La implantación del curso Preuniversitario en el Ramiro, por Paco
Acosta
Para
muchos de nosotros “el Preu” es el curso del que conservamos más vivencias de
nuestra estancia en el Ramiro. Ya éramos los alumnos más mayores. Los tan
deseados viajes de fin de curso nos iban a llevar ¡por fin! al extranjero. Unos
a Italia, otros a Pirineos y Lourdes. Recordamos con una cierta sonrisa
nostálgica todo lo que nos tuvimos que mover para recaudar los tan necesarios fondos
(vender entradas para las sesiones de cine, las rifas, la “pelea del siglo”,…).
Nos acordamos también de todo lo que entonces “debimos aprender” y que con
sorpresa, al año siguiente, al llegar al primer curso en las Escuelas y la
Universidad, descubrimos que “no teníamos los conocimientos suficientes” ….
Por
eso quiero compartir con vosotros el haber localizado este Programa del curso
Preuniverstario en el “Instituto Ramiro de Maeztu”, de Madrid. Fue
publicado, en el lejano 1954, en el número 19 de la Revista de Educación (p.
105-111), y aunque allí no se menciona su autor o autores, me atrevo a afirmar
que fue una labor colegiada de los distintos catedráticos y profesores
encargados, para implantar en el Ramiro el Preu, recién nacido con el plan de
1953. Y de paso, aprovecho este escrito para comentar como fue la evolución de
este curso de preparación para la Universidad, hasta que fue sustituido por el
COU.
Surge el Preuniversitario en el Plan de
1953
El
curso denominado Preuniversitario se
establece en la Ley de Ordenación de la
Enseñanza Media, de 1953, (siendo Joaquín Ruiz-Giménez Cortés ministro de
Educación Nacional), según la cual una vez superado el Bachillerato Superior
(cursos 5º y 6º) y realizada la reválida de 6º, los bachilleres que aspirasen
al ingreso en las Facultades universitarias o en las Escuelas de ingenieros y
arquitectos, precisaban la realización de un curso de preparación para la vida
universitaria. Este curso de preparación culminaba con la Prueba de Madurez, que
se realizaba en la Universidad.
En
el artículo 83 de la citada Ley, donde se menciona por primera vez el curso
preuniversitario, se dice que él: “Todos
los alumnos serán ejercitados en la lectura y comentario de textos
fundamentales de la literatura y el pensamiento, en la síntesis de lecciones y
conferencias, en trabajos de composición y redacción literarias y en ejercicios
prácticos de los idiomas modernos estudiados. Además, los de Letras realizarán
ejercicios de traducción de idiomas clásicos, y los de Ciencias, temas de
Matemáticas y Física."
A
partir de la publicación de la ley, y durante todo el año 1953, hubo decretos y
órdenes que, para este nuevo curso, dictaban las normas de implantación,
regulaban la incorporación de los alumnos procedentes de plan anterior y se
establecían las posibles convalidaciones, para finalmente reglamentar de forma
transitoria el primer curso Preuniversitario.
Esta
escasa documentación (son realmente unas sucintas orientaciones), publicada a
finales del 53, creo que fue determinante para que en el Ramiro se pusieran rápidamente
a desarrollar el programa que os presento a continuación, y cuya publicación en
la Revista de Educación debió servir de modelo para otros institutos, ya que,
como veremos, los contenidos de las distintas enseñanzas quedan a la libre
decisión de los centros.
Como
vemos en el programa, se trataba de un curso de temario muy extenso, basado en
la asistencia a conferencias y el trabajo del alumnado, haciéndose hincapié en
los ejercicios prácticos, el comentario de textos y los ejercicios de redacción
y las exposiciones orales de éstos.
La
regulación oficial de los contenidos del nuevo curso Preuniversitario se
produce el 30 de Diciembre de 1953, aunque se hace con carácter provisional, “dado el carácter abreviado y experimental
que va a tener este curso” en su primera implantación, “de enero a junio de 1954”.
Se
dice en el BOE que constituyen sólo “unas
instrucciones de orientación y metodología”, para que “se regule con carácter transitorio esta nueva experiencia pedagógica”.
Se
realiza la distinción entre las materias y ejercicios comunes (que “preparan al alumno para toda la vida
universitaria dotándole de hábitos intelectuales y de conocimientos
instrumentales que debe ejercitar después, sea cual sea su peculiar orientación
profesional”, y las materias y ejercicios especiales (que “le preparan especialmente para determinados
estudios o grupo de estudios universitarios”).
