Juvenil A, entrenado por Paco Hernández y posteriormente desde las finales de Copa de 1963-64 hasta el final de la temporada 1967-68 en el primer equipo, entrenado por Jesús Codina, Paco Hernández e Ignacio Pinedo. Tras haber gastado un número importante de pares de botas, que nos pagábamos los propios jugadores, nunca había recibido este campo el nombre de Nevera.

Yo recuerdo que fue en el año 1970 cuando Gonzalo Sagi Vela, quien había heredado de mi, tras mi paso al Madrid, un jersey gordo de lana con la inscripción en el pecho -Curicó Chile- el cual a su vez yo heredé de mi hermano José Ramón cuando se fue al Picadero, me comentó que aquel jersey le había sido de gran utilidad para entrenar en La Nevera las tardes-noches de invierno. Si recordáis, los tableros eran de cristal, los primeros que se instalaron en Ramiro en lugar de los normalmente utilizados de madera hasta el momento. Y tenían la particularidad que las noches de invierno que helaba no podíamos tirar a tablero, porque el balón no rebotaba adecuadamente, sino que resbalaba y salía con el mismo ángulo con el que había incidido sobre el tablero. Es mi particular opinión que el nombre fue asignado por los propios jugadores del primer equipo de los años 69 o 70. Que eran además los que lo sufrían, porque eran los últimos del día en entrenar y caía la fría noche en los inviernos sobre aquel congelador campo. 






Yo llegué a jugar en el campo nuevo cuando se elevó una estructura de pilares y cerchas para asi cubrir el campo con un material translúcido, denominado Rovilux, de color verdoso. Dispongo de alguna foto en la que jugando todavía con el Estudiantes se aprecia el posterior cerramiento lateral. La temporada 1968-69 ya la jugué con el Madrid. Por tanto debió cerrarse antes de la citada temporada.


En el 64, el año de Preu, en el Campo Nuevo

Es en el año 1971 cuando se inaugura el Magariños, pero es ya otra historia...

Valga este pequeño escrito para recordar la evolución de un campo deportivo que ha dado cobijo a miles de jóvenes que en la actualidad, tras su rehabilitación, volverá a adquirir otro aspecto y personalidad. Dadas las causas por las que ha cedido el techo, ¿ qué mejor nombre puede seguir teniendo este campo de deporte que La Nevera?

Tal vez sea momento de recordar aquellos sueños de don Antonio con este fragmento de un video de Estudiantes Movistar...





Si deseas ver la imagen a pantalla completa pincha en la esquina inferior derecha 




CEREBRO, CONSCIENCIA, CIENCIA Y RELIGIÓN

...Por Kurt Schleicher

 

   La Ciencia y la Religión son dos cosas distintas, hacen preguntas distintas y requieren tipos de pruebas distintos. Tanto la Ciencia como la Religión buscan lo mismo: la Verdad. Aunque parezca imposible conciliarlas, si la Ciencia consiguiera explicar los dogmas y principales creencias de todas las religiones, las acercaría y facilitaría en gran medida la necesidad de "creer". La gente se aferra a la Fe porque la necesita.

    La Religión surgió como un esfuerzo para explicar lo inexplicable, controlar lo incontrolable y volver soportable lo insoportable. La Fe en una fuerza superior se convirtió en la más poderosa innovación de la fase más reciente de la evolución humana. Las tribus con religión tenían ventaja frente a las que carecían de ella. El valor de supervivencia de la Religión era tan espectacular que la sed de creencias se llegó a inscribir en cierta forma en el genoma humano. Lo que consiguió la Religión ahora lo está logrando poco a poco la Ciencia y cada vez se necesita menos una Religión “revelada”; sin embargo, será muy difícil que la Ciencia llegue a reemplazar a la Religión. Ahora bien, acercar ambas debería ser útil, sobre todo para los menos “creyentes”…

   El propósito de este artículo es contribuir a dicho acercamiento, en especial entendiendo como Ciencia la aportación de la Mecánica Cuántica y la comprensión de lo que es la Consciencia humana bajo un punto de vista científico.


CEREBRO Y CONSCIENCIA

   El cerebro funciona como un sofisticadísimo superordenador. Sólo pesa unos 1.300 gramos, pero contiene cerca de 100.000 millones de neuronas, sofisticadas células que constituyen las unidades básicas del sistema nervioso.

   Somos capaces de manejar una ingente cantidad de conexiones a gran velocidad:  85.000 millones de neuronas x 10.000 conexiones por neurona y por unas 1.000 conexiones por segundo, resultando así una disponibilidad de 8,5 x 10 elevado a 17 conexiones por segundo, una cifra verdaderamente astronómica. Si unimos esto al crecimiento exponencial de las interconexiones ya tan sólo por la enorme cantidad de aspectos ligados a la Consciencia, cabe preguntarse si nunca podríamos llegar a las capacidades del cerebro en tanto nos limitemos al entorno de la física “clásica”. Por esta razón, si quisiéramos copiar la capacidad del cerebro, precisaríamos un ordenador cuántico, o vice-versa, el cerebro precisa de la mecánica cuántica para explicar todas sus funciones.