Son
considerados comunes:
· Ejercicios de comentario de textos de la
literatura y el pensamiento. “Versarán
preferentemente sobre Religión, Formación del espíritu nacional, Filosofía y
Literatura”.
· Síntesis de lecciones y conferencias.
Éstas “versarán sobre materias de las
distintas disciplinas comunes del Bachillerato”.
· Ejercicios de redacción y de exposición
oral de temas preparados por el alumno.
· Ejercicios prácticos de idiomas
modernos. Consistentes en “traducciones
escritas, con diccionario”, “lecturas
de viva voz, en clase de pasajes no conocidos por el alumno”, “ejercicios elementales de conversación”.
Específicos de la opción Letras:
· Latín. “Ejercicios prácticos de traducción sobre textos no especialmente
difíciles”.
· Griego. “Ejercicios prácticos de traducción sobre textos cuya dificultad
gramatical no exceda de los estudiados en el sexto curso del Bachillerato”.
Específicos de la opción Ciencias:
· Problemas matemáticos. Consistentes en “problemas de aritmética comercial, de
geometría práctica aplicada, de álgebra física, de trigonometría topográfica y,
en general, en la aplicación de las matemáticas a las ciencias físicas y a la
vida práctica”.
· Prácticas elementales de laboratorio de
Física y Química.
· Prácticas elementales de Ciencias
Naturales.
Como
orientaciones metodológicas generales se dice: “las clases serán eminentemente prácticas y activas”; que se debe anteponer
“el cultivo de la inteligencia al de a
memoria”; “las conferencias correrán
a cargo del profesorado del Centro y de conferenciantes libremente invitados
por él”; “es aconsejable la
realización de visitas colectivas de toda índole (artísticas, históricas, de
observación de la Naturaleza, de instituciones y realidades sociales, etc.)”;
“el desarrollo de cada curso debe ser
anticipadamente elaborado, con variaciones
en cada año, que eviten el aprendizaje memorístico por apuntes”.
También
se especifica que los profesores deben “orientar
el trabajo de los alumnos”, “orientarlos
en la exposición verbal del trabajo”, y que “los temas de las conferencias deben ser cuidadosamente escogidos”.
Respecto
a los libros de texto se indica que “solamente
se utilizarán libros de orientación para los profesores y antologías de trozos
escogidos”.
Y
finalmente, en relación con las Pruebas de Madurez para este primer año, se
dice que “las pruebas comunes
consistirán en la síntesis ordenada esquemáticamente, y después desarrollada,
de una conferencia de tema general” y “en
un ejercicio de redacción sobre un tema que exija relacionar conocimientos
distintos o discurrir sobre realidades que conozcan todos los alumnos” y “en un ejercicio de traducción con
diccionario, del idioma moderno que cada alumno haya cursado”. En cuanto a las
pruebas especiales “consistirán, para
los de Letras, en un ejercicio escrito de traducción del Latín. Para los
de Ciencias, en un problema de aplicación de las matemáticas”. En
años posteriores, en las pruebas comunes se podrán incluir también “el ejercicio de comentario de textos”, y
en las especiales, para los alumnos de Letras “el ejercicio de Griego” (a partir del curso 55/56) y para los de
Ciencias “el de Física”.
Es
curioso que al realizar la matricula en las Pruebas de Madurez, se debía
acompañar “un informe firmado por el
Profesor que haya actuado como Delegado del curso preuniversitario, y
certificado por el Director del Centro docente, en que se haga constar la
capacidad y el grado de eficiencia demostrado en los trabajos del curso. En
dicho informe se prescindirá del sistema de puntos y se hará una exposición
sucinta y clara de la asiduidad y aprovechamiento demostrado por el alumno en
los distintos tipos de ejercicios realizados por el mismo a lo largo del curso
preuniversitario”. Estos informes se remitían a los Tribunales de las
Pruebas de Madurez, quienes debían tenerlos presentes al juzgar los ejercicios.
La
Prueba de Madurez constaba de 4 partes, que se juzgaban “en conjunto con la calificación de apto o no apto, según la medida de
las puntuaciones logradas”.
· 1ª parte: Resumen de una lección sobre un tema de carácter general, impartida
“durante 30 a 45 minutos”. El alumno
podrá tomar “cuantas notas desee, y a
continuación, durante un plazo máximo de 3 horas, redactar un esquema sinóptico
de la misma, que desarrollará después libremente y entregará firmado al
Tribunal”.
· 2ª parte: Ejercicio de redacción. Se propondrán 2 temas, y “el alumno elegirá libremente uno, para
desarrollarlo por escrito durante un plazo de 3 horas”.
· 3ª parte, grupo de Letras: Traducción de un texto latino, con
ayuda de diccionario. Se dispondrá “de 2
a 3 horas de tiempo para la traducción, dependiendo de la extensión y carácter
del texto”.
· 3ª parte, grupo de Ciencias: Resolución de un problema, “que podrán escoger entre los tres propuestos
por el tribunal”, con un tiempo de realización de 2 a 3 horas.
· 4ª parte: Traducción, con diccionario, de “un texto escrito en el idioma moderno escogido por el alumno. Se realizará
durante un plazo de 2 a 3 horas, según la extensión y carácter del texto”.
El Preu en el Plan del 1957
El
Plan del 53, fue reformado en 1957 por el nuevo ministro Jesús Rubio
García-Mina, dando lugar a “nuestro plan 57”, el que nos acompañó durante
nuestra etapa de bachillerato. Por lo que he podido ver, el nuevo Plan 57 de
Bachillerato, consistía básicamente en una reducción de asignaturas en cada
curso, y del contenido teórico de cada una de ellas (pero no se reducía el
número de horas dedicadas a su estudio), de manera que las materias “puedan ser aprendidas, principalmente,
durante la permanencia en los centros de enseñanza”. Como curiosidad, os
comento, que la jornada escolar establecida en el decreto de mayo del 57, era
la siguiente:
Mañana:
8.30 – 9:00
Acto colectivo religioso, patriótico y gimnástico.
9:00 – 9:45
– 10:15 1ª
unidad didáctica de clase y permanencia
10:15 –
11:00 – 11:30 2ª unidad
11:30 –
12:00 Recreo
12:00 –
12:45 – 13:15 3ª unidad
Tarde:
15:30 –
16:15 – 16:45 4ª unidad
16:45 –
17:30 – 18:00 5ª unidad
“Las tardes del sábado se dejarán libres
de clase, con el fin de que los alumnos puedan dedicar este tiempo a reuniones,
círculos, deportes y otros actos colectivos”.
Durante
las permanencias el alumno “a la vista
del profesor que tenga a su cargo la clase, estudiará y hará ejercicios bajo la
dirección del mismo”.
En
este Plan 57, la estructura del curso Preuniversitario se configuraba “de un modo estable”, dice el decreto de
13/9/57, “confirmando lo que se ha
mostrado eficaz y retocando los demás aspectos: dar al curso un contenido más
formativo y hacer congruente con éste el de las pruebas de madurez”. Vamos,
que el modelo del 53, no había funcionado o incluso había resultado un
fracaso….
A
mi entender, los principales “aportes o novedades” que se reflejan en el
decreto de 1957 de Ordenación del curso preuniversitario son:
“Se utilizarán conferencias o clases,
según las materias. Por conferencia se entiende la exposición hecha por algún
especialista”…”también son
conferencias las lecciones preparatorias de las visitas”…”Por clase se entiende la unidad didáctica,
del mismo tipo que en el bachillerato, dedicada al aprendizaje de las distintas
materias”.
Hay
materias “señaladas por el Ministerio
y otras elegidas por el centro”.
“El número máximo de alumnos en las clases
será de 30”, aunque “para las
conferencias podrán reunirse distintos grupos, y aún distintos centros”.
“Las bibliotecas de los centros pondrán a
disposición de los alumnos, para su consulta, los libros más indispensables,
con objeto de suplir los de texto, cuya utilización no se permite en el curso
preuniversitario”.
Cada
alumno llevará un cuaderno para cada una de las materias señaladas por el
Ministerio, y otros para los cursos elegidos por el centro y las visitas
realizadas. También se llevarán los que los profesores lo indiquen en las otras
materias. “Estos cuadernos serán sellados
y fechados cada diez páginas por el centro en el que estudie el alumno”. “Cada trabajo deberá ir firmado y fechado por
el mismo”. “Los cuadernos serán
revisados por los profesores y estarán a disposición de la Inspección”.
En
cuanto a las Pruebas de Madurez en la Universidad se indica que “serán de dos clases: una prueba común para
todos los alumnos, y pruebas específicas para cada una de las secciones de
Letras o de Ciencias”.
“La prueba
común constará de dos ejercicios”: uno Escrito sobre los temas
comunes (“redactado en contestación a las
preguntas de un tema sacado en suerte de entre los enviados por el Ministerio”)
y otro Oral (“de conversación y
traducción del idioma moderno”).