   Gracias al mapa neuronal, el Conectoma humano, podríamos decir que el cerebro aprende por sí mismo a base de conexiones generando constantemente nuevos nodos neuronales, cada uno de ellos asociado a la percepción. Los nodos ricos en conexiones son importantes para permitir un alto nivel de integración dinámica con otros nodos de rango inferior para conformar redes funcionales. Un nodo por sí mismo no es capaz de generar Consciencia ni de sostener la noción de individualidad, pero los nodos se activan y desactivan en función de una serie de “coaliciones de neuronas” que son las que amplían la capacidad cerebral y generan la consciencia de los procesos subjetivos y del entorno.

  Conectoma humano


   Muerte cerebral.

   El cerebro está íntimamente unido al cuerpo, y si éste muere, al final se queda sin oxígeno y tras un cierto tiempo se produce la muerte cerebral. Sin embargo, estudios recientes llevan a cuestionarse si el cerebro pudiera llegar a tener una vida propia estando separado del cuerpo.

   Un hallazgo reciente ha demostrado que en personas clínicamente fallecidas en las que las neuronas se habían quedado sin oxígeno no pudiendo cumplir ya su función y ante el asombro de los investigadores, ¡las neuronas retomaban cierta actividad incluso sin oxígeno! Tras un periodo de tiempo bastante elevado, los daños ya terminaban siendo irreversibles, pero las neuronas resultaban ser mucho más resilientes de lo que cabría esperar. ¿Cuál es entonces el límite real de la vida tras la muerte?   .../...

Para seguir leyendo:

https://interesactualidad.blogspot.com/2021/01/cerebro-consciencia-ciencia-y-religion.html



07 enero 2021

DE LA VIDA UN TRASLADO: EL FÚTBOL EN LA CULTURA ACTUAL

...POR JOSÉ LUIS GONZÁLEZ QUIRÓS

 

DE LA VIDA UN TRASLADO: EL FUTBOL EN LA CULTURA GLOBAL

 [Publicado en Revista de Occidente, Julio-Agosto de 2010, nº 351, pp. 11-38.]


Hay muchos cuerpos, solo hay un alma”

(Inscripción en la iglesia de Saint Francis (Manchester), en honor de Duncan Edwards, fallecido en el accidente de aviación que diezmó la plantilla del Manchester United en 1958)

 

De la misma manera que ha abundado el desdén intelectual respecto de la tecnología, y, de la ciencia, continúan existiendo una serie de prejuicios muy fuertes contra el deporte, en especial contra el fútbol. Se podría decir que al resto de los deportes les ha llegado una cierta redención, pero que el fútbol continúa siendo demasiado popular e innoble, como lo viera Borges: “siempre me ha parecido más viril el desafío entre cuchilleros. Sigo sintiendo que a pesar de que matar formaba parte de esta práctica, había una cierta nobleza que no he podido encontrar en un hombre que patea una pelota”.

Mi intención no es argumentar que el fútbol sea importante, lo que me parece fuera de duda, aunque será bueno considerar algunas magnitudes que ayuden a precisar su influencia, sino que es intelectualmente interesante, tanto como deporte, como en cuanto fenómeno contemporáneo, de modo que intentaré mostrar que posee algunas cualidades singulares que son la causa esencial de su éxito. Creo que se ha pensado muy poco en lo que el fútbol es y en lo que, por ello, está pudiendo significar en la sociedad contemporánea y que eso es, cuando menos, un error, de manera que trataré de averiguar las razones por las cuáles el fútbol ha llegado a tener la importancia que tiene. Las razones más poderosas para preguntarse por el fútbol son también el mayor obstáculo para entenderlo correctamente: su enorme popularidad, su aparente simpleza, su componente azaroso, pasional, irracional.

El fútbol es un fenómeno estrictamente contemporáneo que, independientemente de sus variopintos antecesores, se consagra como deporte de masas tras la segunda guerra mundial, especialmente a mediados de la década de los cincuenta, y ha ido experimentando un crecimiento apabullante en los últimos cincuenta años. En mi opinión, uno de las razones que más contribuyeron a convertir el fútbol en una figura imprescindible de la actualidad fue, precisamente, una tragedia, el accidente de aviación de 1958 en el que murió gran parte de la plantilla del Manchester United, un equipo que parecía llamado a reinar en Europa, a arrebatarle el cetro continental al Real Madrid de Bernabéu. Pese a que había sucumbido frente al Real Madrid el año anterior en semifinales de la Copa de Europa por un global de 5-3, el Manchester, en el que ya jugaba Bobby Charlton, era la gran amenaza para la supremacía blanca. Sin la amenaza del Manchester, el Real Madrid, ganó seis de las diez finales entre 1955 y 1965 y fue finalista en otras tres, más o menos como ahora..

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