“La
prueba específica de Letras constará
de dos ejercicios”: uno Escrito (“de
traducción con diccionario, de un trozo latino” “y de otro trozo griego” y otro Oral (“traducir sin diccionario y comentar desde el punto de vista literario”
de las obras en latín y del griego contempladas durante el curso).
Asimismo,
“la prueba específica de Ciencias constará de dos ejercicios”:
uno Escrito (“contestación a ejercicios y preguntas”) y otro Oral
(“desarrollo razonado de tres problemas, como máximo”).
En
una disposición transitoria de implantación del preuniversitario Plan 57, se
especifica que durante los cursos 57/58 y 58/59 “no se exigirá en las pruebas de madurez, la conversación y la
traducción inversa en el idioma moderno elegido, ni tampoco la del ejercicio
oral de traducción sin diccionario de los idiomas clásicos”.
Materias
que se consideraron en el curso 57/58:
· Periodo de la vida española vinculado a
un escritor: Calderón de la Barca y su época.
Estudio especial de “El gran teatro del mundo”,
· Tema filosófico, religioso y social: El problema social de nuestro tiempo,
· País extranjero: Portugal,
· Idioma moderno:
Francés: “Le
bourgeois gentilhomme”, de Moliere;
Inglés: “The innocence of father Brown”, de
Chesterton;
Alemán:
“Minna con Barnhelm”, de Lessing;
Italiano:
“Le mio prigioni”, de Silvio Pellico;
Portugués:
“A cela dos cardenaes”, de Julio Dantas;
· Obra latina: “Bellum Jugurthinum”, de Salustio,
· Obra clásica griega: “Apología de Sócrates” de Jenofonte,
· Matemáticas: Introducción a los métodos estadísticos,
· Biología: Los cereales de invierno,
· Física: El automóvil.
Materias
que se consideraron en el curso 58/59:
· Periodo de la vida española vinculado a
un escritor: Las Cartas de relación de Hernán
Cortés y demás historiadores primitivos de Indas. Estudios de su época,
· Tema filosófico, religioso y social: La familia,
· País extranjero: Italia y la ciudad del Vaticano,
· Idioma moderno:
Francés: “On
ne badine pas avec l’amour”, de Musset; “Il ne faut jurer de rien”, de Musset;
“Poèmes philosophiques” selección), de Vigny;
Inglés:
“Christmas Carol”, de Charles Dickens;
Alemán: “Der
Bergkristal”, de Adalbet Stifter;
Italiano: “Il
promessi sposi”, de Manzoni;
Portugués: “Fray
Luis de Souza”, del Vizconde de Almeida Garrett,
· Obra latina: “De Republica” (selección), de Cicerón,
· Obra clásica griega: “Defensa de Eutropio” de San Juan Crisóstomo,
· Matemáticas: Introducción a los métodos estadísticos,
· Biología: Biología marina y aprovechamiento de los animales del mar,
· Física: Radio y televisión.
Reforma del curso Preuniversitario en
1959
En
1959, el decreto del ministro Rubio García-Mina (el mismo del Plan 57), indica
como fundamento de esta reforma del curso preuniversitario: “obtener una mayor estabilidad en sus
prácticas formativas, conviene retocar ligeramente algunas de las normas del”
anterior decreto, aunque el nuevo “no
modifica los fines ni la estructura del curso; no altera la entidad de las
materias que lo integran; tan solo tiende a favorecer la mejor preparación de
los alumnos, haciendo que algunas
materias que antes variaban anualmente a discreción del Ministerio adquieran ahora la fijeza conveniente”.
Vamos, que aunque los temas estaban determinados por del ministerio, el curso
preuniversitario tampoco funcionaba como se esperaba. Se convierte, a partir de
este momento, en un curso más del bachillerato…, y algunas materias pasan a
tener nombres “tradicionales”: Lengua y Literatura Españolas, Geografía, ….
El
Ministerio se reserva la publicación anual, y por tanto variable de año en año,
de los temas y contenidos a estudiar en las materias comunes, el idioma moderno
y las específicas de Letras, mientras serán permanentes los contenidos de las
materias específicas de Ciencias.
Se
mantiene en 30 el número máximo de alumnos por clase. Sólo podrá haber libros
de texto para las materias específicas de Ciencias. Sigue vigente la
obligatoriedad, para los alumnos, de llevar cuadernos para reflejar sus
actividades en las disciplinas comunes; y su consiguiente revisión, fechado y
sellado cada diez páginas.
En
las pruebas universitarias de madurez se mantienen sus apartados común y
específico.
La
prueba común mantiene el ejercicio
escrito para los temas comunes y el ejercicio oral, de conversación y traducción
del idioma moderno.
Sin
embargo en las pruebas específicas, tanto de Letras como de Ciencias, es donde
se observan cambios.
En
las específicas de Letras se mantiene la primera parte escrita de traducción
con diccionario (latín y griego), y se suprime el ejercicio oral, que pasa a
ser también escrito, de traducción sin diccionario (de latín y de griego) y la
realización del correspondiente comentario.
En
cuanto a la prueba específica de Ciencias, ésta constará de 3 ejercicios, todos
ellos escritos, relativos a Matemáticas (desarrollo de un problema y exposición
de un tema), Física (desarrollo de un problema y exposición de un tema) y
Biología (exposición de un tema).
“La aprobación de la prueba común será
imprescindible para poder presentarse a la específica”. “La puntuación final y la consiguiente
calificación se obtendrán calculando la media de puntuación lograda en la
prueba común y en la específica”. “Al
alumno calificado de no apto en la prueba específica, no se le otorgará la
calificación final”.
“La aprobación de las pruebas universitarias
de madurez en la Sección de Letras da acceso a la Facultad de Filosofía y
Letras, a la de Derecho y a la de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales.
Su aprobación en la Sección de Ciencias
da acceso a las Facultades de Ciencias, Medicina, Farmacia y Veterinaria, a la
de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales y a las Escuelas Técnicas
Superiores”.
Materias del preu, para el año académico 59/60:
· Lengua y literatura españolas: “Cervantes y el Quijote”, *)
· Tema actual, en sus aspectos religioso,
filosófico y social: “Los concilios
ecuménicos”, *)
· Geografía: “Geografía agrícola de España”, *)
·
Latín: “Cicerón, In L. Catilinam oratio tertia (habita ad populum); In L.
Catilinam oratio quarta (habita in senatu)”,
· Griego: “Platón, Felón (I-IV y LIV hasta el final)”,
· Matemáticas: 30 temas
(11 de Aritmética y Algebra; 19 de Geometría y Trigonometría) **)
· Física: 26 temas básicos (9 temas de Mecánica,
con sus correspondientes prácticas; 4 de Calor, con sus prácticas; 8 de
Electricidad, con las pertinentes prácticas, y 5 temas de Óptica, con sus
prácticas) **)
· Biología: 14 lecciones teóricas y 13 lecciones
prácticas **)
*)
Posteriormente (BOE del 3/12/59) se publicaron, con algún detalle, los
cuestionarios de los temas comunes para el año 59/60.
**)
En el caso de las materias de Ciencias, inicialmente se especifican con
bastante detalle, los temas a tratar en cada una de las asignaturas, su
amplitud, en cuanto a número de lecciones de cada tema y las correspondientes
orientaciones metodológicas.
Materias
variables curso Preuniversitario 60/61
· Lengua y literatura españolas: “Luís de Góngora: su obra y su tiempo.
Estudio especial de «Polifemo» ”,
· Tema actual: “La libertad: estudio filosófico, social y religioso de la misma”,
· Geografía: “Hidrología de España”,
· Latín: “Tito Livio, «Ad urbe
condita» libro I,
· Griego: “Herodoto, «Historia» (textos relativos a la Historia griega)”.
Materias
variables curso Preuniversitario 61/62
· Lengua y literatura españolas: “Lope de Vega y su tiempo. Estudio especial
de «El villano
en su rincón» ”,
· Tema actual: “La propiedad: su función social”,
· Geografía: “Fuentes de energía”,
· Latín: “Tito Livio, «Ad urbe
condita» Segunda guerra púnica,
· Griego: “Plutarco, «Pericles» (Libro X de las Vidas Paralelas)”.
Materias
variables curso Preuniversitario 62/63
· Lengua y literatura españolas: “Menéndez Pelayo: su época y su obra
literaria. Estudio especial de «Historia de
las ideas estéticas en España (siglos XVI, XVII y XVIII» ”,
· Tema actual: “La persona humana: aspectos religioso, filosófico y social”,
· Geografía: “Provincias africanas españolas: Ifni, Sahara, Fernando Poo y Rio Muni”,
· Latín: “Virgilio, «Eneida» libro II,
· Griego: “Homero, «Iliada» (diversos cantos)”.
Regulación del curso preuniversitario de
1963, el que nosotros cursamos
En
marzo de 1963, el nuevo ministro de Educación Manuel Lora-Tamayo y Martín,
publica una Ley que modifica la anterior Ley de Ordenación de la Enseñanza
Media, y que básicamente afecta al curso preuniversitario y a las pruebas de
grado superior y de madurez.
El
curso preuniversitario, dice la nueva ley, “comprenderá
materias comunes a todos los alumnos, que serán ejercitados en la lectura y
comentario de textos fundamentales de la literatura y el pensamiento, en la
síntesis de lecciones y conferencias, en trabajos de redacción y en la práctica
de los idiomas modernos estudiados. Además los de Letras se ejercitarán en la
traducción de idiomas clásicos, y los de Ciencias, perfeccionarán su formación
en las disciplinas de esta rama y en el adiestramiento experimental necesario
para las mismas”.
Aparentemente
lo reflejado en este texto no difiere, en lo sustancial, de lo que recogía la
anterior ley. Entonces ¿a qué se debía
esta nueva regulación del curso preuniversitario?. Opino que la recogida de
datos estadísticos que había comenzado unos años antes, ya debía presentar unas
cifras ciertamente preocupantes. Y digo esto teniendo a la vista algunos de los
cuadros que en 1969 incluía el denominado Libro Blanco de la Educación. Mientras
el porcentaje de aprobados en la Reválida del bachillerato superior había
disminuido 8 puntos, desde el curso 56/57 al 61/62 (con un crecimiento del 64%
en los alumnos matriculados), las cifras de aprobados en la Prueba de Madurez
eran mucho peores. En el mismo intervalo, 6 años, el porcentaje de aprobados
había caído en ¡21 puntos! (con un crecimiento del 62% en los alumnos
matriculados). El porcentaje de aprobados en la prueba de madurez no alcanza,
entonces, a la mitad de los que se matriculan. Es evidente el fracaso del curso
preuniversitario y la deficiente enseñanza recibida por los alumnos. Las cifras
hablan por sí mismas, y se ve claramente que este curso precisaba una reforma….
En
julio de 1963 se deroga el decreto de ordenación del curso preuniversitario de
1957, y en el nuevo decreto “se subraya
la importancia del curso preuniversitario, como complemento de la formación
recibida” y como “preparación para
los estudios superiores, tanto universitarios como técnicos”. También se “da mayor valor a las pruebas que permiten
comprobar la madurez” y que garantizan “la
formación exigible al bachiller superior” al superarse el “conjunto de los ejercicios que las integran”.
Y,
formando parte del mismo decreto se establecen como asignaturas ya para el
curso 63/64 ¡el que inauguramos nosotros!
· Religión: Doctrina Social Católica (una
clase por semana)
· Literatura Española (dos clases por
semana)
· Historia de la Filosofía y de las
Ciencias (dos clases por semana)
· Historia de España (dos clases por
semana)
· Biología (dos clases por semana)
· Idioma moderno (tres clases por semana).
“Los alumnos deberán perfeccionar el
mismo idioma moderno que hayan cursado en el Bachillerato Superior, con el fin
de poder expresarse en él de palabra y por escrito. Todas las clases habrán de
ser desarrolladas en el respectivo idioma y dedicadas a la conversación,
traducción directa e inversa y comentario de textos”.
Específicas
de la Sección de Letras:
· Latín (clase diaria)
· Griego (clase diaria)
Específicas
de la Sección de Ciencias:
· Matemáticas (3 clases de teoría y 3 de
práctica por semana)
· Química (2 clases de teoría y 1 de
práctica por semana)
· Física (2 clases de teoría y 1 de
prácticas por semana)
A
continuación, (para los, como yo, más desmemoriados), reproduzco las páginas
del BOE en las que se especifican los cuestionarios correspondientes, temarios
y orientaciones metodológicas para cada asignatura.
La
Prueba de Madurez, en su parte común constaba de dos ejercicios:
1º
Escrito (“que consistirá en el
resumen de una conferencia”, “sobre un tema relacionado con una de las materias
comunes, excepto el idioma moderno, y contestación, igualmente por escrito, a
un tema o temas de las restantes materias”). “Duración de la conferencia 45 minutos. Tiempo máximo para hacer el resumen
y contestar al tema: 2 horas”
2º
Oral (“de conversación y
traducción del idioma moderno cursado”)
Además
se prevé otro ejercicio escrito (para los alumnos que no estén en posesión del
título de Bachiller Superior) consistente en el resumen (tiempo máximo una
hora) de una conferencia, de duración 45 minutos, que implique materias
estudiadas en los cursos del Bachillerato superior, no coincidentes con lo
tratado, en preu, en las asignaturas de Filosofía o Historia del Arte y de la
Cultura.
La
prueba específica de Letras,
consistía en dos ejercicios: ambos escritos (“de traducción de Latín, con diccionario” y “de traducción de Griego, con diccionario”). El trozo latino tendría
una extensión de unas 100 palabras, mientras que la del trozo de griego sería
de unas 50 palabras. Además, en ambos ejercicios, habría que dar “respuesta a algunas cuestiones directamente
relacionadas con el pasaje traducido”, para “comprobar la inteligencia del texto por el alumno”. Cada uno de
estos ejercicios tendrá una duración de una hora y media, como máximo.
La
prueba específica de Ciencias
constará de dos ejercicios, por escrito. Resolución de un problema de
Matemáticas, “elegido por el alumno entre
los dos que se hayan propuesto, y desarrollo de un tema del cuestionario de
Matemáticas. Tiempo máximo una hora y media”.
Resolución
de un problema de Física o de Química, “elegido
por el alumno entre los dos que se hayan propuesto, y desarrollo de un tema de Física
y otro de Química de los cuestionarios vigentes. Tiempo máximo dos horas”.
En
la orden reguladora de las Pruebas de Madurez, se especifica “queda terminantemente prohibido a los
examinandos comunicarse entre sí y llevar al aula papel, carteras o libros de
clase alguna. Únicamente a los ejercicios de Latín y de Griego podrá llevar los
correspondientes diccionarios, y para los de Matemáticas, tablas de logaritmos”.
Desconozco
el número de suspensos que impidieron el paso a la Universidad en el año 64,
pero se ve que acumulados a los del año 65, dieron lugar a que se publicase una
convocatoria extraordinaria para Febrero del 66, a la que solamente podían “concurrir los alumnos que tengan
pendientes de aprobación una de las pruebas de madurez”.
Extinción del preuniversitario
En
noviembre de 1968, cuando habían transcurridos 5 años de la última regulación,
se nombró una comisión para estudiar una posible reforma del curso
preuniversitario y cuyas conclusiones, si las hubo, debieron pasar a formar
parte del comúnmente denominado “Libro Blanco de la Educación” que vio la luz
en 1969.
El
6 de Agosto de 1970, siendo José Luís Villar Palasí ministro de Educación y
Ciencia, se publica en el BOE la nueva Ley General de Educación y
Financiamiento de la Reforma Educativa, con la que surge la EGB y el COU, que
vino a sustituir al curso Preuniversitario.
En
una orden del 30 de Septiembre de 1970 “se
dictan normas para la implantación con carácter experimental del Curso de
Orientación Universitaria para el año académico 1970-71”, lo que supone la
extinción del preu.
En
febrero de 1972, en convocatoria extraordinaria, se realizaron las últimas
Pruebas de Madurez del curso Preuniversitario.
Gracias Sr. Lora Tamayo por dejar la religión, católica por supuesto, reducida a: Doctrina Social Católica (una clase por semana).
ResponderEliminarEl plan de 1953 de Ruiz Jiménez se las traía (ver Plan de nuestro liberal Instituto, publicado en la Revista de Educación páginas 105 y 106, al principio de esta entrada). ¿Alguien dijo adoctrinamiento?
Nunca la Iglesia Católica ha ocultado su intención de adoctrinar, así que los que asistíamos a clase de Religión (como los que actualmente asisten a ella) sabíamos a qué atenernos. Además, la Iglesia basa la validez de su mensaje en la FE de quienes lo escuchan; si uno carece de esa fe, la doctrina le resultará indiferente, por lo que combatirla queda fuera de lugar y lo mejor que puede hacer es dejar a los creyentes que colmen sus deseos de trascendencia como más les guste. Hoy ni siquiera cabe aducir que haya una pretensión de las autoridades por imponer los valores cristianos, en cambio, éstas sí intentan imponernos otros valores con la excusa de que se trata de valores supuestamente universales: se sustituye la religión tradicional por una especie de religión laica, y se busca que todo el mundo comulgue con ella.
EliminarPor otro lado, echo de menos en la educación recibida por las generaciones que nos siguen los contenidos de la doctrina cristiana que nosotros aprendíamos, porque esta nuestra cultura no deja de ser una cultura de base cristiana, y desconocer tales contenidos te convierte en una persona inculta.
Conviene también dejar a los no creyentes que colmen sus deseos de intrascendencia como más les guste y no imponerles contenidos trascendentes, obligatoriamente. En la infancia el sujeto del adoctrinamiente no es el que elige voluntariamente aquel, son sus padres los que ejercen esta potestad. En 1953 el contenido del adoctrinamiento a los adolescentes de 17 años lo decidían el Padre Gabino y el Sr. Capdepón (ni el sujeto ni el papá del sujeto, vamos mejorando).
EliminarParece que la sucesión de LOGSE, LODE, LOME.....tiene sus antecedentes en los Preu de Ruiz Jiménez, de Rubio García-Mina (8.30 – 9:00 Acto colectivo religioso, patriótico y gimnástico), de Lora Tamayo........., todo ello reflejo de la pugna de distintos sectores sociales, religiosos y políticos para el adoctrinamiento de los futuros votantes.
Manolo: Enhorabuena por el trabajo que has hecho. Navegar por el maremagnun de leyes, decretos y órdenes que han regulado la educación tiene su mérito.
ResponderEliminarCon el exclusivo ánimo de polemizar que tal si nos pusiéramos de acuerdo en que la religión se debe estudiar en la iglesia, la sinagoga o el templo correspondiente, la educación ciudadana en el hogar, la política en los locales del partido y en la escuela dedicarse a cosas como la literatura, la física. las matemáticas, etc.
Gracias JuanMi, por el elogio, ..... pero a pesar de los 50 años transcurridos ¡sigo llamándome Paco!
EliminarHola, Juan Miguel: mencionar que el autor de este artículo es Paco Acosta y no Manolo. Paco no tendría precio para Google, pues como vemos es un "buscador" nato, no solamente de leyes y decretos, sino de compañeros.
ResponderEliminarYa que estamos, tras leer el artículo y echar un sobrevuelo a los temarios, me ha quedado la sensación de que nuestra formación humanística era notable, que las de idiomas tenían su enjundia y que se dedicaba un tiempo relativamente importante a desarrollar nuestras capacidades de redacción y comunicación, sobre todo escrita, cosa que echo de menos hoy en día. No quiero caer en el tópico de que "cualquier tiempo pasado fué mejor", que tampoco sería cierto, pero algunas desde luego destacan.
En cuanto a la religión y política, no soy el más indicado para polemizar sobre el "antes-después", pero creo que era entonces una consecuencia lógica del entorno.
En relación al lugar de impartir ciertas clases, discrepo contigo en que se "prohiba" impartir clases que contribuyan a la formación moral del individuo, pero pienso que tampoco debieran suponer nunca un "pasa / no pasa" para el alumno. Que estas clases se den solamente en la casa de uno por los padres me temo que sea más un deseo que una realidad en muchos casos, lo que podría causar que al chaval en cuestión solamente le quedase la calle, que no es precisamente lo más recomendable. El problema de base es la forma en que se impartan dichos valores morales y las referencias para ello; el Cristianismo es la más extendida y no creo que sea malo; si se forma el espíritu crítico, tiempo habrá para que cada cual decida tirar por otros derroteros, si fuera el caso.
Finalmente, enhorabuena a Paco por su labor, llevándonos de la mano a los sesentones que somos a recordar viejos tiempos, algo que también debe ser consustancial, ¿verdad?
adres me temo que sea más un deseo que una realidad en muchos casos, lo que podría causar que al chaval en cuestión solamente le quedase la calle, que no es precisamente lo más recomendable. El problema de base es la forma en que se impartan dichos valores morales y las referen https://symcdata.info/la-batalla-de-ayacucho/
ResponderEliminarRecuerdo con nostalgia el "Preu". Tenía muchos alicientes el curso. El último en el Ramiro, asignaturas más avanzadas, preparar los viajes y realizarlos.... Para mi fue un curso muy bonito e inolvidable. Había hecho la reválida de 6º (que había pasado a ser optativa). La mayoría de las asignaturas despertaron mi interés, en especial las de ciencias. Las matemáticas eran muy completas, desde teoría de conjuntos a ecuaciones diofánticas, pasando por la trigonometría esférica, la física (muy mal dada), era un compendio desde la cinemática a la óptica. La Química me enseñó como era el átomo. En Filosofía pudimos conocer su historia y la de las ciencias. El viaje sensacional, Lo tengo grabado en mi memoria. La prueba de madured, la hice tranquilo y sin sobresaltos y mis notas oscilaron de un 10 en Filosofía a un 4 en Física (asignatura dada muy deficientemente) y que compensé con las matemáticas, lo que me permitió superar dicha prueba con un 7 raspado. A mí (salvo en Física) el Preu me capacitó para los siguientes estudios.
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